sábado, 30 de abril de 2022

Enseñanzas del programa ‘el país de los jóvenes’

Por: Bernardo Socha Acosta
Los universitarios y candidatos presidenciales que participaron en 4 horas del programa ‘el país de los jóvenes’ dejaron al descubierto una grave grieta por la que Colombia se está desquebrajando paulatinamente, pero cada cuatrienio con más velocidad, y si no hay un freno a ese fenómeno o causas, las consecuencias irremediablemente serán catastróficas.

El preámbulo o campanazo de esa catástrofe la experimentamos hace un año con el llamado estallido social y nadie puede imaginarse lo que podría sobrevenir en el futuro, si no hay una solución a la vista.

Sin querer hacer el papel de las aves de mal agüero, lo que nos demostró el programa, ‘el país de los jóvenes’ de la cadena Caracol tv, nos deja al descubierto el despeñadero al que se precipita Colombia, si no hay medidas a tiempo.  

Esas medidas están en manos de los colombianos y el gobierno que sea elegido el próximo 29 de mayo. Y si no reaccionamos por nuestro bienestar y el futuro de las nuevas generaciones, tendremos otros cuatro años perdidos y el país avanzando hacia el desastre in-imaginado.

Acabamos de conocer cifras escalofriantes de cómo nuestro país se precipita hacia el naufragio, porque cada presidente lo que le interesa es salvar su gestión para tratar de llevar a sus fichas CAMUFLADAS nuevamente al poder del siguiente cuatrienio, mientras la sociedad y Colombia se debaten en una tragedia.

Quienes seguimos con atención el programa ‘El país de los jóvenes’, pudimos conocer la preocupación de ejemplares estudiantes universitarios que piensan en su futuro, y de paso conocimos datos conmovedores entregados por los candidatos presidenciales, para responder a los sentidos interrogantes de los estudiantes.

En este programa de 4 horas de análisis se dedujo que, de los cuatro candidatos que intervinieron (los más posibles elegibles) la realidad es que no hay sino 2 que tienen realmente peso idóneo de conocimientos claros de la problemática nacional. Los otros participantes (candidatos) demostraron fragilidad e inseguridad en las respuestas formuladas por los estudiantes. Hay candidatos que no tiene sino el apoyo del retrovisor para lanzar toda clase de improperios contra sus rivales. Tienen publicidad que no producen atracción, sino asco.

Esos candidatos que tienen claro, qué se podría hacer como jefes de estado, son Rodolfo Hernández y Gustavo Petro quienes tienen una real concepción de las amenazas que tiene el país y sus perspectivas, sobre las posibles alternativas para gobernar en pro de una sociedad vulnerada por los malos gobiernos. Son dos candidatos con ideologías distintas y hasta opuestas, pero con objetivos comunes que son los salvavidas que podrían comenzar a enderezar la inclinación que lleva Colombia hacia el irremediable abismo.  

La afirmación que hizo el ingeniero Rodolfo Hernández, en el sentido de que Colombia no necesita exprimir más a los contribuyentes con impuestos, sino ponerle freno al descarado robo de los dineros públicos, evidencia la realidad de ese flagelo que tiene en la pobreza a Colombia y la respuesta que reclaman los ciudadanos, pidiendo que no haya más cascadas de impuestos. Al respecto afirmó Rodolfo Hernández, que los politiqueros se roban anualmente el equivalente a SIETE REFORMAS TRIBUTARIAS y que Colombia se precipita al despeñadero, no por falta de plata, sino porque está gobernado por ladrones, que no saben administrar.

Y las afirmaciones del candidato parecen temerarias, pero investigamos para ver qué datos tienen los entes de control sobre el particular y encontramos que la Contraloría general confirma que los corruptos se apoderan cada año en Colombia, de $50 BILLONES, sería una cifra baja, pero tiene razón el candidato.

Otra coincidencia que tiene el candidato Rodolfo Hernández con Gustavo Petro, se relaciona con la necesidad urgente de abordar la transición energética, abandonando paulatinamente las fuentes fósiles (petróleo), para pasar  a la energía solar o eólica, si no queremos que la contaminación acabe por destruir los pocos recursos naturales que nos quedan.

Finalmente nos resta decir que las soluciones están en manos de los colombianos el 29 de mayo, cuando elijamos nuevo gobernante.

