jueves, 30 de septiembre de 2010

El gobierno le da un trato de segunda al Congreso

Oficina de Prensa Senador Jorge Enrique Robledo, Bogotá, 28 de septiembre de 2010.

Jorge Robledo
El gobierno está empeñado en tratar al Congreso de la República, no como otro de los Poderes Públicos, sino como una institución de segunda, pretendiendo enredarlo con respuestas piadosas en el trámite del proyecto de regalías, señaló hoy el senador Jorge Enrique Robledo al refutar la intervención del viceministro de Hacienda ante la Comisión Quinta.

El senador del Polo hizo la afirmación al denunciar que viene caminando una política para coger los recursos de municipios y departamentos y pasárselos al gobierno nacional, a fin de solventar el grave déficit fiscal. Pero los funcionarios se empecinan en ocultarlo, insistiendo en hacer creer que no serán tocados los recursos de regalías hoy asignados a municipios y departamentos. Como consta en el proyecto de presupuesto que acaban de aprobar las Comisiones Terceras y Cuartas de Senado y Cámara, los 4,3 billones del Fondo de Regalías serán destinados a gastos en arterias viales e incluso a subsanar el hueco en la salud.

El proyecto de acto legislativo implica un cambio profundo en el Estado, al punto que los gastos de regalías no harán parte del presupuesto, y el problema de fondo sigue siendo el del déficit fiscal, concluyó Robledo.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Salida negociada o la paz de los sepulcros

 Miércoles, 28 de Septiembre de 2010

Golpe a golpe se van desmoronando las Farc. Las últimas acciones de la Fuerza Pública han sido tan contundentes y limpias que no queda duda de que a esa organización armada le llegó la hora de decidir si prefiere una tumba en las montañas o una paz digna con las Instituciones. La muerte del Mono Jojoy es la prueba reina de que también perdieron la guerra en el campo militar. Y no parece que puedan recuperarse de tan demoledora acción.
Los golpes contra esa guerrilla han demostrado tal superioridad militar y estratégica del Estado que nadie puede suponer que se trata de buena suerte. Detrás del abatimiento del Mono Jojoy se aprecia un trabajo de filigrana de una fuerza pública decidida a destruir una estructura militar que se creía imbatible.

El conflicto colombiano avanza hacia un desenlace esquivo durante los últimos 50 años, que debiera ser el de la salida política. Las guerras internas de El Salvador y Guatemala terminaron cuando la insurgencia comprendió que no tenían capacidad para derrotar al Estado y que les era más rentable la paz que la guerra. Igual sucedió en Colombia con los grupos desmovilizados del M-19, EPL, Quintín Lame, CRS y PRT.

La diferencia en este caso es que después de burlar la confianza nacional e internacional en El Caguán, las Farc se han desvertebrado en medio de la esquizofrenia, situación agravada por la ausencia de liderazgos ciertos y de espacios políticos.
Las Farc han perdido más de la mitad de su tropa, el apoyo popular y la credibilidad. Están aisladas internacionalmente y sus aliados les han volteado la espalda. Y como los malos de las películas, cuando caen en desgracia ya no asustan a nadie.

A pesar de los significativos avances de las tropas, que bajo la dirección del Presidente Santos avanzan hacia la victoria, no es humano desear que todo se resuelva en un mar de sangre, en un espectáculo de exhibición de cabezas humanas aplastadas. Ojalá se pueda alcanzar un fin civilizado, un novedoso proceso de terminación del conflicto armado que nos ahorre el mayor número de muertos y de terror.
¿Cómo lograrlo? ¿Tendrán poder los jefes de las Farc para dar el paso y enviar señales contundentes de que son capaces de privilegiar la razón a la fuerza?

El Presidente ha sido generoso en la victoria. Esta golpeando al enemigo y al mismo tiempo le esta abriendo la puerta del diálogo, que a estas alturas no puede ser incondicional. La palabra la tienen las Farc. Todos esperamos que sean valientes para entender que están aislados y que solo les queda buscar entendimientos. Para demostrarlo, pueden comenzar con acciones concretas, como liberar a los secuestrados y acogerse al DIH.

