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domingo, 7 de diciembre de 2014

OTRA DEPRAVACIÓN DE URIBE

                             Por: Gerardo Delgado Silva
Con otra sonora impostura, el Senador Uribe está satanizando el Proceso de Paz.  Ahora, con un sentimiento profundo de indignidad y pequeñez, sugiere que el Gobierno del Presidente Santos,  le está entregando el país a las FARC.  Es comprensible su postura, en la medida en que la retórica del gobierno de Uribe envileció todo el lenguaje de las grandes causas, hasta convertirlo en símbolos de la traición y de la impostura.
Y es que a muchos colombianos infortunadamente les faltó buen juicio hace años, en el momento de elegir y optaron por Uribe, no obstante que carecía de partido, y , por lo tanto, sin raíces ni centro de gravedad.
Las ideas y la disciplina fueron sustituidas por la frivolidad, la arrogancia, la demagogia y la improvisación.  Ofreció el cambio, pero nos entregó la decrepitud con los parapolíticos.
De la patria en su gobierno,  podría decirse algo parecido a lo que dijo Alberto Lleras de la Argentina alguna vez: “Es un continente que tiene detrás de sí un brillante porvenir”.
El señor Uribe se desbordó en su mandato, sobre sí mismo como Tántalo.  Cada vez es más evidente que no ha controlado su ira y desmesura.  Sacó a la luz marcados rasgos policiales y una desmedida paranoia en cuyo nombre se cometieron muchas injusticias inescrupulosamente.
La legitimación de una distribución de tierra en  manos de esa nueva clase formada por la élite del paramilitarismo, que adquirió tierras – a su manera- a lo largo y ancho del territorio nacional.
Ahora que el señor Uribe y su grupo, se oponen a la paz; están desnudos el absurdo y la insignificancia.
Empero, sigue con sus ínfulas cortesanas,  con el desprecio señorial por el Estado de Derecho, haciendo resurgir su agazapado fascismo, nutriéndose del odio y de la exclusión, con la pedagogía de la intolerancia y del resentimiento.
Así pues, no debe causarnos estupor, su fementida afirmación, porque mantiene grabada en su mente enferma, la imagen de Hitler, con el triunfo de un solo modelo, de un solo  camino, de una sola verdad, de una sola estética, de una sola lengua;  constituyendo una amenaza tan grande como lo sería en el reino animal el triunfo de una sola especie, o en el reino vegetal el triunfo de un solo árbol o de un solo helecho.
Solicito respetuosamente a mis lectores, que me permitan reiterar lo que expresé en otro artículo: Durante ese gobierno, - se entiende del señor Uribe- la magnitud de la influencia de los grupos paramilitares sobre extensas regiones del país, se convirtió en un fenómeno dramático.  Los paramilitares exhibieron esa influencia, no solo militar, sino política, social y económicamente.   Y con capacidad de incidencia sobre presupuestos y  autoridades municipales.   Con un poder de intimidación y fuego, que produjo decenas de miles de desplazados y cientos de masacres y asesinatos selectivos.  A diferencia de la guerrilla, los paramilitares no surgieron contra el sistema, sino desde el mismo, con la bandera de defender la propiedad y ayudar al Estado a combatir la subversión.  Así mismo, crearon los “distritos electorales”, como lo expresó Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, cuando exhibió el propósito de elegir a Uribe Vélez.  Ese paramilitar, orquestó el negocio ilegal del régimen subsidiado de salud (ARS), encargado de atender a la población más desprotegida de Colombia.  Terminaron esos dineros siendo utilizados para comprar armas, alimentar el narcotráfico, y encender aún más la guerra.
Empero, fueron premiados con la Ley de Justicia y Paz, así se prescindiera torticeramente de amnistías e indultos.  Y quedaron las víctimas condenadas al olvido forzoso.  ¿No es esta historia maloliente, una entrega del país a estos delincuentes?
Han quedado descubiertas las pesadumbres vituperables del señor Uribe, que permiten advertir los peligros que nos amenazaban, los abismos insondables que estuvimos orillando.
Estos hechos procaces, ¿No constituyeron en puridad de verdad, durante el anterior gobierno, una frenética entrega del Estado Colombiano a la morralla de los paramilitares que mancillaron la propia piel transparente de la patria? ¿Porque tanto silencio sobre lo que nos degradaba? ¿No era el profundo letargo moral de ese gobierno anterior?
Parecía como si se hubiera capitulado en la patria, ante todos los deberes.  Solo silencio ante lo que nos degradaba, la enfermedad moral de ese gobierno que desdeñó la justicia.
El Señor Presidente Santos, está por el contrario, transitando con denuedo y decisión imperturbables los difíciles caminos de la paz y la justicia.
Iherin nos predicaba: “Cuando Dios quiere la prosperidad de un pueblo, no se da por caminos fáciles, sino que le hace ir por los caminos más difíciles y penosos”.

