domingo, 26 de junio de 2016

Por qué algunos ‘jerarcas’ políticos son amigos de la violencia

Nadie le puede arrebatar el derecho a los colombianos de vivir en paz
                             Por: Bernardo Socha Acosta
Aunque no es normal mirar para atrás, pero si es importante revisar la historia para poder hablar con madurez o razón y mucho más cuando se trata de abordar un tema que compete a todos y que está consagrado como un deber y un derecho, en la Constitución de nuestros país. Hacer  lo contrario es violar nuestra institucionalidad y mucho peor si la violación proviene de quienes se alimentan del erario nacional. Porque es que atropellar la Constitución negándole al país el derecho que tiene una sociedad a disfrutar de esa gracia sublime como es PAZ, parece horrendo e increíble.
Escuchando con atención las intervenciones de los jefes de las partes del proceso de paz, durante la firma del cese bilateral del fuego y las hostilidades,   encontré  elementos suficientes para rememorar,  quiénes son los responsables  de la guerra que Colombia  ha vivido hace más de 50 años. Y nadie puede negar que los directos responsables, no son precisamente las guerrillas, sino los partidos políticos que a través de sus fracciones rezagadas de liberales y conservadores propiciaron el asesinato del caudillo Jorge Eliécer Gaitán, en su afán desaforado de cerrarle el camino para que  no llegara a la presidencia de la república. Si no hubiese ocurrido esa tragedia (el asesinato de Gaitán) no habríamos vivido en Colombia esos largos años de  violencia  que aún algunos muy pocos al parecer facciones de esos partidos políticos que se quedaron atrás pensando que con las balas es como se arreglan las diferencias, intentan que la confrontación continúe. 
Pero esos grupúsculos que se quedaron con la ideología de la guerra del Siglo pasado, quieren hoy  que la violencia continúe, no se sabe, movidos con qué intereses, pero por fortuna, no son de ese pueblo que sufre las adversidades de un país donde dominan los poderes económicos; los que quieren que siga la guerra son para desgracia del país, esos que se nutren de las arcas nacionales  en posiciones  privilegiadas que directa o indirectamente el pueblo les ha confiado creyendo erróneamente que son sus voceros  ante las instituciones gubernamentales.
Y si seguimos repasando la historia de Colombia, de los últimos 50 o 60 años, encontramos muchos motivos para enjuiciar, de centenares de crímenes a los violentos de esas fracciones políticas de liberales y conservadores que con el afán de devorar las primeras posiciones del estado  han pasado por encima del pueblo realizando las más horripilantes matanzas que han dejado tanto las guerrillas, como lo llamados paramilitares.
Y si los más caracterizados historiadores  afirman, que la violencia en Colombia es una de las más largas de América Latina, por qué insiste ese reducido número de colombianos en que siga la violencia.  Pero lo peor es que esos “jerarcas” políticos que se nutren con los dineros del pueblo,  tratan de influir, y se mal entonan  criticando el proceso de negociación entre el estado y los violentos, así sea afirmando hasta mentiras e intentando dividir al país, con artificios o engaños a los colombianos que apenas son víctimas de esos grupos políticos. Pero ellos lo que buscan son incautos que les asegure una nueva y próxima elección ante los cuerpos colegiados y hasta el primer cargo de la nación.  El afán desbordado del futuro político que les espera, es el factor que los motiva a seguir buscando el respaldo popular, a través de la sátira y la socarronería, pero lo peor, poniendo en riesgo ese deber y derecho de los colombianos a vivir en paz, al parecer siguiendo una errada, atrasada y  vieja historia romana, de dividir para triunfar. Esas  viejas mañas, les debería traer como resultados,  que el pueblo les pase la cuenta de cobro en futuros procesos electorales, para que no sigan intentando revivir la sangrienta violencia que tiene cansados a los colombianos.    