No es mucho pedir. Si las Farc no dan el primer paso, quizás la única paz que puedan alcanzar sea la de los sepulcros. Es una desgracia, pero es la ley de la guerra.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

La Seguridad Ciudadana

Miércoles , 22 de de Septiembre de 2010

El Gobierno Nacional presentará en breve Su Política de Ciudadana Seguridad , entendida Por tal la Estrategia párrafo Combatir El Delito En Las Ciudades , incrementar la Vigilancia control de EL y , aplicar Políticas eficaces de Prevención , conditions Mejores CREAR de tranquilidad en la Gente altos y Niveles propiciar de convivencia .
Necesario Propósito Que FUE Expuesto Por los Ministerios del Interior , Defensa y Policía Nacional , uno Alcaldes y Gobernadores , Opiniones párrafo study , Sugerencias , Observaciones , un la Luz de las Experiencias Que los Actuales mandatarios hemos tenido Duran los Tres Años de Gobierno .

Se Trata de Una proposal seria , estudiada Bien , coherente , integral , Que Busca frenar El crimen urbano , confrontar al estilo de Delincuencia Organizada , Prevenir ilegalidad la , Mejor Formar uno Juventud la , Impulsar Programas de Cultura Ciudadana propiciar y sin clima de Confianza Entre Asociados los , de como Hoy sí Reclama un gritos .

Ello sin Entraña abandonar Las Acciones Que se cumplen en la Colombia rural, en Donde sí Han logrado Importantes Éxitos , Que el pecado Hayan Desaparecido la guerrilla ni Las bandas herederas del paramilitarismo . Tampoco sí abandonará la lucha Contra El Narcotráfico , contrario al , accionar su, Actividades perversas consenso, hijo causa de Mucho de Lo Que se Trata de corregir .
This Nueva Política de Seguridad Entraña Coordinación esmerada Entre los Diferentes Niveles Autoridad de , solidaridad decidida de la Ciudadanía , Respeto y uno Derechos los Humanos ya de Las ciudadanas Garantías .

Las Formulaciones y procedimientos Que se pondran en marcha " imponen la necesidad de desarrollar al Mismo Tiempo Una Eficaz trabajo en El Campo sociales . Bienestar El està Directamente relacionado Con la convivencia , en La Misma Medida en Que Lo està la Con Pobreza la y inconformidad en Cierta Medida Factores Con Que en ALGUNOS propician Sectores ilegalidad Delincuencia y . Mi abuelita decia : "Cuando el Hambre entra Por La Puerta , la venta El amor Por la ventana " .

Importantísima la Participación de la Justicia . Un buen entendimiento empresarios la Rama Judicial y la Ejecutiva es indispensable párr El Buen Éxito de la Estrategia .

Fundamentales Todo Lo relacionado Valores en contra, Principios , Comportamientos , actitudes , Formación Cívica , Desde La casa , en colegios los , en la Comunidad . Recordemos : " árbol torcido CRECE Que, No Se endereza Jamás " .

Considero necesario Fortalecer El Ministerio del Interior. Es El Ministerio de la Ciudadanía , de la Participación , de los Ciudadanos Derechos , de la Democracia , Con El Encargo del Orden Público y la convivencia . la Que Institución reemplace DAS al , Debe adscribirse al Sistema del Interior .

Lo Mismo la Policía Nacional , Cuando El País decida devolverle condicion Su natural de Ser Una Institución armada de civiles Naturaleza . A ESO debiéramos Llegar pronto , el pecado Que pretendiente de Momento sin un Las abandone Otro sacrificadas Tareas Que Cumple en la lucha contra la y subversión Narcotráfico el. Pero habra Hacerlo Que .

