lunes, 21 de marzo de 2016

Si así fuera todo

                       Trafugario 
Por: José Óscar Fajardo 
A raíz de los sucesos producidos como muestra única de unidad nacional, dada la advertencia de la CPI de tener jurisdicción para juzgar a Colombia ante la nueva arremetida que prepara Nicaragua, cualquier compatriota mínimo queda sorprendido ante este hecho sin precedentes. Que todos los partidos políticos hayan enfilado sus alfiles contra la tal Corte sin ninguna condición, es como para no creerlo así a la bulla de los tarros. Lo mismo ocurrió con los gremios económicos, con las agremiaciones sindicales y con todos los inconformes del país como si en realidad todos nos tapáramos democráticamente con una sola cobija. De tal manera yo llego a creer que en cualquier rincón del mundo están pensando que en Colombia ha surgido una nueva democracia. Pues es inocultable que la CPI lo único que consiguió fue una unidad nacional que no se veía desde los tiempos en el gitano Melquíades llevó el imán a Macondo. Si así fuera todo de verdad. Pero de todo sueño uno tiene qué despertar. Pues por esos mismos días, para no decir que el mismo día, las manifestaciones y cadena de protestas en las principales ciudades del país reclamando justicia social, hablan de unos mil trenes en contravía. En los periódicos se leía que Colombia ya no era el país más feliz del mundo porque eso se había comprobado en las encuestas que realiza un organismo mundial. Pues Colombia no es como Macondo porque el pueblo de los Buendía es demasiado lírico y tiene a Remedios La Bella y a Amaranta y a José Arcadio y además es una aldea demasiado alegre. En cambio la Colombia no ficción es amarga y demasiado triste. Cómo no va a ser triste un país donde en el proyecto de Reficar se diluyen en el infinito como lo hizo Remedios La Bella en Cien años de soledad, cuatro mil quinientos millones de dólares, plata suficiente para reparar toda la salud y toda la educación de los colombianos, y no obstante todo el pueblo está “coprofagiado” de la risa. Y un tarado, a nivel nacional sale a decir en la revista Semana que no hay que reparar en el sobrecosto del proyecto, “sino en los fantásticos beneficios que  esa enorme obra le trae al país”. Y lo verraco es que todos vuelven y sueltan la carcajada y se quedan muertos de la risa. Y en un periódico regional aparece la noticia que la Fiscalía se toma la Gobernación de Santander para averiguar por todas las atrocidades de la anterior administración y ahí sí no hay el consenso departamental para que castiguen al responsable. Lo mismo ocurrió en todos los departamentos y en todos los municipios del país y de nuevo todos muertos de la risa. A mí personalmente me gustaría y vería más lógico que, esa unidad nacional se diera en torno a resolver los verdaderos problemas de los colombianos, o por lo menos a tratar de resolverlos. Cómo sería de bacano, por solo decir algo sin ninguna mala intención, que humanizaran la justicia, la salud, la educación y el derecho al trabajo. Con eso no más dejaríamos de ser un poco menos antropoides. O premodernos. Es que ya cogieron la maña de echarle la culpa de todos los problemas administrativos y de corrupción, al fenómeno del niño. En La Guajira desviaron el río Ranchería para favorecer una empresa extranjera y a una tracamanada de empresarios “prostatíticos” dejando a los Wayú alevosa y criminalmente sin una gota de agua y dijeron que se había secado por el fenómeno del niño. Ñerda cuadro, la vaina está tesa y todos muertos de la risa.   

martes, 15 de marzo de 2016

¿Qué podemos esperar con las zonas de concentración?

