lunes, 31 de diciembre de 2012

Columna de opinión


                   Presidente Santos a la reelección
                                                Horacio Serpa
Hoy comienza el año laboral y empieza también el año político. La razón es muy simple: el año entrante hay que elegir a los miembros del nuevo Congreso Nacional y al Presidente de la República. Es posible que el Mandatario Nacional no sea nuevo, porque nuestro sistema político permite la reelección desde cuando el exPresidente Uribe, con sus inmediatos colaboradores al frente, promovió su propia reelección con una reforma constitucional. En la Constituyente se prohibió. Hoy está vigente.
El año pasado cerró con una importante declaración del Presidente Santos: en Junio informará al país si aspira a ser reelecto en las funciones que desempeña. Es difícil creer que  no lo haya pensado. Incluso, decidido. Es entendible que se tome los seis meses que faltan para el anuncio de su determinación ---según la ley tiene plazo hasta noviembre--- a objeto de examinar con detenimiento como van las cosas en el País que gobierna, especialmente el proceso de paz que se adelanta en La Habana. Es lo que hace una persona seria y precavida cuando de asumir definiciones de Estado se trata.
Pero lo más seguro es que se exprese afirmativamente. Está autorizado constitucionalmente; muchos aspectos de su programa de gobierno están en marcha y no se van a concluir de aquí a un año y medio cuando termina su mandato; si se firma la paz faltaría implementarla, llevarla de la mano hasta su consolidación y dirigir todo lo relacionado con el posconflicto; si no es así, tendrá que cumplir el deber de seguir coordinando las acciones militares para derrotar a la guerrilla en el campo de batalla. Por todos los lados que se mire, casi le toca seguir.  Además, su labor ha sido buena y tiene seguidores, posibilidades y ganas. ¿Qué lo podría impedir? ¡Una hecatombe! 
Tendrá dificultades, pues el ejercicio de la política siempre es difícil. El mayor obstáculo, su nuevo mejor enemigo, el expresidente Uribe. Le hace una oposición tenaz. Con empeño, con militancia, con rabia. No le da tregua. En los últimos días fue especialmente activo, en la medida en que el presidente iba informando al pueblo sus logros y aciertos durante 2012. No le rebaja una.
Hay cosas por definir. Saber si el Partido conservador tendrá candidato propio, que no parece.  Si Germán Vargas se retira del ministerio, que es  probable. El Polo ya decidió por la doctora López, una importante opción. El partido liberal quiere, pero tendrá que explicar bien lo de la reelección y lo que hará con aspiraciones legítimas como la de Eduardo Verano. En la U unos quieren y a otros les toca. Y está de por medio la decisión del puro centro democrático ---así se llama, que le vamos a hacer--- y la candidatura de su jefe al Senado.
Todo se irá decantando con el correr de las semanas. Será un proceso interesante. Falta saber si hay decisiones de cambios estructurales, que son los que necesita el País.
Bogotá D.C., 31 de Diciembre, 2012 (Columna publicada en el Nuevo Siglo) 

La experiencia mejicana

Por. Pedro Gerardo Tabares C.
La Universidad de  Puebla, tuvo un Director de la facultad de contabilidad y administración del campus de Zelaya–Tierra en donde, quien entrara quince años atrás como profesor, llegó a rector y debió retirarse del cargo por haber acreditado falsamente calidades para ocuparlo, de quien  uno de los directivos señaló: “Nos duele porque tenemos personal muy valioso esto es muy desagradable para la institución, situación que constituye reflexión
 Hacer referencia a una situación como esta,  nos hace recordar cómo entre nosotros, al igual  que  tenemos influencia cultural de la ranchera, nos acompañan  acontecimientos       semejantes. En el servicio al Estado colombiano se encuentra el señalamiento de requisitos mínimos de conocimientos para el desempeño de cargos, que salvo los de elección popular, no exigen acreditar conocimientos con registro estatal,  para recibir primas y dineros que consagran estatutos.
 Por ello no es extraño que se obtengan certificados de  enseñanza superior  falsificados y feria de los de enseñanza media.
En este caso, en nuestro país se dan situaciones que si bien reciben en alguna oportunidad las sanciones correspondientes, en definitiva se limita el acontecer a ser noticia en páginas rojas que por lo desgastadas no tienen influencia en el entorno social.
 Surge la admiración de quienes no se han atrevido a comprar títulos que avezados falsificadores ofrecen.
Esta modalidad se ha venido revelando, de tal manera que no hay posición estatal que no haya registrado situaciones de esa naturaleza. Se desvirtúa con esas actuaciones la falta de escrúpulos en los nominadores, que teniendo amenazas sobre responsabilidad disciplinaria que jamás se ha dado por la nominación de personas con documentos falseados se torna en una situación especial que refleja que una es la seriedad de las leyes, que el ciudadano desprevenido debe saber por imposición legal, y otra, el desconocimiento por parte de quienes las aplican, que no se toman el trabajo de leer estatutos y legislación que deben aplicar a partir de su posesión.
Dentro del orden normal lo lamentable es que quienes acceden al poder con  documentos falsos obtengan lucrarse y lo guarden para más tarde, mientras que quienes luchan por mejores condiciones reciben repudio.
En tales condiciones, volverá a imperar la costumbre y los títulos falsificados no tendrán apoyo por falta de utilidad.