viernes, 9 de agosto de 2013

A propósito de un ex-presidente

Las 89 tesis de Uribe
Footo: Wikipendia
Por: Juan Gabriel Vásquez
Leo los 89 escupitajos que lanzó Uribe —convertido desde hace tiempo en una figura risible, una vieja loca que grita por los corredores— y me pregunto cuán bajo puede caer un expresidente.
En países con más cultura democrática, este saboteador desquiciado ya habría sido abandonado por la política y por los votantes. Pero en nuestra pobre Colombia no se piensa que esos trinos de analfabeto puedan ser un comportamiento indigno; por no pensar, no se piensa siquiera en las implicaciones de que un expresidente escriba tan mal. No me refiero a la redacción de adolescente vago: ya sé que para muchos las nuevas tecnologías justifican y aun exigen el atropello de la lengua, a pesar de que todos los días hay ejemplos de que se puede escribir un trino inteligente, ingenioso y agudo sin pelearse con la puntuación. Uribe, en cambio, debió de sentir que su mensaje era mucho más importante que informarse sobre los usos de la coma, esa cosa tan rara.
En los trinos de Uribe, las preposiciones y las concordancias son como sindicalistas que uno se saca de encima; la mera sindéresis parece una concesión que no se le debe hacer al enemigo. Sí, lo confieso: el contacto con los 89 escupitajos me ha llenado de una irreprimible nostalgia por esas épocas en que los presidentes no eran completamente iletrados. Caro matoneó a la oposición, pero tradujo a Virgilio. Laureano Gómez incendió al país, pero era un orador brillante que hablaba en párrafos perfectos. Uribe, en cambio, ha matoneado a la oposición, pero también la gramática, y ha incendiado al país, pero también la dialéctica. Yo declaro no entender qué significa esto: “GbnoSantos3años: hace escándalo protagónico a la salud”. Claro, Uribe siempre se ha jactado de tener una comunicación privilegiada con sus votantes. Ahora vemos a qué se refería, pues sólo a través de la telepatía se puede entender esto: “derrocha que por nuestro Gbno en lugar de perder autosuficiencia en petróleo se construyó gran producción”. El Diccionario de Rufino José Cuervo acaba de sacudirse en mi biblioteca.
Lo más grave, sin embargo, no es el resentimiento político ni el analfabetismo funcional. Lo grave es la deshonestidad de Uribe: en este sartal de acusaciones, no hay una sola prueba. Me dirán ustedes que los 140 caracteres no permiten extenderse; pero un debate entre presidentes debería hacerse con argumentos fundados, no con balbuceos de primate que no prueban lo que dicen ni tampoco admiten réplica. “GbnoSantos3años”, escribe el escupidor, “ofrece impunidad y elegibilidad a responsables de atrocidades de Farc”. Mentira: Uribe mezcla las pretensiones de un negociador con lo que el otro ha concedido. El escupidor escribe: “desorienta a las FFAA con orden de combatir narcotráfico y contraorden de legalización de drogas”. También mentira: Santos no ha dado la orden de legalizar la droga, porque eso no es posible. Sólo ha reconocido la necesidad del debate.
En los 89 escupitajos de Uribe hay algunas medias verdades, muchas manipulaciones baratas y una cantidad inverosímil de mentiras y calumnias, y Uribe no ha sentido ni siquiera la necesidad de camuflarlo. Sabe que no tiene que hacerlo: que sus seguidores tragarán entero, que le creerán lo que escupa. Y yo me pregunto: ¿no se dan cuenta del poco respeto que les tiene?
Juan Gabriel Vásquez | Elespectador.com