                                    Por: Mauricio Aguilar
Al querer hablar del Proceso de Paz es inevitable llegar a sentir preocupación y más aún cuando se trata de las zonas de concentración, ya que en algunos informes no oficiales, se han mencionado a los departamentos de Antioquia, Chocó, Putumayo, Caquetá, Norte De Santander, Arauca Y Meta, como las siete posibles zonas donde se ubicarían regiones que tienen un factor común, son fronterizas.
Los antecedentes y expertos han hecho mucho énfasis en el riesgo que se correría al disponer de estas regiones como zonas de concentración, para mí, el  mayor peligro de ubicarlos cerca de las fronteras es que, de producirse una ruptura en los diálogos, ellos puedan llegar a dedicarse con mayor fuerza al negocio del narcotráfico, cosa que no podemos permitir.
Es necesario que los colombianos conozcamos la verdadera situación frente a las posibles alianzas que se están dando entre las FARC y el ELN en algunas zonas del país, entre ellas, los departamentos donde estarían ubicadas las zonas de concentración, lo que pondría en peligro el desarrollo del acuerdo firmado en La Habana, debido que aunque con las FARC, existirían reglas claras, sin una negociación con el ELN siempre he reiterado que estamos ante un proceso de paz a medias.
He sido reiterativo frente a mi posición en el tema, quiero que en Colombia reine la paz y que acabemos con los más de 60 años de conflicto armado, pero no pienso ser cómplice de una mala decisión que tome el Gobierno Nacional, como nos ha pasado en otros casos en los que hemos perdido Soberanía Marítima, (Fallo de la Haya), Soberanía Energética, (Venta de Isagén).
Por ultimo quiero dejar en claro que para que exista un verdadero acuerdo se debe exigir la entrega verificada de las armas, así mismo la completa erradicación de los cultivos ilícitos, el Narcotráfico no puede considerarse conexo al delito político y ser anmistiable.
Remitido de: Katherín Suárez Ruiz - Jefe de Prensa Ssenador Mauricio Aguilar Hurtado

sábado, 12 de marzo de 2016

Candidato donando trompadas: Presente

                       Trafugario
Por: José Óscar Fajardo                             

Aunque ustedes no lo crean, me puse en la tarea dispendiosa de buscar el origen etimológico del nombre del mono antropomorfo más peligroso del planeta de los simios. Donald Trump traduce al español algo así como “Donando Trompadas”. Les ruego el favor que no tomen esto como un cuento de ficción o como una opinión emitida por el Chapulín Colorado porque de ninguna manera es así. Lo que aquí se escribe es el producto de una investigación exhaustivamente científica, llevada a cabo en los Laboratorios de Propulsión a Churrias, de la Nasa, EE UU de América. Así como que habla el preclaro candidato con toda su candidez. Resultado de la investigación: Donando Trompadas nació en una ciudad de los EE UU de cuyo nombre nadie quiere acordarse. A una abrumadora mayoría, estadísticamente, le da pánico. Este muchacho hizo la primaria en una vereda del lejano oeste, así él diga que no porque por uno hablan son sus actitudes, y a los ocho años ya le había adaptado dos cañones más a su escopeta de dos cañones. Es decir, le pegaba con ambas piernas. Donando Trompadas también se hizo famoso porque a esa edad, ya lo “esquizofrenizaba” el deseo perverso de tener tesoros, obtenidos a puño y pata, cuchillo y machete, en cualquier lugar del planeta. Sus biógrafos han llegado a pensar que pudo haber nacido en la vereda de Pueblo Arrecho, adscrita al municipio de Güepsa, o en La Venta, Matemora o el El Polvero, en el pacífico sur de Santander. Muy pacífico, por cierto. Algunos historiadores que lo admiran (como a Lucifer) afirman que por el color de la piel y de su dorada pelusa, Donando Trompadas podría llegar a tener una pesada carga genética no se sabe a ciencia cierta si de Ario, de Eslavo o de caballo de carreras. No se sabe. Lo que sí es verídico científicamente, es que en realidad, tampoco se sabe si es por su bajo coeficiente intelectual, él sí se cree “hijo legítimo de dios”, y de hecho su representante constitucional aquí en La Tierra. Otros biógrafos más avezados todavía, afirman a pies juntillas que su madre lo alimentaba juiciosamente con leche materna, pero el problema es que ella ingería consuetudinariamente, caldo de alacrán, huevos batidos de Mapaná, jugo de Tarántula y papas explosivas fritas. Y antes de acostarse bebía una copita de una infusión de gasolina etílica o de ácido de batería. Esto afirman, reitero, biógrafos que lo idolatran. El acendrado antisemitismo de Hitler, a quien añora tanto Donando Trompadas, él lo convirtió en odio profundo hacia los musulmanes, de quienes plantea, hay que matarles hasta la familia, y a los latinoamericanos, más que todo de Méjico. Leyó desde niño a Marcial Lafuente Stefanía, donde aprendió a disparar escopetas en pleno galope para matar indios Pielrojas porque no le eran simpáticos. Como es racista con agallas de hiena, en una ocasión una  profesora  del High School le preguntó por qué su admirado Hitler había asesinado tantos judíos, y dizque él muy orondo le respondió: “Porque no sabía de los negros”. También, cuando muchachito, era asiduo lector de los cuentos del Doctor Mortis y nunca se perdió una película de El Conde Drácula. Este tanático candidato presidencial de los EE UU fue aficionado en su juventud al teatro clásico y en todas las obras que montó, siempre desempeñó el rol de Jack el destripador. Dicen los periodistas que lo han entrevistado, que Donando Trompadas de lejos parece que fuera una legítima “coscorria”, pero que en cambio de cerca, no queda la menor duda. Stephen Hawking le dice “pichurria”.