sábado, 29 de diciembre de 2012

El Remanso de la Navidad

                                            Por: Gerardo Delgado Silva 
Vive Colombia una de las épocas más difíciles, porque la fibra indispensable, la de la moral, se aflojó, cuando no desapareció, lo que se aprecia en todos los aspectos de la vida nacional, con sus efectos deletéreos y responsable de nuestros males de hoy.
Ha sido un proceso largo de muchos años, incrementado monstruosamente en el pasado gobierno, que infecto por igual a las instituciones y a las personas.  Su denominador común es el desprecio por las sólidas convicciones cristianas  que nos garantizan la superación de las injusticias, de las inequidades, el respeto elemental por la dignidad humana, el derecho ajeno, bases para una equitativa distribución de bienes y oportunidades.  Porque solo de brazo con los principios éticos, viejos de siglos, milenarios mejor, se puede lograr una sociedad prospera.
Navidad es un hermoso y saludable remanso, útil para la salud moral de todos.  Las vibraciones de Navidad pueden ser pasajeras, apenas un remanso en el turbión de los hechos, de las pasiones, de los conflictos, de los odios, de las guerras, de las obcecaciones.  Pero en todo caso un freno a las corrientes vertiginosas de la irracionalidad. 
La extensión universal de la fiesta de navidad, así como su profundidad en  los sentimientos de las gentes, son de las muestras más eficaces del sentido ecuménico del cristianismo.  El nacimiento del niño en el pesebre, como fuerza humana que desborda  y desafía a las demás de todos los tiempos, es una escena que identifica a  las almas sensibles, mas allá de cualesquiera otras consideraciones, inclusive las religiosas.  No es preciso ni siquiera ser creyentes en alguna deidad, para comulgar en estas emociones.  Es una fecha de exaltación del ser humano, desde la modestia de las pajas de Belén hasta las proezas supremas de su espíritu.  Y con este motivo se concreta al Ser Humano en el niño, en los niños.  Es por excelencia, la fiesta de los niños la de la Navidad, así pase con frecuencia infortunadamente, sin dejar la huella de un serio propósito de obrar bien frente a la infancia. 
Nunca faltan tragedias en las historias colectivas.  Empero, el protervo reclutamiento de niños por la guerrilla y los paramilitares, está signado por un turbión ominoso de maldad.
En Colombia, por razones de vigoroso arraigo, la Navidad es una fiesta nacional: más nacional, en el exacto sentido de la palabra, que otras pertenecientes a los santorales laicos. La Navidad nos identifica emocionalmente.  La sentimos en los retablos, en los villancicos, en la actitud humana general, que es más pura y generosa y abierta que en el resto de los días.  Vemos como las gentes sencillas hacen a un lado su sufrimiento y pesares o por lo menos tratan de olvidar para unirse en familia y recogerse en la espiritualidad de la fe.
En la conmemoración de la Navidad de Jesús se capta como la alegría de la vida está hecha de lo simple, de lo sencillo, de lo bello que hay en el corazón del ser humano, no importa lo duro y cruel que pueda ser, y que ello es más evidente en el entorno familiar que debe ser el centro de atención de estas fiestas navideñas que invitan a reflexionar en como hemos sido a lo largo del tiempo con nuestros semejantes y nuestros seres queridos.
Para muchos colombianos la Navidad que acaba de celebrarse, ha sido una Navidad esencial, entrañable, indeleblemente triste. Pues han sido víctimas del delito, en sus cada vez mas abundantes y variadas manifestaciones.
A nadie pueden serle extrañas esas tragedias.  Y la Navidad tiene que ser, entonces, una confluencia de dolores e intenciones relativos a ellas; un acto vigoroso de solidaridad y de fortaleza moral, en torno a los motivos más valiosos y enaltecedores de la especie, sintetizados en el espectáculo del nacimiento del Niño Jesús, cada día más fuerte, en su debilidad, al través de los siglos y siglos.  Hemos celebrado esta navidad en medio del dolor humano, de la recesión y del desempleo.  Pero es en estos momentos en que los colombianos tenemos que sacar a relucir esa grandeza, esa espiritualidad que nos ha caracterizado.
No podemos doblegarnos ni perder la esperanza, ni esa fe en nosotros mismos en el Dios en que creemos, en los que nos rodean.  Pero, sobre todo en el momento de que, quienes nos hayamos en mejores condiciones anímicas y económicas, sepamos ser solidarios y generosos. 
Navidad es hermandad, es bondad, es la palabra amable, la mano amiga, la oración.  Navidad es la visita al que sufre, el acto de desprendimiento y de afecto.
Por eso mismo, que bueno sería que cada colombiano, en esta época en que la sensibilidad esta pasando al cuarto de lo inservible, hiciera no solo un acto de fe sino de desprendimiento para arrancar una sonrisa al que sufre, para ofrecer consuelo al deprimido, para dar un juguete por sencillo que sea, al niño que no lo ha recibido.  Desde ahí es de donde se construye la paz y se revive la fe y la esperanza.  Con estos actos no estamos perdidos.  Jamás lo estaremos.
Además, es la oportunidad para renovar el espíritu, de insistir en la incansable búsqueda de la reconciliación.
Los fantasmas de la Navidad, de todas las Navidades deberían presentárseles a tantos violentos, a guerrilleros y paramilitares que al través de la barbarie y el crimen rompen las tradiciones de recogimiento y alegría de miles de compatriotas desplazados como le ocurrió al buen José y a María.
Dejemos en manos del buen Niño Dios el hacerles entender que todos tenemos  derecho a disfrutar de nuestras vidas, de estas fechas de paz, con fe y hermandad. Que acerquemos los corazones a Dios, con el ánimo ferviente de que lo más esencial del espíritu cristiano nos trasmita la energía espiritual indispensable para enfrentar las circunstancias.
Como vemos, ya estamos en pascua que significa el paso de Dios junto al hombre y ese paso de Dios pretende hacernos cambiar de la esclavitud a la libertad de los hijos de Dios.  
                                                                                              Escrito para: Bersoahoy.com