(bersoa@hotmail.com)

Petro y Francia y el odio en la política

Mario González Vargas
Gustavo Petro terminó colonizado por Francia Márquez, su candidata a la vicepresidencia. Sus últimas intervenciones indican su adhesión al wokismo con el que se pretende imponer un totalitarismo de Estado que, al tiempo que apunta a la deconstrucción de tradiciones e instituciones, se abroga la potestad de definir la verdad para el conglomerado social. La calificación arbitraria de grupos sociales como agresores y opresores, imprime a la política agresividad y un carácter punitivo que induce a una perniciosa lucha de identidades, amén de estigmatizar el desacuerdo con visiones racialistas y sexistas, e imponer una inquisición permanente que excluya al disidente del acceso a la institucionalidad y lo condene al silencio. Es un sistema que ignora la compasión para protegerse de eventuales y futuras derrotas. Cercena las libertades, sanciona la crítica y dogmatiza el pensamiento, sometiéndolos a la verdad oficial. Constituye la versión contemporánea del totalitarismo.

El wokismo es un reto también en otras latitudes, pero entre nosotros se ha valido del espíritu parroquial que nos ha caracterizado como sociedad y que nos mantiene en una burbuja que nos aísla e inexplicable en un mundo hiperconectado en tiempo real. Ello ha permitido un contagio selectivo en el escenario político, su avance imperceptible en los claustros universitarios y en los medios de comunicación, que han facilitado su difusión en narrativas de aparente inocencia para consumo de la opinión pública. Hoy, hace parte de los contenidos del pensamiento político correcto y es materia prima para el ascenso de proyectos totalitarios que se observan en el mundo occidental a pesar de ser el principal cultor del régimen democrático. Ello explica entre nosotros la paradoja de que el racialismo, pueda pregonarse en una sociedad caracterizada por la mayoría prevalente del mestizaje entre las distintas razas que conviven en su seno.

El wokismo constituye la expresión política de la escuela de la deconstrucción, elaborada por filósofos franceses en el siglo pasado, que encuentra naturalmente en el cultivo y expresión del odio la mejor herramienta para la consecución de sus objetivos sociales y políticos. Así lo entiende Francia Márquez y así lo practica Gustavo Petro, con la desmesura que se requiere para sepultar los valores esenciales de la civilización que pretenden suplantar. Ello explica sus invectivas, descalificaciones y estigmatizaciones, dirigidas a las instituciones que pretenden arrasar y a sus defensores, que incrementarán sin descanso cobijados por el desasosiego ciudadano y la impunidad que han sabido fraguar en Cortes nacionales e internacionales. La patria les incomoda porque les es ajena. Su meta es un mundo subyugado por sus ansias de poder, en el que se materialicen los privilegios de sus apóstoles que, pretendiendo priorizar la vida, entronizarán la muerte como instrumento de gestión social y política. Curiosa manera de alcanzar la igualdad. Es una experiencia que otros en el continente ya están sufriendo y que estamos a punto de padecer. Los colombianos nos jugamos el destino el 29 de mayo y el 19 de junio, y de nosotros depende que la noche más oscura anuncie siempre el nuevo amanecer.

miércoles, 27 de abril de 2022

El desespero de un jefe político por salvar su partido

Por: Bernardo Socha Acosta
Las luchas liberales por devolverle al pueblo colombiano los derechos imprescriptibles que habían arrebatado sus opositores por el afán de dominio y poder, quedaron este 26 de abril sepultadas con la decisión del llamado jefe del partido, de adherir a un movimiento en extinción para, seguramente sobrevivir.

Las luchas y buenas intenciones de esos patriarcas del partido, entre ellos de los más recientes, Rafael Uribe y Alfonso López Pumarejo quedaron sepultados para el liberalismo.

Pero afortunadamente que dentro de ese partido hay todavía verdaderos dirigentes con mentes abiertas y progresistas que no se dejan llevar como sumisos ejemplares al matadero, sino que se independizan y no se arrodillan, demostrando la verdadera filosofía liberal para velar por sus simpatizantes.

Hoy el llamado jefe del liberalismo quedó reducido y absorto por un movimiento que va en retroceso por sus mismas acciones equivocadas del pasado, de sus jerarcas, pero que, en una de sus “jagaditas”, puso de estandarte a un dirigente que al parecer se avergonzó de presentar su nombre de pila a consideración del pueblo y propaga sus propuestas bajo seudónimo. Eso no está muy claro y no es sino retornar a los actos de corrupción que tienen a  Colombia en la ruina.  Que tristeza a donde se quiere hacer llevar a un país y a su pueblo solo por el apetito de poder, o por el desespero equivocado de salvar un partido. Por eso y muchas cosas más el pueblo está ,asqueado de esos políticos. 