martes, 21 de junio de 2016

Periodismo: “Copie y pega”, un remedo del oficio

Por: Bernardo Socha Acosta
Con los avances de la comunicación que nos ha traído la Internet, también está llegando el deterioro del periodismo que ha incursionado al sistema en línea.  
Si hoy comparamos a algunos periodistas que alimentan sus sitios web con solo plagio (Copie y pega) podemos decir que en el siglo pasado era más periodista, quien para crear un programa radial y llegar a las fuentes,  no era estrictamente necesario tener preparación académica,  sino querer y tener deseos de incursionar en el oficio, e ir a cualquier almacén y comprar  una grabadora y listo… el periodista. Hoy algunos periodistas ejerciendo el oficio en forma Digital y son tan “audaces” que ni los titulares de las noticias que copian y pegan, se toman la molestia de hacerles una mínima reforma, mucho menos al contenido general, sino que copian y pegan y listo, con lo cual están desfigurando  aún más el oficio.
En este sentido, el llamado periodismo de “copie y pega” está desdibujando la labor ética y estética de lo que debe ser el aprovechamiento de los medios digitales.
Esa  práctica  de copie y pega se convierte en un engaño, no solo para el que está haciendo el ejercicio, sino para quienes eventualmente lo visitan, tal vez por accidente, porque estos contenidos copiados y pegados, nunca son re-diccionados  por los motores de búsqueda de Internet, porque rápidamente detectan que se trata de un plagio en la información. Ese es el motivo de que esos sitios web, alimentados de Cópias, nunca prosperan y por eso es que se convierten en un engaño para los autores  del sitio web y para los eventuales anunciantes
En un sitio web español (http://233grados.lainformacion.com/) que analiza el futuro de los medios de comunicación, se publica un artículo titulado: Las cinco grandes barbaridades del copia y pega en el periodismo digital y se refiere al daño sistemático que se causa al periodismo digital y las barbaridades que se cometen.
En otro sitio de Internet (https://alt1024.wordpress.com/) se advierte sobre Copia y pega  y se presentan 13 herramientas digitales para investigar plagio en periodismo y sobre los riesgos a que se someten esas personas.
Otro análisis de las habilidades de cortar y pegar, no va más allá de la vulgaridad de una persona que quiere hacer periodismo de esta forma aprovechando el vasto alcance de la Red de Internet.
En este artículo de, La Réplica (http://lareplica.es/) también se presentan 10 reglas de oro para ejercer  bien esta actividad (periodismo digital)
Y no es que pretendamos que todos los contenidos  de un sitio web, sean de la autoría del propietario de la página; ni más faltaba. Hoy con la tecnología de las TIC y el periodismo en línea, buena parte de las fuentes proviene de los sitios donde el gobierno y el sector privado cuelgan las informaciones y se convierten en el medio para consultar esas noticias, pero entonces, lo que debemos hacer es   ajustarlas sin quitarles la esencia y el contenido central, pero sí cambiarle los abundantes objetivos calificativos, por enriquecimiento informativo de interés para el lector. Porque pegar una información tal como viene de la fuente de gobierno,  sin incluirle algunos datos complementarios, que el redactor original obvió por espacio y tiempo,  nos hace presentar una información escasa de interés para el visitante. Y que queda claro, no es que los boletines de los sitios web del gobierno o el sector privado estén mal redactados, sino que ese material es una guía apenas para que el periodista investigue más a fondo y conforme la noticia completa, para luego si entregarla al público. Mal harían las oficinas de prensa, estarle quitando el trabajo a los periodistas de los medios  donde hay una destacada planta de redactores  que toman esos boletines como apoyo para llegar a la noticia completa, investigando, confrontando y redactando ese materiaal.

