Por: Mauricio Trujillo Uribe
Miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Polo
25 de septiembre de 2009
Llegar a la primera vuelta de las elecciones presidenciales de mayo de 2010 con una amplia alianza conformada en lo fundamental por el Polo y el centro político del país, tiene plena justificación en el actual panorama de Colombia.
En primer lugar, Uribe Vélez cuenta con amplio respaldo electoral, sus aliados de todos los bornes y su maquinaria clientelista y mediática cumplen su papel. Si los partidos que se oponen a sus propósitos de perpetuarse en el poder y de desmontar la Constitución del 91, van cada uno por su lado a la primera vuelta, simplemente le abrirían al uribismo la posibilidad de obtener más del 50% de los votos, con lo cual no habría segunda vuelta.
Por el contrario, si conformamos una amplia alianza desde la primera vuelta, suscitaríamos un gran entusiasmo en la opinión pública y un apoyo decisivo para que esta alianza llegue a la segunda vuelta con opción de poder o, al menos, de alcanzar un resultado de peso para lo que se viene en el período 2010-2014.
En segundo lugar, si pretendemos que esta alianza trascienda lo electoral, no cabe dejarla para última hora, o sea, sólo para después de la primera vuelta, como lo plantea el sector del Polo que lidera Carlos Gaviria. Dicha alianza requiere construir relaciones de confianza, negociar un programa común, delinear acuerdos de co-gobierno y establecer garantías. El tiempo entre la primera y la segunda vuelta no sería suficiente. Posponer la alianza para la segunda vuelta, si la hubiese, nos abocaría en los hechos más a una política de adhesión que a una política de coalición.
El candidato del Polo que salga elegido en la consulta ciudadana del domingo 27 de septiembre de 2009, deberá entonces empeñarse en sacar adelante una alianza nacional, democrática y progresista, para las próximas elecciones presidenciales, desde la primera vuelta. El Polo puede darse cita con Opción Centro, el Partido Liberal, el sector de Fajardo y otras fuerzas políticas y sociales.
Esa es la estrategia política que creemos la más acertada para defender la Democracia y el Estado Social de Derecho, y la más adecuada para el avance del Polo como alternativa de izquierda moderna. Esa es la visión que lidera Gustavo Petro, razón por la que votaremos por él este próximo domingo. Volver a Inicio >
Miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Polo
25 de septiembre de 2009
Llegar a la primera vuelta de las elecciones presidenciales de mayo de 2010 con una amplia alianza conformada en lo fundamental por el Polo y el centro político del país, tiene plena justificación en el actual panorama de Colombia.
En primer lugar, Uribe Vélez cuenta con amplio respaldo electoral, sus aliados de todos los bornes y su maquinaria clientelista y mediática cumplen su papel. Si los partidos que se oponen a sus propósitos de perpetuarse en el poder y de desmontar la Constitución del 91, van cada uno por su lado a la primera vuelta, simplemente le abrirían al uribismo la posibilidad de obtener más del 50% de los votos, con lo cual no habría segunda vuelta.
Por el contrario, si conformamos una amplia alianza desde la primera vuelta, suscitaríamos un gran entusiasmo en la opinión pública y un apoyo decisivo para que esta alianza llegue a la segunda vuelta con opción de poder o, al menos, de alcanzar un resultado de peso para lo que se viene en el período 2010-2014.
En segundo lugar, si pretendemos que esta alianza trascienda lo electoral, no cabe dejarla para última hora, o sea, sólo para después de la primera vuelta, como lo plantea el sector del Polo que lidera Carlos Gaviria. Dicha alianza requiere construir relaciones de confianza, negociar un programa común, delinear acuerdos de co-gobierno y establecer garantías. El tiempo entre la primera y la segunda vuelta no sería suficiente. Posponer la alianza para la segunda vuelta, si la hubiese, nos abocaría en los hechos más a una política de adhesión que a una política de coalición.
El candidato del Polo que salga elegido en la consulta ciudadana del domingo 27 de septiembre de 2009, deberá entonces empeñarse en sacar adelante una alianza nacional, democrática y progresista, para las próximas elecciones presidenciales, desde la primera vuelta. El Polo puede darse cita con Opción Centro, el Partido Liberal, el sector de Fajardo y otras fuerzas políticas y sociales.
Esa es la estrategia política que creemos la más acertada para defender la Democracia y el Estado Social de Derecho, y la más adecuada para el avance del Polo como alternativa de izquierda moderna. Esa es la visión que lidera Gustavo Petro, razón por la que votaremos por él este próximo domingo. Volver a Inicio >