Con razón hoy tras hacer un sondeo con algunos cuidadnos que han militado en el liberalismo, no dudaron en rechazar la actitud del que pensaban –equivocados- que era un verdadero jefe del partido y no dudaron en señalar    que serán independientes a la hora de sufragar el próximo domingo 29 de mayo, seguros de tomar la mejor decisión, pero no por el que piensa el señor que acaba de traicionar el partido.

En ese ambiente, el liberalismo se sumaría a la historia (si logran el poder aliado) de los viejos fracasos que han llevado a Colombia a la concentración del poder y de la riqueza, con unos efectos simbióticos que se sumarían a las amenazas de hambre que se pronostican por las imprevisiones estatales administrativas, agregadas a la reciente pandemia. Sería mortal…  

Si esa alianza que el jefe del MORIBUNDO partido liberal tiene los resultados que esperan, Colombia infortunadamente seguirá avanzando hacia el desastre y qué será de esta sociedad.

Seguramente  los colombianos no nos hemos detenido hasta el momento a pensar, qué sería de un país con las desastrosas políticas de unos “jefes” que se disputarían el poder y la habilidad de manejar sus marionetas.  Pero bueno, la confianza que nos queda, es que los colombianos ya hemos despertado y asumiremos la responsabilidad de elegir bien el 29 de mayo. Así sea. (bersoa@hotmail.com)

sábado, 23 de abril de 2022

Conjurar un desastre anunciado

Mario González Vargas
Un mes largo después del desastre de la Registraduría en el manejo de los procesos de votación, de preconteo y de escrutinio del 13 de marzo, se pretende convertir la debacle en comedia con epilogo que borre las huellas de incompetencia del registrador Vega y tranquilice una ciudadanía atribulada por un sentimiento de aguda desconfianza en el proceso electoral en curso. Nunca antes habíamos vivido una situación tan angustiosa, que ha impedido que al día de hoy conozcamos la composición del Congreso, todavía pendiente de escrutar más de un millón y medio de votos no registrados en el preconteo, perturbada por la inocua designación y capacitación de jurados, dificultada por los diseños imperfectos de los formularios que muestran los resultados, y oscurecida por los misterios que rodean la solvencia técnica de los softwares contratados para la escogencia de los jurados y la transmisión, contabilización y consolidación de la votación. Como no, entonces, considerar desvergonzada la aparición tardía del sigiloso registrador con un paquete de medidas principalmente cosméticas, que en nada corrigen la deficiente capacitación de nuevos jurados, ni aportan idoneidad y transparencia en la recolección, transmisión y consolidación de los resultados, porque son carencias irreversibles originadas en la monumental incompetencia del funcionario

Muchas voces han advertido los inmensos riesgos que amenazan la elección presidencial que podría verse cuestionada y deslegitimada en una espiral de violencia, azuzada por la inmensa desconfianza que suscita la figura de Alexander Vega desde los prolegómenos de su designación, y confirmada por sus silencios y errático desempeño. Se monta un repudiable tinglado de farsa que se crece ante el atónito silencio de los partidos políticos y de una institucionalidad que no se convence de la inutilidad de las medidas anunciadas por Vega y aparece indiferente ante la tragedia anunciada. Mal augurio para la democracia que no necesita sumar a la suspicacia creciente que ronda al registrador y su gestión, la impotencia de quienes tienen mandato de conservarla, perfeccionarla, e impedir el naufragio que asoma.