domingo, 19 de junio de 2016

La cultura del delito

Trafugario
Escribe: José Óscar Fajardo

En la revista Semana del 29 de mayo anterior, el investigador social German Rey hace unas aclaraciones sobre la cultura colombiana que son tan preocupantes como para entrar uno en estado depresivo. Bueno, claro que los colombianos somos depresivos desde nuestros ancestros de español ratero con india violada. A la pregunta ¿Qué ha pasado con la cultura durante estos 60 años de guerra? Observen lo que el especialista contestó. “La guerra ha tenido repercusiones en la vida cultural. El despojo de tierras y el enorme desplazamiento que se produjo en el país tienen implicaciones en el sentido de pertenencia de las comunidades, su cohesión colectiva y su identidad. El miedo influye en las expresiones. Las migraciones del campo hacia las ciudades provocan un verdadero cataclismo cultural, aunque también mestizajes, y el impacto sobre la vida de los jóvenes es de una gravedad cultural indudable…”. Con eso tenemos como para chuparnos los dedos, máxime si tiene en cuenta que de esos desplazados se produce un gran número de prostitutas, incluso en pubertad, para el consumo nacional y para su exportación. Madresolterismo de alta densidad de menores de edad. Además, sicarios de refinada calidad, ladrones de ocho brazos como los pulpos, y como si todo esto fuera bicoca, grandes legiones de drogadictos y alcohólicos callejeros y gigantesca cantidad de mendigos y dementes. Y no me vayan a tildar de “terriblista” pregonero del fin del mundo. ¿Qué están haciendo el Mincultura y las Secretarías de Cultura y otros entes aledaños en el país? Ya lo había predicho García Márquez sobre el Mincultura, ha muchos años, y hoy yo lo reitero: “Serán entes burocráticos al servicio de la política”. Pues ni más ni más. La mayoría de expresiones culturales de las diferentes subregiones colombianas paulatinamente han sido, o van siendo borradas del mapa cultural. Eso, junto con la expoliación de tierras y los desplazamientos, ha ido fortaleciendo “La cultura del delito”. Se me viene entonces a la memoria la famosa frase de Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del Tercer Reich y mano derecha de Hitler. “Cada vez que escucho la palabra cultura le echo mano a mi pistola”. En cambio en  Colombia, los gobernantes que hemos tenido, cada vez que escuchan la palabra cultura, le echan mano a los fusiles, a los desplazamientos, se inventan una guerra fratricida de partidos para que se maten los imbéciles, o en su defecto se inventan un partido de fútbol. Pero la estratagema del partido de fútbol sí que la pague los dueños de los clubes porque el Estado no tiene plata para eso. Que le pidan a cervecería Aguila que produce la mayor cantidad de cerveza en Colombia, y de alcohólicos y delincuentes y de violencia intrafamiliar y de cuanta desgracia ocurra en los barrios perratas de los niños famélicos y de los esqueléticos chandosos y las prostitutas impúberes. Porque, hoy por hoy en Colombia ser escritor, o pintor o artista en general, o gestor cultural, es una desgracia personal que solo le genera una pobreza que lo ha de llevar a la tumba. O en su defecto, problemas personales y de orden político porque usted es un “comunista” peligroso y le van metiendo la bala. Y que su familia lo llore y lo entierre si es que tiene con qué. Si no, que regalen su cadáver a la facultad de medicina para que le estudien el cerebro y averigüen por qué fue tan bruto, y los testículos para saber porque fue tan bolsón. Nos podría estar dando respiración artificial el proceso de paz. Pero pensar que hay una cáfila de políticos “intelectuales” adictos a la guerra.  

Grave amenaza de pescadores, contra directora de parques

Enviado por Alejandro Arias
“Te va a pasar lo mismo que a Martha”. Esa fue la sentencia que hicieron pescadores contra la Directora Territorial de Parques Nacionales Naturales Territorial Caribe, Luz Elvira Angarita, en desarrollo de las audiencias para la formulación del Plan maestro ordenado por la Corte Constitucional mediante sentencia T 606 de 2015 el pasado viernes 10 de junio en el centro de eventos Casa Grande en Santa Marta.
Las amenazas quedaron registradas en el video de seguimiento de las mesas de trabajo, el cual fue entregado a la Fiscalía General de la Nación. Mesas en las que entre otras autoridades participaban funcionarios de la Gobernación del Magdalena y Corpamag, quienes han guardado silencio ante este reprochable acto contra una autoridad ambiental regional.
Martha Lucía Hernández Turriago era Directora del Parque Tayrona cuando fue asesinada por hombres del Bloque Tayrona de las Auc el 29 de enero del 2004.
A esta amenaza se suma el ataque y posterior robo de que fueron objeto funcionarios del Parque Tayrona por parte de ocho pescadores en tres lanchas en hechos ocurridos en playas del sector de Neguanje hace escazas tres semanas.
El conflicto que ha tomado ribetes de criminalidad se deriva de la veda de pesca en el Parque Tayrona recientemente confirmada por la Corte Constitucional mediante sentencia T 606 de 2015.
Antecedentes y criterios de la corte para ratificar la veda
Bajo el criterio de que la preservación del ambiente, el resguardo de los ecosistemas marinos y terrestres, la protección de la flora y la fauna y la defensa ambiental de las especies, son mandatos imperativos en cabeza de las autoridades y los habitantes de todo el territorio nacional es que legisladores, autoridades ejecutivas y judiciales han formulado la dirección de la protección del patrimonio natural del país asumiendo que éste “pertenece a las personas que en él viven, pero también a las generaciones venideras, puesto que estamos en la obligación y el desafío de entregar el legado que hemos recibido en condiciones óptimas a nuestros descendientes”. Leer más