La Policía es la Institución Más Acreditada del País . Todo El Mundo la Quiere y la Aclama . Siendo la Autoridad Más Próxima al Ciudadano , ESTAR Agregar una nueva Notificación Muy al Frente Seguridad Su de . Las Ciudades la reclaman en Su Auténtica Esencia .

sábado, 18 de septiembre de 2010

TRAFUGARIO

------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO

DELIRIUN TREMENS COLECTIVO
Cuando yo era un pelado de bachillerato ya me gustaba leer, a la lata, de cuantas carajadas cayeran a mis manos. Pero claro que con sumo agrado, a Emilio Salgary, a Jack London, a Julio Verne y las columnas de Alfonso Castillo Gómez de EL ESPECTADOR, entre otros. Y biografías de grandes personajes. Yo le aconsejo a todos los pelados de ambos sexos, para que Florence Thomas no se me enverraque, que lean muchas biografías porque ahí es donde uno aprende cómo se forjó el acero. Recuerdo que me causó profunda preocupación, por mi corta edad, cuando leí que Edgar Alan Poe, uno de los grandes escritores de todos los tiempos, había muerto casualmente de Delirium Tremens. Después supe que de esa enfermedad morían grandes intelectuales, científicos, hombres de negocios, gobernantes y deportistas. El fin de semana anterior cuando en plenos albores de la feria de Bucaramanga se presentaron esos desmanes de la gente con más de 600 bonches callejeros, 8 muertos y sesenta y pico de heridos, hice un diagnóstico sano para mis adentros: es Delirium Tremens colectivo.

Y estoy seguro de no poder equivocarme porque un análisis de profundidad arroja ese resultado. Lo primero que voy a hacer para enrrostrar el asunto es sacar del cuento a los gobernantes y a las autoridades policivas y religiosas porque de eso nadie tiene la culpa. O sí, en última instancia el mismo “Estado borrachín” tendría la culpa pero eso ya es harina de otro costal. Porque en ese caso tenemos que admitir que se trata de un proceso dialéctico materialista con componentes culturales a través del cual la sociedad se ha ido desmembrando y “gomorrizando” mediante el uso y el abuso de las drogas y el alcohol. Por eso aclaro que no se trata de la irresponsabilidad de un alcalde, de un gobernador, o de un comandante de policía. Es la implosión social resultado del “progreso”.

Empecemos porque en los campos de Colombia, el guarapo, una legítima bebida alcohólica, hace parte del menú alimenticio de la comunidad campesina y por eso gran parte de los campesinos de Colombia, son un foco de alcoholismo en el país al que no se le ha puesto ni la más mínima atención. En los sectores donde se cultiva la caña de azúcar y hay producción panelera, el guarapo es parte de la “alimentación” del obrero dedicado a la recolección de la caña como de la molienda y la producción de panela. Además, por razones de herencia cultural y por antiguas costumbres ancestrales de nuestros primeros pobladores, sobre todo los santandereanos tenemos un antecedente de “guarapofilia” desde temprana edad, que termina finalmente en el alcoholismo de algunos sectores de la población. Para completar, Colombia es quizá el país con el mayor número de fiestas y reinados en el mundo. Esa puede ser una explicación de que Colombia figure como uno de los países en el que, según investigaciones de orden estadístico, se califica como el cuarto país donde la gente vive más feliz, a pesar de sus pobrezas, miserias y vicisitudes.

Por eso lo que se presentó en Bucaramanga no es un asunto casual y pasajero sino por el contrario, la punta del iceberg que sirve para calcular la temperatura real de, cómo es que está yendo el agua al molino. Como el río que crece, el torrente social se está desmadrando y nadie le está poniendo atención. Y se trata no solamente de Bucaramanga sino de Bogotá, Cali, Medellín, Barbosa, Vélez, Balívar, Sucre, La Venta, Matemora y El Polvero. De Uruguay y Paraguay y todo lo que hay por “ay”. Dentro de mis conceptos personales está, que fue el alcoholismo uno de los componentes sociales y culturales que participó en el colapso gravitatorio social de la Unión Soviética y que, siendo tan rico “el santo sorbo”, para allá van los Estados Unidos y otras potencias económicas del mundo moderno. Y lo que también es cierto es que, “La sarna con gusto no pica y si pica no mortifica”.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

GLORIA A DIOS

-------------------------Por Gerardo Delgado Silva

Lo que caracteriza el Estado de Derecho – al que aspira toda organización política de tipo constitucional, y muy especialmente la republicanodemocrática - , es la sujeción de toda actividad gubernativa al imperio inexcusable de un determinado orden jurídico.