jueves, 11 de abril de 2013

El fomento del caos

                                         Por Gerardo Delgado Silva 
Cuando se llega a la cúpula de las altas posiciones del Estado, aún en el caso insólito del Señor Pastrana, no se puede ser ligero, ni ingrávido, en el sentido moral del vocablo.  Tanto menos si se procede bajo la presión de voces extrañas, en las que interviene también el Señor Uribe, que sólo ha prohijado la guerra, sepultando también muchos de los valores sobre los que se había construido el sistema general de la vida de la humanidad a lo largo de los siglos: el tejido mismo de la civilización contemporánea.
Ahora, con las críticas acervas del Señor Pastrana a los diálogos de paz, quiere que se desplome el espíritu de fe y confianza que alumbra el país para gozar de convivencia.  Es la consecuencia en ambos señores, de políticas abyectas, que hay que remediar. El mito del futuro les impide vivir.
Los griegos inventaron la noción del destino, que hace de los hombres monigotes ciegos bajo la planta inclemente de los dioses, como si fueran uvas.  Hasta que Esquilo dulcificó la humillación sugiriendo que contribuimos a la tragedia con nuestra soberbia y nuestras codicias.
Pero cuando los pueblos caen en los abismos de desfase moral como acontece ahora en Colombia, es fácil explicar esa clase de asaltos o intentos de asaltos contra las esperanzas de paz.  No es un ánimo patriótico el de los Señores expresidentes, si no una voz que descorre el velo de una intención proditoria una abominación, con la cual avalan los crímenes de lesa humanidad de los paramilitares, que cuentan con justificaciones de la extrema derecha.  Es decir, la ideología nazi.
Están en la mitad de los municipios en territorios de donde desplazaron a las Farc y al Eln con la siniestra política de masacrar campesinos y sindicalistas, acusándolos de ser “auxiliadores” de la guerrilla.  Los paramilitares eran los compinches del general Santoyo el hombre de la seguridad del presidente Uribe.  Quien tuvo el propósito de que se les confiriera estatus político.  Al fin y a la postre con los parapolíticos, fueron sus electores.  Los paramilitares como lo sabe todo el mundo, se tomaron el poder, exhibiendo su influencia no solo militar sino política, social y económica.
Las actitudes en detrimento de la dignidad de las víctimas y de la sociedad de Uribe y Pastrana, definen la decadencia de una clase dirigente y la degradación en que ha caído.  Por eso nos parece, también una falta de respeto con sus partidos y con el país.  Porque lo cierto, es que no oímos ante los genocidios eufemísticamente llamados “falsos positivos”, la voz de Pastrana ni registramos su protesta.
En puridad de verdad, los auténticos líderes nacieron del consenso público después de una confrontación ideológica y ética: Uribe Uribe, Herrera, Alfonso López, Gaitán, los dos Lleras, Álvaro Gómez, surgieron así en medio de la tempestad, demostrando su hombría de bien y nutriendo con la sabia ideológica de su pensamiento el discurrir histórico de la nación.  Lo otro es un calificable acto de audacia personal solo concebible como producto del estado de la corrupción de las costumbres políticas, que está viviendo el país. En el caso del Señor Pastrana como consecuencia también, claro está, de sostener falsas imágenes, la ansiedad, la soberbia, el resentimiento  y el odio por cuanto el proceso del Caguán terminó siendo un estruendoso fracaso.  Entrego una guerrilla militarmente fortificada y deslegitimada en lo político.  La revista Semana  de esa época, comentó: “Cuatro años después de haber encarnado la ilusión colectiva de un país, Andrés Pastrana se va de la Casa de Nariño con la peor imagen que haya tenido un presidente en la historia política del país”.
Estamos en el instante preciso de iniciar una gran cruzada de entereza pública que congregue a la Nación en defensa de los valores morales abolidos, la democracia maltratada, en Derecho Humanitario derruido.
Los Colombianos de hoy no podemos resultar inferiores a la inmensa tarea que nos ha señalado la historia.  Santos recibió un Estado que se estaba extinguiendo porque para algunos dirigentes, “La corrupción es lo mejor de lo peor”, como sentenciaban los romanos.  Al país hay que rehacerlo y este no es solo un ejercicio del Gobierno.  Todo por fortuna, esta siendo replanteado por el Presidente Santos, como el más intrépido defensor de los intereses nacionales en todos los aspectos de nuestra vida republicana.  Ha demostrado ante propios y extraños, que es un guardián insomne de la moral pública. 
Por el prestigio de Colombia Santos si está cerrándoles las puestas al narcotráfico, porque las drogas destruyen ante todo a la juventud y nos ha causado inmensos daños en lo ético, en lo político y en lo económico.  “El Estado recobró dignidad”, nos expresó Bruno Moro coordinador de la ONU en Colombia. 
Suena patético. Lo que contempla María Jimena Duzán, con impecable lucidez, que forma el estilo personalísimo de su valeroso pensamiento, al revelarnos las palabras del diálogo entre el presidente Betancur y el gobernador de Antioquia, Álvaro Villegas, en 1982 y que aparece en la biografía de este, escrita por Germán Jiménez.  Betancur se muestra justamente alarmado cuando dijo: “¿Cómo es posible que tengamos en la Alcaldía de Medellín a una persona de quien me han dicho tiene nexos con los narcotraficantes?”.
Es indispensable que el país contribuya, como lo demostró en las marchas, al empeño del gobierno de garantizar el mandato constitucional que establece para el Estado, el imperativo de la paz.
Esa labor de sanidad espiritual del Presidente Santos con los diálogos de paz, va alcanzar la finalidad redentora de devolvernos a los Colombianos la seguridad de poder vivir y avanzar protegidos en nuestros fueros.
Ante el envilecimiento de los valores humanos con esos denuestos  de Pastrana y Uribe, nos permite afirmar, sin ser psiquiatras, que estos dos ciudadanos comparten ese rincón oscuro de la conciencia que se llama esquizofrenia paranoide, donde duermen las pesadillas de la razón.  De ahí las desmesuras, sus ideas delirantes, sus ambiciones de poder ignorando los límites de la ética y el Derecho Humanitario para la protección de la población civil, obligatorio para Colombia según la Convención de Ginebra.
Se infiere que Uribe y Pastrana están más preocupados por ajustar cuentas, que por contribuir con la justicia.
“No hay victoria sino se pone fin a la guerra”, nos dice Montaigne, que amaba la paz y el reconocimiento de la dignidad humana como la inmensa mayoría de los colombianos de bien.
                                                                              Para       Bersoahoy.com sección opinión

domingo, 8 de enero de 2012

La compra de un congresista

El detallito

Por Daniel Coronell

OPINIÓN Bernardo Moreno, detenido por las ‘chuzadas’, deberá responder por la compra de un congresista que votó contra la reelección de Uribe en 2004.  Sábado 7 Enero 2012