viernes, 28 de diciembre de 2012

El Poder de la Cuca


                                                           TRAFUGARIO
                                        Por: JOSE OSCAR FAJARDO                                                  
Antes de que me despidan del periódico por escribir lujuriosas obscenidades, como argüiría el señor procurador General de la Nación, quien a la postre odia no las cucas  sino las obscenidades, quiero aclarar que Cuca, así como lo pueden leer, es un sabroso amasijo oriundo de las tierras santandereanas y exactamente de Málaga y otras poblaciones circunvecinas, según datos emitidos por científicos de la Nasa. O eso dicen que afirma la Nasa. De tal manera les ruego que no me miren rayado. Sobre todo los  y las estudiantes de bachillerato que son tímidas por excelencia. No pichurrias, como dicen ellas mismas.
Lo que pasó fue que estuve perorando por largo rato con mi muy estimado amigo y colega Alfonso Pineda Chaparro, quien a la postre resultó ser uno de los “Cucólogos” más avezados que tiene el país. El me pidió muy comedidamente que yo aprovechara mi columna y le hablara al público en general, sobre los endiablados poderes de la famosa Cuca. Me refiero con todo el respeto al susodicho amasijo del cual Alfonso Pineda, según me demostró, sabe más que Max Plank de Mecánica Cuántica. Reitero vehementemente que Alfonso, que envidia, es un refinado y atiborrado “Cucólogo”, eso sí, algo silvestre. Sí porque a estas alturas del partido yo no sé qué me estarán diciendo algunos hermanos cristianos y algunas hermanitas de la caridad y a todos los que les hace daño la Cuca. Me refiero al amasijo de Alfonso Pineda. Pestes me estarán echando y muchas maldiciones me caerán, pero Dios ha de salvarme porque la Cuca, es decir el amasijo, es de lo más sagrado y alimenticio que tiene la creación (me refiero a la cocina creativa de las amas de casa de Málaga, que fue donde parece que inventaron la Cuca).  Me remito a Málaga Santander, y no a Málaga España, aunque dicen las malas lenguas, allí también se fabrican unas hermosas Cucas.
En este caso empleo el adjetivo “hermosas”, en calidad de sabrosas, porque si no el señor Procurador General de la Nación me jala de las orejas pero con unas tenazas de herrería de caballos. Dios me asista. Claro que Alfonsito me pidió muy comedidamente que aclarara que Cuca es también el apócope del nombre genérico de un animal asqueroso al que todo el mundo le tiene tirria precisamente porque no hay rendija que se respete que no tenga cucaracha. Eso es, me refiero a la cucaracha. Y me pidió Alfonsito que aclarara lo del nombre genérico de la cucaracha  porque es que no se conoce una cucaracha que tenga nombre propio, por decir algo Eneida, Lucrecia, Cristina, y además otras cucarachas. Yo sé que con esta columna me voy a echar de enemigos a muchos amigos que no les gusta, o le hacen mala atmósfera a la Cuca, sobre toda cuando ésta va acompañada con masato y queso o con café con leche. No me pidan que diga nombres propios de hombres que no gustan de la Cuca porque en ese caso me toca ir a ejercer el periodismo a Siberia o a Africa por lenguaraz. Claro, en esas condiciones y con esos revueltos a cualquier cristiano le hace daño la Cuca. Eso me dijo Alfonsito.  Durante la charla Alfonsito me comentó que hay un exalcalde y un exgobernador que es mucho lo que gustan de la Cuca, o mejor dicho que la saborean prolijamente pero muy por debajo de cuerda porque ellos son muy penosos y tímidos para comer en público. No obstante de todas maneras sí aceptan que ese amasijo es una verdadera obra de Arte, no de las amas de casa malagueñas sino del propio Dios. Que es mucho ser rica (está claro que me refiero al amasijo) para que el señor Procurador no me vaya a descamandular. Queridos lectores. Lástima que la columna no fuera siquiera de una página completa porque el singular Alfonsito sin lugar a dudas, es el hombre que más conoce de Cucas sobre la faz de la tierra (me refiero al amasijo de las señoras de Málaga y algunos municipios circunvecinos).  Y todo, todo, todo me lo enseñó Alfonsito.       