Y es que los principios constitucionales son, ante todo, contornos éticos dentro de los cuales deben encausarse los poderes ordinarios del Estado. ¿No fue acaso fraudulenta e inconstitucional la reelección de Uribe?

Con la “Seguridad Democrática” creó un vicioso ambiente de apaciguamiento, encaminado a hacer creer en la conciencia pública artificiosamente, que se estaba cumpliendo con el reencuentro de la paz total, las formas civilizadas de vida y el desarrollo del pueblo. Como el problema lo consideró personal, extinguió la institucionalidad y olvidó escandalosamente, que el Estado debe asegurar la intangibilidad de la vida y la dignidad humana consagradas como un fin y valor supremo por la Constitución Nacional.

Ahora bien. El mecanismo inconstitucional del pago de recompensas por el resultado, implicó los crímenes de lesa humanidad, insólitamente señalados como “falsos positivos”, en más de dos mil humildes jóvenes inocentes de la patria.

Uribe, paralelamente, sacó a la luz sus marcados rasgos policiales, e instauró por medio del DAS, la modalidad malsana y criminal de interceptar a un sinnúmero de personajes, entre ellos nada menos que a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Y persistió en vilipendiarla, con el sabor de enojo, por administrar justicia a los “parapolíticos”, sus electores, comprometidos en genocidios que representan los más inhumanos actos, similares a los de la guerrilla, que se hayan cometido en la patria, a la cual dizque querían “refundar”, en acuerdo con los paramilitares.

No le importó al presidente, cuánto representa y significa la justicia en la vida social de una nación.

En esta sentina del gobierno de Uribe, el campo se vio más desprotegido que nunca, ante la apropiación ilegítima, de más de cinco millones de hectáreas, ganadas a sangre y fuego por los paramilitares, que convirtieron masivamente a millones de campesinos honestos y trabajadores en parias desplazados, cuando no asesinados o desaparecidos. Comportamientos de cuya exacta dimensión no tiene pleno conocimiento el país, por estar sumergido de repente en el averno de la ceguera colectiva.

La fementida “Ley de justicia y paz”, no es un símbolo de ésta, sino de escarnio y befa al orden jurídico y a la verdad, con el impacto tenebroso que ha cortado en dos la historia nacional.

Los paramilitares sabían a ciencia cierta que no serían sujetos de sentencias ejemplarizantes, que seguirían en su vasto imperio criminal, edificado en concierto con los narcotraficantes. Se les forjó la gran ola de impunidad, para la gravedad de sus crímenes. Las extradiciones fungen como privilegios para los jefes paramilitares que diluye la reparación justísima de las víctimas. Es decir, apeló Uribe a la filosofía de Tariq Alí, citado en otro escrito mío: “vamos a castigar los crímenes de nuestros enemigos y recompensar los crímenes de nuestros amigos” (El país, 20-9-01).

Desmovilizados y legitimados, llegaron a tal punto de incrustarse dentro del Estado, pues se sepultaron en ese gobierno los atributos y virtudes que creíamos imperecederos. Podemos afirmar que es una nueva forma de insultar a las víctimas silenciadas en su desolación, y por tanto, una manera absurda y cobarde de colaborar con los verdugos.

Entre tanto, se consolidaron los paramilitares como empresarios de plantaciones de palma africana, verbi gratia en Cuvaradó y Jiguamiandó, con ostensible violación de los derechos fundamentales de los territorios afrocolombianos.

Y, ¿Qué decir de los oprobiosos hechos punibles llevados a cabo por el facineroso exministro Arias, en el gran valse de “Agro Ingreso Seguro”; del depravado atropello a las víctimas desplazadas cometido en Carimagua; de la impúdica “Zona Franca”, montada por los hijos del presidente, con desafecto a la ley y a la moral; del olvido completo de que el Estado tiene que velar incansablemente, insomnemente, para que haya trabajo para todos, pues la dignidad de la persona lo requiere; del desconocimiento de las precarias perspectivas de acceso a la educación, las asimetrías acentuadas, la exacerbación de desigualdades, el fomento de marginaciones; de la inmisericordia con los millones de seres que se confunden con la basura; de la concentración escandalosa de la riqueza; del alud del clientelismo corrompido, como en algunas notarias; de la violación de la soberanía hincada en el acuerdo de las bases con Estados Unidos, naturalmente inconstitucional.

