Cuando se quiere que las cosas sigan lo mismo, que no cambien, pero den la apariencia de mucho estudio, análisis y acción, se procede como están actuando en el Congreso. Se debe proponer una "reforma enérgica e inflexible" al sistema político colombiano y comenzar a lanzar ideas de todo género y especie hasta que los participantes en el debate y en el propósito de cambio, se aburran y abandonen. No cabe la menor duda que el congreso cayó, gracias a la "parapolitica", en el más sucio y mal oliente de todos los lodazales que en la historia de Colombia hayan creado los parlamentarios. Todos gritan que hay que dignificar la política pero las "mayorías" hacen propuestas pero, por debajo de cuerda buscan que las cosas no vayan a pasar de las palabras. Proponen reformas que a la hora de la verdad son inocuas como la revocatoria.
A los partidos políticos que apoyan el gobierno y que son en donde está concentrada la inmoralidad y el delito que contiene la "parapolitica", hablan de reformas al sistema político colombiano, pero le colocan palos a las ruedas del carruaje que las contienen. Ellos por ejemplo, quieren una reforma, como sucede en la actualidad, que les permitan cada vez que encarcelan a un "parapolitico" llamar a otro para que lo reemplace. Para ellos lo importante no es la moral, la honestidad y las buenas costumbres del congreso y sus integrantes, sino "las mayorías" que gravitan al gobierno en busca de gabelas personales.
De los grupos no afectos al gobierno ni a la "parapolitica" han surgido soluciones reales y prácticas, caso de Polo Democrático, donde sugiere que "la actual situación que vive el Congreso con gran cantidad de Senadores y representantes investigados, invita a que con urgencia, se aplique una reforma política que cambie la imagen de la institución, llevando a los partidos cuyos integrantes tengan algún tipo de indagación o sean condenados por la justicia, inmediatamente a perder su curul, la cual no puede ser reemplazada por el partido correspondiente…", pero esto poco les agrada a los amigos del gobierno.
La justicia colombiana tiene normas claras sobre qué hacer con el producto del delito. En las noticias estamos observando diariamente que los narcotraficantes y paramilitares (delincuentes), pierden todos los días el derecho a los bienes obtenidos como fruto del crimen: Cuentas bancarias, mansiones, edificios, barcos, fincas, etcétera, las que son despropiadas. ¿Por qué no se aplican estas normas por simple analogía a las "curules" y las pierden como utilidad del delito que fue? ¿Por que se les tolera llamar testaferros a quienes las entregan para que gobierno, partidos y personas sigan disfrutando a plenitud de la utilidad lograda con el quebrantamiento de la ley? ¿Es digno de un verdadero Estado Democrático lo que están haciendo las mayorías afectas al gobierno? ¿La crisis de legitimidad del congreso colombiano se soluciona castigando a los que llegaron a sus cargos digna y honorablemente? ¿Lo correcto no es que todas las curules queden vacantes por el resto del periodo constitucional, es decir, los escaños contaminados no podrán ser ocupados por testaferro del mismo partido ni de otro? Regresar a Inicio..... o Titulares...