lunes, 22 de agosto de 2016

El sondeo del 67,5% votaría el Sí y apenas el 32,5 por el No

Voto en plebiscito no liga ni con Santos ni con Uribe
Por León Valencia (Tomado de Semana)
Es una mentira del tamaño del Empire State decir, como dice el uribismo, que el día después de que gane el No nada pasa, y que en La Habana empieza la renegociación.
Hace dos semanas, los resultados de dos encuestas nos pegaron un impresionante susto a quienes promovemos el Sí a la paz. La de Ipsos Napoleón Franco decía que el 50 por ciento de los colombianos estaba por el No y solo el 39 estaba por el Sí. La de Datexco señalaba que el 34,3 por ciento optaba por el No y el 31,3 por ciento por el Sí.
Esos resultados contradecían ampliamente la tendencia que habían registrado los sondeos de opinión de la mayoría de las firmas a lo largo del año.
Pero la encuesta de Invamer Gallup, divulgada el jueves pasado, arrojó que el 67,5 por ciento votaría el Sí y apenas el 32,5 por ciento votaría No. Los resultados de esta nueva consulta de Invamer se parecen mucho a los que venían registrando los sondeos desde finales del año 2015 que mostraban siempre algo muy extraño y muy especial: los colombianos separamos la decisión sobre la paz de las preferencias por los líderes políticos, el Congreso, los partidos y las Farc.
El caso más patente es el de Santos y Uribe. El Sí duplica al No, pero Santos, que es el principal abanderado del voto favorable a los acuerdos de paz, registra una aprobación del 30,7 por ciento contra una desaprobación del 65,1 por ciento. En cambio, el expresidente Uribe que pierde sin atenuantes en su empeño de lograr el No a los acuerdos recibe una aprobación del 60 por ciento para su imagen.

También, a la vez que los colombianos le dan un amplio respaldo a los acuerdos de La Habana en la eventualidad de que el plebiscito se realizara este domingo, expresan un enorme rechazo al Congreso que tiene un 56,1 por ciento de imagen desfavorable, a los partidos políticos que son mal vistos por el 67,5 por ciento de los encuestados y a las Farc que arrastran una desfavorabilidad del 85,8 por ciento.  Leer más