Petro, desde el primer debate entre candidatos presidenciales, convocado por Semana y El Tiempo, advirtió que no respetaría un fallo ciudadano que no le fuera favorable, considerándolo un desenlace fraudulento que sería resistido desde las calles en toda Colombia. Delineó una estrategia de deslegitimación del sistema electoral, ya perfilada desde el día de su derrota en junio de 2018, y que hoy incluye hasta la instrucción a sus testigos electorales de ordenar en las mesas de votación llenar todo con asteriscos, como lo confesó el propio Vega en reciente entrevista con RCN. Existen los serios motivos de reincidencia de las faltas disciplinarias del registrador que contempla el estatuto disciplinario para autorizar medida cautelar de suspensión por la Procuraduría, única herramienta preventiva disponible hoy por el ordenamiento jurídico para la recuperación de la confianza ciudadana en el resultado electoral. La procuradora tiene el conocimiento y el carácter para tomar esa decisión y garantizar credibilidad en la elección presidencial. La institucionalidad y los partidos deben secundarla. Es lo mínimo que se espera de todos ellos.

jueves, 21 de abril de 2022

El país de las maravillas… ‘patas arriba’

Por: Bernardo Socha Acosta
Colombia es un país que bien puede ganarse los mejores premios por el espíritu de resignación de sus habitantes, gracias a la politiquería que cada 4 años hechiza a las personas con capacidad de decidir para elijan a quienes luego se convierten en los más agrestes ejecutores de medidas impopulares de 50 millones de habitantes.

Cuando examinamos, que por ejemplo se aumenta el Impuesto del Valor Agregado –IVA- al 19% para bienes y servicios que adquirimos o compramos y que, fuera para los artículos suntuosos, estaría bien y sería aceptable, pero es hasta para los más elementales productos de la canasta familiar.  Que error y horror tener que pagar impuestos,  para poder comer lo básico y no morir de hambre. ¿Alcanzamos a dimensionar esta brutal acción, contra una sociedad que no tiene quién la defienda? Y gracias que no pasó el intento del IVA al 25% que pretendía imponer el mal recordado tal Carrasquilla y su complicidad presidencial.

Pero eso no es todo –óigase bien- la mayor parte de los recaudos del IVA, ($25 o $30 billones anuales) va a financiarle los impuestos a los altos capitales y es lo que a menudo escuchamos sobre las exenciones de impuestos. Y a propósito hay que reconocerle públicamente al candidato presidencial LUIS PEREZ que le ha abierto los ojos a los colombianos cuando dice que, si se eliminan las odiosas exenciones o privilegios a los grandes capitales, el IVA bien puede reducirse al 6% y aún con ese porcentaje se recaudan más ingresos para el erario, que con el 19% que buena parte lo destina el gobierno para regalándolo a los privilegiados para que no paguen lo que debiera hacer por impuestos.  

Pero si ajustamos más esta columna a la realidad de la expresión del titular, tenemos que reconocer que, sí es la realidad, que el país está ‘patas arriba’, porque pasan cosas tan absurdas y lógicas como las siguientes:

Un candidato presidencial modifica el nombre de pila, para presentarse al pueblo con otro nombre al parecer tras recibir algunos respaldos que no caerían muy bien a los electores. Y recordemos que el NOMBRE de una persona es una distinción jurídica y para el caso de querer representar a 50 millones de colombianos en el primer cargo de la nación, ese cambio no puede ser un juego de campaña. El nombre debe ser el que está en el REGISTRO CIVIL.

Y otra perla. Una investigación sobre la muerte del futbolista Freddy Rincón, revela después de varios días de espera, que, él iba conduciendo la camionera. Qué investigación fuera de la realidad, absurda y fuera de cualquier lógica, si se tienen en cuenta varios factores, como por ejemplo, donde recibió el golpe mortal en el cráneo que causó su deceso. Y sabemos que la peor herida fue por el lado derecho, según los partes médicos de la clínica, donde va el copiloto. Entonces cómo podría él ir conduciendo el vehículo. Y quién, o quiénes son esos ocupantes que abandonaron la camioneta luego del accidente, según las cámaras que registraron el percance. Según la investigación en la que mostraron otro video, se nota que fue en otro momento y no en el del accidente. Cómo es posible que se intente engañar a los colombianos y peor, a la familia.

Y hay otras perlas no menos importantes, por ejemplo, el Banco de la república sube las tasas de interés en forma extravagante y oprobiosa,  para limitar crediticiamente a los más pobres, y nadie dice nada.

Y, cómo se escapan de las cárceles los criminales y tampoco pasa nada.

Y algo lamentable y triste; en distintas ciudades ya ni las personas pueden salir de sus casas porque desgraciadamente son atracadas.

Y algo para Ripley; en un aeropuerto de la Costa Atlántica, llega un atrevido pasajero, sube a un avión que está a punto de salir y ocupa con violencia la silla que correspondía a un menor de una familia que había comprado sus pasajes y el atrevido e irrespetuoso pasajero sigue tan campante como si no pasara nada y no hay autoridad para hacer valer el respeto y derecho de los demás.