Columna de Opinión sobre captura de don Santiago

Me declaro en rebelión
Tomado de Revista Semana 
por DANIEL SAMPER OSPINA
Foto: Archivo
Dirán que me he vuelto sentimental, pero cuando vi a esa bancada ahí, arengando en el vacío, como pollitos sin gallina, se me partió el corazón.
Tengo una hija que está próxima a hacer la primera comunión y con ella me encontraba viendo el noticiero cuando informaron de la captura de Santiago Uribe.
–¿Ese señor era el jefe de los 12 apóstoles? –preguntó perpleja.
–Aparentemente –le respondí.
–¿Pero acaso no era Jesús, es decir, el Mesías?
–Pues el Mesías está reflexionando en su tristeza, pero el jefe era este…
–¿Y cómo se llama?
–Santiago…
–Qué raro –dijo ella–: el profesor de catequesis nos enseñó que Santiago era uno de los apóstoles, pero no el jefe…
–¿Y quién es el profesor de catequesis? –indagué.
–El curita.
–¿César Mauricio Velásquez? ¿Está en el país, para avisar a las autoridades?
En ese momento intervino mi mujer para salvar la situación.
–Ese señor –le explicó– no es el jefe de los 12 apóstoles…
–Eso está por verse –intervine yo–: pregúntale a Olga Behar…
–No, porque el verdadero líder de los apóstoles era un santo –insistió, mientras me abría los ojos como quien implora que no cometa más errores ante la niña…
–¿Un santo? –intervino la niña–: ¿como el santo Job?
–Así es –asentí–: como alias Job.
Sé que la pobre niña hace curso para ingresar a una religión en la cual a uno le echan sal y agua en la cabeza apenas nace; le explican que una paloma engendró a un Mesías con una mujer que no perdió la virginidad, y le dicen en la comunión que se va a comer la sangre y el cuerpo de Cristo, como un caníbal. Pero mi mujer es creyente, y la niña quiere comulgar, y en el fondo el cirio nos va a resultar muy útil cuando comience el apagón. Además, la religión católica enseña valores bonitos, como la compasión, a la que apelo cuando necesito algo: desde que mi hija asiste a catequesis, por ejemplo, la fórmula me ha resultado infalible.
–Pon el noticiero –le digo cada noche–: hazlo por compasión.

Y la niña cede. Esta vez también lo hizo, y por eso pude observar la protesta del uribismo luego de la captura de don Santiago. Continuar leyendo en Revista Semana