La yidispolítica, que lleva años esperando alguna decisión judicial en los casos de los exministros Sabas Pretelt y Diego Palacio, tuvo la semana pasada un desarrollo inesperado. Bernardo Moreno, el exsecretario general de la Presidencia, detenido dentro del proceso por las ‘chuzadas’, deberá responder por la compra de un congresista que en 2004 votó en contra de la reelección de Uribe.
La historia tiene más elementos cómicos que trágicos. Tony Jozame, un pequeño político de Caldas, formado en la escuela clientelista de Víctor Renán Barco, era por aquella época presidente de la Comisión Primera de la Cámara de Representantes. La misma célula legislativa en la que alcanzaron la fama Yidis Medina y Teodolindo Avendaño.
Allí se daba el definitivo paso inicial para cambiar la Constitución –como quería el gobierno– para que el presidente y sus amigos se quedaran cuatro años más en el poder.
Aunque Jozame era claramente uribista, unas semanas antes empezó a decir, por ahí, que el proyecto no lo convencía. Primero fue en los pasillos, después en emisoras chiquitas como para que solo se enterara alguien con gran oído y un buen día, su anunciada oposición apareció en letras de molde en los periódicos de Bogotá.
La ingenuidad, que es siempre una linda virtud, llevó a varios a pensar que el politicastro caldense se estaba convirtiendo en estadista. Claro, sostenían algunos, le preocupa el equilibrio institucional. Cómo no, argumentaban otros, él no quiere conferirle tanto poder a un solo hombre. Otros más escépticos pensaron que a Jozame no le habían dado aún lo que quería.
Cuando llegó el día definitivo –el mismo día en que Yidis Medina cambió su negativa por el apoyo a Uribe y Teodolindo se ausentó después de haber anunciado que votaría en contra–, Jozame tuvo dos actitudes que parecían contradictorias. Continúa en Revista Semana

domingo, 13 de febrero de 2011

Las sorpresas que trae la vida

De la Revista SEMANA.COM
El tiro por la culata

Por María Jimena Duzán
OPINIÓN Si se trata de saber cuáles son las relaciones de poder que han tenido Los Pepes, su proximidad no es con Rafael Pardo, que no los conoce, sino con el entorno uribista.  Sábado 12 Febrero 2011

Por enésima vez, el expresidente Álvaro Uribe ha vuelto a hablar de Los Pepes. Siempre los saca a relucir para enrostrarle al gobierno de Gaviria y a su ministro de Defensa de entonces, Rafael Pardo, que ellos no tienen autoridad moral para criticar su administración, porque ese gobierno se alió con Los Pepes para matar a Pablo Escobar.

Ante la insistencia del expresidente Uribe en esa sindicación, me di a la tarea de buscar en mis archivos de la época hasta que encontré una resolución del 26 de julio de 1993, en la que el entonces fiscal general, Gustavo de Greiff, con base en el Decreto 1833 de 1992, otorgaba el "beneficio de no ser sometidos a investigación ni acusación" a 12 narcotraficantes. En la resolución -que contó también con el concepto favorable del entonces procurador, Carlos Gustavo Arrieta-, se advierte que esos beneficios se hicieron a cambio de valiosa información, la cual posiblemente pudo servir para dar con el paradero de Pablo Escobar, quien murió seis meses después de que estos 12 narcos fueron amnistiados. A estos sujetos se les conoció como 'los doce del patíbulo' en su momento y es a ellos a quienes Uribe sindica de tener una complicidad con el gobierno de Gaviria.
Tratando de indagar sobre esa supuesta alianza entre unos y otros, me encontré con varias sorpresas que expondrían al expresidente Uribe a la indignidad de terminar viendo cómo el tiro le sale por la culata. La primera de ellas, que el decreto sobre el que el fiscal De Greiff fundamentó su decisión fue demandado posteriormente por el gobierno de César Gaviria y la Corte lo tumbó. Hoy esa figura jurídica sería muy parecida al principio de oportunidad, cuya aplicación por parte de la Fiscalía sigue siendo igualmente polémica. Pero, sin duda, el descubrimiento más interesante, más allá que el de saber si esos señores amnistiados volvieron a reincidir después del indulto -como de hecho muchos de ellos lo hicieron-, o de si fue o no efectiva su colaboración, es el de que por lo menos cuatro de esos 12 sujetos han tenido relaciones con el entorno uribista.
El primero de ellos es Mikey Ramírez. El año pasado fue condenado a siete años de prisión por un desfalco de más de diez mil millones en Finagro. Ramírez fue beneficiario de múltiples préstamos otorgados de manera irregular. El gerente que otorgó esos préstamos, Róger Taboada, capturado por la Fiscalía en 2008 y liberado por una juez de garantías a los pocos días, conocía muy bien a Álvaro Uribe: fue uno de sus gerentes en la campaña presidencial que lo llevó al poder en 2002.