Es que las cosas que muestran a un país ‘patas arriba’ está también reflejado en, los delincuentes que quedan libres porque no son un peligro para la sociedad a pesar de haber atracado y asesinado a indefensas personas.

Y finalmente para no alargarnos más, los campesinos ya no pueden cultivar la tierra por los altos costos de los insumos y qué hace el gobierno.

Todos los días vemos muchas cosas más absurdas, que solo producen ira y tristeza de ver un país en decadencia por gracias de los políticos que nos han gobernado.

Esto es apenas un abrebocas de lo que pasa en Colombia, en un medio que para algunos es el país de las Maravillas y siguen alistándose para elegir a los mismos que hasta adoptan la jugadita que predicaba en un conocido senador para hacer las trampas en favor de su jefe.

bersoa@hotmail.com 

domingo, 17 de abril de 2022

Sepultar el “No todo Vale”

Mario González Vargas
En el 2010, Antanas Mockus, con premonitoria intuición enarboló la bandera del “no todo vale” como pedagogía ciudadana que garantizara unos estándares éticos y asegurara el voto ciudadano consciente, libre de toda presión indebida, de toda promesa aleatoria e incumplible, o de precio por el voto y culpable mercadería. Desgraciadamente, ese principio democrático se fue debilitando, dando paso a un tinglado en el que se convirtió al adversario en enemigo, a la emulación en odio, abatiendo las barreras protectoras de la civilidad en la competencia por el poder y ahuyentando la moral y la decencia de la contienda política. Sus efectos fueron desastrosos para la legitimidad de las instituciones que se vieron contagiadas de esa ola de podredumbre que hoy nos amenaza con prevalecer en detrimento de nuestras libertades.

No resulta extraño que hayamos transitado hacia la mentira como vehículo legítimo de búsqueda de soluciones aparentes para cautivar incautos o engañar al desprevenido ciudadano, más atareado en las dificultades de su diario vivir que en desentrañar verdades o mentiras en el carnaval de simulaciones y medias verdades en las que han convertido las campañas políticas. Petro es el aventajado en esos simulacros y en la construcción de escenarios y relatos fantasiosos que puedan impactar en medio de la desazón que vivimos. A la conversión de las pensiones en dineros públicos, a la supresión de la exploración del petróleo desde el primer día de su hipotético gobierno, a la expropiación de la propiedad privada, al subsidio universal y a la contratación por el estado del desempleado, por citar algunas, hoy suma el denominado “perdón social” a los condenados por corrupción, que incluya hasta el ELN para que no exista más “insurgencia armada contra el Estado, ni narcotraficantes al lado del Estado”, calificado de “acto revolucionario” e “histórico que busca justicia reparativa” “para que todos mutuamente nos perdonemos”. En síntesis, para favorecer a los desfalcadores de los recursos públicos y nuevamente a Iván Márquez, y extensivo a los carteles que los financian, sin que paguen condena, aporten verdad, devuelvan lo apropiado, identifiquen sus cómplices y rutas y pidan perdón, A eso llaman justicia reparativa.

Es entendible que a esa tarea de deconstrucción del “no todo vale” se sumen los aventajados practicantes del todo vale, pero lo que no se espera, ni se entendería, es que los discípulos y los herederos del profesor Mockus se sumaran al esfuerzo de sepultar el legado del maestro. No tendría justificación ni explicación que no se percibiera que Petro se encuentra en estado de desesperación por sumar votos y concluir alianzas, con quien fuera menester, para saciar su última oportunidad de acceder al poder. Necio sería desestimar su ambición y sus pretensiones de Mesías que tanto seducen a sus más fieles acólitos, que todavía se estiman indispensables a su redentor, como torpe sería para los demás desatender las palabras de quien cree que para cambiar al país necesita al menos 20 años de gobierno. Lo primero será sepultar el no todo vale Estamos advertidos para no morir en combate.

sábado, 9 de abril de 2022

Los peligros de la incompetencia

Mario González Vargas
El silencio del registrador Vega acrecienta las incógnitas, preocupaciones y señalamientos que han acompañado su gestión en el proceso electoral en curso. Ha preferido aislarse cuando el país entero reclama transparencia en un certamen electoral que se vislumbra apretado y cuyo resultado no puede ni debe ser teñido por sombras, dudas y descalificaciones que lo deslegitimen. No compareció al Senado, ni ha dado respuesta a las solicitudes que se le han formulado para saber de las correcciones a las irregularidades que se presentaron el 13 de marzo, y procurar así despejar las sospechas de incompetencia que lo acompañan y las amenazas que se ciernen sobre los resultados del proceso electoral. Vano sería pretender que las irregularidades observadas en las mesas de votación y en los formatos de las actas electorales se vean superadas con el solo traslado de las mismas a los entes de control, porque a ellos solo les corresponden las diligencias penales y disciplinarias.