lunes, 8 de agosto de 2016

INSIGNIA DE LA BARBARIE

                      Por Gerardo Delgado Silva
Benito Mussolini, organizador y conductor (Duce) del partido fascista, alcanzó el poder en 1922, con la marcha sobre Roma.  Anexó Abisinia a Italia en 1935 y Albania en 1938.
Reprimió toda oposición democrática, el Duce ejercía el poder como dictador; el partido controlaba la vida pública; el trabajo estaba organizado corporativamente en sindicatos horizontales y las huelgas prohibidas.  El recuerdo del Imperio Romano inspiró una política exterior imperialista, que condujo a la II Guerra Mundial, catastrófica para Italia.
La acción del gobierno estaba respaldada por los “camisas negras”, grupos de fascistas que castigaban con violencia a los enemigos del régimen y crearon el reinado del terror en poco tiempo.
Los diputados opositores que se eligieron al renovarse la cámara fueron obligados a desertar del parlamento por la desembozada persecución de que los hacia objeto, el grupo de los “camisas negras”.
Y “vaya, vaya”, como dirían los ingleses; el movimiento político llamado “en nuestra patria Centro Democrático” eufemísticamente, con infinita pasión de su líder el Senador arrogante Álvaro Uribe, se alineó junto a las personas que en infinito descalabro con “camisas negras”, querían marchar en Bogotá el 20 de Julio, cuando celebra Colombia la Independencia. Es la desmesura y la ira nacidas de su ambición de poder, ignorando el don de la ética, con el propósito de torcer el destino de la dignidad, de la libertad, la democracia, y los principios básicos de la civilización e incluso contra los más elementales de toda convivencia que merezca llamarse humana.  Es el fomento de un clima oprobioso de terror, propia de los “paramilitares”.
El Senador Uribe, enemigo acérrimo de la paz, conspira contra la dignidad del Señor Presidente Santos, quien ha caminado hacia la grandeza de la patria por el ideal de la paz que todos anhelamos y creemos posible pronto, muy pronto.
Como afirmé hace tiempo en otro artículo, con sobrada impostura el Senador Uribe, está satanizando el proceso de paz. Con un sentimiento de indignidad y pequeñez, sugiere que el gobierno, - en hora buena – del Presidente Santos, le está entregando el país a las FARC.  Es comprensible su postura en la medida en que la retórica en la época de su mandato, envileció todo el lenguaje de las grandes causas, hasta convertirlo en símbolo de la traición y la impostura. Empero, sigue con sus ínfulas cortesanas con el desprecio señorial por el Estado de Derecho, haciendo resurgir su agazapado fascismo, nutriéndose del odio y de la exclusión con la pedagogía de la intolerancia y del resentimiento.
Durante el mandato del senador Uribe, la magnitud de la influencia de los grupos paramilitares sobre extensas regiones del país, se convirtió en un fenómeno dramático.
Los paramilitares exhibieron esa influencia, no solo militar, sino política con parlamentarios conocidos como “parapolíticos”, como es el caso del Señor Mario Uribe Escobar, primo del Senador Uribe, quien fue sentenciado por la Corte Suprema de Justicia, pues su comportamiento estuvo inmerso con paramilitares como Salvatore Mancuso y Eleanora Pineda, sin cumplir en ningún momento con la función sagrada de Parlamentario. Esa influencia paramilitar fue social y económica.  Durante ese gobierno, los dineros destinados a proteger a más de doce millones de colombianos que son los más pobres, fueron a parar a las arcas de esos violentos paramilitares, y terminaron utilizados para comprar armas, alimentar el narcotráfico y encender aún más la guerra. Las ARS resultaron una conexión “para”.  ¿No es una inaudita expoliación de los dineros de la salud?.
En su libro “Mi Confesión”, Carlos Castaño afirma: “La base social de la autodefensa lo considera – se refiere al Senador Uribe – su candidato presidencial”.  En forma procaz y calumniosa el señor Uribe con su odio por el abanderado de la paz, expresó en twitter: “Santos es el único de mi gobierno que debería estar en la cárcel, porque fue donde paramilitares a proponer tumbar al gobierno y refundar a Colombia. ¿Por qué oculto o favoreció el comportamiento del hoy Presidente, él sí, esclarecido hijo de Colombia?.
A diferencia de la guerrilla, los paramilitares no surgieron contra el sistema, sino desde el mismo, con la bandera de defender la propiedad y ayudar al estado a combatir la subversión.  Así mismo, crearon los eufemísticamente llamados “distritos electorales”, como lo expresó Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge Cuarenta, cuando exhibió el propósito de elegir a Uribe Vélez.  Jorge Cuarenta orquestó el negocio ilegal del régimen subsidiado de salud (ARS), encargado de atender a la población más desprotegida de Colombia.
Los “camisas negras” en nuestra patria, bajo las sábanas del impudor del fementido Centro Democrático, no es un designio divino: es la consecuencia de políticas abyectas que hay que remediar.
Esto era imposible de concebir en otros tiempos y en otras situaciones
Uribe Uribe, Herrera, Darío Echandía, Alfonso López, Gaitán, los dos Lleras, surgieron en medio de la tempestad pero demostrando su hombría de bien y nutriendo con la savia ideológica de su pensamiento el discurrir histórico de la nación.  Lo otro es un incalificable acto del impropiamente llamado Centro Democrático, solo concebible como producto de un estado de degradación, del abismo de desfase moral.
Los colombianos de bien, no pueden cansarse de clamar por un acto de entereza pública que congregue a la Nación en defensa de la paz, votando SI en el plebiscito - está ajustado a la legalidad según el fallo de la Corte Constitucional.  En Roma tuvo origen el plebiscito.  Allí se sometían a ratificación popular, decisiones de la asamblea de las tribus - y también de sus valores políticos y morales, -que quiere abolir el ya mencionado Centro Democrático furibundo enemigo de la paz – por el prestigio de Colombia ante el mundo entero y la guarda de su futuro, en condiciones de respeto y dignidad.
Lo que acaba de suceder con los “camisas negras” y el Centro Democrático es el más triste y degradante de los episodios de inmoralidad y desprecio por el país, que pueda exhibir movimiento político deliberante.  Los psiquiatras lo considerarían como un episodio psicótico del Senador Uribe, con su famoso absurdo de vivir a la enemiga. Pragmatismo que despoja a la política de toda consideración ética. 
                                                                                                      Para: Bersoahoy.co

domingo, 7 de agosto de 2016

Las contradicciones de un expresidente (Opinión)

El galimatías de Uribe
León Valencia. Foto: Archivo SEMANA
Tomado de SEMANA
Nadie en ninguna parte del mundo ha negociado la paz para salir de la mesa hacia la cárcel. Eso es una treta para garantizar que el conflicto siga su curso.