El poder ha demostrado siempre su podredumbre, pero nunca como en los ocho años de gobierno de Uribe, había revelado con tanto cinismo su perversión. Desposeyó en fin a Colombia, del solio de “potencia moral”, con que tantas generaciones virtuosas la honraron durante muchos años.

Ante esta honda dislocación que sufre la sociedad colombiana, ante las sentidas razones de queja, ¿Cómo no darle gracias a Dios por permitirnos un estado espiritual nuevo, con un gobernante que se rodeó de esclarecidos ministros, exceptuando al undívago de defensa; que nos muestra horizontes distintos; que se ha comprometido ante la patria y el mundo entero a desempeñar eficazmente su función dirigida al bien común de todo el pueblo? Aun cuando Santos proviene de las huestes de Uribe, -que nos permite experimentar reservas-, la diferencia alucinante ya se nota. Nos encontramos ante la asunción consciente del inmenso reto que le han planteado los ocho años de oprobioso olvido y desprecio del Estado de Derecho.

Ha llegado el momento de combatir el mal, y nadie con buena voluntad pueden negarse a colaborar, sea cual sea el sitio en la comunidad. Es el instante preciso de iniciar esa gran cruzada, para cumplir la enorme tarea de reconstruir a Colombia, moral y materialmente.

Cuenta el Presidente, con el faro de dignidad de su tío abuelo Eduardo Santos, que se confunde con la imagen de la patria, por sus virtudes que representan el gobierno más completo, benéfico y creador que se registra desde el general Santander.

Nuestra esperanza, que no cejamos en alimentar, es la de que el nuevo gobierno no resulte inferior a la inmensa misión que le ha señalado la historia. Solo de brazo con los principios éticos y jurídicos, viejos de siglos, milenarios mejor se puede lograr una sociedad prospera. Ya probamos lo contrario y sus desastrosas consecuencias están a la vista.

sábado, 11 de septiembre de 2010

TRAFUGARIO

----------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO

LOS NIÑOS ASESINOS

“Sobre una cerca de alambre de púas, desnuda, con el cuerpo ensangrentado, la cara magullada por los golpes y temblando de frío, encontraron sus familiares a Kareen Manuela, de dos de edad, quien había desaparecido la noche anterior. En medio del llanto, la niña sólo tuvo alientos para pedirle un tetero a su mamá. Un adolescente de 15 años, capturado dos días después, la había raptado la noche anterior. La pequeña no resistió las heridas causadas por la violación, los golpes y varios cortes de navaja y murió”.

 La preciosa porcelana de muchacho, el próximo 14 de septiembre, cuando se cumplen dos años del crimen, quedará a tiro de as de recobrar la libertad, ya que sólo fue condenado a tres años de retención en un “centro de protección especial para su resocialización”. De allí saldrá muerto de la risa a hacer un posgrado en “sicariato de alto nivel” en cualquiera de los muchos Institutos Tecnológicos que para tales efectos se han creado en las principales ciudades del país. Pero léanse esta cifra tan rimbonbante: 20.104 adolescentes, entre los 14 y los 17, años entregó la Policía a la Justicia entre marzo del 2007 y junio del 2010. Todos ellos por delitos que van desde el asesinato con sofisticadas armas automáticas, a las violaciones de niñas de brazos, hurto calificado, atraco, uso y expendio de drogas, y así hasta el infinito. Y quién me lo va a creer, yo veo más peligroso a un jibaro menor de edad, que a un sicario mayor de edad con una docena de metralletas. ¿Pueden ustedes amigos lectores, calcular la capacidad de penetración, o más bien el radio de acción, de un “sardino” de esta estirpe, bien churro, por ejemplo en los colegios de secundaria de una ciudad como Bucaramanga?

