lunes, 22 de abril de 2024

El congreso de la república responsable de la situación de Colombia

Las prevenciones de la subversión frente al panorama del país
Por Bernardo Socha Acosta

Intentar corregir los impresionantes errores del pasado inmediato de nuestra Colombia, con una rama del poder atravesada en el camino de lo que podría ser la salida para un país cada día más sumido en el flagelo de la desdicha del odio, la envidia, la violencia, el resentimiento, la desmedida ambición política y la desgracia de la corrupción, es intentar vagar entre el venenoso aliento de víboras y los afilados colmillo de los cocodrilos.

Un gobierno que ha intentado ponerle las rueda al país en busca de una evolución positiva, pero sin respuesta de una de las ramas del poder, es más que imposible, mientras el país sigue sumiéndose en la desesperanza entre las masas populares, mientras los politiqueros hacen fiesta ignorantemente sin calcular que, los resultados de esta torpe oposición va a costarle caro a Colombia y, no serán solo los pobres los que paguen esa irracionalidad politiquera, sino todos los colombianos sin mirar estrato, color, credo y política. Así como todos podremos ser, directa o indirectamente responsables de la crisis por la que ya está invadida Colombia, todos pagaremos el error de haber llevado a formar parte de las ramas del poder a, unos politiqueros ambiciosos desmedidos e incultos de la sociología que les impide reconocer, qué es lo que sociedad necesita.

Ya lo decía el presidente de uno de los gremios más importantes de la economía colombiana, que el congreso de la república es responsable de la situación que se está cerniendo sobre ella, porque una sola de las ramas del poder no puede desarrollar ejecutorias por el bien nacional.

Y, sin justificar la guerra
, pero, para cualquiera que tenga una mediana capacidad de pensar, no es una casualidad que los grupos subversivos a pesar de habérseles puesto muchas gabelas sobre las mesas de diálogo por la paz, no han modificado su actuar, y es precisamente por las prevenciones que genera la politiquería en el Congreso de la república y en cualquier otro escenario donde los políticos corruptos desafían al pueblo con sus torpes y equivocadas mayorías, posiciones que son las que ya tienen a Colombia como todos sabemos; pero, por la terquedad e ignorancia de muchos, cada vez que hay elecciones vuelven a llevar la mediocridad política a donde se hacen las leyes. para que cometan toda clase de desafueros y malgasten BILLONES del presupuesto nacional. 

Este es la peor desgracia del país. Y que los políticos, no piensen que todo es una graciosa “JUGADITA” porque la ley de la compensación existe… 

Siendo consecuentes con lo que esta pasando con las ramas ejecutiva y legislativa en nuestro país, los consejeros del gobierno deben instar al presidente Gustavo Petro, a recoger los proyectos de ley que infructuosamente llevó al congreso, y no desgastarse más, dedicándose entonces en lo que resta de su mandato, a ejecutar lo que se puede hacer sin la ayuda de los mal llamados PADRES DE LA PATRIA, que ni trabajan ni dejan actuar. Pero eso sí. Al retirar los proyectos, debe dejar una clara constancia ante los colombianos, del por qué de la determinación. Igualmente no pretender más sanear el Fondo de estabilización del petróleo que dejó en bancarrota el anterior gobierno y FRENAR de un tajo el aumento de los costos de los combustibles, para que en algún momento posterior, algún otro sabio presidente lo haga con el consabido golpe acumulado a los consumidores.

El cambio en modo de tinieblas

Mario González Vargas
Este es el gobierno de la más lucida incompetencia. Hace más de un año fueron varias las advertencias de senadores y expertos sobre el complejo panorama del sector eléctrico del país, que hoy por incapacidad y desidia de los ministros del ramo se nos ha convertido en peligro de racionamiento en todo el territorio nacional. Reiteradas fueron las advertencias y alarmas proferidas, desechadas con olímpica despreocupación por el presidente y su corte de funcionarios encargados del tema. Petro no quiso desde el inicio de su mandato integrar la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) que hasta hace pocos días solo contó con la presencia de solo uno de sus miembros, Hoy, integrada a las volandas, su presidente no tuvo manifestación distinta a la de informarnos que la opción más probable es la “un racionamiento de energía en Colombia.”