Leí con insistencia el discurso en el que Uribe fijó la posición del Centro Democrático sobre el plebiscito por la paz, lejos de sus correligionarios católicos y al lado de la cuestionada Iglesia Carismática Internacional. Nunca le había visto al exmandatario un texto tan confuso, tan oscuro, tan embrollado, tan saturado de frases impropias, de proposiciones contradictorias, de actitudes a contrapelo de su propia historia.
Califica una y otra vez de ilegítimo el plebiscito, pero llama a participar en la campaña y a votar el día de su realización. Le dice ‘No‘ a los acuerdos de paz entre el gobierno y las Farc y a renglón seguido le dice ‘Sí‘ a la paz. Señala tajantemente que los líderes de las Farc tienen que ir a la cárcel y no pueden participar en política, y afirma, sin asomo de duda, que el triunfo del ‘No‘ permitirá renegociar los acuerdos y seguir adelante con el proceso de paz. Ataca la justicia transicional para las Farc, pero a la vez propone justicia especial y perdón judicial para los militares y policías presos por delitos en relación con el conflicto armado.
Este discurso no tiene ni pies ni cabeza. Era más entendible la estrategia de resistencia civil que lanzó hace cuatro meses con bombos y platillos. En ella llamaba a colocarse por fuera de la refrendación, a tomarse las calles, a recoger millones y millones de firmas como alternativa a la votación en el plebiscito, prefiguraba la abstención, aspiraba a deslegitimar la paz por la vía de una rebeldía masiva de la población.
En su delirio afirmaba que la Mesa de La Habana se vendría al suelo en medio de la movilización ciudadana. En la rueda de prensa de la Iglesia Carismática Internacional no menciona una sola vez esta idea fallida. Del estruendoso fracaso de esa estrategia surgió la extraña posición de ahora.
No tiene lógica alguna que, de triunfar el ‘No‘, las guerrillas vayan a aceptar el tipo de negociación que Uribe les ofreció a lo largo de sus dos gobiernos. Ya eso está ensayado y no funcionó. Las Farc nunca acudieron a la mesa que les proponía un mandatario obsesionado con la rendición de las insurgencias. 
Con el ELN ocurrió que Uribe negoció dos años en La Habana, en la misma Habana que ahora repudia. Se llegó a un “acuerdo base” que se vino al suelo cuando Luis Carlos Restrepo, alto comisionado de paz, le pidió a esa guerrilla, en una reunión en Caracas, que se concentrara y que sus miembros se identificaran para proceder a definir los términos de la justicia y la reinserción que tendrían.  Leer más  en Semana
http://www.semana.com/opinion/articulo/el-galimatias-de-uribe/484742

martes, 2 de agosto de 2016

Cafesalud, viola elementales derechos humanos?

Nota de dirección: Es también destacable que 48 horas después de las denuncia sobre la no aplicación de la vacuna antitetánica, el servicio se cumplió, según reportaron pacientes que fueron atendidas en la sede de Cafesalud de Cañaveral Floridablanca.   Seguramente con la intervención de los superiores que podrían ser ajenos a esta situación, hubo solución inmediata. La nota que habiamos publicado fue la siguiente:                            
Por: Bernardo Socha Acosta
Nadie entiende por qué el gobierno es tan tolerante con una EPS  como CAFESALUD que pone en riesgo la vida de una gran mayoría de pacientes que por infortunio de la vida  llegaron a un llamado servicio como el que tiene esa, mal calificada, Empresa Prestadora de Salud.
Alguna vez escuchaba a una “alta funcionaria” de esa EPS, decir que es que allí llegan pacientes sin fundamento valedero a pedir el servicio y que por eso son las congestiones.
Pero hoy estamos hablando de señoras embarazadas que llegan a solicitar servicios y se los niegan, como es la aplicación de una vacuna. No se trata de cualquier paciente que solicita un servicio, muchas veces quizás para calmar un “guayabo”, sino de madres que buscan proteger su vida y la del bebé que viene en camino.
Por qué entonces, tanta insensibilidad y tanta irresponsabilidad de una empresa que recibió la licencia para velar por la vida de las personas.
Y es que los pacientes que buscan atención de salud, no están pidiendo una dádiva, como en el caso de señoras embarazadas; ellas están pidiendo el cumplimiento de un derecho que están pagando para ser atendidas como debe ser, pero lamentablemente ocurre lo contrario: pésima atención, o nula la atención. Ahí sí  vale, repetir lo que dicen los afectados, engañados y ofendidos  pacientes, de que  esas prestadoras de salud, se están apoderando indebidamente  de los pagos que  el afiliado hace.  Y qué dice a todas estas el ente encargado de velar por un mediano servicio de atención de salud. Hablamos de la Superintendencia de salud. Cuál es el papel.
Y es que todos sabemos que la aplicación de una VACUNA antitetánica hace parte del control prenatal que debe recibir una madre gestante y si no es así, dónde estamos. Estamos entonces en el peor de los paises?, donde todo los días se habla de progreso y de inclusión social.   
El gobierno, si realmente está buscando mejorar la atención en materia de salud, debe ir pensando en acabar con  estos elefantes blancos que  no tienen ninguna labor misional de salud. Pareciera que la labor misional de esas EPS, sea la de atesorar dinero a costa del esfuerzo y muchas veces de la necesidad de sus pacientes.   
Cuando se ven estos atropellos, contra quienes han pagado un servicio y las prestadoras de salud como CAFESALUD, lo niega, se burlan y humillan a sus pacientes, es cuando se siente la razón,  del por qué   muchos se han rebelado contra el  sistema que nos rige.
Estos abusos y atropellos que cometen EPS’s  como cafesalud,  debieran llegar a los entes defensores de los derechos humanos, porque, eso es lo que representa: Violación de los derechos humanos,  para que les apliquen las más severas sanciones.

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