lunes, 6 de junio de 2016

El país más loco del mundo

                       Trafugario
Escribe José  Oscar Fajardo 
Lo más bello que tiene la literatura es que le permite al ser humano que así lo quisiere, decir todo lo que ve y piensa del mundo que lo rodea. Por ejemplo, si mis detractores supieran lo que yo pienso de ellos, ya me habrían matado. Y así cosas por el estilo. Historia oficial del amor, es la más reciente novela del escritor Ricardo Silva Romero, y de donde se puede deducir que, “Esta  es una explicación perfecta de este país incomprensible: una explicación de su suerte y de su naturaleza feroz, de sus delirios, de sus equívocos a toda prueba”. Y en unos párrafos más adelante “…nos habla de una sociedad enloquecida y sectaria. Una sociedad partida en dos, incendiada por sus políticos mesiánicos, por sus dañinos redentores que no concebían que nadie pensara distinto a ellos”. Vaya, vaya, vaya. Yo no puedo creer que ser uno bruto tenga tanto problema, se me da a mí por decir. Claro porque la guerra es la hija legítima de la brutalidad. Qué descripción tan hermosa y a la vez pavorosa que hace el escritor sobre la realidad colombiana porque estas frases están vigentes ahora más que nunca. “Incendiada por sus políticos mesiánicos” es una frase que nos llega a los colombianos hasta los tuétanos. Colombia siempre ha sido un circo político con payasos nefastos. Pero con esto de la paz, de la negociación del conflicto y del diseño del posconflicto, del plebiscito, se han visto cosas que no las había imaginado escritor alguno para sus novelas de ficción, y ni siquiera están consignadas en El Delfín, de Alvaro Salóm Becerra, un mamador de gallo a diestra y siniestra que fue capaz de desafiar a los políticos. Es que ver uno a un cristiano de dios, de raca mandaca, doctor en Derecho y profesor universitario, además de Procurador General de la Nación, con un crucifijo en la diestra husmeando a ver quién no está de acuerdo con él para romperle la cabeza a “cristasos”, es un situación de sainete que no se le ocurrió ni de fundas al candidato a la presidencia de Crazy Port, doctor Nabucodonosor Cristanchi Acelga de las Huertas en su alocada novela “La increíble estupidez de los difuntos”, autoría de este modesto escritor. Uno no puede concebir que haya gente adicta a la guerra cuando los principios elementales del psicoanálisis dictaminan así a vuelo de pájaro y de entrada que, “el hombre nace para el placer”. Que el hombre es hedonista, incluso desde su Inconsciente, por naturaleza propia. Uno no puede, o lo queda difícil aceptar, que haya políticos con suficiente poder para paralizar al país, incitando a la guerra como si estas se hicieran no con fisiles y sangre sino con pétalos de rosas. Y lo más increíble es que en ello anden doctores en Derecho, especializados en Penal, en Derechos Humanos, en Política Internacional, laboralistas, filósofos, profesores universitarios y otro tipo de “pensadores”. Los señores que solo han visto la guerra por la televisión encamados con sus mocitas allá en el norte de la capital, y así a todos los ciudadanos que comulgan con la misma idea como asnos comiendo heno, que piensen y apliquen que la guerra no es más que el fracaso de la inteligencia. Políticos mesiánicos o dioses terrenales que todavía no les alcanza mil, dos millones de dólares para vivir sin tremendos “sacrificios” el resto de sus vidas y todavía jodiendo. Dañinos redentores que solo buscan salvaguardar sus tesoros extraídos de las tripas de los más llevados que estarán así, o empeorando, hasta que  algún día  termine la eternidad, y ellos jodiendo.      