El otro sujeto que tiene que ver con el entorno uribista es Gustavo Tapias, alias 'Techo'. Según información de El Tiempo, este confeso narcotraficante fue el que organizó la famosa reunión de Job en Palacio. Y de acuerdo con Noticias Uno, Tapias tenía una muy buena comunicación con dos asesores del entonces presidente Uribe: José Obdulio Gaviria y Félix Alfázar González. Se entregó a los Estados Unidos en 2008 y tengo entendido que hizo una muy buena negociación, por lo que pronto debería estar de vuelta a Colombia, si es que ya no lo está.

El tercero es Gabriel Puerta, un ganadero del Magdalena Medio que fue extraditado en 2008 y que logró reducir en Estados Unidos su pena de 22 años a solo tres. Hace poco volvió a Colombia y confesó en una entrevista para El Tiempo que era muy cercano a Pedro Juan Moreno, una de las personas más próximas a Álvaro Uribe hasta que, en 2004, Moreno se distanció de él definitivamente. El último es Luis Guillermo Ángel. Su hermano es propietario de Cablenoticias, medio en el que tiene un programa José Obdulio Gaviria, exasesor del presidente Uribe.

De los otros ocho amnistiados en 1993 poco se sabe. Guillermo de Jesús Blandón fue asesinado cuando estaba colaborando con la Fiscalía; Luis Giovanni Caicedo Tascón reincidió en el narcotráfico y se entregó a los Estados Unidos. Como sus otros colegas, debió haber hecho una buena negociación y a lo mejor ya está de vuelta (con razón los narcos ahora prefieren entregarse en los Estados Unidos que pagar sus penas en las cárceles colombianas).

Pero volviendo a lo que nos ocupa: si se trata de saber cuáles son las relaciones de poder que han tenido Los Pepes, su proximidad real no es con Rafael Pardo, que no conoce a ninguno de estos sujetos, sino con el entorno uribista.

viernes, 5 de marzo de 2010

Colombia es Locombia.

Por: Maria Teresa Prada Serrano
-----Periodista Independiente.

Hay unos que siendo de la U dicen que representan el cambio, es decir se mamaron de Uribe y ahora quieren hacer lo suyo. Otros que siempre han estado en el Congreso y salieron, no se conforman con estar por fuera y ahora nos hablan de la torta nacional, que ya se comieron y donde quieren llegar de nuevo a repartirla entre sus amigos. Otros nos hablan de igualdad y derechos, cuando ellos no respetan ni a su familia. ¡Qué vergüenza.!

Y otros cuantos sirven de lavadero a sus familiares corruptos, encarcelados, paracos, guerrillos, ladrones y estafadores, es decir los mismos con las mismas, porque al final estas “fichitas” serán los que siguen mandando, pues sus familiares solo serán testaferros en esos puestos.

Salimos de Uribe y nos preguntamos: Nos dejara a Santos? Ahí si que es Troya, si el anterior hizo lo que hizo este acaba de vendernos el país, de empobrecer a los vulnerables, destechados, desplazados, madres cabeza de familia y habitantes de los estratos 1, 2, 3 y 4 y los del 5 y 6 no se la crean mucho. El es estrato 10 y de esos son muy pocos.

Y si hablamos de guerra con Santos la veremos muy de cerquita, porque Chávez, nos odia no por Uribe, sino por Santos y preparémonos los que estamos en la frontera que seremos los que llevaremos del bulto.

No recomiendo a ninguno porque pienso que todos en su gran mayoría tienen caídas, unos recaídas y con miles de enredos a sus espaldas, otros con menos, pero todos están ahí por su afán de poder, de riqueza, de beneficios personales, porque ese cuento que piensan en el pueblo es para los pendejos. A ellos solo les interesa ser famosos y volverse muy ricos y los demás …. ¡Que se los coman los gusanos.!

¡Piense muy bien antes de votar. No ensucie su conciencia y menos su voto!
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miércoles, 13 de enero de 2010

Estado Confesional de Uribe


-------------------------------Por: Alirio Gómez Martínez
-----------------------------De librepensador santandereano

Les sobra razón a los voceros de la iglesia católica cuando aseguran que un presidente Álvaro Uribe no puede dejar en manos de “Dios” la toma de determinaciones políticas de la trascendencia de la reelección. A Dios lo que es de Dios y al César, (Álvaro), lo que es del César. Uribe, según el secretario de la Conferencia Episcopal Colombiana, está dejando en manos del Creador cuestiones que son netamente responsabilidad del mandatario colombiano, le esta sacando el cuerpo a la honradez y claridad. Un Estado no se puede manejar echando una bola a rodar por un precipicio haber qué pasa. Además, destacaron, Colombia no es un país confesional sino un estado laico.

