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lunes, 1 de abril de 2013

Un país humillado por el poder

Por: Bernardo Socha Acosta
Jamás los colombianos habíamos  sido tan humillados  e insultados por el poder de dos ex presidentes de la república que están utilizando a los medios de comunicación para desahogar  sus  frustraciones de lo que no pudieron hacer cuando los ciudadanos confiaron en ellos la misión de representarlos  desde la jefatura del estado.
El daño que Colombia está recibiendo  de los dos ex mandatarios es peor  que la sumatoria de los resultados de 50 años de guerra y así lo confirman las expresiones que son consignadas en los diversos noticieros.
Los señores ex presidentes están demostrando al unísono, que son los más guerreristas  contra Colombia, amparados en un título de ex mandatarios que erróneamente  piensan que de esta manera  se van a rencauchar políticamente para seguir manejando el poder.
Esa actitud que atenta contra el país, debe ser reprochada por los colombianos como manera de  rechazo al irespeto que están demostrando contra un pueblo que generosamente los escogió para gobernar al país en el pasado. Ya de hecho la opinión ha mostrado su rechazo tajante a través de las consultas que realizan los medios.
Que frustración que debe sentir un pueblo  ansioso  de  progreso y de paz, que sean los mismos ex presidentes  que  de una u otra forma  no ven cómo ponerle talanqueras  a una administración de estado que  ha buscado por todas las formas  y medios,  traerle a los colombianos  mejores días de los que ellos nos dejaron.
Pareciera que el cáncer de la envidia  pretendiera  frustrar  alguna posibilidad de  mejorar los niveles de vida para los colombianos y que en cambio quisieran que  esos porcentajes de  mendicidad y pobreza que alcanzamos hace unos 5 años,  siguieran su curso, para mantener  postrados  a millones de colombianos  y manejar mejor los feudos electorales de quienes se han autoproclamados  como dioses e infalibles salvadores de la democracia.  Que tristeza y qué equivocados  han estado  muchos colombianos que aún defienden causas perdidas.
Los señores ex presidentes  que  utilizan los medios modernos  para vilipendiar  al actual gobierno  no están haciéndolo por buscarle mejores días al país o preocupados por el pueblo colombiano; están sencillamente   tratando de utilizar  al electorado para sus beneficios  políticos, ante el temor de una posible reelección del actual mandatario. Ese es todo el  afán que los lleva esas dimensiones que le están causando el peor daño a Colombia.
Y para finalizar estas consideraciones, creemos que uno de los aportes que puede hacer la gran prensa nacional e internacional en favor de Colombia, es ignorar ese comportamiento inadecuado de los ‘ilustres’ en referencia. Este es el pensamiento de un humilde colombiano, que con el respeto que merecen los protagonistas del episodio  referido,  quiere exteriorizar lo que siente aprovechando  que nuestra carta Magna defiende el derecho de opinión. 

sábado, 10 de marzo de 2012

NO A LA ACTITUD MENDICANTE


                                      TRAFUGARIO
---------------------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO
                                   
Hace ya una semana el gobernador de Santander dio una conferencia de prensa y en ella habló de la crisis económica que se avecina en el Departamento por cuenta de los descuentos que le hiciera el fisco nacional a las regalías que por derecho propio le corresponden a Santander. Estaba preocupado y desolado el doctor Richard Aguilar y con toda la razón. Pues después de contar con 230 mil millones de pesos, que era el monto total de lo que venía recibiendo el Departamento, por obra y gracia de algunas triquiñuelas estatales pasó a percibir unos 78 mil millones de pesos, hablando en cifras redondas. ¿Por qué ocurrió esto? Cosas de la austeridad, contestaron desde lo más alto. ¿Por asuntos políticos? Consíganse la lámpara de Aladino y que ella les diga. Lo cierto es que la medida ya está tomada, mejor dicho el daño fiscal al Departamento ya está hecho y eso es lo que le produce insomnio al señor Gobernador, según nos estuvo contando.
Pero yo no estoy de acuerdo con la actitud mendicante que propone el doctor Enrique Gómez París, y ahí me perdonará que se lo diga de frente. Voy a explicarles por qué. Porque el doctor Gómez París propone que se recurra al apretamiento de la correa, al máximo grado de la austeridad y a una solidaridad inmarcesible entre los mismos santandereanos, para que el tren de los proyectos no se quede varado. Yo no es que no esté de acuerdo con la austeridad porque el control del gasto indudablemente mejora la economía. Yo no es que no esté de acuerdo con la solidaridad entre nosotros mismos porque es una expresión muy humana de convivencia y hermandad.
Apretarse la correa es muy importante cuando uno se da cuenta a tiempo que cuando el hambre entra por la puerta el amor sale por la ventana.  Uno no puede vivir de quimeras, añorando y balbuceando que todo pasado fue mejor. Al diablo con esas teorías preclásicas. En la rueda de prensa le hice una pregunta al doctor Richard Aguilar y a partir de ella, ustedes me dicen si tengo o no la razón.  Señor gobernador, le dije; si Ecopetrol es la empresa más poderosa y sólida económicamente de todo el país, con  ganancias facturadas de algo así como $11 billones el año anterior, situada ligeramente detrás de Petrobras, de PDVSA y de Pemex, y si esa empresa está ubicada exactamente en Santander ¿Por qué carajos tenemos que pedir limosna? Muy respetuosamente, cosa que lo que caracteriza a él, me contestó. No. No se preocupen que Ecopetrol nos va a ayudar. Ya el presidente de la empresa me lo prometió y de eso no tengamos la menor duda. Esa respuesta categórica del doctor Richard Aguilar me dejó conforme como tendrá que dejar contentos a todos los que lean esta columna y crean en lo que el presidente de Ecopetrol prometió. 
De tal manera que no le pregunté más porque no tenía objeto. Pero sí tengo tres cosas para quejarme con vehemencia. Una. Con el doctor Juan Manuel Santos, Presidente de la República porque, no lo puedo comprobar matemáticamente a través de la lógica, pero intuyo que él tuvo mucho qué ver con el garrotazo mortal que le dieron a las finanzas de Santander.  Dos. Con Ecopetrol porque siendo ésta una empresa tan poderosa e hija de las entrañas del Departamento de Santander, y en donde en el sentido pragmático, por lo de los combustibles, los subproductos del petróleo y la demás industria petroquímica que de él emana, este Departamento mueve la economía nacional. Por lo mismo tanto no hay ninguna razón dialéctica para que estemos pidiendo limosna o en su defecto, “haciendo bazares para bautizar el pelao”, y esto lo expreso en forma metafórica. Tres. Lo anterior no debe sino tiene que ser un objetivo inmediato de los congresistas santandereanos. Darse la pela por las finanzas del Departamento porque esta no es solamente responsabilidad del doctor Richard Aguilar. ¿Para qué se hicieron elegir entonces?  ¿Para engordar la burocracia, para teledirigir el clientelismo y para esperar la multimillonaria pensión? Se mandan Güevo doctores.

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