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Felices Pascuas

                                                     Horacio Serpa
Acabamos de gozar una de las fechas más estimadas por la comunidad cristiana: la Navidad, el nacimiento del Niño y la rememoración de todos los principios que surgieron del ejemplo de Jesús. La Nochebuena que acaba de pasar, con sus fiestas y los regalos, es la confirmación de un compromiso de vida, que nos induce a ser mejores, más solidarios, mucho más íntegros, generosos en la familia y condescendientes en comunidad.
De tantas cosas que queremos, ninguna es tan necesaria, tan ecuménica, como la paz. No hay en el País casi nadie que sepa lo que es una vida tranquila  y pacífica. Es un horror decirlo, pero es la verdad. Tal vez los más ancianos, los de 80 y 90 años, en la niñez gozaron un período de paz. Pero a buen seguro que desde   su juventud solo han registrado violencia y han sido muchos los parientes y amigos, compañeros de trabajo y copartidarios, paisanos, a los que han llorado con  indignación.
De allá para acá, todas y todos han sufrido directamente la violencia o sus consecuencias. Una de ellas, por cierto, es la pobreza, que afecta a la mitad de nuestra población. Es la ingrata secuela de una guerra atroz, que primero comprometió a liberales y conservadores durante 15 años en sangriento aquelarre, y luego se hizo insensata, despiadada y destructora con el accionar de guerrillas, paramilitarismo, narcotráfico y delincuencia común. Ha sido el reciclar de la barbaridad en todas las modalidades y en todas las dosis. Un desastre total.
Los cristianos de todas las religiones, de todos los partidos, de las diferentes condiciones sociales y económicas, en las distintas regiones, aprovechamos estos días para imponernos deberes y hacer fe de mejores comportamientos y actitudes. Ninguna definición mejor ni promesa más altruista, que volvernos estandartes de la convivencia. 
Ello implica apoyar el proceso de paz que el gobierno del presidente Santos y las farc adelantan en La Habana. Nos dicen las noticias que las conversaciones van bien, avanzando con paso seguro. Dichos comentarios son motivo de alegría y han de servirnos para comprometernos fielmente a colaborar en todo lo que sea necesario para que de esa mesa de deliberaciones salga un compromiso ineludible de poner fin al conflicto armado.
Con frecuencia se pregunta, ¿cómo ayudar?.  Solo con tener una voluntad sincera proclive a los acuerdos y la firme decisión de cooperar en el cumplimiento de estos, en cuanto correspondan a la comunidad, es una magnífica participación.
Ella implica desatender a los agentes de la violenta lucha interna. Porque hay personas y organizaciones que desean la continuación de la guerra fratricida. Dígase lo que se diga, es una conflagración violenta entre colombianos, con víctimas exclusivamente colombianas y con daños profundos, incurables a la sociedad colombiana.
Entonces, con un sentimiento colombiano, con espíritu cristiano, asumamos un firme, decidido, inclaudicable respaldo a la paz. Que esa sea la promesa para el nuevo año, en el que seamos tolerantes, demócratas, equitativos y solidarios. FELICES PASCUAS Y MUCHOS ABRAZOS,
Popayán, 24 Diciembre, 2012
Publicada en el Nuevo Siglo

lunes, 24 de diciembre de 2012

En esta Navidad

                                                  TRAFUGARIO
Por: JOSE OSCAR FAJARDO                                                
Como yo intuí que los Mayas eran una tracamada de mentirosos y además, como muy claramente me lo explico mi amigo el parasicólogo Malezza, oriundo de Barbosa, eso del fin del mundo era chifladura de ellos sólo para hacerle competencia desleal a los geniales metafísicos. Basofia de esos carajos, hombre. Pura bazofia de los “canayas” mayas, me decía Malezza. Bolsón el que se deje meter el cuento en vez de darnos la platica a nosotros que sí les adivinamos la suerte con un grado de certeza casi que científica. Como no se cayó la Luna ni se desocupó el Océano Pacífico, entonces yo voy a aprovechar esta navidad para pedirle de rodillas al Niño Dios que me cumpla con este pedido y de la manera más comedida. Niño Dios: usted que es tan bacano, hágame los siguientes servicios. 
Uno. Exíjale seriamente al doctor Richard Aguilar para que no le vaya a jugar “machorrucio” a los periodistas con el concurso “Tuerto Figueroa” de periodismo porque hay muchos que se preparan verracamente para este evento y es un desplante enorme que no se realice. 
Dos. Que le exija al doctor Juan Manuel Santos para que no se haga el de la oreja gocha con el problema de la Salud que es otro volcán de Krakatoa próximo a erupcionar y ese sí no va a dejar “Santos” con cabeza.
Tres. Que les diga a los abogados que asistieron a Colombia ante la Corte de La Haya, con toda sinceridad, que se vayan a repetir la carrera de Derecho porque como se puede ver, sus tesis de grado indudablemente fueron fusiladas. Para la muestra, semejante botón.
Cuatro. Que le diga al doctor Uribe Vélez que ya deje de joder al doctor Santos con el asunto de la Paz con los de las Farc porque así lo que está es demostrando que es adicto a la guerra. 
Cinco. Que les diga con cara de verraco a los del comité de elección del guayo de oro mundial, que Falcaito sí debía estar en la triada para escoger en vez de Iniesta, porque es que este se lesiona demasiado y deja mucho tiempo de jugar, es muy irregular y no tiene ni la tercera parte de los goles que tiene Falcaito.
Seis. Que les diga duro a los del Atlético Bucaramanga, sobre todo a Oscar Córdoba, que cuándo es que van a coger vergüenza.
Siete. Que le diga al oído al doctor Luchito, el señor alcalde, que coja al jefe de la cartera de Movilidad y le meta un par de coscorrones pero con un tejo, porque lo que es a la altura de hoy, ha perdido totalmente el año. 
Ocho. Que llame a Pekerman  y le dé un tremendo abrazo a nombre de todos los colombianos que amamos el fútbol, y que le explique bien que son puras mentiras que nosotros no queremos a los argentinos.
Nueve. Quiero pedirle al Niño Dios que llame al doctor Richar Aguilar y le pregunte, bien serio, como si estuviera bravo, qué va a hacer, “de verdá pa´dios” el año entrante, con el asesor ese que le recomendó proponer la sobretaza en la energía. Qué tacada de burro, por Dios.
Diez. Voy a pedirle al Niño Dios que les diga a todos mis aludidos en esta columna que no se arrechen dado que uno los critica es porque lo hace de buena fe. Además que tengan siempre en cuenta que “amigo meloso amigo peligroso”, y más tratándose de política.   
Y finalmente le voy a pedir de rodillas al Niño Dios, que el año entrante nos libre a muchos  periodistas del abandono a que hemos sido sometidos sistemáticamente por los poderes del Estado ya que, quieran o no, somos los principales reproductores de la Cultura en todas sus manifestaciones. Pues todo lo que hacen los gobernantes, los políticos, los deportistas, los artistas, los intelectuales, y todo el resto de fauna de colombianos, se sabe en todas partes porque los periodistas lo divulgamos. Y le voy a decir de frente como si fuera un mandacallar antioqueño: Niño Dios, convertirte vos en  un bacán con los periodistas y no nos dejés pisotear mucho.  