sábado, 28 de mayo de 2016

Un amigo prominente

                  Trafugario
             Escribe: Jose Óscar Fajardo

Ya va a ser un mes que murió un brillante escritor de este país y un gran amigo de por lo menos media Colombia. Creo que ya dedujeron que me estoy refiriendo a Fernando Soto Aparicio. Yo me di el lujo de ser amigo personal, hasta llegar a bebernos unos aguardienticos en Chiquinquirá, en el Encuentro Nacional de Escritores “Jetón Ferro”, o en Ráquira y Villa de Leiva en las excursiones que suele ofrecer la organización. En Ráquira hace cuatro años nos empacamos numerosos niquelados en compañía de Javier Ocampo López, historiador escritor, y entre tantos otros oficios, presidente de la Academia de Historia de Boyacá. Chucho Stapper no estuvo ausente, lo mismo que José Luis Días Granados.  Hizo falta Javier Félix, poeta, para completar el combo de Santander. Fernando Soto era un hombre muy cálido y muy noble, además que un genio de la literatura si se tiene en cuenta que empezó a escribir a sus seis años en una vetusta Remington que tenía su abuelo, notario de Santa Rosa y también escritor. Su madre le había enseñado a leer a los cinco años y a los nueve leyó por primera vez Los Miserables, esa prodigiosa novela del francés Víctor Hugo, la cual influyó en su trabajo durante muchos años. Fue el libro que lo llevó a ser escritor, contaba él mismo. Pero lo más increíble de la capacidad escritoral y de producción, es el hecho de que a los 10 años de edad, todavía un niño de balones y bicicletas, haya escrito dos novelas del corte de su maestro Víctor Hugo y muy parecidas a Los Miserables. Claro que en Soto Aparicio también influyó mucho Alejandro Dumas y Emile Zolá. “Eran cosas de capa y espada pero tenían cosas muy  mías; del amor, de las peleas, de un París que yo me imaginaba. Pero en una de esas desesperanzas grandes que a uno le dan en la vida, las quemé”. Luego el periodista que lo estaba entrevistando le preguntó ¿A esa edad por qué se siente desesperanza? No lo recuerdo, respondió. Fue como una angustia, una tristeza. Todo el mundo vaticinaba que era una vida fracasada la de un escritor porque era una profesión de drogadictos, borrachos, peligrosos mala clase”. Pero lo cierto es que el futuro escritor, dejó para siempre el estudio por dos cosas. “Primero porque no podía hacer gimnasia, una clase importantísima que daba un sargento, pero yo no podía saltar una cerca ni hacer una flexión, y las flexiones importaban más que las reflexiones. Segundo, porque me enamoré de una profesora de matemáticas: una señora de 18 años toda bonitica, con unas blusitas chiquitas y unas falditas cortas. Yo nunca miraba al tablero. Entonces dejé el estudio. Mejor dicho, nunca volví a un colegio, porque yo nunca he dejado de estudiar”. Fernando Soto era un hombre refinadamente divertido, ameno, armamento que sin duda alguna le sirvió para conquistar muchas mujeres que, dicho por él, era el talón de Aquiles de su corazón. Pues dicen los epistemólogos del amor que, cuando un hombre hace reír a una mujer con toda la donosura, ya está en su corazón.  “Ellas y yo”, es el título de su última novela que unos días antes de su muerte intentó terminar. Con ella hubiera completado setenta y dos. Y a un tipo de estos, con 72 novelas a las costillas, se le deben rendir todos los homenajes. Como decir, los cinco Doctor Honoris Causa que recibió. El pesar que me queda es que nunca pude llevarlo a Barbosa, porque en los encuentros de escritores que inventaba todos los años, nunca nadie me respaldó. 

lunes, 23 de mayo de 2016

¿Castigo para quienes quieren la paz?

