lunes, 21 de noviembre de 2016

AVIESO RETORNO DE HITLER

                             Por Gerardo Delgado Silva
Los hechos atestiguan que la personalidad de Hitler, fue la clave tanto del asombroso establecimiento como del colapso aún más asombroso de la efímera dominación por parte del TERCER REICH alemán sobre el resto de la península europea del continente asiático.  Esta esclavización temporal de Europa por Alemania fue obra personal de Hitler; y la rápida perdida de sus conquistas – que fue aún más extraordinaria que su rápida adquisición - se debió a la incapacidad personal de Hitler para recolectar en favor de Alemania una cosecha que había madurado.
De hecho, Hitler tenía una mente corriente, era un tipo vulgar, con las dotes estrechamente circunscritas del demagogo y del trapacero; y cuando esas dotes pusieron en sus manos un imperio, no le sirvieron para decirle que era lo que tenía que hacer con él.
Cuando el fascismo llegó al poder la mayoría de la gente se hallaba desprevenida tanto desde el punto de vista práctico como teórico.  Era incapaz de creer que el hombre llegara a mostrar tamaña propensión al mal, un apetito al poder, semejante desprecio por los derechos de los débiles o parecido anhelo de sumisión.
Tan solo unos pocos se habían percatado de ese sordo retumbar del volcán que precede a la erupción. Freud, nos enseñó a comprender las irracionalidades de la conducta humana. Descubrió que tales irracionalidades y del mismo modo toda la estructura del carácter de un individuo, constituían reacciones frente a las influencias ejercidas por el mundo exterior y, en modo especial, frente a las experimentadas durante la primera infancia.
El amor al poderoso y el odio al débil, tan típicos del carácter sadomasoquista, explican gran parte de la acción política de Hitler y sus adeptos.
En su definición del idealismo Hitler expresa con toda claridad: “Solamente el idealismo conduce a los hombres al reconocimiento voluntario del privilegio de la fuerza y el poder, transformándolos así en una partícula de aquel orden que constituye todo el universo y le da forma”.
El estado Nazi se organizó sobre la base de la existencia de un partido único.  Para pertenecer a él se requería ser ario puro, esto es, no tener ningún antepasado judío, y sus miembros debían obedecer ciegamente las órdenes del “fûlher” o conductor, que no tenía que dar cuenta de sus actos a nadie.  Dos organizaciones militarizadas de fuerzas de asalto – las S.S. y las S.A. – constituían su base efectiva, a la que complementaba eficazmente una policía política, la Gestapo, cuya misión era suprimir toda suerte de oposición.
Todas las actividades quedaron bajo la dirección del estado y se suprimió totalmente la libertad de palabra y de prensa.
La posibilidad de resistencia quedó anulada y la marcha hacia la unanimidad de la opinión pública fue acelerándose.  Los campos de concentración y las cárceles comenzaron a reunir a los que no querían convencerse rápidamente de la bondad del régimen.
En 1938 comenzó a demostrar que tenía aspiraciones territoriales en Europa: realizó la anexión de Austria y amenazó a Checoslovaquia, donde la minoría Alemana de los sudetes parecía justificar sus pretensiones.
La suerte estaba echada, y pocos días más tarde Europa se vería envuelta en una nueva conflagración mundial.
La elección en Estados Unidos del Señor Trump, es como si Hitler siguiera teniendo una aterradora actualidad.  Es un repugnante mensajero de ese régimen, que puede – Dios no lo permita – llevar a ese estado y al mundo entero a una catástrofe total.
Ha llegado el momento de combatir contra el terror “Nazi”, contra el dolor y la muerte, de que el mundo muestre su valor o cobardía, su dignidad o su vileza, su grandeza o su miseria.
Esta elección del Señor Trump, es más aterradora para el mundo, que el dramático calentamiento global.
Lo que caracteriza al Estado de Derecho – al que aspira toda organización política de tipo constitucional, y muy especialmente la republicano-democrática -, es la sujeción de toda actividad gubernativa al imperio inexcusable de un determinado orden jurídico. 
Toda facultad de carácter discrecional es, por su naturaleza, antisocial y antijurídica.  El ejercicio de cualquier autoridad debe mantenerse estrictamente dentro de un ámbito fijado de antemano por la Constitución y por la Ley.  Sólo la Ley puede obligar a las personas, a hacer determinadas cosas, o privarlas de hacer lo que ellas deseen.  El Señor Donald Trump, se considera – tal vez por el incontable dinero que posee – un amo irascible, que fuera de toda la Ley, quiere aplastar a los Latinos y hacer que caigan de rodillas. ¿No es éste el propósito del muro que pretende levantar, y aislarse de América Latina?
Marshall, el gran Presidente de la Suprema Corte de los Estados Unidos, decía en uno de sus famosos fallos: “El gobierno de los Estados Unidos es el de las leyes y no el de los hombres, y cesaría de merecer tal denominación si las leyes no establecen un remedio contra las violaciones de los derechos reconocidos”.
La declaración de independencia, hecha por el Congreso de Filadelfia, en 1776, fue precedida en algunos días por la declaración de Derechos del Hombre del estado de Virginia, cuyos principios fundamentales reitera.
Esto lo ignora el Señor Trump, quien desconoce también supinamente el derecho penal, cuando considera delincuentes a los latinos, que viven en Estados Unidos.  Siendo indispensable que exista un acto o conducta humana que puedan ser subsumidos bajo un tipo de delito expresamente previsto, con anterioridad a su realización en una norma penal.
El Señor Trump, se apresta a un gobierno de brutalidad burocrática organizada por el totalitarismo contemporáneo, para conseguir la alienación de las masas que no pueden si no perder su albedrío, anulando todo intento de libertad individual.  Nadie puede tener ideas propias. El poder será tenebroso, gigantesco, invencible.  Por manera pues, que conspira el Señor Trump abiertamente contra los latinos que viven en Estados Unidos, con la escandalosa manifestación de deportarlos.
Al hacerlo, presenta al mundo un espejo donde muchas contradicciones y aberraciones del hombre moderno se reflejan con acusadora precisión. Se hacen explícitos los lazos que lo unen con el totalitarismo contemporáneo.
El Doctor Hector Abad Faciolince, en columna intitulada “Democracia y demagogos”, del domingo 23 de octubre de 2016, cuando aún no había sido elegido el Señor Trump expresa: “Que un personaje repugnante como el haya sobrevivido a sus mentiras, al manoseo y abuso contra decenas de mujeres, a la evasión de impuestos, a las muestras abiertas de racismo, a su ego deforme de megalómano, demuestra que hay un gran malestar en la democracia más importante del mundo.
Por todo ello, el director de Human Rigths, que vela por el respeto a los derechos humanos, manifestó: “La elección de Donald Trump constituye una enorme tragedia…”.
                                                            Escrrito para sección edditorial de    http://www.bersoahoy.co