domingo, 23 de diciembre de 2012

Las manifestaciones de la contralora Sandra Morelli


Por:  PEDRO GERARDO TABARES C
La contralora general hace poco tiempo se refirió a los organismos de control y los equiparó al poder judicial calificando de gabela que se les da a las conductas desviadas que no corresponden al interés público. Hace el análisis que en la actividad investigativa se fortalece, que en la lucha contra la corrupción hay dificultades dirigiendo su mirada a los alcaldes y gobernadores, a la clase política, a la guerrilla a los paramilitares con la participación de empresarios financieros. SANDRA MORELLO confirma que el tema de la salud contribuye con altos índices de deficiencia.
No encuentra explicación y se sorprende en el adelanto de las investigaciones porque debe acercarse a lo que denomina altos dignatarios del Estado que en sus mesas de trabajo aplican procedimientos que no atienden la normatividad jurídica partiendo de la constitución y la ley, desatendiendo las interpretaciones de la Corte Constitucional y el Consejo de Estado
no escatima su apreciación en la aceptación que son varios los tropiezos en su gestión,que ha tenido porque la protección a empresarios en el país impide lo que comúnmente se llama la transparencia
Si los propios organismos de control se encuentran reconociendo su incapacidad de cumplir la misión, hay dificultades que no son fáciles de sopesar por la crisis institucional que habrá de orientarse en de manera descifrable para obtener que quienes cumplen misiones oficiales de una parte se enteren de las actuaciones que afrontan para evitar que por ignorancia aunque no es admisible puedan incurrir en manejos equivocados, y de otra que se cree una cultura que el servicio público no es fuente de enriquecimiento. Hizo énfasis en el Sistema General de Seguridad Social en Colombia, respecto del cual las menciones que se hagan no alcanzaran ha servido explicación pues cada día surgen nuevas formas utilizadas en ese campo para apropiarse de los bienes del Estado, que desangran todos los presupuestos  pues. todavía se tiene duda de que los recursos se desviaron según afirmaciones de quienes deben conocer el tópico..
Hace una grave denuncia al señalar que su gestión de lucha contra la corrupción es difícil porque los obstáculos se encuentran al interior del mismo Estado.
También se refiere a que un proceso judicial superan los dos años y que no es procedente que se tenga que acudir a la acción de tutela para incorporar pruebas, como lo hizo ente administrativo ante un tribunal en un caso con amplia divulgación en los medios de comunicación. “

Cartas del lector


Amigo Bernardo Socha:
Reinaldo Ramírez
Gracias, muchas gracias por mantenernos informados durante todo el año; muchas gracias por sus excelentes comentarios y por labor benedictina como periodista objetivo, veraz e independiente.
La época de navidad es un tiempo propicio para fortalecer y compartir nuestro optimismo, exorcizar las penas y recordar  con afecto a nuestros amigos; una época para vencer la timidez y decirle a nuestra familia y a nuestros amigos cuanto los queremos y admiramos y cuan importantes son en nuestras vidas; nuestro aprecio se condensa en una sola frase mágica,  basta decirles: ¡FELIZ NAVIDAD!
Atento saludo,
Reinaldo Ramírez   

PD del Editor: Desde esta columna envío el mensaje de gratitud, a Ud. Dr. Reinaldo Ramírez y  a todos quienes de una u otra forma han expresado su reconocimiento por la labor periodística que desde este sitio web, compuesto por cerca de 100 secciones diferentes, hemos querido llevar la información  de lo principal del diario acontecer. Que el Altisimo los Bendiga.
Atte
Bernardo Socha Acosta
Bersoa comunicaciones