Por: Bernardo Socha Acosta
La incertidumbre de muchos colombianos  que  veíamos cómo desde varios  espacios de las instituciones colombianas se ataca el proyecto de paz  sin que saliera nadie con poder decisivo a defenderlo, diferente al propio gobierno y al 95% de colombianos rasos, parece que encontramos luces que  ayudaran a tranquilizar la esperanza de encontrar a un país  muy pronto con ese preciado don como es la posibilidad de ejercer tanto el deber como el derecho a la paz.
Para quienes tenemos muy presente el mandato de la Constitución, consignado en el artículo 22  que dice: ‘La Paz es un   derecho y un deber  de obligatorio cumplimiento’, nos sorprendió cuando escuchamos que la procuraduría general de la nación  amenazó con abrirle procesos disciplinarios a los funcionarios que le hicieran campaña a la paz, sin  que otra institución diferente al propio presidente de la republica  saliera en defensa de ese bien tan anhelado como es la paz. Pero por fortuna todavía quedan instituciones de control  que obran bajo los postulados legales.  Se trata de la Fiscal general, que a través del titular  (e)  Jorge Fernando Perdomo hizo un duro pronunciamiento contra estas amenazas. Leer aquí
Es que leer estadísticas que demuestran que la guerra en Colombia, en los últimos 50 años ha dejado como saldo mínimo a cerca de cinco millones de desplazados; miles de desaparecidos; pequeñas poblaciones arrasadas por la guerrilla y por los   paramilitares, y billones de pesos perdidos en voladuras de puentes y vías carreteables, oleoductos y demás infraestructura del país, no es para menos que los colombianos de bien anhelen un verdadero cambio de vida.
Los colombianos de bien saben que una paz no se logra con el poder de los fusiles, las ametralladoras y los bombardeos, como está ocurriendo en otros países, y que algunos ensañados en la guerra, quieren imitar en Colombia, a pesar de estar esquilmado al estado desde posiciones privilegiadas.  Entonces, por qué no ayudar a que la tranquilidad del país se logre con  acuerdos  negociados como lo pretende hacer el actual gobierno.     
Y es que esas expectativas de paz  se ven fortalecidas cuando encontramos  reflexiones tan positivas y verdaderas como las del  sacerdote Francisco de Roux  cuando dice que lo que está en juego en Colombia no es el futuro del presidente Santos, ni el futuro político de Uribe,… sino la posibilidad de que podamos vivir  como seres humanos.
Y estas reflexiones nos llevan a pensar que, entonces quienes se aferran a que siga la guerra en Colombia, ni sienten el compromiso de humanos, o tampoco consideran que viven con seres semejantes.

Pero todavía queda algo más para reflexionar. Dicen los entendidos que la convocatoria que hace un sector político, de la llamada resistencia civil contra la paz, es una actitud de graves consecuencias, porque de un movimiento de esta naturaleza, no está lejos una guerra civil.  Y, quiénes la están promoviendo.   