lunes, 31 de octubre de 2016

Partidos políticos ad mortem

Carlos Ibáñez M.
Los partidos políticos o se transforman o desaparecen. Están en cuidados intensivos, y en estado febril comatoso; su temperatura se mide en los procesos electorales y se observa que cada vez son menos los colombianos que se creen representados en ellos. En nuestro país con un potencial de 35 millones de electores solo asoman el voto cada vez que los convocan aproximadamente 13 millones de Colombianos;  lo cual demuestra que los que gobiernan son  las minorías,que la Democracia es un remedo y que las propuestas de los partidos no despiertan entusiasmo ni esperanzas y que sus voceros, con excepción de algunas golondrinas, representan lo más repudiable del ejercicio de la política. Se mueven por intereses personales alimentados por un sistema de Gobierno  depravado  y oprobioso que les otorga segmentos del presupuesto nacional y cuotas burocráticas  para mantenerlos esclavos e hipotecados a sus intereses; les despoja del raciocinio y los enmudece y solo les restablece el habla y les direccióna el verbo cuando como loros recitan las consignas del establecimiento. Son lobistas de los grandes grupos económicos que manejan el cemento, licores, gaseosas, minería, gas, petróleo, la salud, etc, que buscan protección  a sus intereses en las leyes que ellos fabrican y por ello reciben estipendios y  canonjias; y, quienes se destacan no son precisamente por su inteligencia  o conocimiento de lo público, ni por estudiosos , ni por buenos oradores y humanistas ,o por poseer inmensa solidaridad social con los menesterosos,  o presentar importantes proyectos de ley, o por hacer juiciosos debates de control político; Noooo!, de manera sinuosa y sin notarse se mueven por los pasillos del Parlamento,en las comisiones constitucionales y en los despachos de Ministros y altos cargos facturando por la abyección al régimen y a los  intereses de los propietarios de los bienes de producción, moviendosen con destreza en el entramado burocrático y legislativo; esto les produce abultadas ganancias económicas y por consiguiente los hace poderosos electoralmente en las regiones agrupándolos en CASTAS DOMINANTES, muchas veces familiares, corrompiendo con el dinero al electorado que  se mueve en un mar tormentoso de necesidades y cuya educación escasa los mantiene sedados y proclives al engaño.
Si todos  estos males multi-sistémicos de los partidos  no se atienden con verdaderos procesos democráticos que se construyan desde las bases de los partidos y estos empiecen a depurar sus estructuras y a poner al frente de su dirigencia a jóvenes inteligencias no contaminadas, orientados por la filosofía e ideología de cada partido y con el respaldo de sus bases, seguirán siendo preservativos que se colocan los políticos en cada campaña electoral y luego desechan, facilitando  el camino de las nuevas expresiones sociales más que políticas que se vislumbran en el posconflicto.
Carlos Ibañez Muñoz
Exalcalde de Bucaramanga
Octubre 2016