El Gobierno estaba advertido: “Se observa con preocupación la disminución en la disponibilidad de las plantas hidráulicas asociadas a los niveles de sus embalses por otras restricciones, lo cual puede llevar a situaciones de riesgo para la atención de la demanda en algunas horas del día por no contar con la potencia necesaria para mantener una operación confiable y segura del Sistema Integrado Nacional (SIN), en especial en los periodos de máxima demanda”, aseguro XM. El ministro de Minas y Energía, al igual que su desastrosa antecesora, desestimó las alertas, señalando, como arúspice que no es, que “el fenómeno del Niño está en su última fase y que atrás quedaron los meses más duro de sequía.”

Procuraduría y Contraloría han tomado cartas en el asunto. La Contraloría instó al gobierno a ejecutar un plan de choque para garantizar el suministro de energía y promover un marco regulatorio transitorio que permita a los proyectos de generación que se encontraren listos conectarse al sistema, sin merecer respuesta hasta la fecha. A su vez, la Procuraduría instó al Ministerio de Minas y Energía a informar sobre las medidas adoptadas para mitigar el riesgo de desabastecimiento y de interrupción de suministro de energía en el país, y sobre los planes de emergencia y contingencia para atender las amenazas generadas por el Niño, sin concitar atención alguna.

Por el contrario, insiste el ministro en afirmar contra toda evidencia, que las semanas que vienen son importantes para superar el fenómeno, porque tenemos todas las capacidades para superarlo.

Todo parece indicar que estamos a punto de que se reduzca la capacidad hídrica del país que podría obligar a un racionamiento de incalculables perjuicios, sin que se escuchen reacciones y protestas de casi todos los partidos políticos, engolosinados con las ofertas de mermelada del gobierno. Es tan profunda e incontenible la decadencia de la política que el mayor interés de la mayoría de partidos y movimientos radica en la aprobación del proyecto de ley de transfuguismo en vez de las urgencias que amenazan la vida de los ciudadanos y la sostenibilidad de la economía nacional.

Como es frecuente en este gobierno, Petro, en medio de sus incontables delirios, tuvo premonición de la sequía que hoy nos amenaza. Pero, como siempre, se limita a la expresión de sus presentimientos en vez de ejecutar. El cambio en tinieblas. Así gobiernan los agitadores.

domingo, 14 de abril de 2024

Un bullicioso interrogante

¿Es posible ser políticamente correcto en Colombia?

Foto: OSPAN ALI en Unsplash

Ser políticamente correcto pasó de tener una connotación apacible y de respeto por el otro, a ser el escenario de disputas en donde el humor y el lenguaje están en el centro de la conversación.
Tomado de: revistadiners.com.co

Por: Daniel Zamora
La corrección política se ha salido de control. De un tiempo para acá, cualquier frase, tuit o chiste entra inmediatamente en un terreno hostil vigilado por censores de control o policías del lenguaje, que desencadenan acciones de rechazo, indignación y ataques para quien dijo cualquier cosa, así se haya expresado sin la intención de ofender.

Esto ha hecho que el cuidado, el tacto y el empeño por no herir u ofender llegue a unos límites que resultan, como mínimo, exagerados. Lo políticamente correcto “se extravió en los radicalismos hasta convertirse en un movimiento tiránico que bordea el absurdo y da pie a burlas”, señaló la escritora Piedad Bonnett en una de sus columnas.

¿De dónde viene el ser políticamente correcto?

Aparecieron diccionarios como el Bias-Free Language (lenguaje libre de prejuicios), que propuso la Universidad de New Hampshire, en Estados Unidos, en el que sugiere utilizar el término “persona internacional”, para evitar extranjero; o “persona de talla” en lugar de “gordo”; o “persona que carece de las ventajas que otros tienen”, para señalar “pobre”; o “persona de riqueza material”, para decir “rico”.

En el libro La verdad de la tribu: la corrección política y sus enemigos, publicado el pasado mes de marzo, el periodista Ricardo Dudda describe el caso de unos estudiantes de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, que rechazaban leer algunos textos de la mitología griega, como Las metamorfosis, de Ovidio, pues “contiene material sensible y ofensivo que margina las identidades de los estudiantes.