domingo, 6 de marzo de 2016



sábado, 5 de marzo de 2016

El regreso de Adolfo Hitller

                     Trafugario 
Por: José Óscar Fajardo

Cuando uno escribe literatura de ficción, como que le queda bastante fácil escribir de asuntos del más allá, e incluso titularlos de esa manera. Como si fueran de ficción. Y por otro lado, se me viene a la cabeza que Hitler se va a disgustar conmigo por estar comparándolo con Donad Trump. Pero es que hacía muchos años que no se escuchaba un político en ningún país del mundo que tenga tantas agallas trogloditas como las que se gasta Donald Trump. A uno le parece increíble que en la primera potencia del mundo, en una Nación como los Estados Unidos de América donde la ciencia moderna ha dado de los más grandes frutos en casi todas las áreas de la tecnología, surja un personaje que quiera manejar las riendas de su destino con una ideología tan nefasta como cavernícola. Es aterrador encontrar un personaje que se valga de su enorme fortuna y de su corrosiva labia luciferina para conquistar adeptos con el fin de llegar al poder de un país que tiene más de cinco mil megatones en artefactos nucleares, capaces de desbaratar un continente entero y  muy posiblemente, sacar al globo terrestre de su natural eje de rotación. Pero supongamos que este es un párrafo de una novela de Julio Verne. Sin lugar a dudas y con todo el respeto que no se merece, para mi Donald Trump es un paranoico obsesivo cuya megalomanía juntada a su resentimiento hacia los latinoamericanos está por encima del odio que sentía Hitler por los judíos. Uno de los pilares de la filosofía de Adolfo Hitler para doblegar al pueblo alemán con su discurso explosivo, era el Harrenvolk, o principio de la pureza de la raza. Con ese cuento siniestro llevó a los campos de concentración de Autzwich, Dachaw, Treblinka, Bergenvelsen y muchos otros más en Alemania, Polonia y Rusia, a millones de judíos, de gitanos y de comunistas, a los que él consideraba de una raza infinitamente inferior.  La cosa era en esos tiempos más profunda pero por ahora dejémoslo así. Aterrador es pensar que el Hitler siglo XXI, llámese Donald Trump, como lo demuestran los resultados de las elecciones primarías de muchos Estados de la Unión, el loquito está logrando arrasar. Trump le tiene horadado el cerebro a sus seguidores con la idea que a los musulmanes hay que acabarlos no importa incluso que sean originarios de naciones amigas de los Estados Unidos. Y su proyecto de solución es la misma “Solución final” de Hitler con los judíos conduciéndolos a un holocausto total. Con el agravante que Trump es más mortífero que Hitler porque es mucho más bruto y tiene a su disposición armas y tecnologías diabólicamente más modernas y definitivas. Por fortuna y que nos sirva de paliativo a los latinos, el mismo Partido Republicano, al que Trump pertenece con el  enajenado furor de un fundamentalista de ultraderecha, ya se dio cuenta y ya calculó infinitesimalmente que este hombre puede llevar al armagedón al pueblo norteamericano. Las Camisas Pardas de Trump, o sea las SS de Hitler, no es otro que el Ku Kux Klan. El antisemitismo que pregonaba con tanto ardor Hitler a principios del siglo XX, es el mismo antimusulmanismo y antilatinoamericanismo que pregona con odio y esquizofrenia Trump, cada vez que abre sus fauces para expresar la andanada de ofensas y amenazas que él llama orondamente discurso político. Y también se me mete en la cabeza como una obsesión, que la tragedia va a durar dos mandos seguidos que podrían llegar a ser de horror, como fue la tragedia de los judíos en la Segunda Guerra Mundial.  

jueves, 25 de febrero de 2016

Mal ambiente contra el gobierno desde Mintransporte?

                                 Por Bernardo Socha Acosta
Un senador santandereano denunció a la Ministra del Transporte de perseguir a los congresistas liberales.
Pero el señor congresista se quedó corto. La persecución de ese ministerio es contra todos los colombianos. Y, sino veamos cómo pretendió esquilmar a los dueños de vehículos, haciéndoles un reajuste que se hallaba por fuera de todas las proporciones, para el pago de impuestos. A quién le cabe en la cabeza que en Colombia se pretenda reajustar hasta en más del 100% los  avalúos de los automotores, cuando la lógica es lo contrario, porque esa es la realidad.  Pero como todo mundo salió a protestar y le tocó echar el reversazo, ahora  se  desquitó creando un nuevo impuesto dentro de la revisión técnico-mecánico.
Esas medidas demuestran que se pretende crear un mal ambiente contra el gobierno y el presidente quizás no se ha dado cuenta  que, ésta no es la mejor época para tomar medidas que no afecta solo a dueños de vehículos, sino a todo los colombianos, porque lo que se gaste extra en el hogar, incide en la canasta familiar. De tal manera que  a buena hora el señor Senador Jaime Durán hizo esa denuncia, pero al ‘cuento’ le faltó un pedazo, porque la persecución no es solo contra los congresistas liberales, es contra todo los colombianos. 
Tomado del boletín del Senado
El señor Congresista le pide al presidente Juan Manuel Santos que intervenga para que no los persiga. No, senador Durán. Hay que pedirle al jefe del estado que intervenga pero para que no persiga a los colombianos, porque además le está causando un grave daño a la desgastada imagen del gobierno.
Esas medidas impopulares no representan otra cosa que, un azote al pueblo que bordea la injusticia social y que, es uno de los factores que ha desesperado a los sectores sociales que se han declarado en rebeldía contra el estado.
Y hoy cuando  el mismo gobierno negocia  la pacificación   del país, no se pueden imponer las mismas medidas que  han despertado la ira de esos rebeldes que se fueron a buscar el cambio del estado con la rebelión.
Si el gobierno a través de unos despachos,  continúa con estas políticas de garrote a los colombianos con nuevos tributos, todos creeremos que unos cuantos funcionarios  están borrando con los pies, lo que el jefe del estado a través de sus negociadores en la Habana, hacen con las manos. 
Estos contrastes, dejan entre ver,   que al parecer  en el gobierno hace falta una que otra coordinación; o, de lo contrario creeríamos que el gobierno   está jugando a las dos cartas y así si estaríamos perdiendo el tiempo y el año.  Es que a la paz no podemos llegar con el sacrificio del pueblo, mientras los grandes potentados disfrutan de todos los privilegios, o sino miremos cómo unos cuantos ejecutivos de los mejores cargos del estado  disfrutan  de millonarios emolumentos, mientras unos asalariados devengan un miserable sueldo de 689.455 pesos, comparados con más de $25 millones, de muchos privilegiados. Ellos son los que en una sociedad justa debieran aportar para el posconflicto, pero no los sufridos colombianos que son la mayoría del país.  