El fracaso de los diálogos con las Farc en 2016

Más pruebas (Tomado de Revista Semana)
Por Daniel Coronell
El cese al fuego y de hostilidades bilateral –largamente criticado por el senador Uribe y presentado como una forma de “entregarle el país a la guerrilla”– les fue ofrecido en el año 2006 a las Farc por el gobierno de Uribe.
Daniel Coronell - Foto: Revista Semana
El senador Álvaro Uribe puede ponerse muy bravo, criminalizar a quien lo descubre, o tratar de distorsionar sus propias afirmaciones para adaptarlas a lo que hoy le conviene, pero no puede negar que cuando era presidente sostenía públicamente que para hacer la paz era necesario que el gobierno ofreciera exactamente lo mismo que hoy censura: elegibilidad política para todos los guerrilleros, amnistía e indulto que cubriera incluso delitos atroces y cese al fuego bilateral.
Esta semana pude recopilar más pruebas de sus posturas públicas y, además, de su correspondencia secreta con la guerrilla. Al revés de lo que ahora sostiene, sus afirmaciones no eran simples hipótesis lanzadas en una entrevista, sino una oferta presidencial a la guerrilla presentada por él como el desarrollo lógico de su política de seguridad democrática.
La presentación la hizo el entonces jefe de Estado con todas las formalidades del caso. En la Casa de Nariño, con la bandera nacional al fondo y sosteniendo que su gobierno estaba “abierto a la reconciliación”. Jamás mencionó la palabra “inamovible”.
La grabación empieza mostrando a un animado mandatario manifestando que estaba dispuesto a reunirse personalmente con Tirofijo y la cúpula de las Farc: “Quiero recordar a los colombianos que el gobierno tiene tanta firmeza con la Seguridad Democrática, como apertura hacia la reconciliación. Finalmente la Seguridad Democrática, por eso es democrática, es un camino hacia la paz. Si hay buena fe, un proceso expedito de paz, no un engaño y esa reunión diere una contribución, yo no tendría inconveniente en hacerla”. Leer más y acceder a videos en Semana 

viernes, 28 de octubre de 2016

Crimen con crimen no paga

Alarmante la sensación de inseguridad en la ciudad, hasta el punto que personas desesperadas y desquiciadas por decir lo menos,  pregonan en mentideros, en panfletos y en círculos sociales clandestinos, el regreso de " LA MANO NEGRA", estructura criminal mal denominada de limpieza social para acabar con la delincuencia y prostitución.
Es decir; combatir la muerte con más muerte, regresar a las épocas de barbarie, de la ley del talión,  de justicia por la propia mano, de la vindicta social. Propuesta criminal donde caen inocentes y arrastran con la vida de los habitantes de la calle cuyo único delito es ser pobres o enfermos adictos a las drogas.
El Estado no puede ser reemplazado en la persecución del crimen y en la imposición del castigo; pero debe ser más audaz y efectivo en la lucha contra la delincuencia común, para que no surjan organizaciones paraestatales asumiendo el rol que le es propio al Estado.
Los métodos tradicionales para proporcionar seguridad a los ciudadanos combatiendo el crimen y sus estructuras, ya no son ni idóneos ni suficientes para lograr garantizar la protección del bien supremo amparado por la Constitución Nacional y los cánones universales del derecho en el mundo civilizado: LA PROTECCIÓN DE LA VIDA Y LA INTEGRIDAD PERSONAL.
Las autoridades en quienes recae la responsabilidad de proteger ese bien, están en el deber de innovar en las estrategias y diseñar planes puntuales para lograr tal fin dándole prioridad a la inteligencia y a la tecnología.
Las empresas criminales se han tecnificado, tienen toda una estructura en recursos humanos bien preparados de acuerdo con las modalidades del delito y cuentan con recursos suficientes que invierten en tecnología de punta, en armamento, vehículos, sistemas de información, equipos de rastreo y una sofisticada Logistica.  Cuentan además con bloques de inteligencia que se infiltran y permean a las mismas autoridades como quedo demostrado en la operación de la calle del Bronx en la capital de la República, que les permitió evadirse y guarecerse de las acciones policiales.
El Estado no puede estar a la zaga en la lucha contra el crimen y los municipios con los Alcaldes como jefes de policía tienen el deber de proteger a sus ciudadanos. Pero, para ello deben construir con la comunidad
Los PIS, Planes Integrales de Seguridad y dotarlos de músculo financiero para que con recursos de la Nación y de los municipios se lleven a cabo programas que devuelvan el sosiego.
Por ello es incomprensible y causa estupor que nuestra ciudad, donde la inseguridad cabalga a sus anchas, haya quedado por fuera de los millardos de recursos que provenían del Ministerio del Interior para la adquisición y puesta en funcionamiento de las cámaras de vigilancia para que de manera tecnológica se combatiera y previniera el crimen. ¿Cuántos atracos , raponazos, hurtos, violaciones y Homicidios hubiésemos podido neutralizar y detectar identificando a las bandas criminales? Muchos, seguro que si. Pero acá se le da más importancia a colocar cámaras y aparatos tecnológicos para imponer partes de tránsito y sancionar infractores viales, que para proteger la vida y la integridad personal. Por ello, sobre la conciencia de los funcionarios públicos que por negligencia, desconocimiento e inexperiencia, no accedieron oportunamente a la presentación y seguimiento a los proyectos, les ha de pesar fardos de culpabilidad, o mejor toneladas de remordimiento por su falta de compromiso con la sociedad bumanguesa que no ha dejado de expresar su REPROCHE SOCIAL.
Llamado patriótico a las autoridades administrativas y policiales para poner en funcionamiento los PLANES INTEGRALES DE SEGURIDAD y para desarticular cualquier intento de que la abominable y perversa mal llamada justicia social, denominada MANO NEGRA, encharque con sangre y muerte  los parques y barrios de la ciudad.
Carlos Ibañez Muñoz
Exalcalde de Bucaramanga.
Octubre 2016