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Se canaliza la impunidad

                                     Por Gerardo Delgado Silva 
El Estado de Derecho es la organización política de la sociedad que reposa sobre normas fundamentales cuyo imperio se impone y sobrepone a toda voluntad arbitraria y personal.
Así se llegó al constitucionalismo como sistema de organización político-social. 
El constitucionalismo impregna con su sentido, la vida de la humanidad civilizada y culta.
Sin su garantía, jamás podrá asegurarse la existencia de la dignidad y de los derechos humanos, como así mismo las posibilidades de una justicia progresiva que pudiera abrirse paso en su sagrada misión.
Es que, si un pueblo se abandona de la justicia, habrá perdido los grandes soportes que le dan sentido a su existencia.
Por eso, la vieja filosofía griega nos ha legado una leyenda según la cual “cuando los hombres quisieron fundar la ciudad, los dioses para hacer posible que la ciudad perdurase, le dieron como regalo inapreciable la justicia”.
Así pues, el Gobierno nunca puede bajar la guardia, porque su compromiso moral es el de tener fe en la justicia ordinaria, considerada con tantos atributos intrínsecos, emparentada en su espíritu con otros bienes y valores que el hombre busca en su porfía por embellecer y dignificar la vida.
Dante, expresó sencillamente que la justicia es “una virtud al servicio de otros”.  Los magistrados y jueces que la representan en nuestra patria, se han distinguido por su consagración a la ciencia del derecho, por la constante y fervorosa defensa de los Derechos Humanos.  De no ser así, Colombia estaría en el abismo insondable de los amargos genocidios, los eufemísticos “falsos positivos”, dramáticos testimonios de una agonía espiritual y moral de la patria.
Platón en su obra más importante, “La República” plantea un Estado Ideal, en el cual debe prevalecer la justicia, Platón así mismo, refuta en primer lugar, la tesis absurda de los sofistas en el sentido que el derecho nace de la fuerza y opina que el hombre injusto no podrá tener felicidad jamás.
El país avanza irracionalmente a pasos largos hacia una modalidad que combinaría los poderes nominales del régimen presidencial, con los efectivos de un régimen militar.
Se advierte como una tragedia el peligro del sistema democrático, ante ciertas afirmaciones que cambian el espíritu de la Constitución, expresadas por el Ministro de Defensa y el Comandante de las Fuerzas Militares, con talante de militarismo, apoyados en la fementida “inseguridad jurídica” ante la justicia ordinaria, para que el país prefiera insensatamente el reforzamiento de una “justicia penal militar” y la ampliación del “fuero” militar, a fin de conocer diabólicamente los hechos punibles violatorios de los Derechos Humanos.
Dizque, se excluyen de la reforma Constitucional del “fuero”, crímenes de lesa humanidad.  Empero, ¿Quién adjudica la competencia destinada exclusivamente al conocimiento de esos hechos criminales? ¿Qué va a acontecer con el principio de favorabilidad, y los procesos contra los autores de genocidios, eufemísticamente llamados “falsos positivos”? ¿Y con los hechos punibles de los militares que han estado vendiéndoles armas a los grupos al margen de la ley?
Vaya, vaya como dicen los ingleses. Corresponde nada menos que a la justicia militar – juez y parte al mismo tiempo -, en última instancia esa adjudicación de la competencia, para fomentar la seguridad jurídica inmersa en los cuarteles; persuadidos de que allí se encuentra el “súmmum bonum” del derecho, que es el fin último de la convivencia humana.  Algo así, como un hipotético Nirvana  para Colombia, la bienaventuranza de una auténtica justicia.
Semejante exabrupto jurídico, viene amancillar la propia piel transparente de la patria.  De ahí, que no les fuera indiferente al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; a Human Rights Watch; a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, quienes descalifican semejante esperpento y reclamaron el hundimiento del proyecto.
El “fuero”, se puede considerar como una nostalgia totalitaria, que revela como se entrelazará irremediablemente la impunidad.  Es el sendero para volver al tétrico pasado, cuando se extendió la competencia de los tribunales militares al juzgamiento de civiles, una refulgente cola del Estado de Sitio, como una alegoría violenta y clarificadora de lo que fue el terror nazi.  En otras palabras, significa anclar el pensamiento turbulento del señor Uribe, que ha pasado por alto los derechos fundamentales, empezando por la dignidad de la persona humana, no obstante el valor supremo que la Constitución le otorga y que constituye a la persona en un fin para el Estado,  que vincula y legitima a todos los poderes públicos.

