miércoles, 5 de junio de 2013

La historia del carrusel de la contratación

Juan Lozano se hizo el loco con Hipólito Moreno y el carrusel
Por Édgar Artunduaga | Por KienyKe l Yahoo noticias
Carlos Fernando Galán
Foto: Wikipendia
“La corrupción no tiene color político. Es como una alianza suprapartidista que está presente en todos los partidos. Era claro que el Partido de La U, o sus concejales, empujaban una alianza con Samuel Moreno para poder participar en lo que estaba ocurriendo en Bogotá. La U hizo caso omiso”.
El juicio lo hace Carlos Fernando Galán. Le parece absurdo que el senador Juan Lozano salga a los medios a decir que el Partido de La U debe pedir perdón por lo que ha pasado en Bogotá, cuando él –primero que todos- debe pedir que lo perdonen.
“Él sabía muy bien quién era Hipólito Moreno. Él lo sabía muy bien. Lo tenía claro hace dos años e hizo alianza con él. Gracias a Hipólito Moreno, en gran parte, Juan Lozano hoy es Senador de la República”.
“Aquí todos los que se beneficiaron de este carrusel o que lograron el poder que hoy ostentan, por la corrupción, tienen que pedirle perdón a la ciudad. Todos los partidos, casi sin excluir a ninguno, incluyendo los directivos de los partidos que miraron para otro lado y que por acción u omisión son responsables de lo que le pasó a Bogotá”.
Todos siguen tan campantes, como si con su ayuda no se hubiera producido el robo a Bogotá…
La ley contempla sanciones cuando usted, como director de un partido, le entrega un aval a un candidato que termina incurriendo en delitos que están tipificados, como vínculos con grupos ilegales, narcotráfico, delitos de lesa humanidad, delitos contra la participación ciudadana. Pero contra el cohecho, interés indebido en la celebración de contratos, corrupción, esas cosas no. Ni siquiera está contemplada la silla vacía.
Estos concejales van a la cárcel y continúa el siguiente de la lista y el partido no asume el ser castigado perdiendo una curul. Es un tema que hay que modificar, porque los partidos deberían asumir una responsabilidad, pero la Ley no lo contempla.
Juan Lozano es reincidente. Avaló a Cielo González como candidata para la gobernación del Huila sabiendo que era campeona de la corrupción, que se había robado a Neiva…
Tiene toda la razón. No podemos seguir con partidos sin responsabilidad, impidiendo que personas como éstas sigan representando a colombianos en los cuerpos colegiados o en las administraciones regionales.
¿Excluye a los concejales de Cambio Radical de la corrupción en Bogotá?
Nosotros en el gobierno de Samuel Moreno fuimos oposición. Fue difícil lograr eso, porque había sectores que no estaban de acuerdo. He dicho y he sido crítico con mi partido por decisiones que se han tomado. Y lo seguiré siendo. No sólo fue el gran carrusel de Tapias -Gómez – Samuel, sino que ha habido carruseles en entidades en el pasado. Y todos deben ser castigados.
¿Tiene “cola” el concejal Julio César Acosta?
Yo conocí una investigación que él tenía en el momento de la campaña por enriquecimiento ilícito. También fue de los concejales a quienes llamaron a declarar antes de las elecciones del 2011. Pero más allá de eso no conozco un caso específico donde pueda estar implicado él.
¿No importa que su padre haya estado vinculado con fuerzas paramilitares y con otros delitos?
Ese fue uno de los elementos que yo tomé en el proceso electoral de 2011, pero el Consejo Electoral no me dio la razón y me impidió que los efectos de la misma ocurrieran.
Recientemente se afirmó que la candidata de Cartagena era cercana con ‘la gata’ y no se hizo caso al respecto. Se entregó el aval y después se echó para atrás. Afortunadamente había tiempo. En el 2011 me impidieron retirarle el aval al concejal Acosta.
¿Y qué es lo que pasa en Cambio Radical, también está corrompido?
No he tenido nada que ver con las decisiones que han tomado en el último año y medio. A mí ni siquiera me dejaron ir a la Convención donde iba a entregar la dirección del partido porque me querían armar una especie de ataque con show.
La crisis viene de hace mucho tiempo. Desde el momento en que le entregaron aval a más de 200 personas inhabilitadas, incluso pedidas en extradición. Tocó revocarles el aval y la inscripción. Si el partido no se sacude, y se queda en revocar el aval a la señora de Cartagena, sin expulsar a ‘Kiko’ Gómez, el gobernador de la Guajira de sus filas, el partido va a terminar acabándose.
¿Cambio Radical se volvió tibio en materia moral?
Espero que se replanteen las cosas. El partido tuvo más de mil concejales en la elección pasada y más de 100 alcaldías. No podemos decir que toda esa gente sea parte de la corrupción. Pero sí ha habido graves errores que han permitido que a cargos importantes lleguen personas completamente cuestionadas. Lo grave es que se siguen avalando cafres.
¿Usted qué opina del senador Juan Carlos Restrepo, miembro de su partido?
No es una persona con la que yo comparta la manera de hacer política. No es alguien con quien vea coincidencias como para militar en el mismo partido que yo.
¿Cómo mantenerse en una misma colectividad con gente que le disgusta?
En todos los partidos hay cafres, no nos digamos mentiras. Y si uno busca estar en un partido donde no haya ninguna oveja negra, se va a perder, porque eso no existe. Pero tiene que dar peleas internas y dar luchas.
El Concejo, brazo político del Carrusel
Carlos Fernando Galán considera que en el concejo funcionaba el ala política del cartel de la contratación, “garantizando que no hubiera control a las decisiones relacionadas con el robo a gran escala que se adelantaba en la ciudad”.
“También protegía una alianza con órganos de control a nivel Distrital para impedir el control fiscal y disciplinario. Incluso, en algunos casos, se tramitaban extorsiones para evitar contratos y cuotas…”.
¿Fue laxa la Fiscal Vivian Morales?
El Fiscal Montealegre decidió replantear la estrategia que traía la fiscal Vivianne Morales y replanteó los procesos de beneficios a los contratistas, lo que ha permitido recoger elementos para poder llevar ante la justicia a los concejales. Si uno le cree a Julio Gómez, casi la mitad del Concejo participó en este saqueo.
¿Todo empezó en el gobierno de Samuel Moreno?
La corrupción en Bogotá no nació con Samuel Moreno. Esto venía de atrás. Si se revisa por ejemplo el caso de Julio Gómez, él tenía el 40% del presupuesto de inversión de las Alcaldías locales en 2003, Estamos hablando de la Alcaldía de Antanas Mockus, a través de una cooperativa llamada Coopmunicipal. Muchos concejales –desde años – accedían a contratos. Eran como ‘minicarruseles’, con estaciones desde hace mucho tiempo.
El nivel de clímax se produjo en el gobierno de Samuel Moreno cuando se alinearon los actos para que se robaran por completo a la ciudad. Ya no era una entidad con un contratico, sino que se repartieron las empresas grandes, importantes, con gran presupuesto del Distrito, las pusieron a nombre de un contratista o uno de estos delincuentes y se dedicaron a robar. Y eso obviamente, con la complicidad plena y participación desde la cabeza del Distrito.
¿Cree que vamos en camino de encontrar toda la verdad?
Está muy bien que se arrepientan y que pidan perdón, pero ese perdón tiene que cumplir unos requisitos, que haya verdad completa. Que haya reparación. No se puede simplemente pagar unos pocos años de cárcel y salir tranquilos a disfrutar. Sería un pésimo mensaje para Colombia y para la lucha contra la corrupción.

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