lunes, 24 de octubre de 2016

ESPLENDOROSO PREMIO NOBEL

Por Gerardo Delgado Silva
Tiene la patria, el privilegio de contar en su seno con el Presidente Juan Manuel Santos, justísimamente galardonado por la Academia Sueca con el Premio Nobel de Paz.  Se trata de un hombre recto y heroico, el individuo que cumple con su deber por encima de toda tentación y de todo alago, por encima de las veleidades materiales, que convierte su apostolado en un caso moral.  Un funcionario integérrimo, indomeñable.
No está descubriendo las cosas que le fueron familiares. La vida de su pariente Eduardo Santos, premiado en Europa por su vida bella y generosa, presidida por la comprensión universal de los fenómenos humanos, iluminados por la caridad y la benevolencia, ha constituido en la historia presidencial de nuestra patria, un ejemplo tonificante de virtudes privadas y civiles y un guardián vigilante, desinteresado y eficaz de la nacionalidad, cuyos hondos motivos de asociación interpretó, hasta confundirse su figura personal con el perfil histórico de Colombia.
Con otra sonora impostura, el Senador Uribe, ha venido de tiempo atrás satanizando el proceso de Paz.  Y así, envileciendo el lenguaje de la gran causa de esa Paz; en su campaña por el “NO”, siniestro del plebiscito, con un sentimiento profundo de indignidad y pequeñez, sugirió en diversas formas aviesas, que el Presidente Juan Manuel Santos, le estaba entregando el país a las FARC.
A muchos colombianos infortunadamente les faltó buen juicio para elegirlo presidente, como también al optar por el “NO”.
Es comprensible la postura del “Senador Uribe y su Centro Democrático”, en la medida que la retórica en la época de su mandato, envileció todo el lenguaje de las grandes causas, hasta convertirlo en símbolo de la traición y la impostura.  Empero sigue con sus ínfulas cortesanas con el desprecio señorial por el Estado de Derecho y por supuesto de los derechos humanos, haciendo resurgir su agazapado fascismo, nutriéndose del odio y de la exclusión, con la pedagogía de la intolerancia y del resentimiento.
Durante el mandato del Senador Uribe, LA magnitud de la influencia de los grupos paramilitares sobre extensas regiones del país, se convirtió en un fenómeno dramático.
Los paramilitares exhibieron esa influencia, no solo militar, sino política con parlamentarios conocidos como “parapolíticos”, como es el caso del señor Mario Uribe Escobar, primo del Senador Uribe, quien fue sentenciado por la Corte Suprema de Justicia, pues su comportamiento estuvo inmerso con los paramilitares como Salvatore Mancuso y Eleonora Pineda, sin cumplir en ningún momento con la función sagrada de parlamentario.  Esa influencia paramilitar, fue social y económica.  Durante ese gobierno de Uribe, los dineros destinados a proteger a más de doce millones de colombianos, que son los más pobres, fueron a parar a las arcas de esos violentos paramilitares, y terminaron utilizados para comprar armas, alimentar el narcotráfico y encender aún más la guerra.  Las ARS, como lo supo todo el mundo, resultaron una conexión paramilitar.  ¿No fue una inaudita expoliación de los dineros de la salud?
En su libro: “Mi Confesión”, Carlos Castaño, afirma refiriéndose al Senador Uribe:“ La base social de la autodefensa lo considera su candidato presidencial”. Esto nos permite comprender las irracionalidades del expresidente Uribe, mostrando tamaña propensión al mal, un apetito de poder, inconmensurable desprecio por los derechos humanos, y su famoso absurdo “de vivir a la enemiga”.  Pragmatismo que despoja a la política de toda consideración ética. ¿Dónde está su hermano Santiago, jefe de los Doce Apóstoles, un censurable grupo paramilitar? Pues en la cárcel por sus crímenes.
