martes, 18 de noviembre de 2014

Columna de opinión

          “…… de la calumnia algo queda
Horacio Serpa
Cada tres meses sufro ultrajes de la familia Gómez Hurtado, empeñada en comprometerme con el asesinato del periodista, político y jefe conservador doctor Álvaro Gómez Hurtado. Es un empeño obstinado, irreverente, irrespetuoso, desde cuando un narcotraficante y asesino, jefe del cartel del norte del Valle, dijera que el hecho fue un “crimen de Estado” en el que de alguna manera estuvimos comprometidos el presidente Ernesto Samper y yo, quien fui su Ministro del Interior.
Nada más lejos de la verdad. Cualquier idea que se tenga de lo ocurrido en esa época, debe saberse que el gobierno ejerció sus deberes con seriedad y responsabilidad. Fue un gobierno demócrata, respetuoso de la crítica y de la oposición. Se defendió de sus contradictores con vehemencia e hizo respetar su derecho a gobernar, en medio de críticas y aleves ataques, que nunca respondió con agresiones o ilegalidades. Su respeto con el doctor Álvaro Gómez, amigo u opositor, fue notable, para que ahora, por intereses rastreros, vengan a salir con tan injustas acusaciones.
Los familiares de Gómez Hurtado, como lo sabe toda la gente, trata de lograr jugosa indemnización del Estado, culpando del crimen a funcionarios gubernamentales de la época. También existe otro marcado interés: cambiarle el rumbo a la investigación que desde un principio las autoridades llevaron con acertado criterio, como lo reconoció en su momento el hermano del occiso. Algo turbio hay de por medio.
Desde cuando la Fiscalía abrió investigación por los comentarios de alias “rasguño”, que no son imputaciones ni cargos concretos sino alusiones de oídas presentadas de mala fe, para ganar gabelas penitenciarias en los Estados Unidos, soporté insultos y falsos cargos sin hacer contradicción ni polémica, por respeto a la labor de las autoridades. Pero la maldad ha llegado a los peores abusos, tratando de constreñir a los investigadores y buscando efectos mediáticos ante la opinión pública. Han hecho de todo, desde señalamientos irresponsables hasta organizar cadenas de testigos discordantes, falsos y fuera de lugar, emitidos por los peores criminales que ha tenido Colombia.
Ya basta de tantos abusos. La gente necesita explicaciones. Voy a seguir dando las mías. Que los parientes del asesinado doctor Gómez den las que les corresponde. ¿Reclaman indemnización por la muerte violenta de su pariente? Lo han hecho a la justicia nacional y a la internacional? ¿Es cierto que saben quiénes lo mandaron a matar y lo callan en actitud de hipócrita encubrimiento? ¿Algunos de la familia formaron parte del complot para tumbar del gobierno al doctor Gómez Hurtado? ¿Saben que alias “rasguño” pidió rebaja de penas en los Estados Unidos por la “colaboración brindada” para que se esclarezca el crimen de su familiar?
La familia Gómez sabe en carne propia los sufrimientos que ocasionan las acusaciones, los señalamientos, las sindicaciones. ¿Por qué lo hacen conmigo, mi familia y mis amigos?
Al doctor Laureano Gómez, “el monstruo”, le atribuyen la siguiente frase: “Calumniad, calumniad, que de la calumnia algo queda”. ¿Están en eso? 

Bogotá D.C., 17 de Noviembre, 2014

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