sábado, 25 de noviembre de 2023

Los peligros que suscita el derrotado progresismo

Mario González Vargas
Las elecciones presidenciales en Argentina reflejaron el deterioro del progresismo en las Américas y abrieron espacio para un nuevo proceso de reingeniería y fortalecimiento de los regímenes democráticos en el hemisferio. No podía escapar el progresismo a la merecida sanción popular de haber logrado lo impensado: la asombrosa e irrepetible hazaña de retrotraer un país del primer al tercer mundo de la mano del populismo peronista y de la versión progresista del “kischnerismo”. Culmina así un proceso de desencanto popular con una visión que se quiso redentora, pero que naufragó por razón de la utopía de la “deconstrucción creativa” con la que buscó asentarse indefinidamente en el poder a costa de las libertades ciudadanas.

Las manifestaciones de felicitación, con naturales diferencias en sus acentos de quienes anhelaban la victoria de Javier Milei y de los que expresaron su apoyo al candidato progresista, corresponden a una usanza diplomática comúnmente aceptada de la que se apartaron la segunda vicepresidenta del gobierno español, Yolanda Díaz, Petro y Maduro, todavía anclados en la defensa de la fallida utopía que se ha tornado en amenaza a las más elementales libertades ciudadanas. Petro debe aprender que sus irritadas reacciones dejan huella que difícilmente se borran con posteriores y obligadas enmiendas, que se prestan además para burlas que afectan la dignidad que debe distinguir al presidente de Colombia.

Todo ello no debe afectar la necesaria atención al cambio de alianzas que adelanta Petro en el escenario internacional y que se evidenciaron nuevamente en su visita a Nicolás Maduro en gesto que ratifica su mutua cercanía. Esa actitud no deja de tener alcances de solidaridad con el sátrapa venezolano que busca realizar las elecciones presidenciales que se avecinan sin plenas garantías para la oposición y su candidata a la presidencia.

Simultáneamente, un nuevo escenario de tensión geopolítica empieza a gestarse en el hemisferio por cuenta del gobierno venezolano que procura explicar sus movimientos militares en la frontera con Guyana con la absurda acusación al presidente de ese pequeño y pacífico país de “tocar tambores de guerra que amenazan la paz de la América latina y el Caribe”. La existencia de importantes yacimientos petroleros en el Esequibo induce al sátrapa a propugnar por la reconquista de esos territorios que considera como venezolanos, a pesar de haber perdido sus reclamaciones ante la Corte Internacional de Justicia. Para tal efecto, el gobierno de Maduro, con la finalidad de escalar el conflicto, ha convocado un referendo consultivo este 3 de diciembre sobre la incorporación de ese territorio a Venezuela, y ha multiplicado los ejercicios militares en la frontera con Guyana. ¿Ha sido este un tema en las conversaciones con Gustavo Petro, ahora que se habla de acuerdos entre Ecopetrol y Pdvsa? La escalada de tensiones podría comprometer a potencias extra continentales que ya tienen presencia en Venezuela, como Rusia, China e Irán, y sumar potenciales aliados. Petro parece uno de ellos, buscando alinear a Colombia en detrimento de sus intereses estratégicos, siempre ligados a la soberanía nacional y a la paz y seguridad hemisféricas. Esta debe ser la más perspicaz preocupación de los colombianos.

jueves, 23 de noviembre de 2023

Colombia en la incertidumbre por las acciones políticas


Por: Bernardo Socha Acosta
Los colombianos no tenemos para que seguir pensando ingenuamente en que los conflictos de la violencia pueden cesar por más intentos de un grupo negociador por lograr la paz.

Es que es absolutamente ridículo pensar que quienes optaron por la rebeldía, vayan a retroceder ante los abiertos desafíos y actitudes de provocación que están haciéndole al pueblo los que se denominan mayorías y se precian de tener la verdad, en el congreso de la república.