En forma proterva, ominosa, siempre ha tratado con su denominado peyorativamente “Centro Democrático”, horadar el proceso bienaventurado de paz, con su apetito de poder que no se dirige a las fuerzas racionales del auto interés, sino que despierta y moviliza aquellas fuerzas diabólicas del hombre, que creíamos inexistentes o, por lo menos, desaparecidas hace tiempo.
De acuerdo con la Psiquiatría Forense, la guerra revela a las personalidades psicopáticas, como el Senador Uribe, un mundo a su medida; de ahí que sea un imposible que vuelvan con agrado al mundo de la paz.
Son evidentes las enseñanzas y lecciones que enseña la experiencia Salvadoreña.  Las de un país antes desgarrado, que supo enterrar a sus muertos, restañar las heridas y echar para adelante.  Todo es posible cuando hay voluntad, realismo y decisión.  Cuando se entiende el agotamiento de la guerra y existe el coraje – como el del Presidente Juan Manuel Santos – para ensayar otro camino, ese sí bienhechor.  Los colombianos deberíamos mirarnos más en el espejo de el Salvador. 
El Senador Uribe con motivo del plebiscito nos demostró una vez más que se niega a abandonar la violencia, y aun cree que las armas son un instrumento para lograr cambios políticos.  Y así quiere conquistar a la patria para su respectiva fe.  Resulta un tanto anacrónico apenas como un dato del pasado, sino se recuerdan la vileza y la crueldad a la que llegó la mente humana enceguecida por el fanatismo y la locura.
Estamos ante la necesidad ineludible que tiene el hombre no abrumado por la animalidad, de restablecer el desquiciado reino del espíritu.
Nunca el Senador Uribe ligó su actividad de Presidente de Colombia a los principios fundamentales y eternos.  En cambio el Presidente Juan Manuel Santos ha tenido conciencia de la responsabilidad personal ante Dios y ante la sociedad, todos los hondos motivos que ennoblecen la vida.  Inflexiblemente recto, naturalmente austero, apasionadamente estudioso, substancialmente incapaz de doblez o hipocresía.
Esto de oponerse a la Paz, presenta al ojo del extranjero un aspecto de enfermedad de vida primitiva. 
Resulta un engendro protervo, que el expresidente Uribe y su Centro Democrático hubiesen afirmado, palabras más, palabras menos, que si ganaba el “SI” en el plebiscito, Colombia se convertiría en otra Venezuela; y que se disminuiría la cuantía de las pensiones, para entregar esas sumas de dinero a las FARC, que estas no indemnizarían jamás a las víctimas.
Acerca de estos comportamientos procaces, el Senador Uribe con el desprecio señorial por el Estado de Derecho, resurgiendo su agazapado fascismo, nutrido de odio y de la exclusión, el gerente administrativo de la campaña por el “NO”, Dr. Juan Carlos Vélez, reveló al país, que lo fundamental no era analizar el contenido de los acuerdos, sino provocar un panorama de “indignación para que la gente saliera a votar berraca”.
El esplendente Premio Nobel de Paz, como todos sabemos galardón otorgado a nuestro dignísimo Presidente Santos por el Comité Noruego como ya dijimos y que revela el sentimiento del mundo entero, es tan nítido como la evidencia misma de los hechos.  Es un evento que resalta la dignidad, honradez y coraje del Señor Presidente Juan Manuel Santos, deslumbrante para todos los colombianos.
Perdónenme que repita, a contrario sensu, el Senador Uribe y su llamado Centro Democrático, sumergido en el averno, quiere llevar a Colombia con los ojos abiertos hacia el precipicio.  De ahí, que THE NEW YORK TIMES, afirmara el 14 de este mes: “Álvaro Uribe es el hombre que está bloqueando la paz”.
Ahora quiere con un acomodamiento torticero y desafiante ir o enviar delegados a Cuba.  ¿A qué puede ir allá un epígono de Hitler?,¿A caso cuando fue infortunadamente primer mandatario, no pretendió sacar avante una ley que so pretexto de reinsertar a paramilitares, quería la amnistía e indulto?
El contenido sagrado de la Paz, nos lo expresó nada menos que Jesucristo, cuando dijo: “Mi Paz os dejo, Mi Paz os doy”.