Entonces mirando la cosa así, acá es donde yo me pongo totalmente de acuerdo con la senadora Gilma Jiménez, del Partido Verde, de crear mecanismos de ley para contrarrestar los efectos de este tipo de comportamientos de los menores de edad. Es que yo me intoxico de la risa cuando dicen o hablan de un niño de 16 ó de 17 años. Alguna vez leía yo en un periódico de Medellín, “la menor de 11 años portaba en su morral de colegiala, una ametralladora MP5, dos proveedores de carga para la misma, y dos granadas de fragmentación”. Y luego pensaba entre risas: Esa inocente sardinita cuando tenga 14 ó 15 años se da plomo con una docena de elefantes. Rosario Tijeras es una encantadora porcelana china al pie de esta doncellita. Y pensar que no es un capítulo más del seriado de Gustavo Bolívar, Pandillas, Guerra y Paz, a la cual tienen acceso todos los niños de Colombia, sino un triste capítulo más de la sociedad.

Por eso le capté el mensaje a la senadora Gilma Jiménez, de bajar la edad, cosa que todavía no tengo suficientemente clara, a los menores a 14 años de edad para su juzgamiento legal, por lo menos por los delitos más atroces. ¿Qué dice la sicología, el psicoanálisis o la psiquiatría modernas? Sencillo. Que un individuo de cualquier sexo, con desarrollo mental normal, ha atravesado todas las etapas de la formación de su personalidad (Oral, Anal, Fálica, De Latencia y Genital, en Psicoanálisis) y que por lo tanto distingue perfectamente el bien y el mal. Es decir, que el Estado tiene que adecuar las leyes para proceder, pero también responsabilizarse, como política de Estado, de crear mecanismos de educación y culturización desde la niñez para evitar futuros delincuentes. Eso se hace combatiendo la pobreza económica que es la que genera la miseria ética y moral. Pues cuando un niño viola una niña y luego la asesina, o un tipo mata a otro porque le dijo un apodo, a una mamá envenena a sus tres hijas y luego se suicida, entre tantas otras escenas increíbles y no de ficción, no se trata de Sófocles o de Esquilo en el antiguo teatro griego, sino de una sociedad cuyo cultura tiene cáncer terminal.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Adelante contra la corrupción

Colombia, miércoles 8 de septiembre de 2010

HORACIO SERPA
El nuevo gobierno nacional comenzó bien. Lo señala la gente. Lo dicen las encuestas. Se nota en el ambiente, mas tranquilo, sin pugnacidades innecesarias, marcado por el signo del optimismo. A un mes del comienzo se puede asegurar que el país está contento con el doctor Santos y su importante equipo de colaboradores.

El lunes pasado se presentó la política pública contra la corrupción. Una propuesta de importantes figuras que buscan cerrar los espacios a los defraudadores de los presupuestos oficiales, tan asediados por toda clase de pillos. La iniciativa fue bien recibida, porque nada hay mas inconveniente, ni mas odiado por la gente, que las actividades cumplidas en la función pública para quedarse con los recursos económicos que el Estado en sus diferentes niveles e instancias asigna para atender los requerimientos ciudadanos y las necesidades comunitarias.

Bien, entonces, que se vigile el comportamiento de los funcionarios públicos, especialmente en materia de contratación. Y que vengan inhabilidades y condignas sanciones. Hay que extender la severidad de los reproches a los particulares que con sus asedios y ofrecimientos logran quedarse con los contratos y las licitaciones. Recordemos el famoso verso de Sor Juana Inés de la Cruz: “Y quien es mas de pecar, aun cualquiera mal haga; la que peca por la paga, o el que paga por pecar”.

Importante es que actúe la Administración de Justicia. La impunidad estimula el crimen. Sin desatender las garantías propias de los procesos judiciales, respetando la presunción de inocencia, pues somos un Estado Social de Derecho, ha de cumplirse el adagio según el cual, “quien la hace, la paga”.