domingo, 21 de febrero de 2016

Dualidad filosófica

                 Trafugario
                                              Por: Jose Óscar Fajardo  
Después de la ominosa hecatombe que se produjo a nivel nacional y por qué no, internacional, con la destapada de olla que le pegó Vicky Dávila a la Policía Nacional, yo creo que todos los periodistas que ejercemos opinión a través de nuestras columnas, se nos ocurren dos preguntas insoportables. ¿Renunció voluntariamente Vicky Dávila al programa después de nueve fructíferos años a la pata de RCN? O en su defecto ¿Le pidieron renuncia irrevocable a la periodista, eso sí con portentosa indemnización, obvio, después de correrle el velo a tan deprimente escándalo político-gubernamental? De entrada yo digo que esto hay que consultárselo al Oráculo de Delfos, o de una manera  más sencilla, a la lámpara de Aladino. En cambio lo que sí veo con atafagada claridad, es que eso es más bien unas volquetadas de triturado y basura que le botan encima al peor crimen que se haya cometido en Colombia después del robo del Istmo de Panamá, cual es la “masacre económica” de Reficar. Y que es en lo que debiera estar ocupado, con todos los brazos del pulpo, el señor Procurador General de la Nación. No es que uno diga que el vergonzoso hecho de la Policía, sea simple mazamorra para los marranos. No. Está de por medio la seguridad, el honor, y sobre todo la dignidad del pueblo colombiano. Pero con todo y eso, no deja de ser más que un acto de mala conducta y disciplina en la institución. Digamos que es un acto subjetivo. Pero es que lo de Reficar, válgame dios, es un atentado contra la economía nacional, contra los bienes del Estado que a última hora somos todos los colombianos. Esa pudo ser la plata de la salud, de la educación, del deporte y todas las manifestaciones culturales que emanan de innumerables etno-culturas a lo largo y ancho del territorio colombiano.  Con ese mundanal de millones de dólares que fue a parar a bolsillos y arcas particulares con toda la desfachatez de un enfermo mental, se habrían construido hospitales, escuelas veredales, colegios urbanos, agua y comida para los niños y demás habitantes de La Guajira, Departamento colombiano que más parece ubicado en pleno centro del desierto del Sahara con toda la suerte de Beduinos, culebras y alacranes. Claro que en este caso los alacranes y las víboras venenosas estaban camufladas en las empresas más importantes de la industria nacional. Hace ya varios lustros unos gobernantes vendepatria y traidores de toda laya, se pusieron de rodillas unos, y los demás reptando, y de la manera más indignante le obsequiaron EL Cerrejón a una compañía extranjera. Un contrato leonino y vergonzante para que se llevaran toda la riqueza, con la condición de que el hueco y el desastre ambiental sí nos los dejaran para poder tener un pretexto válido, como el de que nos estamos desarrollando económicamente con nuestros propios recursos naturales. Pero a mí lo que más me aterra es el pensar que ¿Son esos los argumentos y el ejemplo que tenemos para dar, ahora que estamos no solo empeñados, sino totalmente convencidos que esta vez sí se va a lograr la paz? ¿Sera que con ese cinismo tan gigantesco como la galaxia de Andrómeda, lograremos los argumentos filosóficos, éticos y morales para alcanzar la puesta en escena de la paz y el prometedor proceso de posconflicto? Dios quiera y ojalá así sea, que yo esté completamente equivocado y que estos sean algunos párrafos de una novela de ficción que estoy escribiendo. Lo cierto es que la plata del “genocidio” de Reficar, debe aparecer porque si no, cuál país ¿Pingo? va a donar ayudas para la paz.   