Si fuera confesional, se da un ejemplo, no hubiese permitido que se aprobara la ley de aborto, a la cual se opone la iglesia católica y Dios a través del quinto mandamiento que establece, “no matarás”. Todos los colombianos entendemos que la invocación a Dios en este caso, es un truco platico del mandatario, para aparentar mucha religiosidad y tratan de captar la opinión de católicos y cristianos en general.

El Secretario de la Conferencia Episcopal, Monseñor Juan Vicente Córdoba, puntualizó que el presidente Álvaro Uribe, como jefe de Estado, no puede acudir a "Dios nuestro Señor" para definir su futuro en la Casa de Nariño. Esas son cosas materiales que nada tienen que ver con la espiritualidad que implica la presencia del Creador. "No nos queremos poner nosotros a decir ni si, ni no, porque un pastor no divide a su rebaño y si decimos sí, los de no se van de la Iglesia o se ponen en contra de la propia Iglesia; si decimos no, los de sí se sienten que sus pastores no los apoyan. Un pastor no sectoriza, un pastor une, por eso nosotros no nos definimos si sí, ni no". La Iglesia no tomará partido en la eventual reelección del presidente Uribe. Será cada obispo a titulo personal, quien se pronuncie públicamente o en privado. Si la iglesia como iglesia no se mete en ese estercolero de la reelección de Uribe, no es correcta que sea invocado Dios, que es el mismo Dios de los que se oponen. Al fin y al cabo son colombianos y en pleno uso de sus derechos políticos que no se le pueden recortar a nadie.

El jerarca de la iglesia católica consideró que, "El presidente como persona puede ser de otra religión y como persona puede alabar a su Dios y decir que pone en manos de su Dios en lo que quiera. Como jefe de Estado no. Como jefe de un estado laico no se puede poner en manos de Dios ya que Colombia no es un estado confesional. Es impudente y casi obra del demonio que use a Dios para conseguir aprobación de determinadas leyes que lo van a beneficiar sino a él. Si dijera que los obispos y los pastores definan la reelección seria una  equivocación. Entonces el nuestro no sería un estado laico. Si el jefe de un Estado se une a una Iglesia o una creencia religiosa para la toma determinaciones políticas o administrativas, lo vuelve confesional". La recomendó sacar a Dios de este berenjenal humano salpicado de infinidad de dudas y que creará enfrentamiento entre los colombianos. El Secretario de la Conferencia Episcopal que son la Corte Constitucional y el pueblo los únicos que decidan si el  presidente Uribe es reelegido para un tercer mandato.

Buen número de obispos y arzobispos colombianos han expresado su pensamiento sobre la reelección de Uribe. Cardenal Rubiano considera que, “no es buena y que por el contrario le podría causar daño a la democracia y estimular la corrupción administrativa. Que la democracia requiere de movilidad y que no es sano que una persona o un criterio político se perpetué en el poder. Dentro de los aspirantes a la Casa de Nariño hay gente muy capacitada que lo haría igual o mejor que Uribe”. Como asegura en secretario de la Conferencia Episcopal Colombiana, es la Corte Constitucional y el pueblo los que den el fallo final. El resto, incluido Dios, nada tiene que hacer ahí.

Colombia es un “Estado Laico” y no se puede usar a Dios para unas cosas y dejarlo de lado para otras. Reitero, para establecer el aborto, al que se opuso la religión, Uribe no invocó a Dios, por eso, hacerlo ahora que es para beneficiar sus desesperadas ansias de poder, es un abuso. Es usar viejas y ya conocidas técnicas engañosas del culebrero antioqueño para poder vender sus pomadas que no sirven para nada.

Nota.- Como todos los colombianos lo esperaban se dio el “concepto” de la Procuraduría sobre la legalidad de la ley de la reelección de Uribe. Por ser un incondicional del presidente, sus políticas y como forma de agradecimiento por haberlo postulado para el cargo, fue positivo. Sus justificaciones no fueron muy claras. El funcionario trató de enredar cuando explicaba el por qué en la televisión y llegó a sostener que las irregularidades en el tramite no son malas si se trata de favorecer al presidente. Este concepto no es obligatorio para la Corte Constitucional y lo puede aceptar o hacer a un lado, tirarlo a la bolsa de la basura.
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sábado, 27 de diciembre de 2008

IMPUESTOS DE TIRANÍA A LOS COMBUSTIBLES


Jorge Enrique Robledo, Bogotá, 26 de diciembre de 2008

Como regalo de fin de año a los colombianos, que se adentran en una crisis económica que podría ser de espanto, Álvaro Uribe, por sí y ante sí, sin consultarle a nadie, tiene decidido utilizar los precios de los combustibles como un pretexto para aumentar los impuestos en 5 billones de pesos al año saltándose al Congreso, la única institución que legalmente puede modificar los tributos en el país. Este abuso además es contrario a una de las concepciones democráticas que en los remotos orígenes del capitalismo les dio vida a las instituciones parlamentarias, cuando se estableció que los impuestos solo podían ser determinados por los representantes políticos de quienes tenían que pagarlos.