Actualmente se adelanta un importante debate sobre el tema de las regalías del petróleo y los minerales. Un recurrente argumento en contra de los territorios, es la corrupción. “Se están robando las regalías”, se argumenta con estridencia. Pero cuando se miran las estadísticas del año 2.000 al 2.009, según la Fiscalía, se han dictado 25 Resoluciones de Acusación contra Alcaldes y funcionarios departamentales. Y en sus oficinas están registradas 6 sentencias por mal uso de regalías. No hay razones para tanta algarabía.

Duro, pues, con los corruptos, pero con razones y sentencias en la mano.

Los políticos debemos hacer mucho en la lucha por la transparencia. Principalmente, dando buen ejemplo. Algunas veces con fundamento, muchas otras sin razón, los políticos tenemos fama de corruptos. Pero no es cierto que política sea sinónimo de corrupción. Por eso cada actuación de un político, debe ser limpia, pública, contundentemente seria y transparente. Y cuando tengamos la oportunidad del servicio gubernamental, realizar una gestión pulcra, sin mácula. Reivindicar ante los ojos de la ciudadanía la función política, es tarea de los políticos. Para que la gente vuelva a creer.

Demos todo el apoyo al gobierno nacional en esta importante cruzada ética que favorece el interés social. Desde las gobernaciones y las alcaldías es bastante lo que podemos hacer. Lo requiere el país. Lo exige la gente. ¡Adelante!

lunes, 6 de septiembre de 2010

TRAFUGARIO

-------------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO

EL ÉXITO DE ULIBRO

Hace tiempo tomando tinto con un buen amigo y también columnista de este periódico, perorábamos de por qué yo casi nunca le daba garrote a personaje alguno en mis columnas. Y pude darme cuenta de que él, mi amigo, tenía el concepto, muy personal lógicamente, y lo ponía en práctica con enconada frecuencia, de que las columnas eran para dar garrote. Mas nunca para admirar o para felicitar. Yo no hago eso, o casi nunca lo hago. Claro que cuando lo hago, es porque tengo la certeza científica de que a quien va dirigido el misil, no hay posibilidad de duda, se lo merece. Al fin y al cabo eso es parte del oficio de los columnistas: producir y generar opinión. Como para la muestra siempre hay un botón, tengo ubicado un político que desde hace tiempo se viene ganando un “suculento garrotazo”, que el día que se lo pegue, va a quedar más torcido que el jorobado de nuestra señora de París. Se gasta una prepotencia y un cinismo sólo comparable a la del mismísimo Nicolacito Maquiavelo. Su nombre, obvio, es reserva del sumario.

Pero siguiendo con nuestro tema inicial, esta vez Ulibro se gana mis aplausos y los de la comunidad progresista de Bucaramanga, puesto que para mí el evento fue todo un éxito. No porque se hayan tranzado 100 o 200 millones de dólares en libros, por decir algo, sino con lo que se ganó tratando de imponer la cultura de los libros y el culto a la lectura. Mil millones de felicitaciones porque, “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”. Yo diría a lo griego: “Provocad progresos culturales en la sociedad y desaparecerá la violencia”. Muchos sabemos que Santander es uno de los Departamentos con más bajo índice de lecturabilidad en todo el país y, con todo el respeto, eso de por sí ya es una vergüenza. Porque dizque los santandereanos somos unos verracos. Después de cien años de soledad, en verdad que me quedan bastantes dudas. Aclaro que el anterior dato, el de la lecturabilidad, no es ningún invento del columnista, sino que por el contrario, es un dato totalmente oficial y verídico.

 El hecho de que ya la gente, aunque sea un pequeño sector social relativamente, incluya dentro de la canasta familiar, libros, eso ya es un éxito cultural. Y hay algo más verraco todavía: el hecho de que la gente vaya a hacer cola, así sea solamente universitarios, para entrar al auditorio a escuchar las palabras y los conceptos de Héctor Abad Facio Lince o de Fernando Savater, ambos pesos pesados uno de la literatura nacional, Facio Lince, y Savater ya del ranking mundial, es cosa de ponerse uno a botar ramos de olivos por los aires de legítima felicidad. ¿Por qué? Ya lo dije atrás. Porque si cambiamos nuestros parámetros culturales y les damos un rumbo hacia el… no salvagismo, estamos dando un salto equiparable al que dio Neil Armsntrong pisándole la cara a la Luna para el bien de la humanidad. Y una razón todavía más verraca. Que en Colombia la Cultura depende de la Política cuando en los países civilizados es al revés. La Política es un apéndice la Cultura.