Es el camino de espacios sin derecho, como los recorridos por los señores parapolíticos.
No entiende el Señor Ministro ni el Comandante, ni tiene tampoco por que entender que en la justicia penal ordinaria, en su función hermenéutica, se parte del análisis de la conducta humana, contando con las nociones de ser, de causa, de sustancia y de fin. Ordenamientos intelectuales que se aplica por imperativo de la razón, mediante una actividad lógica y dialéctica, de inducción y deducción, iluminada por la Sociología Penal, la Psicología, el Psicoanálisis criminal, la  Criminalística, de brazo de la Sana Crítica, que conduce a discernir lo verdadero de lo falso.  Sólo así se conciben las providencias de la justicia ordinaria sumergidas en la certeza, que hacen posibles la convivencia y la paz.  La expresión de la Soberanía   Nacional.  Aquí se fundamenta el Estado de Derecho, la esencia misma de la Democracia.  Por ello, los jueces ordinarios ostentan en el mundo entero, la más sublime de todas las dignidades. 
En últimas el “fuero” va a constituir el desmonte de la defensa de los Derechos Humanos en nuestro país y un sablazo al Poder Judicial, establecido en la Constitución con carácter independiente y soberano.
Una verdadera utopía en este Gobierno de Santos, que ha querido ser abanderado del Estado de Derecho.
En puridad de verdad, la historia nos cuenta que Atenas le legó a la humanidad la Filosofía y el Derecho.  Esparta con su militarismo, no le dejó absolutamente nada, como que no tenemos noticia cierta en que lugar de Grecia estaba situada.
Con acusadora precisión, surgen límpidas las palabras de Clemenceau: “La justicia penal ordinaria, es a la llamada justicia penal militar, lo que la música clásica, es a la música militar”

                                                              Para: www.bersoahoy.com

A propósito de la reforma que avaló el Congreso

Aprobado el fuero de la impunidad
El Congreso le aprobó a la Fuerza Pública licencia para matar, desaparecer, torturar y violar los derechos humanos y el DIH impunemente
Por: Camilo Raigozo / Miércoles 12 de diciembre de 2012
Desafuero penal militar
El congreso de Colombia
Sin ninguna vergüenza, desoyendo el clamor internacional y nacional, el poder Legislativo y el Ejecutivo, salieron airosos al ser aprobado en último debate en el Congreso el esperpento de reforma a la Constitución para ampliar el fuero penal militar.
“La aprobación de esta reforma constitucional va en contra de las obligaciones internacionales contraídas por Colombia en materia de derechos humanos y entraña el riesgo de consolidar todavía más la impunidad de las fuerzas armadas y la policía", manifestó Susan Lee, directora del Programa de Amnistía Internacional para América.
“La aprobación de esta reforma será un indicativo claro de la falta de compromiso del gobierno con los derechos humanos en un contexto en que las fuerzas armadas y la policía continúan cometiendo graves violaciones de derechos humanos directamente o en coordinación con los paramilitares”
La ONU y Human Rights Watch, explicaron que todos los crímenes que cometan las fuerzas militares y la policía, “serán conocidos exclusivamente” por tribunales militares, excepto, aparentemente, los crímenes de genocidio, lesa humanidad, desaparición forzada, tortura, violencia sexual, ejecuciones extrajudiciales y desplazamiento forzado.  Ampliación

sábado, 8 de diciembre de 2012

Presagio


                                                    TRAFUGARIO 
                                      Por: JOSE OSCAR FAJARDO 
Este es el nombre de un guión para cine que se inventó y escribió Gabriel García Márquez por allá en los años en que su nombre todavía no le daba vueltas a este mundo como una pelota loca, por la cosa esa de su fama como escritor y en efecto como premio Nobel de Literatura. Presagio es un bello nombre para lo que él escribió porque eso es exactamente lo que se llama un presagio. Una adivinación. O más bien los hechos reales de una cosa o suceso que sólo estaba en la imaginación de gentes comunes y corrientes. 
En el presagio de Gabo que, repito, fue un guión para cine, un día un tipo se le ocurre, después de haber pasado una noche insomne y un tanto desastrosa, que algo va a pasar en el pueblo donde él y toda la gente viven desde los años antiguos de su fundación. Presa de la incertidumbre entonces se va a la carnicería a comprar la carne del consumo del día y allí le cuenta al pesero y dueño de la pesa sobre lo lúgubre de sus pensamientos y de sus intuiciones. El pesero le pone cuidado con toda la atención e ipso facto queda impresionado con la confesión del comprador. “Porque algo raro va a pasar hoy en el pueblo”.  Entonces el carnicero se da a la tarea de contarle el secreto a todo el que va llegando a la pesa a abastecerse de carne, “porque algo raro va a ocurrir hoy en el pueblo”.  
En consecuencia, a eso del medio día la incertidumbre de un hombre se vuelve colectiva y ya todo el mundo está convencido de que “algo raro va a pasar en el pueblo”. Es muy probable que sea el juicio final, opinan algunos de ellos. Pero todos tienen sus propias opiniones. En el pueblo todo es silencio, y mucha soledad en las primeras horas de la tarde. A mediados de la a tarde un hombre se le ocurre meterle candela a su casa con la obsesiva convicción de que “algo raro va a pasar hoy en el pueblo”, y él quiere irse cuanto antes.  Luego uno de sus vecinos hace lo mismo y en la noche el pueblo ha desaparecido en medio de las llamas porque algo raro debía suceder ese día en el pueblo. Según las predicciones de los mayas el 21de diciembre de este año será el final de los tiempos sin escapatoria para todos los terrícolas, incluidos mi suegra, que se parece mucho a la mamá de Yayita en todos los sentidos, y un expresidentes que cree que para él no existe el fin del mundo. Y además toda la caterva de caníbales multimillonarios que existen en el planeta sin que su dinero pueda hacer nada por ellos.  En mi opinión está que, a uno de esos mayas de golpe un poco más estudiado y/o exageradamente pichurria y mamador de gallo de tiempo completo, se le dio por escribirse un guión parecido, por ahí sancionado por una moza celosa, y ahora quién quita que ocurra el mismo Presagio en pleno siglo XXI. Si  no me creen, miren estas cifras. 
El 12% de los gringos se tienen comido el cuento. El 20% de los chinos. El 13% de los mexicanos y el 10 % de los españoles. En Barbosa, sacrosanta tierra de brujos, el sablazo se lo tiene digerido el 97.8% de la población, según datos que me facilitó el Parasicólogo Malezza, y tenga en cuenta que este Síquico fue el que hizo crecer a un enano legítimo de 1,15  de estatura a casi dos metros exactos, a base de bebedizos y rezos esotéricos y una tanda de garrote que le propinó con el objeto de “sacarle los espíritus enanos que era lo que lo tenían chiquito”. El mismo profesor Malezza me dijo que lo de los mayas tiene un 100% de credibilidad, pero que si le tienen Fe  y creen en él, y que si le reúnen democráticamente aunque sea unos veinte milloncitos de pesos, él se encarga de “echar toda esa güevonada pa’trás”. Eso me dijo.