                                            Escrito para  bersoahoy.co

La declaración de renta para los pobres

Por: Bernardo Socha Acosta
El proyecto de Reforma tributaria que presentó el gobierno al Congreso de la república, tendrá cosas buenas, pero tiene las peores ofensas e intentos de abuso contra una franja de colombianos, como es poner al desesperado y confundido ciudadano a declarar Renta, porque devengue hasta dos millones setecientos mil pesos ($2’700.000) mensuales.
Esta propuesta, que es un proyecto ya potestativo del Congreso  de la república, es una ofensa que degrada la dignidad humana y demuestra el nivel de injusticia que reposa en la mente de los llamados integrantes de la comisión de sabios que hizo las recomendaciones y que el Ministro de hacienda tragó  sin digerirla,  sin pensar, qué representa hoy, y mucho más en 2017, unos ingresos de $2’700.000  que ya no alcanzan a cubrir los gastos de una canasta familiar, pago de servicios, educación, salud y otros.
Y es que someter a un ciudadano que devengue $2’700.000  a declarar renta, no es solo injusto; es someterlo a un infierno de lo que representa para los pobres tener que hacer diligencias ante  la DIAN y mucho más tener que pagarle a un contador  cien mil pesos para hacer o elaborar esa  declaración de Renta. Como esta propuesta hay otras que son lesivas contra los más necesitados y que serán nuestros "voceros en el Congreso" que lo determinen.
Pero esta propuesta solo demuestra que quienes están sentados en el TRONO del estado, en las diferentes ramas del poder, a nivel nacional, con sueldos hasta de 26 millones y más, MENSUALES, no tienen el mínimo conocimiento de los pobres, y no tienen la mínima sensibilidad humana. Se ve en cambio, que   disfrutan haciendo este tipo de propuestas que hieren los sentimientos de una amplia franja de la población. Con estas propuestas no demuestran más que procacidad   indigna  frente a quienes se  roban los dineros públicos, sin que les apliquen las verdaderas penas que merecieran recibir.
Ya es de conocimiento público que la corrupción se apodera anualmente de 22 BILLONES de pesos en Colombia. Entonces, ¿por qué los sufridos conciudadanos tienen que quitarse el pan de la boca y el de sus hijos para atesorar  dinero para los corruptos?  Según el gobierno, con la enigmática  reforma tributaria espera recaudar $7 billones de pesos anuales. Pero, el pueblo se pregunta, ¿qué ha hecho el gobierno para recuperar y frenar al máximo que se ROBEN anualmente 22 billones de pesos?
Pero, aceptando que la Reforma tenga algunas cosas buenas, (pero si es para los corruptos no) ahora queda es la expectativa, de que los congresistas hagan los ajustes de rigor; por ejemplo, a la propuesta de poner a declarar renta y a pagar más impuestos a quienes devenguen 2’700.000 pesos.  Pero quien dijo que esta suma representa a un ciudadano adinerado.  Y digo que a pagar más impuestos, porque toda persona que devengue cualquier suma de dinero, le recortan por la derecha los impuestos. Entonces por qué condenarlo a pagar otra suma.  Como mínimo en esa reforma, debe poner a declarar renta a quienes reciban unos ingresos mensuales de Cinco millones de pesos ($5’000.000). Una suma menor es ofensiva y un abuso del estado contra los ciudadanos.
Cómo no se ha propuesto, que quienes sean culpables de robarle dineros al estado, como los contratistas, y de acuerdo a las cuantías, se les someta a la extinción de la totalidad de los bienes y mantenerlos en las cárceles por el resto de su vida, a ver si los delincuentes de cuello blanco lo piensan dos veces, antes de apoderarse en forma impúdica de los dineros oficiales, con la complicidad  de algunos funcionarios.
Los colombianos a diario nos quejamos de la cascada de impuestos que mantiene ahogados especialmente a los estratos bajos, pero dice el pueblo crítico, que, esta reforma Tributaria acerca más a Colombia a las razones que llevaron a los comuneros en 1.781 a rebelarse contra los abusos de la corona española. Pero aun la reflexión  debe ser más profunda y preguntarnos, para qué hablamos de paz, si estos proyectos de Ley convulsionan aún más el espíritu de los más débiles, porque ya no alcanzan a devengar un mediano sustento, cuando el estado les quiere meter la mano al bolsillo y ponerlos a declarar renta.    