No debe escudarse en que toda acción disciplinaria o judicial que apunte a su remoción no culminaría a la brevedad requerida y en la imposibilidad legal de reemplazarlo por un funcionario ad-hoc, para evadir la enorme responsabilidad que le atañe con la democracia en Colombia. Así lo entendió el CNE al solicitarle contratar a la mayor brevedad una auditoría internacional a los softwares de las elecciones, sobre cuyas especificaciones prevalece el misterio de saber si el contratado con Indra, y cuestionado, ha sido entregado, o seguimos con el que permitió las irregularidades que en pasada elección afectaron al partido Mira, aclaración requerida reiteradamente por el expresidente Pastrana, sin merecer respuesta alguna.

La incompetencia del registrador no puede llegar hasta menospreciar el interés que suscita la elección del futuro presidente de Colombia en un contexto de polarización interna y de factores externos que intervienen abiertamente y son susceptibles de afectar la seguridad nacional y la preservación de la democracia en Colombia. En el mundo globalizado ningún país puede sentirse ajeno a los conflictos que estremecen al mundo, porque las contiendas por las supremacías nos involucran a todos, independientemente del confín en el que nos encontremos. Las afinidades ideológicas concitan solidaridades, como se observa en las acciones de los regímenes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia, y en las de la Internacional Socialista, el Foro de Sao Paulo o el Grupo de Puebla, que encuentran fuerzas políticas afines en el escenario colombiano. Ello explica la protección de Maduro al ELN y a las disidencias de las FARC, la presencia rusa en Venezuela, con sus capacidades cibernéticas para atacar comunicaciones, medios de información, infraestructura energética, bancaria, militar, tecnológica y electoral, detectada por la inteligencia colombiana y estadunidense, y develada con el arresto del agente ruso y su lavado de activos en Colombia para adelantar su tarea disruptiva en las elecciones nuestras.

Si no tenemos la capacidad de prevenir, nos veremos posiblemente abocados a un repudio del resultado electoral y a un intento violento de un golpe de estado concertado a la democracia colombiana. Es el peligro que entraña la incompetencia.

lunes, 4 de abril de 2022

La ironía de las nuevas tasas de interés…

Y descubran, para quiénes son los beneficios de esas medidas

Por Bernardo Socha Acosta
Por estos días abundan los comentarios sobre costo de vida, inflación, crecimiento económico, pandemia covid y la guerra entre Ucrania y Rusia, pero lo cierto es que, en medio de este rio revuelto de información, la junta directiva del Banco de la República, les dio un certero garrotazo a los colombianos con el alza de 100 puntos en las tasas de interés.

El leñazo es mortal, porque los sectores de la producción que emprendían proyectos de año nuevo 2022 con propósitos de ensanchamiento de sus factorías, se quedaron con los crespos hechos porque inesperadamente, y de una forma tan desproporcionado fueron variadas las tasas de interés, de tal  manera que quien intenta buscar plata con préstamos bancarios, no puede hacerlo sopena de quedarse en la ruina trabajando para pagar intereses.

Muchos creen que hasta las tarjetas de crédito tocará echarlas a la basura porque quién se aguanta haciendo avances con los intereses tan costosos. Esta clase de créditos (los avances) es el peor de los negocios (por una necedad) y el mejor método para empobrecer a los ilusionados cuentahabientes, que muchas veces no ven la hora por adquirir esta clase de dinero plástico, que en ocasiones es la mejor forma de quebrar a cualquiera.