Estos textos, creados a partir de historias narrativas de exclusión y opresión pueden ser difíciles de leer y discutir para un superviviente, una persona de color o un estudiante de origen humilde”, decían los estudiantes.

La susceptibilidad a flor de piel

En palabras de Dudda, esto “ejemplifica un clima de susceptibilidad bastante acusado y demuestra una obsesión nueva en la izquierda con la protección y la seguridad, un territorio antes dominado por la derecha: hay que proteger las mentes del trauma.

Es algo que recuerda a pánicos morales anteriores, como esas campañas que se dirigieron desde sectores conservadores contra la música metal o los videojuegos violentos”, escribió. Otros ejemplos de este estilo sucedieron en la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, donde algunos estudiantes protestaron contra la lectura de los libros de Virginia Woolf, pues creían que, como hablaban del suicidio, este podría replicarse en quienes leen sus textos.

“El ensayista Jordi Costa escribió que ‘la corrección política es, en suma, una ortopedia lingüística que ataca el síntoma pero no el origen del sistema’. Lo cual no niega la evidencia de que el lenguaje puede llegar a perpetuar los prejuicios. Lo que habría que plantearse es el límite”, continuó en su columna la escritora Piedad Bonnett.

¿Qué es la corrección política y cuándo surgió?

En general, se puede decir que ser políticamente correcto es usar expresiones y llevar a cabo acciones cuyo fin sea evitar las agresiones, el conflicto u ofender a grupos de personas particulares. Su uso comenzó en la segunda década del siglo XX y lo utilizaba gente cercana a las ideologías marxistas y leninistas, en tono de burla, para referirse a quienes seguían al pie de la letra las directrices de sus partidos.

Para las décadas de 1980 y 1990 el escenario era distinto. Se encendió un debate en universidades y medios de comunicación sobre los alcances de la corrección política, que ya venía usándose como forma de protección de minorías.

Y es que en la discusión afloraron posiciones de todo tipo, desde aquellos que la defendían para proteger a sus comunidades de agresiones e insultos, hasta quienes argumentaban que sus ideas democráticas de igualdad eran “en realidad autoritarias, ortodoxas y de influencia comunista, cuando se oponen al derecho de las personas a ser racistas, sexistas y homofóbicas”, como lo detalló el profesor Herbert Kohl en su libro Uncommon differences: on political correctness, core curriculum and democracy in education.

No es de derecha o izquierda

Entonces aparece una característica, “lo políticamente correcto (PC) no es más de derecha, izquierda o de centro, está donde se encuentre algún tipo de poder. A veces el lenguaje sirve para defender ciertos derechos, pero no solo pensemos en el racismo, sino en el lenguaje hacia las mujeres; aparece la figura del piropo, que podía ser, hace cincuenta años, una forma elegante y simpática, y hoy está completamente descartado por las discusiones feministas”, explica Alessandra Merlo, profesora del Departamento de Lenguas y Cultura de la Universidad de los Andes.

“No hay alguien que defina exactamente qué cosas son políticamente correctas. Dependen de un contexto y un momento particular. No está escrito –y es importante que permanezca así porque hace creer que se actúa libremente–. Inclusive, diría que lo políticamente correcto no es decir lo que pienso, sino lo que considero conveniente sobre tal tema. Es la vía para ser aceptados socialmente, una manera correcta de encajar”, añade.

Ser políticamente correcto con buen humor

“Todos los chistes molestan a alguien. Por ejemplo, con el de: van dos y se cae el del medio, puede que alguno diga: me ofende porque mi padre siempre iba en medio y se cayó, no te metas con él. Eso puede pasar.

Ahora te ofenderán todos los chistes de ir en medio, todos los de caerse, todos te van a molestar. Te dirán cosas como: ojalá toda tu familia vaya en medio y se caiga, aprende a respetar, subnormal. Hay alguien así para todo”.

Así explica David Broncano, humorista español y presentador de televisión, el estado de hipersensibilidad de la gente respecto al humor.