Esos políticos que han manipulado y degradado la rama del poder legislativo y de paso han contaminado los demás entes de los poderes públicos, no asisten a las cámaras alta y baja, sino a fijar posiciones radicales, no pensando en las necesidades del pueblo, sino movidos por la avara urgencia de satisfacer sus propios intereses.

Ellos mismos se encargan de utilizar hábilmente la mentira y los medios de comunicación para engañar al pueblo y muchas veces ponerlo en contra de quienes quieren hacer las cosas bien para llevarle un alivio a quienes lo necesitan.

Definitivamente el futuro de Colombia es incierto, como lo afirmó recientemente el Centro Nacional de Consultoría -CNC- en un estudio en el que los encuestados no creen en absoluto en la clase política y por ende del Congreso de la república.

El estudio del CNC reveló la urgente necesidad de convocar las asambleas ciudadanas en todo el país, como metodología innovadora de deliberación para llevar propuesta al estado en soluciones a las dificultades que afectan a las comunidades. Ese clamor lo tiene el 73.9% de los consultados.

Y en nuestro concepto, eso indica, ni más ni menos, que el pueblo ya desconoce la importancia del Congreso de la república, porque con sus equivocados actos se ha ganado la mayor desconfianza que ente alguno haya recibido. Uno de los ejemplos más claros del monopolio y dominio que tienen los grupos políticos quedó demostrado en las reunión que uno de los expresidentes de Colombia -conocido por los cuestionamientos- presidió con sus congresistas, y los representantes del gobierno, reunión en la que llevaron la FEROZ aplanadora para defender la vieja ley que lleva más de 30 años encasillando la salud de los colombianos, y orientando los recursos económicos en favor unos pocos, mientras la mayoría tiene que mendigar en las puertas de los hospitales y muchos de ellos morir por falta de atención. 

Por eso y muchos más es que la paz estará cada vez más lejos y el predominio de la violencia estará cada vez más cerca, porque los insumos de la guerra los traen los profanos de la política que se auto eligen dueños del país.

domingo, 19 de noviembre de 2023

¿Por qué Petro cambia las alianzas de Colombia?

Mario González Vargas
En quince meses de gestión del cambio ofrecido por Gustavo Petro no hemos experimentado sino despropósitos, improvisaciones y caprichos que tienen en vilo a la nación, generan angustia y parecen más una apuesta por una conflictividad doméstica e internacional que comprometen nuestro futuro. No han sido suficientes las advertencias de la mayoría de los sectores de la ciudadanía, ni su concreción en el rechazo manifestado el 29 de octubre, para disuadirlo de su afán destructivo, de la energúmena relación con sus críticos, ni del tozudo empeño de enclaustrarnos en concepciones políticas prescritas por sus rotundos fracasos en décadas pasadas.

Estrechar relaciones con la Venezuela de Maduro y la Cuba de los Castros, lo acercan hoy a la Nicaragua de Ortega, con implicaciones para la integridad del mar colombiano y la defensa de nuestros derechos de pesca, y lo mueven a acercamientos sin retorno con los regímenes dictatoriales, en un escenario internacional convulso e incierto que, valiéndose del conflicto desatado por el terrorismo de Hamás contra la existencia de Israel, amenaza la paz orbital y la supervivencia de los regímenes democráticos.

Con el falaz argumento de que “los países progresistas deben luchar por preservar el derecho internacional humanitario para impedir que la barbarie se expanda en el mundo”, Petro se acerca a la causa de la extinción de Israel y busca sumarse al nuevo orden mundial que propugnan China y Rusia, con la desmesurada pretensión de liderar y sumar un eventual contingente de estados latinoamericanos, delirios ajenos a la razón y a los intereses nacionales y de las naciones concernidas.