lunes, 17 de octubre de 2016

Garrote sin zanahoria

Carlos Ibáñez M
Título coloquial para explicar la adopción de medidas punibles por las autoridades de tránsito a quienes infrinjan las normas de tránsito en cuanto a sobrepasar mínimos de velocidad en la ciudad.  Por ahí no se empieza; un pueblo no se culturiza a punta de represión con penas y sanciones. Si queremos construir un nuevo hombre eduquémoslo primero, iniciemos el proceso desde la casa con el buen ejemplo de los padres y desde la escuela con la formación e instrucción que impartan los maestros como con cariño los llamábamos.
Independientemente de la ausencia de una buena infraestructura vial, de semáforizacion moderna,  de señalizaciones adecuadas, del excesivo incremento del parque automotor;  vehículos y motos, de ausencia de autoridad; nosotros somos los actores del caos vial de la ciudad. SI,  nuestro desconocimiento de la normatividad de transito, nuestro ánimo pendenciero, nuestro comportamiento soportado en que todo se vale, el del mas avispado, el del mas abeja en términos populares, el del atarban, el de por aquí me meto, el del dicho de malas, son conductas deplorables que hacen parte de la cotidianidad de la vida del peatón y conductor en la ciudad que la "justifican”   para sobrevivir ante el desorden, caos vial y ausencia de autoridad.
Todos estos comportamientos deben ser conjurados por las autoridades sean policiales o de tránsito; pero, insisto,  las sanciones que deben aplicarse tienen que ser precedidas por un mayúsculo esfuerzo de CULTURIZACION VIAL diseñado por la administración municipal donde participen todas las fuerzas vivas de la ciudad empezando por las escuelas, colegios y universidades a través de simposios pedagógicos; con charlas especializadas de las oficinas de recursos humanos en las empresas en ciertas horas de receso laboral con acompañamiento de los gremios económicos y las compañías aseguradoras, sobre todo en aquellas donde sus trabajadores utilizan la moto como medio de transporte; convocatorias pedagógicas en las comunas a través de sus JAC y JAL; estrategia mediática donde participen los medios de comunicación masivos de la ciudad , prensa, radio, cines,  redes sociales etc; toma de parques por las autoridades de tránsito y policía impartiendo instrucciones sobre buen comportamiento vial, en fin insertar en la ciudad una cultura de movilidad y respeto a las autoridades y las disposiciones de tránsito.
Una vez abordada esta política en forma masiva , y si esta no prospera, pues se hace necesario como sucede en la mayor parte de las grandes capitales del mundo, colocar dispositivos tecnológicos que permitan controlar el cumplimiento de las normas de tránsito y así coadyuvar a los agentes viales que nunca y en ningún país serán suficientes para controlar la movilidad y el cumplimiento de normas.
Por eso me parece que acá comenzamos al revés, primero los dispositivos electrónicos y las penas sancionatorias y luego la pedagogía. Aunque auguro de entrada precarios resultados; Control exceso de velocidad? Y como? si acá el represamiento vial o trancones no nos permiten movernos a más de 10 kmts por hora si nos va bien.
Empecemos a cambiar la mentalidad del ciudadano, nos ahorramos el castigo y aliviamos el bolsillo.
Carlos Ibañez Muñoz
Exalcalde de Bucaramanga.

jueves, 13 de octubre de 2016

La intransigencia y el rencor no pueden ganarle a la PAZ

Carlos Ibáñez Muñoz
Parto de una premisa, no todos los que votaron por él NO  son uribistas y no todos están necesariamente de acuerdo con todas las observaciones de Uribe y el Centro Democrático sobre los acuerdos de la Habana. Habrá algunos puntos donde coincidan, pero en otros no y mucho menos cuando un gran porcentaje de los que votaron por él NO  se sienten defraudados y engañados por la cantidad de falacias, trampas , constreñimiento , mentiras y manipulaciones que les indujo a tomar tal determinación y que fue denunciado por el mismo gerente de la campaña del NO . Millo nes  hoy colmados de arrepentimiento.
Así las cosas, la legitimad de Uribe para reclamar la vocería exclusiva del NO esta en entredicho y sus posiciones infranqueables y radicales frente al pacto de la Habana que buscan modificar sustancialmente lo acordado tampoco cuentan  con total respaldo del NO ya que hay planteamientos que apuntan a  buscar conciliación y entendimiento con mayor flexibilidad y que persiguen vía implementación legislativa aclaraciones y modificaciones.
En este estado de cosas si el radicalismo de Uribe y digo solo de el porque también dentro de las jerarquías de su partido existen posiciones conciliadoras y menos radicales, es impenetrable e inamovible, no queda mas camino en aras de lograr el bien supremo de la patria cual es la consecución de La Paz y ganarle la guerra a la muerte, al desplazamiento y a la miseria, que el Presidente  de la Republica, echando mano de la Constitución Nacional que le concede facultades amplias para el manejo y conservación del orden público y con el aval de la Corte Constitucional  frente a las posibilidades de acudir de nuevo a la consulta plebiscitaria, opte por convocar a uno nuevo con las modificaciones y aclaraciones que muchos de los sectores del NO, han formulado al gobierno y a la guerrilla, y que no provienen precisamente de la cantera del uribismo.
No puede el pueblo de Colombia someterse a la posición mesiánica, terca, inflamada de ego , rencorosa y guerrerista de un expresidente que trato de perpetuarse en el poder para continuar con la guerra. Reformar lo SUSTANCIAL después de cinco años de conversaciones en álgidos debates y con acompañamiento de la comunidad internacional, es prácticamente imposible y mas aun cuando al expresidente Uribe en diferentes oportunidades el Presidente Santos lo invito a dialogar sobre el proceso de paz y este no acudió al llamado de la historia.
Sr Presidente usted fue elegido y reelegido por el pueblo Colombiano de manera democrática quien le otorgó un mandato y le aprobó su Programa de Gobierno donde se comprometió con lograr La Paz , así mismo esta investido para obrar como jefe de Estado y garantizar la VIDA Y LA INTEGRIDAD PERSONAL de todos los colombianos. La GUERRA ES TODO LO CONTRARIO. PROCEDA SR PRESIDENTE.
Carlos Ibañez Muñoz
Exalcalde de Bucaramanga.