La corrección política también influye sobre el humor en ciertos contextos.

Y Estados Unidos es tal vez el más interesante, pues, al tiempo que es la cuna del debate sobre la CP, algunos medios como la BBC señalaron el papel que estaban desempeñando los comediantes de ese país: ser los principales opositores al gobierno de Donald Trump, tal vez el presidente más políticamente incorrecto de la historia.

La comedia está por encima del bien y el mal

“La comedia le afecta. Si se burlan de él, si lo ridiculizan o simplemente muestran que no es popular, va a implosionar. Formemos un ejército de comediantes y lo derribaremos”, dijo el cineasta Michael Moore la noche previa a la toma de posesión del mandatario, en 2016.

“Ese ‘ejército’ tiene como voces relevantes a programas televisivos como The Late Show con Stephen Colbert (CBS), Last Week Tonight con John Oliver (HBO), Full Frontal con Samantha Bee (TBS), Late Night con Seth Meyers (NBC) y The Daily Show con Trevor Noah (Comedy Central)”, registró la BBC en 2016.

En términos colombianos

“Lo políticamente correcto es una de las batallas más duras que deben librar las personas librepensadoras”, explica el caricaturista Julio César González, “Matador”, “porque es una trampa muy sutil y versa principalmente en el lenguaje, en dotar de ropajes ‘adecuados’ a las palabras para que puedan estar con la suficiente ‘etiqueta’ y así no generar ninguna incomodidad”.

González, quien en varias ocasiones ha denunciado que sus caricaturas han tenido como resultado amenazas de muerte, “como cuando dibujaba al entonces candidato Iván Duque como un cerdito tierno”, ve que el fin del humor sería aquel en donde este fuera dominado por la idea de la corrección política:

“Sería una dictadura, una dictadura del aburrimiento, ya que el humor es un catalizador y transgresor de todas las instituciones humanas y divinas. Por eso, en momentos de mordazas, el humor tiene que buscar aún más la mordacidad en su mensaje, ser más sutil pero más contundente”.

El caso del lenguaje incluyente

El debate de la corrección política ha encontrado uno de sus escenarios en el lenguaje incluyente, o no sexista, cuyo fin es procurar una igualdad en el trato y eliminar sesgos que legitimen discursos de discriminación.

Algunas de las propuestas que han surgido han sido modificar sustantivos abstractos (reemplazar “los hombres” por “la humanidad”, o “los niños” por “la niñez”), o cambiar la escritura del pronombre “todos”, por “todes”, o “tod@s”, o “todxs”, cuando el grupo del que se habla esté compuesto por hombres y mujeres.

“Cuando se dice que las lenguas con género gramatical (como el castellano o el inglés en los pronombres de 3ª persona singular) son sexistas y que el sexismo desaparecería si no hubiera géneros, se olvida que en el mundo existen miles de lenguas sin género gramatical de ninguna clase, que son habladas por sociedades extraordinariamente sexistas”, señala Enrique Bernárdez, profesor de Filología de la Universidad Complutense de Madrid y colaborador del Instituto Cervantes.

¿Es discriminación?

“Existe una idea muy extendida que, sin embargo, es esencialmente falsa: que el lenguaje es directamente responsable de la discriminación. Que es el lenguaje el que crea el estereotipo o el sexismo. Imaginemos que –como se ha llegado a pedir– se quitara del diccionario la palabra negro, porque puede usarse en tono racista.

Tendríamos que buscar otra palabra para referirnos a todo lo que tiene ese color. Sucedió algo parecido en tiempos de Franco: Caperucita Roja se convirtió en Caperucita Encarnada, porque ‘rojo’ se rechazaba por su connotación política. Las intervenciones externas sobre el lenguaje rara vez son duraderas, y solo en circunstancias muy especiales”, añade.

Pero el lenguaje incluyente también encuentra defensores. Es el caso de Manuel Almagro Holgado, estudiante de doctorado en Filosofía y Lenguaje en la Universidad de Granada. “Es un gravísimo error pensar en el lenguaje como una simple concatenación de símbolos que pertenece a un ámbito completamente desligado de las acciones que llevamos a cabo. Quienes piensan que con el lenguaje no cambiamos nada en nuestra sociedad tienen que explicar, entonces, el fenómeno de la comunicación”.