 Por todo ello colijo que la feria del libro va más allá que una simple feria de vanidades de esas que se hacen a diario con el fin de embrutecer más a la gente. Y sin ser yo San Martín de Porres y muchísimo menos sor Teresa de Calcuta, los libros pueden ser la panacea. Porque en las sociedades donde se lee, se facilita el diálogo. Porque el hombre que lee, fortalece su personalidad y se vuelve un faro para competir desde el punto de vista de la racionalidad, y sea cual sea su profesión. La fuerza de las ideas está en las capacidades intelectuales. Y en la fuerza de las ideas, señores políticos y gobernantes, está la verdadera Democracia. Lo demás es engaño, autoritarismo despótico y violencia.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿Para qué más elecciones?

Colombia, miércoles 1 de septiembre de 2010

---------------------------HORACIO SERPA

Cuando el país no cesa de recibir noticias de los despachos judiciales y de los organismos de control por los desafueros cometidos en el fallido proceso de aprobación de la segunda reelección del ex Presidente Uribe, se ha vuelto a poner en la agenda pública el tema de la reelección de Alcaldes y Gobernadores. Un viejo anhelo que ha sido derrotado muchas veces en el Congreso de la República.

La reelección de las autoridades locales y regionales y del Primer Mandatario, fue uno de los temas tratados por la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, que la prohibió por el desbarajuste institucional que significaría, pero sobre todo porque rompería el sistema de pesos y contrapesos, pondría todo el poder estatal al servicio de una causa individual, significaría una enorme desigualdad para los partidos de oposición, y convertiría a Colombia en una republiqueta bananera.

Todo ello sucedió cuando la Corte Constitucional decidió darle vía libre, en 2006, a la primera reelección presidencial, sin conocer, por supuesto, todo el escándalo de la yidispolítica, que tiene en la cárcel a varios ex congresistas y significó la destitución del ex ministro Sabas Pretelt. Por ello, ya con razón se habla de la muerte de la reelección presidencial.

De haberse aprobado la segunda reelección, estaríamos transitando el camino incierto de la perpetuidad y la desinstitucionalización total, el enfrentamiento de las Cortes con el Ejecutivo, la interinidad en la Fiscalía, el agotamiento de la democracia, el fin de los pesos y contrapesos. La elección del presidente Santos ha demostrado que no era cierto que en Colombia no había quien reemplazara al Presidente Uribe, ni que sin él la nación se hundiría en el caos. Ha ocurrido exactamente todo lo contrario.

Santos ha logrado en tan solo una semana recomponer las relaciones con las Cortes, restablecer la diplomacia y espantar el fantasma de la guerra con Venezuela, nombrar un gabinete de unidad nacional y demostrar que aquí hay muchos liderazgos a la espera de una oportunidad para asumir el poder.

Ese es, precisamente, mi mayor argumento para estar en contra de la reelección. Hay que permitir que surjan nuevos gobernantes, que la política se renueve y que la democracia se oxigene. E impedir que el dinero del Estado y el poder político que este genera no se conviertan en motor de aspiraciones personalistas, que en muchos casos desprecian el espíritu de la Constitución.

Por lo que a mí respecta no voy a reelegirme como Gobernador de Santander. Le deseo suerte a quienes lo desean, pero no estoy seguro de que el Congreso apruebe el nuevo intento por pasar ese proyecto de ley, hundido antes, aún en circunstancia de enorme fervor reeleccionista. Hoy no veo razones de peso para creer que la reelección contribuya en la lucha contra la corrupción y la politiquería.

Hay que ampliar la democracia y fortalecer la participación ciudadana. Perpetuar en el poder a unos pocos es, además, un portazo a la paz.

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