Colomna de opinión Tomado de la Revista Semana

El resucitado
Por Daniel Coronell
Las maniobras del uribismo para dilatar indefinidamente la discusión –rumbo a la elección presidencial de 2018– ya quedaron claras en la reunión de delegatarios.

En el breve lapso de cinco días Juan Manuel Santos pasó de la mayor derrota política de su vida a dejar inscrito su nombre en letras de molde y para siempre en los libros de historia. Sin embargo, este inesperado acto de justicia poética puede no alcanzar para revivir el proceso de paz. No nos digamos mentiras, el lunes 3 de octubre de 2016 el acuerdo con las Farc amaneció muerto. No digo herido de muerte, ni moribundo, sino inapelablemente muerto y el gobierno Santos convertido en un cadáver insepulto. La proclamación del Premio Nobel de Paz le da un impulso inesperado y necesario al gobierno, pero quizás no sea suficiente, por sí solo, para salvar el proceso.
Después del sorpresivo resultado del plebiscito del domingo tal vez solo había una persona en el mundo con menos gobernabilidad que Juan Manuel Santos. Se trataba de Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, el máximo jefe de las Farc.
Timochenko, y con él los otros miembros del secretariado de las Farc, han persistido por más de cinco años en la consolidación de una salida negociada al conflicto. Así como de esta orilla de la realidad hay fuertes y decididos detractores de esa idea, también los hay en la orilla de la guerrilla. En uno y otro lado hay personas que no conciben la vida sin la guerra o a quienes la guerra se les ha convertido en un fin en sí mismo, cuando no en un próspero negocio.
En junio del año pasado pude percibirlo en una conversación con dos miembros del secretariado de las Farc. La reunión en La Habana, a la que me acompañó una colega de Univisión, duró más de cuatro horas, fue cordial y franca.
En ese momento Colombia estaba pasando por un periodo muy violento. El alto al fuego unilateral declarado por las Farc en diciembre de 2014 había sido roto por la columna Miller Perdomo que emboscó a una unidad del Ejército y mató a diez soldados en el Cauca.
Unos días después el gobierno de Colombia lanzó una ofensiva aérea que terminó con la muerte de 27 guerrilleros en el Cauca y otros 15 en el Chocó. Entre los muertos estaba Jairo Martínez uno de los negociadores de paz que había ido a La Habana. Siguieron ataques y derrames de petróleo en el Putumayo.
Cuando le pregunté a los dos jefes de las Farc si esa violencia le servía a alguien, hubo una larga argumentación de ellos que muy al final terminó reconociendo -a regañadientes- la inutilidad de esas acciones.
Fue entonces cuando me di cuenta de que las Farc no estaban a salvo de discrepancias y discusiones internas. En medio de la conversación, uno de los interlocutores narró que un subalterno le había dicho: “Camarada, ustedes hacen gestos de paz y más gestos de paz y nada pasa. Cuidado se les tuerce la jeta si siguen haciendo gestos”.
La expresión coloquial iba encaminada a decir que también algunos guerrilleros de base y mandos medios de las Farc, miraban con prevención las largas e inconclusas conversaciones. Para los que estén en el monte, y no en La Habana, esas desconfianzas han reverdecido hoy porque ellos también estaban convencidos de que este era un trato cerrado.
Ningún movimiento insurgente, que no haya sido vencido militarmente, firma un tratado de paz si lo que le espera a sus miembros es la cárcel o la muerte. Los acuerdos de paz, en todo el mundo, consagran un perdón –que en algunos casos se llama amnistía y en otros pena alternativa– y la posibilidad de hacer política con protección para poder expresarse dentro de la democracia y sin armas. 
Las Farc se comprometieron con un cese al fuego que han cumplido. Hay unos acuerdos que las partes han admitido discutir, luego del resultado del plebiscito. Una cosa es discutir y otra es destazarlos hasta cambiar su esencia y alcance.
Las maniobras del uribismo para dilatar indefinidamente la discusión –rumbo a las elección presidencial de 2018– ya quedaron claras en la reunión de delegatorios.

La rara oportunidad de resucitar el proceso de paz –que nos cayó de Oslo– no va a estar vigente de manera indefinida.

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