¿Dónde queda el lenguaje en ser políticamente correcto?

“Es impreciso pensar que somos neutrales cuando usamos las palabras, porque eso muestra que hacemos afirmaciones sobre el lenguaje sin tener una mínima idea de cómo funciona. Resolver la situación de la palabra ‘todos’ (y otras muchas por el estilo que no son neutrales) depende de cómo te quieras comportar. Esto trata de ser precisos con el uso del lenguaje, respecto de unas normas gramaticales y de aquello que se consigue con él”.

Para la profesora de la Universidad de los Andes, Alessandra Merlo, la solución va por otro lado. “Siento que el lenguaje puede decir cosas, pero lo importante es lo que hacemos. Estudié Literatura y me he ocupado de la lingüística, me parece más interesante observar, por ejemplo, los femeninos del lenguaje de las lenguas romances, que no sabemos de dónde salieron; ¿por qué la silla es femenina?, ¿por qué la palabra matrimonio –que viene de madre y alude a lo familiar, al hogar– tiene como correspondiente masculino patrimonio, que ejemplifica el dinero, el capital? Hay que entender que hay injusticias y diferencias en el lenguaje y trabajar sobre ellas, más que inventarse construcciones que aparentemente resuelven”.
Fuente: Tomado de: revistadiners.com.co

sábado, 13 de abril de 2024

Las amenazas de un sombrío futuro

Mario González Vargas

Las diminutas marchas del 9 de abril en apoyo al gobierno retratan bien la acelerada pérdida de respaldo a la gestión de un presidente preso de sus fantasías y de sus delirios ideológicos, traducidos en políticas y actos de gobierno que siembran odios, suscitan legitimas incertidumbres y han logrado esparcir temores fundados sobre el respeto a la democracia, sus libertades, la seguridad y la vida misma de los ciudadanos.

Sus constantes invectivas al sector privado y a sus opositores se vieron acompañadas de violentas amenazas al Poder Judicial, más tarde complementadas con iniciativas de procesos constituyentes a su medida que apunten a su ilegitima permanencia en el poder, y con la rabiosa intervención y expropiación del sistema de salud, como retaliación al hundimiento de su calamitosa reforma en el Senado de la República.

Petro decidió desfinanciar todas las obras de infraestructura con el supuesto malévolo que sólo benefician a los ricos, como si el estado bajo la égida de su gobierno fuere capaz de construir, cuando solo se mueve para destruir. Desfinanciar es su nuevo instrumento para marchitar la educación superior privada, quebrar a Ecopetrol y ahuyentar la inversión que nos reduzca a la dependencia del estado en todas las instancias de la vida.

Su paz total se ha traducido en la parálisis y desarme de la Fuerza Pública y en el  empoderamiento territorial de todas las organizaciones armadas ilegales que ya se  asientan en las goteras de las ciudades capitales. Con Fiscal condescendiente, la  paz total se encamina hacia una ley de Punto Final que favorezca a todos los delincuentes firmantes del acuerdo de paz, al ELN, a los disidentes del Emc y al  Clan del Golfo y otras organizaciones criminales, a los corruptos familiares o  cercanos al gobierno, y aún a los inocentes enjuiciados compelidos a su sometimiento por la amenaza de sanciones en procesos en curso o por iniciarse según convenga. 

Proseguirá con el apoderamiento de la institucionalidad que hasta hoy ha  resistido y con la liquidación del sector privado, como lo señala su ataque artero a la Federación de Cafeteros y a otras organizaciones semejantes en diversos sectores productivos. 

Estamos llegando a una situación de no retorno que no pareciera aún perceptible a ciudadanos incrédulos o a partidos como el liberal, ciego ante el cadalso que le esperaría, y a una oposición aún dispersa, sin aliento de alternativa que inspire y convoque a un renacimiento de la democracia, sus libertades y sus instituciones remozadas para afrontar el futuro con esperanza. La erguida actitud del presidente del Senado debe servir de ejemplo.   