domingo, 15 de mayo de 2016

Qué pasa en Macondo

             Trafugario
                       Escribe: José Óscar Fajardo 
Supongate Marco Tulio (expresión popular) que por ley de igualación algebraica, en este caso el Instituto Municipal de Cultura de Bucaramanga, es igual Macondo. Entonces ¿qué pasa en Macondo? Yo no creo que lo que pasa es que al coronel Aureliano Buendía, en este caso la máxima cabeza, el nombrado y actual director, no tiene quién le escriba definitivamente. Porque es que ya van cinco meses que empezó el nuevo gobierno y lo que es el IMCT, está como los carros viejos y destartalados que ya ni empujándolos prenden. Sería muy atrevido yo al siquiera tratar de insinuar que mi muy respetado historiador, la máxima cabeza, no es el personaje idóneo para poner a funcionar el destartalado carromato que hoy es el IMCT. Sería yo muy atrevido. Pero también es cierto que, el destartalado carromato, desde el punto de vista científico y dialéctico materialista, en realidad no funciona por ningún lado. Entonces reitero muy interrogación, ¿qué pasa en Macondo? ¿Dónde están Ursula Iguarán, Mauricio Babilonia o el Gitano Melquiades, personajes imaginarios  pero que yo estoy seguro, ponen a funcionar toda la maquinaria de Macondo? Alguien me comentó, Javierito Félix, mejor dicho, bardo prolífico y prolijo en opiniones, que nuestro respetable amigo, la máxima cabeza, no estaba en condiciones de salud de poner a funcionar a Macondo y eso me parece lamentable. Claro porque eso es muy lamentable. Pero entonces, ¿dónde carajos está la enorme pléyade de poetas, escritores, pintores, filósofos y promotores del arte, con títulos universitarios, que han sido profesores universitarios, que tiene toda la experiencia y sabiduría para dirigir los destinos del IMCT, que no los nombran y ni siquiera los mencionan?. Artistas con obra y trabajo en las diferentes manifestaciones artísticas, de gran calidad y publicadas, que están hoy sumidos en el más ignominioso ostracismo cuando debieran estar depositando esa sabiduría y esa herencia cultural en los muchachos de hoy. Cómo será la soledad y la dejación en Macondo, dígase IMCT de Bucaramanga, que muchos cultores de arte y muchos artistas me llaman a diario dizque para que yo lance un SOS a través de mis columnas a ver si algo se puede remediar, y yo claro que aquí me tienen combatiendo. Lo digo en términos artísticos y culturales porque si no, ahí sí que nos metemos en una vacaloca para acabar de completar. A veces me pregunto, ¿será que los escritores, poetas y demás cultivadores de las Bellas Artes, estamos condenados en Bucaramanga, claro que en el resto del país también,  a vivir cien años de soledad?  O en el peor de los casos, ¿a morirnos en el más oprobioso desencanto  y en el más despiadado ostracismo? Otra cosa que también debemos cuestionarnos, además con vehemencia, es, qué pasará con la industria de la Cultura y sus componentes aledaños. Con los grupos de danza y de teatro. Con los promotores, guionistas y directores de cine y televisión.  Y lo que más nos preocupa a los que sí producimos Bellas Artes todos los días de nuestras descachimbadas vidas, es que, a la final, dios no lo quiera, siguen beneficiándose los abejones, los avivatos  y los tramposos del Arte. Los predadores, negociadores y demás desvalijadores del Arte. Yo no soy Werner Von Brawn, ni Stephen Hawking, ni mucho menos un ingeniero de la Nasa, pero mi cerebro y el de todos los artistas, sí alcanzamos a captar que la cultura artística en Bucaramanga, y por qué no en el Departamento, es hoy un dinosaurio en vías de extinción. Afortunadamente tenemos un alcalde culto y un gobernador preparado que entienden ambos el valor del Arte en el proceso de paz.   

viernes, 13 de mayo de 2016

El pulso de las alianzas políticas

La disolución de la Unidad Nacional
Por León Valencia (Tomado de SEMANA)
El látigo de Serpa sobre el vicepresidente no puede ser un asunto de cuotas. Porque los liberales aventajan de lejos a los de cambio en el gobierno
León Valencia
Dijo el presidente Santos, en una entrevista a Caracol Radio, que “La Unidad Nacional evoluciona hacia una coalición por la paz”. La frase es bonita. Pero la realidad es más pedestre, más mundana y vulgar. La Unidad Nacional se rompió, se disolvió. Horacio Serpa, codirector del Partido Liberal, aseguró que no le interesaba permanecer en esa coalición; Carlos Fernando Galán, senador de Cambio Radical, ha planteado que su partido no se siente comprometido con la Unidad; y Armando Benedetti, del Partido de la U, ha manifestado que la alianza está haciendo agua por todos los lados.
Los tres partidos están en un pulso para conservar o aumentar su presencia en el gabinete y en los puestos de mando del Estado. Ven que Santos está en su peor momento en las encuestas y le quieren cobrar, cada uno por su lado, muy caro su respaldo. Se están preparando además para afrontar la campaña electoral de 2018 y mueven todas las fichas para quedar en punta de carrera.
Germán Vargas Lleras está en el centro del litigio. Serpa dice con persistencia que Vargas Lleras debería renunciar para dedicarse a la campaña por la Presidencia. Supone que este es el candidato in pectore de Santos. No es descabellada la conjetura. Entre Santos y Vargas Lleras tiene que haber un compromiso, quizás tácito, quizás explícito, en ese sentido. No hay que olvidar que en la campaña pasada, en la difícil disputa con el uribismo, hubo momentos en que Vargas Lleras tenía mayor figuración que Santos en las encuestas, sin embargo, prefirió optar por la Vicepresidencia en vez de hacer rancho aparte y lanzar su propia candidatura.

En todo caso, el látigo de Serpa sobre el vicepresidente no puede ser porque advierte un gran desequilibrio entre lo que le dan a Cambio Radical y lo que le dan al liberalismo.  Leer más

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