Y es que el Banco de la república aumenta las tasas de interés con el falso embeleco de frenar la inflación, pero eso lleva su veneno adjunto. Eso no es por defender al país y como dicen muchos, lleva un objetivo particular. Defender intereses…

Los grandes estudiosos de este fenómeno (la inflación) sostienen que los actores de medidas como el Banco de la república están soñando con las viejas hipótesis arraigadas, en las que, se asegura que la inflación proviene de la demanda.  Por esta razón las nuevas y modernas teorías, aseguran que el  origen de la inflación no se soluciona con medidas arcaicas, sino con políticas de producción. Pero, ¿cómo se va a aumentar la producción si el Banco de la república impone talanqueras con encarecimiento del capital? Cómo demonios el sector privado puede hacer inversiones productivas con créditos tan costosos.

Algunos otros románticos, dicen que con el aumento de las tasas de interés que hizo la junta del Banco de la república se va a incentivar el ahorro. Que falacia y qué forma de ofender a un pueblo. Es cierto que en parte el pueblo es rudo, pero no tratarlo de esa forma tan despectiva.

Que ilusos…  si la gran mayoría de colombianos no alcanza a ganar sino para medio comer, y otros más que están en la extrema pobreza, de dónde les queda para ahorrar. Bueno, si ahorran pero los privilegiados, como  el presidente de la república, los congresistas, los  altos ejecutivos de compañías estatales y algunas privadas, y quienes devengan altísimas pensiones. Y olvidaba; también pueden ahorrar  los privilegiados integrantes de la junta directiva del Banco de la República que hacen lo que a ellos les place, porque, ellos lo tienen todo y hasta se dan el lujo de imponerle a los colombianos la mordaza para que no puedan acceder a bienes de capital con lo cual están dándole un golpe bajo a quienes desde el sector privado quieren producir para sí y para mejorar las condiciones paupérrimas de muchos colombianos y claro que  del país, generando fuentes de empleo y bienes.  

Pero volviendo al ahorro, esas medidas del banco de la república no muestran más que la ironía burlona, porque como hay unos pocos que, si pueden ahorrar, pues son ellos lo que se van a beneficiar ganando más intereses por sus ahorros y todo gracias a los de la junta del Banco de la república. Ahí está la conclusión. Para quiénes son los beneficios de esas alzas de interés…pues para los privilegiados que ganan millones y pueden ahorra, y el pueblo que… Ahí si como dice el escritor, Alvaro Salom Becerra en su obra,… al pueblo nunca le toca.  Y nunca le toca porque sencillamente las medidas siempre van dirigidas, a someter al pueblo y mejorarle las condiciones a quienes lo reciben todo, aumentando así en forma descartada las desigualdades económicas y sociales con la complacencia de los gobiernos de turno que no hacen sino mentirles a quienes infortunadamente los eligieron. Y esperen… que ya vienen las próximas elecciones y falta esperar si el pueblo cae de nuevo para que siga el despreciable juego.    

bersoa@hotmail.com

domingo, 3 de abril de 2022

La suerte de Colombia en manos de los electores

Los colombianos tenemos en nuestras manos la suerte del país en el que queramos vivir

Por Bernardo Socha Acosta
Resulta a veces divertido –por decir lo menos- escuchar a algunos pre-candidatos presidenciales con sus inveteradas contradicciones que no reflejan más que la forma engañosa como se pretende aparentar ante los electores para que caigan en sus fullerías.

En unas acciones recientes –de las tantas que ocurren en una campaña- una aspirante a la nominación presidencial, hacía guiños para llegar a otro movimiento político, no muy afortunado en su credibilidad, arguyendo que buscaba una agrupación que brillara en la pulcritud… (da risa) Pero que tristeza para quienes le crean semejante falacia y, a donde, quiere llegar, solo con apetitos politiqueros, pero muy desafortunada porque esa fracción política va en decadencia según los últimos comicios. Ahí sí se puede aplicar el viejo adagio: salió de guama… para llegar a Guatepeor.

Esos políticos de oficio, como dice la canción, están mandados a recoger por sus propias acciones desventuradas y los electores deben dejarlos a un lado, porque no representan ni garantía, ni reflejan respeto por los colombianos.

Otra y otros dirigentes políticos de vieja data repetían la misma frase de ‘cajón’ que han venido diciéndole a sus seguidores por años: ‘quiero defender la democracia que está amenazada’.  Pero en una buena traducción de esa frase, lo que quieren esos políticos es defender sus propios intereses, sus posiciones y privilegios, para seguir viviendo del estado y de los colombianos sin retribuir en manejo de los bienes públicos cuando llegan al poder.