Las marchas del 21 de abril pueden mandar el mensaje de rechazo a la gestión y pretensiones del gobierno y expresar el claro mandato a las fuerzas políticas al sector privado y a la institucionalidad de defender los fundamentos de la democracia y fortalecer los pilares del régimen de libertades. Ante retos similares, los colombianos lograron la renuncia del dictador Rojas Pinilla y dieron paso a la reconciliación de los colombianos. Confrontados a la amenaza de entronizar dictaduras a perpetuidad, los ciudadanos somos los dueños de nuestro futuro. De no hacerlo, un mundo de tinieblas nos ensombrecerá la vida, sin esperanzas aún en el más lejano horizonte. 

sábado, 6 de abril de 2024

Llegó la hora de la legitima Resistencia

Mario González Vargas
Con la intervención de Sanitas EPS, el gobierno confirmó las fúnebres predicciones de la exministra Corcho y desató la crisis con las más graves implicaciones sociales en la accidentada historia de nuestro país. Destruir el sistema de aseguramiento en salud que nos garantizó cobertura universal con igualdad de derechos para toda la población, es el mayor desastre que nos han obligado a padecer, e instrumento de retaliación por el hundimiento del esperpento de reforma el pasado miércoles en el Senado de la República.

Esa victoria puede convertirse en pírrica si no entendemos que el presidente y sus ministros del Interior y Salud se proponen cumplir sus objetivos con la ejecución de tres fases en curso: a) uso y agotamiento de las reservas técnicas de las EPS; b) consolidación de un monopolio estatal; c) colapso del sistema actual de salud. Hoy, el sistema está al borde del abismo víctima de una opresión financiera que lo conduce a la quiebra como consecuencia de la ejecución de un plan de desfinanciamiento sistemático. El puntillazo final lo logró el ministro de Salud desviando el 5% de los recursos del sistema para financiar supuestos equipos básicos, a pesar de las advertencias de la Procuraduría.

Merece especial atención la confesada opinión del superintendente Leal sobre las EPS: “No hay nada más malo que una EPS”. Aupado en esa especie de revelación intervino también a la Nueva EPS. A manera de castigo fueron nombrados interventores dos reconocidos incapaces, como suele ocurrir cuando se trata de militantes del mismo breviario ideológico del presidente. El resultado no se hizo esperar. Cuatro IPS y proveedores de Sanitas han dado ya por terminados los servicios.

Casi ninguna intervención en el sistema de salud ha arrojado resultados positivos. Suelen terminar en saqueos y posteriores liquidaciones que afectarán hoy a cerca de 17 millones de usuarios y muy posiblemente pronto sumarán la totalidad de los beneficiarios del sistema, convocados a su propio calvario y muerte por un gobernante cegado por el odio y sus delirios. El gobierno no está preparado para atender los millones de pacientes que se van acumulando al ritmo de la premeditada destrucción del sistema de salud. Una hecatombe de muertes se cierne sobre los colombianos, que además se acompaña de una escasez de remedios que el presidente y su entorno se han encargado de alimentar. El mentado propósito de la Vida se nos tornó velozmente en instrumento implacable de Muerte. Hoy pretende la abdicación ciudadana y la convocatoria a que nos subyuguemos a una voluntad que no está lejos de darle razón al deslenguado presidente Milei. Este es el momento de la resistencia de ciudadanos e instituciones. A los ciudadanos nos corresponde defender la salud y la vida en las calles y con las herramientas jurídicas a nuestro alcance, y a la institucionalidad contener los desafueros del presidente para fortalecer nuestra democracia y el respeto a nuestras libertades y existencia. Lo hizo el Senado y lo debe confirmar la Justicia con sus fallos y poniendo fin al estado de cosas inconstitucional que ya prevalece. Y a la Procuraduría ejercer sin pausa sus competencias para que nunca más gobernantes en apuros atenten contra la vida de los colombianos.

jueves, 4 de abril de 2024

Entendieron mal los líderes las recomendaciones del FMI

Por Bernardo Socha Acosta
Para quienes tengan buena memoria y no sean víctimas del tenebroso síndrome de ‘Procusto’ como le dicen los entendidos en Psiquiatría a la envidia, pueden recordar que hace algunos días las directivas del Fondo Monetario Internacional -FMI- recomendaron a los líderes y gobierno colombiano, enfrentar la corrupción para no poner en riesgo el potencial económico del país por el que se viene desenvolviendo a pesar de las talanqueras que le ponen los que sufren de la desgracia del síndrome citado.