Si Álvaro Uribe fuera respetuoso de la legalidad y de una lógica democrática, el precio de la gasolina que consumen los colombianos debería disminuir inmediatamente 2.140 pesos por galón y el ACPM unos 2.000 pesos (cifras para mediados de diciembre de 2008, calculadas con barril de petróleo a 45 dólares en el mercado mundial, gasolina a 7.500 pesos y dólar a 2.350 pesos), según los cálculos del reconocido analista Mauricio Cabrera, quien además explicó que en doce meses esos sobreprecios costarán en total 5 billones de pesos, por un consumo de 1.200 y 1.500 millones de galones de gasolina y ACPM, respectivamente. También muestra el calibre de la exacción que el 25 de diciembre el galón de gasolina costó 3.44 dólares en Colombia y 1.65 dólares en Estados Unidos.

Los sobreprecios mencionados –que son diferentes y deben sumárseles a los altos impuestos de 40 y 30 por ciento que desde hace años gravan la gasolina y el ACPM (IVA, sobretasa y global)– se reparten así: 9 por ciento para el gobierno nacional, 10 por ciento para las entidades territoriales y el resto, cerca de 4 billones de pesos, para Ecopetrol, que suele transferirle una parte enorme de sus utilidades al gobierno. Para empeorar las cosas, de esos 4 billones de pesos, los inversionistas privados de Ecopetrol, que poseen el 10 por ciento de la empresa, recibirán regalados 400 mil millones de pesos, monto que se suma a las exorbitantes utilidades –del orden del 60 por ciento en 12 meses– que obtuvieron al comprar las acciones de la petrolera que les vendió a menos precio el gobierno nacional.

Esta feroz exacción, que Uribe decide como un dictador –simplemente indicándosela a su Ministro de Minas, para que este reemplace con una resolución suya la ley que deberían tramitar si desean subir los impuestos–, tiene origen en que el gobierno subió los precios de la gasolina y el ACPM al ritmo de los incrementos de las cotizaciones internacionales del petróleo, que llegaron a cerca de 150 dólares por barril (muy por encima de los costos de producción de Ecopetrol) y en que, una vez dichas cotizaciones cayeron, hizo caso omiso de su descenso real y dio la orden de fijarlas en la suma que se le antojó, clavándoles a los colombianos 5 billones de pesos, suma que el senador Hugo Serrano, con muchas razones, no califica como impuestos sino como “un robo, un atraco al país” (El Espectador, Dic.15.08).

Para “legalizar” este atropello –de “dudosa ortografía jurídica y de refinada marrullería tributaria”, al decir de Juan Camilo Restrepo (Portafolio, Dic.23.08)–, ya habrá rábulas bien costosos que lo cubrirán con mantos de falsa legalidad. Y en lo político insistirán en la argucia de decir que son impuestos “a los ricos” para financiar el “gasto social” de los pobres –como llaman las platas con las que los caciques políticos le reclutan a Uribe las clientelas que requiere la reelección–, afirmación demagógica con la que además buscan ocultar las descaradas y grandes rebajas tributarias que les han otorgado a monopolios y trasnacionales.

Que los impuestos a los combustibles, en su casi totalidad, los pagan el pueblo raso y las capas medias no ofrece dudas, por la simple razón de que como los magnates son muy pocos, pues es muy poca la gasolina y el ACPM que consumen. En el caso del diesel, utilizado por el transporte público de carga y pasajeros, es obvio que casi todo lo pagan los de abajo. Y algo de gasolina consumen los vehículos del grupito de potentados que vive en el país, pero en proporción infinitamente mayor la usan los vehículos que tienen para trabajar o transportarse aquellos colombianos que cualquier cosa serán menos opulentos ciudadanos. Hasta el más neoliberal de los tributaristas, si es honrado, tendrá que aceptar que los impuestos indirectos a los bienes de consumo masivo, como los combustibles, son de indudable naturaleza regresiva. Volver a Inicio >