Y es que los electores no debemos ser tan ilusos, tolerantes, olvidadizos y hasta alcahuetas encubridores, porque, los políticos que hacen promesas y promesas, no son nuevas, son las mismas que hace 4, 8, 12, 16 y más años, nos han expuesto como planes nuevos de acción gubernamental y dónde se han cumplido ni en la más mínima parte.

En Colombia como en otros países donde la politiquería brilla gracias a los electores y gracias a quienes no votan, cada día se hace menos ambiente de vida en diferentes aspectos.

Los electores que se dejan manejar como humildes ovejas y bo… de los hábiles políticos que, a pesar de su retracción, enmascaran a segundos y terceros para engañar a sus víctimas, serán los responsables de las tristes y desalentadoras épocas que tendremos que vivir los colombianos en un inmediato futuro.  

El 29 de mayo los millones de ciudadanos aptos para sufragar en Colombia, tenemos la responsabilidad de elegir el país en el que queramos vivir. Y si no lo hacemos bien, no lancemos reproches en el futuro. Si seguimos con los mismos y con las mismas,… no esperemos nada nuevo. Ya somos mayores y decidiremos por nosotros y la familia.

bersoa@hotmail.com

sábado, 2 de abril de 2022

El perfil del candidato Petro

Mario González Vargas
Con miras al 29 de mayo resulta oportuno escudriñar los contenidos de los programas y propuestas, sino examinar también el perfil humano y psicológico de los candidatos, que permitan esclarecer sus propósitos, su capacidad de ejecución y su fidelidad a sus ofertas y promesas. Ha sido Petro el más prolífico en posturas, mensajes, admoniciones y descalificaciones a lo largo del debate, que no solo develan inquietantes rasgos de su personalidad, sino que también semejan anuncios y notificaciones que, a pesar de su enconada repetición, no parecieran suficientes para encender legitimas alarmas en la ciudadanía.

Nos regaló una autobiografía en la que prevalecen el autoelogio, la construcción de escenarios, actitudes, logros y realizaciones ficticios en el tiempo de servicios en el M-19, que abarcan, entre otros muchos, la fábula de su rivalidad con el comandante Pizarro y su supuesta membresía en la Asamblea Constituyente, cuando su accionar siempre se redujo al de estafeta, o al de carcelero de víctimas de secuestros, hoy piadosamente denominados retenciones. Con igual imaginación describe su gestión en la alcaldía de la capital, en la que dilapidó sus recursos sin cumplir con las obras prometidas, mostró la mayor ineptitud en la gerencia de las basuras y llevó a la quiebra a la entidad encargada de la prestación de la salud. A pesar de ello, logró sello de impunidad y beneficio del olvido en la frágil memoria colectiva.

Hoy, pretende emerger como candidato del cambio, empoderándose con promesas desatinadas que capturan la atención de poblaciones agobiadas en medio de un escenario de dificultades, que propicia mensajes populistas y reediciones de fracasos que se olvidan. Paradójicamente, esa conducta ha producido en el aprendiz de sátrapa, el impulso por revelar sin tapujos sus verdaderas finalidades, amparadas por el desasosiego de los más necesitados y la temerosa resistencia de sus contendores, abrumados por el dictado contemporáneo del pensamiento político correcto. Así se explican sus banderas sobre el final abrupto de la exploración petrolera, la conversión de las pensiones en dineros públicos, la sustitución de las EPS por las secretarias municipales de salud, receta segura para la quiebra e inoperancia del sistema de salud, como en la Venezuela Chavista, o la seguridad alimentaria mediante entrega directa de mercados o bonos alimentarios que nos condenarían a recibir cajitas como las “Claps” de Maduro.

Extasiado por las encuestas, convoca al odio y a la confrontación social; a la estigmatización de sus contendores; a la compartimentación étnica y cultural que haga de la diversidad instrumento de división en vez de herramienta de riqueza en la unidad; al desprecio por la libertad de expresión, calificando de neonazi a sus críticos, como si el fascismo y comunismo no fueran los hijos predilectos del socialismo; al descredito de la propiedad y emprendimientos privados, a los que ronda con el eufemismo de democratización; para culminar con su advertencia de que el paraíso prometido necesitará al menos 20 años para su entera realización. Advertidos estamos todos, principalmente sus contendores, que no deben parecerse al aprendiz de sátrapa, para conjurar el peligro que nos acecha.

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