Pero, infortunadamente las recomendaciones de los representantes del Fondo, tal vez, podrían ponerlas en práctica, el gobierno y el sector privado, si contaran con reales líderes políticos humanos, pero eso no existe en Colombia porque los absorbió el síndrome ‘Procusto’ del que están invadidos y de paso amenazando a los colombianos con el atraso. 

En política hay unos cuantos que tratan de liderar actividades como los cambios estructurales que recomendaros igualmente los directivos del Fondo Monetario, pero son víctimas, o bloqueados por esos sepulcros blanqueados que sufren del síndrome de ‘Procusto’ y que ni trabajan ni dejan hacer lo productivo que requiere el país.

Otro tema que debe llamar la atención de los buenos colombianos, es que hace también algunos días la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), advirtió que la deuda de las Entidades Prestadoras de Salud (EPS) a los hospitales y clínicas en Colombia es de más de 16 billones de pesos. Pero la Contraloría general de la República, reveló que con corte a febrero de 2024 esa deuda ascendía a 25 Billones de pesos. Esa alarmante cifra debe llevarnos a pensar, qué hacen las EPS la plata que le cobran mensualmente a los afiliados y los millones que reciben del estado como aporte a la salud para los que necesitan atención médica y asistencial.

 Tomado de Pinterest
Por eso muchos no se equivocan al decir que la salud es un gran negocio en Colombia y ésta es la razón por que torpedearon la reforma del sistema, porque hay muchísimos intereses representados en la politiquería corrupta y saben que reformando el arcaico sistema de salud, matan la gallinita de los huevos de oro con la que se están lucrando muchos, mientras los colombianos ciegos de la realidad que vivimos los apoyan. Eso es una desgracia que le ha caído al país.

Es que el sistema de salud, al parecer, alcanza para enriquecer a criollos y foráneos.

Esta es la razón para que muchos politiqueros y sus aliados, se resistan a perder la gallina de los huevos de oro y hacen hasta lo imposible, utilizando todas las artimañas, para ganarse con engaños a los afiliados a las EPS con el fin de convencerlos de que los servicios de salud son la última maravilla en Colombia, y que no se deben hacer cambios para mejorarlo. Pobres esos usuarios de la salud que se dejan enredar para que sigan siendo maltratados y pisoteados, mientras otros avivatos reciben los grandes beneficios económicos por lo que ellos pagan por salud cada mes.

Según el actual sistema de salud, las EPS no tienen vigilancia de nadie para saber en qué invierten y gastan las Billonarias entradas por pago de aportes de los AFILIADOS y por las transferencias que hace el estado como aporte de salud para los colombianos.

Pensando en estas fallas, la Superintendencia de salud, sobre la base de investigaciones hechas a varias EPS que dicen estar en dificultades económicas, toma la determinación de intervenir a las EPS SANITAS y Nueva EPS, procedimientos que son normales para saber la realidad de esos entes, si es real que están en dificultades o no, como lo hizo el gobierno de IVAN DUQUE quien intervino a 13 EPS y en esa época nadie dijo nada sospechosamente.

Y cómo es la politiquería y la mala fe, incluidos algunos medios de comunicación.

El artificio de la mentira de la que se vale la politiquería para engañar a sus incautos seguidores, aprovechándose de algunos INGENUOS medios de comunicación… no hace más que crear zozobra y un ambiente de malestar que no puede terminar bien, incluso con reacciones que se conviertirian en un bumerán contra sus mismos instigadores. Son tan descarados para engañar que dicen que una intervención es para acabar los servicios de las EPS. Eso es ser muy miserables engañosos, y muchos se comen el cuento. Pues hay que decirles que, una intervención de una EPS es para buscarle soluciones a los problemas y no para empeorarlos como dicen los mentirosos por algunos medios de comunicación.