sábado, 23 de agosto de 2008

Uribe debería renunciar a un tercer mandato, según The New York Times


Nueva York, 22 ago (EFE).- El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, "debería decir a sus amigos que no quiere un tercer mandato", aseguró hoy el diario The New York Times en un editorial, en el que acusó al político de tener muy poco respeto por las instituciones de su país.
El diario aseguró que "Uribe ha hecho importantes progresos" en el combate de las guerrillas y de la violencia en el país, al tiempo que su índice de popularidad alcanzó el 90 por ciento después de la operación de rescate de varios rehenes "de perfil alto" llevada a cabo el mes pasado.
Sin embargo, "ha demostrada demasiado poco respeto por las instituciones de la democracia colombiana", indicó el diario.
En ese sentido, apuntó que después de que la Corte Suprema empezara a investigar a docenas de sus aliados políticos por presuntas conexiones con los paramilitares de derecha, Uribe acusó a esa institución de estar políticamente influenciada.
Además, señaló que el mandatario colombiano ha propuesto reformas que impedirán que la Corte Suprema investigue a miembros del Congreso, una iniciativa que, a juicio del diario, "no parece que se vaya a encontrar con mucha oposición".
"Partidos aliados de Uribe tienen una gran mayoría en el Congreso y cerca de una quinta parte de sus miembros están siendo investigados o han sido detenidos", detalló el editorial, que también reflexionó sobre el entorno internacional que rodea a Colombia y donde "hay demasiados líderes autoritarios".

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, "anclado en su enorme popularidad, ha tomado el control de prácticamente todos los aspectos de la vida política y económica de su país", según el diario, motivo por el que los venezolanos "inteligentemente" contuvieron sus planes para la reelección indefinida.
El editorial añadió que los presidentes Evo Morales, de Bolivia, y Rafael Correa, de Ecuador, también buscan reformas constitucionales que les permitan ser reelegidos en sus cargos.
"La región necesita democracia, sustentada por instituciones fuertes. No necesita más hombres fuertes, con independencia de lo indispensables o populares que se consideren ellos mismos", consideró el diario.
Por ello, "Uribe debería aclarar, ahora, que este será su último mandato", porque así "será recordado como el líder que sacó a Colombia del abismo y la encaminó hacia la paz".

No obstante, si cambia la Constitución para poder quedarse en el poder "empañará su legado y debilitará" la democracia colombiana, advirtió el rotativo neoyorquino.
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martes, 4 de marzo de 2008

LA OTRA REELECCION DE URIBE VELEZ


Por: REINALDO RAMIREZ

Paradójicamente uno de los más resonantes éxitos de la política de la Seguridad Democrática, la reciente muerte en territorio ecuatoriano de RAUL REYES, se ha convertido en un boomerang contra las pretensiones reeleccionistas del Presidente Alvaro Uribe Vélez.
La reacción de los países limítrofes involucrados en este episodio sangriento y la invasión de tropas y naves colombianas al territorio soberano de la República de Ecuador ha colocado al Presidente colombiano en el peor de los mundos posibles; al desapacible panorama del conflicto interno que mantiene copados los recursos económicos y el poderío bélico de Colombia se suma ahora la confrontación diplomática con sus vecinos y principales socios comerciales, Ecuador y Venezuela y las diferencias limítrofes con Nicaragua, países que manifiestan abiertamente sus simpatías por la subversión guerrillera que en Colombia lideran las FARC.
Al Presidente Uribe ya le resultaba verdaderamente complicado atender, a la vez, los requerimientos del conflicto interno en su frente militar y la presión internacional que exige el acuerdo humanitario que conduzca al intercambio de los rehenes de las FARC por los militantes de la organización armada presos en las cárceles colombianas y sus líderes extraditados y presos en las cárceles de Estados Unidos.
Ahora, con la incursión del ejército colombiano en predios ajenos diseñado para capitalizar un “positivo” del Ministro de Defensa, incrementar la moral combativa de las tropas y subir el índice de las encuestas de opinión favorable del Presidente de la República, surge, inesperadamente, un conflicto internacional que involucra a nuestros vecinos que, ante la amenaza de agresiones futuras, han pasado de la protesta verbal y el retiro de sus embajadores al acantonamiento de sus tropas en las fronteras y su preparación para la guerra.
Esta situación de beligerancia entre Colombia y sus vecinos Ecuador y Venezuela, rebasa los límites de la diplomacia y pone en peligro la continuidad de sus relaciones comerciales con sus principales compradores; la actual coyuntura internacional es una dura prueba para la reelección del Presidente Uribe en cuanto pone a sus patrocinadores, los grandes banqueros, comerciantes e industriales colombianos, a escoger entre sus veleidades políticas y sus estados financieros siempre ansiosos de mayores ganancias.
Difícilmente los pragmáticos patrocinadores de la segunda reelección del Presidente Uribe renunciarán a los apetitosos mercados de Ecuador y Venezuela; ante la disyuntiva de disminuir sus ganancias, nuestros magnates harán honor a su visión mercantil y preferirán que, al finalizar el actual periodo constitucional de Uribe, un nuevo Presidente de Colombia menos conflictivo les mantenga las ganancias en el mercado interno y les prometa y asegure unas relaciones comerciales fluidas y favorables con los principales compradores de sus mercancías.
Esperemos atentos la evolución de esta situación de conflicto internacional que seguramente se limitará a la exhibición de los dientes entre sus principales actores.
Bucaramanga, Marzo de 2008 - Regresar a Inicio - o Titulares

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