Ello explica la reciente manifestación de abstenerse de comprar armas a países que votaron en las Naciones Unidas en contra del cese al fuego en Gaza, o se abstuvieron de hacerlo. Sorprendente e inusual conducta como que, de ellos, Estados Unidos e Israel, nuestros principales proveedores de sistemas, armas y equipos de nuestras Fuerzas Armadas, votaron negativamente, y mantenemos en la lista de adquisiciones a Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia y Países Bajos que optaron por la abstención. De hacer realidad las palabras de Petro, nuestros proveedores serían Rusia, China, Irán, Corea del Norte y Turquía, con evidente detrimento de nuestros intereses e inconveniente dependencia política, porque supone cambios sustanciales en doctrina, alianzas y realidades geopolíticas, que no resultan compatibles con nuestra condición de socio global del Tratado de la Otan y afectarían significativamente la política antinarcóticos, las acciones antiterroristas, el manejo del orden público y la contención y desmovilización de las organizaciones criminales en armas, indispensables para la seguridad nacional.

Pero todas estas evidencias pueden ser ignoradas por Petro, si su verdadero objetivo es el de eternizarse en el poder, como lo han hecho sus eventuales nuevos socios, objetivo al que parece no haber renunciado valido de la incredulidad de muchos de los sectores de la vida nacional, que se niegan a reconocer los peligros que han culminado en el sometimiento de pueblos hermanos, en tiempos y escenarios no tan propicios como los que ahora experimentamos. La historia nos enseña que son experiencias de improbable o tardío retorno, pero de daños profundos y hasta hoy irredimibles.

domingo, 12 de noviembre de 2023

Los detrimentos de la Paz Total

Mario González Vargas
Es tan consustancial la improvisación al gobierno de Petro que, hasta su iniciativa predilecta, la paz total, no escapa a esa deficiencia que parece congénita a un gobierno sin rumbo, y constituye la impronta de su incapacidad para confrontar a las organizaciones armadas ilegales, supuestamente comprometidas en negociaciones y ceses del fuego. Lo acontecido en el Plateado y el secuestro del padre de Luis Díaz evidencian la sumisión del gobierno a los caprichos y voluntad del Emc y del Eln, que se tejió en una sucesión de actos hostiles, violentos y repetitivos durante la vigencia de ceses al fuego que, a todas luces, parecen obligar solamente a la Fuerza Pública. Así lo señala el informe de la MAPP/OEA que registra que los grupos armados “afianzaron su presencia y, en algunos casos, expandieron su control, generando desplazamientos, confinamientos, amenazas, homicidios, masacres, secuestros, y extorsiones en departamentos como Antioquia, Arauca, Cauca, Caquetá, Chocó, Meta, Nariño, Norte de Santander, Valle del Cauca y Putumayo.”

Mientras las organizaciones criminales se fortalecen, el gobierno se debilita con el creciente escepticismo ciudadano y experimenta deserciones en sus propios apoyos, como se evidencia en cartas y quejas de destacadas figuras de la izquierda y con los debates que miembros de la coalición de gobierno han venido adelantado contra el Comisionado de Paz, con los que han cuestionado el estatus político concedido al Emc, y que acentúan las sospechas de su incompetencia en el ejercicio de sus funciones.

Los avatares que han rodeado la intervención y penoso retiro de la Fuerza Pública del corregimiento del Plateado en el municipio de Argelia y las revelaciones que se han conocido sobre el secuestro del padre de Luis Díaz por el Eln, no solo evidencian la debilidad del gobierno frente a sus supuestos interlocutores en presumidas negociaciones de paz, sino también despiertan interrogantes que exigen respuestas.