domingo, 2 de diciembre de 2012

En diciembre llega la depresión


                                               TRAFUGARIO
Por: JOSE OSCAR FAJARDO  
Entre tantas definiciones, la Depresión nerviosa es un estado emocional durante el cual la persona va perdiendo interés por todas las cosas que piensa y que hace y que si se deja avanzar, puede inducirla al suicidio. Las endógenas vienen de adentro y el mismo individuo no sabe qué se la produce. Las adquiridas o exógenas vienen de afuera y son producidas por el uso de drogas sicoactivas o por el alcohol, por problemas económicos, muerte de un familiar y muchas otras causas. Cuando la Depresión es sicótica, presenta estados demenciales y en muchos casos la persona tiene frecuentes episodios suicidas que generalmente consigue si la enfermedad no es tratada médicamente. 
Los estados anímicos como la ansiedad, la tristeza, la melancolía o lo que los ingleses llaman Splin, los franceses Surmenage y los colombianos malp… existencial, tradúzcase angustia existencial, pueden conducir a estados de Depresión severa o suicida. De todas maneras, se trata de un corto circuito que ocurre en el sistema nervioso central por la carencia o baja producción de unas biomoléculas, entre las cuales se citan la Endorfina, la Oscitocina, y la Dopamina entre otras, que son consideradas coloquialmente como las hormonas de la felicidad. O sea que no es un estado del alma, como dicen los poetas, sino un estado físico-químico del cerebro humano.
Hasta allá han llegado las neurociencias y tan bacano que es oír hablar a Rodolfo Llinás de este tema. Algunas depresiones son congénitas y otras adquiridas. Lo cierto es que cualquiera de las dos, la pueden llevar al cadalso si la persona no le pone bolas al asunto. Se ha comprobado estadísticamente que, por la época de diciembre, por nuestra herencia cultural periodo navideño, no se sabe a ciencia cierta pero a una gran mayoría de personas les aflora la Depresión que llevan por dentro como Pambelé, por nombrar a alguien que ya es de conocimiento público, y se les re-produce la enfermedad. La música de los villancicos y todas esas melodías como los 50 de Joselito, Bobea y sus vallenatos, de Alejo Durán, y otras melodías decembrinas, en medio del trago navideño a muchas personas las pone a pasar aceite, a tal grado que no pocas llegan a suicidarse. Entonces lo que yo quería era recordarles, ya que soy tan buen amigo de ustedes, es que como está tan de moda el suicidio, al colmo que hoy ya la gente se suicida viendo el minuto de dios o un episodio del Chapulín Colorado, es para que le echen mucho ojo a sus familiares y/o amigos que ustedes le hayan pillado la vaina de que han tenido intenciones de autoeliminarse. 
El peligro es que, en sano juicio pueda que no lo intente. Pero déjelo o déjela  que se meta unos diez traguitos, ojalá de jugo de tarántula o de guarilaqui con ácido de batería, y verá que, en plena navidad o a media noche del 31 de diciembre, se pone a chuzarle las orejas con un palito o a pisarle  las pelotitas a un león con dolor de muela para que éste, malintencionadamente se lo trague.  Y vaya vaya vaya lío. Y ojo que hasta hoy se han suicidado 196 niños en Colombia, incluido el de Barbosa hace 15 días. Por otra parte, querido amigo, si usted piensa en serio suicidarse, procure hacerlo antes del 24 de diciembre para que su familia no gaste su platica vanamente en zapatos que por lo chiquitos sólo le quedan buenos a usted, o en calzoncillos bombachos y con ventana a la calle que por la moda sólo se los pone usted.
Tome las cosas con calma, y si ve que está muy deprimido, hágase el pendejo y no jarte más trago porque si usted llega a matarse, es muy probable que, tal y como está la situación económica, su familia llegue a beneficiarse. Sí hombre. Porque usted ya viejo, amargado, con diarrea, flatulencia, insomnio  y pecuela, y no hace sino joder, es capaz de sacarle la piedra a San Martín de Porres.  Así también su familia puede llegar a morirse, pero de alegría.    

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