domingo, 7 de febrero de 2016

El encanto de la Cuca

Trafugario
Por: José Óscar Fajardo 
Antes de que me despidan del periódico por escribir lujuriosas obcenidades como argüiría el señor procurador General de la Nación, quien a la postre odia, no las Cucas  si no las obcenidades, quiero aclarar que Cuca, así como lo pueden leer, es un sabroso amasijo oriundo de las tierras santandereanas y exactamente de Florida y otras poblaciones circunvecinas, según datos emitidos por científicos de la Nasa. De tal manera, les ruego que no me miren rayado. Lo que pasó fue que estuve perorando por largo rato con mi muy estimado amigo NN, antiguo Gobernador, quien a la postre resultó ser uno de los “cucólogos” más avezados que tiene el Departamento. El me pidió muy comedidamente que aprovechara mi columna y le hablara al público en general, sobre los luciferinos poderes de la Cuca. Me refiero al susodicho amasijo del cual el doctor NN, según me demostró, sabe más que Max Plank de Mecánica Cuántica. Reitero vehementemente que NN, qué envidia, es un refinado y envidiable cucólogo. Temo que a estas alturas del partido, yo no sé qué estarán elucubrando algunos hermanos cristianos y algunos sacerdotes de la caridad y a todos los que les hace daño la Cuca. Me refiero al amasijo de NN. Pestes me estarán echando y muchas maldiciones me caerán, pero Dios ha de salvarme porque la Cuca, es decir el amasijo, es de lo más sagrado y alimenticio que tiene la creación (me refiero a la cocina creativa de las amas de casa de Florida que fue donde parece que inventaron el amasijo).  Me remito a Florida, Santander, y no a Florida, EE UU, aunque dicen las malas lenguas allí también pululan unas hermosas Cucas. En este caso empleo el adjetivo “hermosas”, en calidad de sabrosas, porque si no el señor Procurador General de la Nación me capa pero con unas tenazas de herrería. Dios me asista. Claro que NN me pidió muy comedidamente que aclarara que Cuca es también el apocope del nombre genérico de un animal asqueroso al que todo el mundo le tiene tirria precisamente porque no hay rendija que se respete que no tenga cucaracha. Eso es. Me refiero a la cucaracha. Y me rogó NN que aclarara lo del nombre genérico de la cucaracha  porque es que no se conoce una cucaracha que tenga nombre propio, por decir algo Eneida, Eudolorquina, Ortisidia, y además otras cucarachas. Sé que con esta columna me voy a echar de enemigos a muchos amigos que no les gusta, o le hacen mala atmósfera a la Cuca, sobre todo cuando esta va acompañada con masato y queso o con café con leche. No me pidan que diga nombres propios de hombres que no gustan de la Cuca porque en ese caso me tocaría ir a ejercer el periodismo a Siberia o a Africa por lenguaraz. Claro, en esas condiciones y con esos revueltos a cualquier cristiano le hace daño la Cuca. Eso me dijo NN.  Durante la charla NN me comentó que hay un exalcalde y un exgobernador que no es mucho lo que gustan de la Cuca, o mejor dicho que la saborean pero muy por debajo de cuerda porque ellos son muy tímidos para comer en público. No obstante, sí aceptan que ese amasijo es una verdadera obra de Arte, no de las amas de casa florideñas sino del propio creador. Que es mucho ser rica (me refiero al amasijo) para que el señor Procurador no me vaya a descamandular. Deduje entonces que el singular NN, sin lugar a dudas, es el hombre que más conoce de cucas sobre la faz de la tierra.          

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