En el caso de la mesa de negociación con el Emc, la suspensión unilateral de los diálogos es evidente prueba de su primacía en las tratativas, que ellos reanudarán a su antojo, una vez sean complacidos por el gobierno. La imbecilidad del secuestro del señor Díaz y la lentitud en confirmar el plagio y sus autores por parte del gobierno, sembró desconcierto y rumores de supuestos pagos a las arcas del Eln, que explicarían la tardanza de su liberación y el desparpajo de los elenos en la comisión de delitos de lesa humanidad, que por cierto obliga a la liberación de todos los que permanecen secuestrados como condición inamovible para reanudar el dialogo Insistir el Eln en su descarada justificación del secuestro como medio de financiación de una organización que combate y delinque en procura de los réditos del narcotráfico es inaceptable, y no autoriza los ceses del fuego concedidos en virtud de una condición política que ya no los caracterizaría, que tampoco es propia del Emc y del Clan del Golfo, y debe ser combatida sin descanso, El resultado de las elecciones regionales debe ser entendido antes de que la ceguera ideológica y la violencia nos arrebaten nuestro futuro como nación.

domingo, 5 de noviembre de 2023

¿Querrá Petro cumplir el mandato ciudadano?

Mario González Vargas
En las elecciones regionales el gobierno cosechó lo que sembró durante el primer año de gobierno. Creyéndose Cesar, puso intempestivamente fin a la coalición que había logrado construir con partidos que se habían plegado a acompañarlo en su tarea de gobierno para sustituirlos con la incorporación exclusiva de activistas del Pacto histórico. Con ministros bisoños, la formulación de las políticas, la incapacidad de estructurar los proyectos prioritarios y la pobre ejecución presupuestal resultante, afectaron la credibilidad del gobierno y menguaron el apoyo ciudadano. Todo ello se tradujo en el progresivo estancamiento de la economía y en la consiguiente crisis de varios sectores, especialmente los de la construcción, la industria manufacturera y el comercio.

A ello se sumaron los escándalos que afectan a su hijo, su hermano y a los más cercanos colaboradores, ligados además a sombras inquietantes sobre la financiación de su campaña presidencial que están aún por aclararse. Su bandera de la paz total solo logró acrecentar la inseguridad que venía rampante y consolidar el dominio territorial del Eln, el Emc de Mordisco y el Clan del Golfo, sin que ceses del fuego improvisados y siempre quebrantados, pudiesen cumplirse, aún en las circunstancias de una Fuerza Publica, menguada, castigada por la decapitación de sus altos mandos y confinada en sus cuarteles.

El ideologismo se apoderó del gobierno en lo doméstico y en las relaciones internacionales, sembrando animosidad cercana al odio entre los colombianos y asumiendo actitud pendenciera con algunos gobiernos del continente, y alineamientos en el escenario internacional que responden más a solidaridades ideológicas que a las conveniencias del país en el agitado escenario del mundo de hoy.

El presidente debe entender que los resultados de las elecciones imprimen una nueva dinámica a la política nacional que no puede tramitarse con mayor polarización porque derrumbaría la ya inestable gobernabilidad del presidente y su equipo. Sus primeras manifestaciones de dialogo fueron recibidas con interés por partidos y ciudadanía. Pero, días después decidió proponerle a su bancada trabajar en la construcción de un Frente Amplio que ha sido siempre denominación para caracterizar la unidad exclusiva de las tendencias de izquierda, que no tendría efecto distinto a la de encumbrar la ideología al manejo del estado y a las relaciones de la política, cuando tiene la posibilidad de construir consensos que permitan la aprobación de reformas que el país necesita.

La carta de Alejandro Char dirigida al presidente en búsqueda de apoyo para desarrollar una transición energética sostenible es clara indicación del ánimo de los gobernantes elegidos el 29 de octubre que el presidente debería priorizar para imprimir nuevo impulso a su gestión y responder mejor al mandato ciudadano. El reto de los nuevos mandatarios será el de satisfacer las esperanzas ciudadanas que debe ser también compartido por el huésped de la Casa de Nariño.

El escenario político que se deriva de las elecciones regionales debe materializarse en acuerdos que procuren reformas concertadas, alcanzar la paz que nos ha sido tan esquiva y estimular el desarrollo económico y social del país. ¿Será el cambio posible?

NB. La ignominia del Eln debe tener consecuencias.

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