La Superintendencia de Salud, como ente de control y vigilancia, puede adoptar medidas provisionales para la protección del usuario del sistema de salud, porque sería un error del estado colombianos que conociendo de fallas en esos entes prestadores de salud, se resistiera en adelantar la aplicación de medidas. O, es que hay políticos y hasta instituciones que quieren que el estado permanezca pasivo ante sospechosos problemas que a diario se denuncian en el sistema de salud.

Quienes representan la, dirección de las instituciones de las ramas del poder público, debieran darles vergüenza de la mediocridad política que pretenden hacer las llamadas mayorías para torpedera cualquier desarrollo benéfico para los colombianos y que estas instituciones se presten para semejante patraña dañina, engañosa y subdesarrollada.

Nota- Definición de Procusto: El síndrome de Procusto, es una patología psicológica que se refiere a personas que, al principio, muestran su mejor comportamiento y actitud, pero luego intentan controlar y someter a los demás para alcanzar sus propios fines (Google).
PD. Y hay que agregarle que algunas EPS no les va tan mal como dicen porque la platica les sirve hasta paara financiar campañas políticas. Vean...  https://bersoaopinion.blogspot.com/2024/03/blog-post.html

sábado, 23 de marzo de 2024

El nuevo ropaje del autócrata

Mario González Vargas
El llamado del presidente Petro a una Asamblea Constituyente se convirtió en flor de un día. El rechazo fue unánime, aún en sus propias filas, como lo expresó el profesor Rodrigo Uprimny: “La propuesta de constituyente del presidente carece de sentido. Es innecesaria, inoportuna, contradictoria, inviable, inconveniente y riesgosa.” No tardó en sustituirla por la de un “proceso constituyente”, instrumento de su propia cosecha, ajena a nuestro ordenamiento jurídico, pero que devela sus verdaderos objetivos.

El proceso comenzaría con “convocatorias al pueblo a ejercer el poder Constituyente que se puede ejercer ya en unos niveles que la Constitución del 91 permite, que están definidos como cabildos abiertos, que son mecanismos de participación ciudadana vigentes.”, “No es un problema de mayorías, es un problema de fuerza popular”. “Un proceso Constituyente puede reformar la Constitución o puede agregar los aspectos que la Constitución en su momento no pudo ver por la época en que se hizo”.

Ninguna de esas afirmaciones es cierta. Solo obedecen al desvarió desesperado de un gobernante excesivamente ideologizado y en apuros. Por ello, en vez de cabildos cuyas competencias se restringen al ámbito municipal, optó por “coordinadoras municipales de fuerzas populares que desaten la organización y la movilización general de la ciudadanía”. Deduce del resultado electoral para la presidencia un mandato inequívoco, a pesar de que los votos por Hernández y en blanco superaron los emitidos por Petro, y olvidando la estruendosa derrota de sus alfiles en las elecciones regionales. Para subsanar esa evidencia se dice que el proceso constituyente se inició con el vandalismo que denominan el “estallido social”.

Petro no ha gobernado, ni gobernará. Para ello tiene ahora a la directora del Dapre. Su objetivo son las elecciones del 2026 que deberían apoltronarlo en el poder. Su tarea será la conmoción cuotidiana, la agitación permanente de sus primeras líneas que atemoricen al ciudadano y que encuentre entre las organizaciones criminales apoyos coincidentes que obstruyan y debiliten el accionar de las instituciones. Un instrumento más para empoderar las supuestas herramientas de participación que estarán al orden del día en cada una de las negociaciones en curso.

El objetivo desborda la mera formulación de normas constitucionales que solo supondrían un pobre ejercicio de transformaciones insustanciales, porque lo que se persigue es destruir lo existente para entronizar supuestas innovaciones perdurables que desafíen el tiempo y sus demandas. Reminiscencias de Stalín, Mussolini y Hitler, en las que el pueblo terminó sometido y convidado de piedra en la definición de sus condiciones de vida. Petro apunta a una ruptura del orden constitucional y de las instituciones que lo soportan. Prefiere subvertir a construir. Se siente investido de una misión que nadie le ha confiado, pero que cree implícita en el resultado electoral que le permitió acceder al poder. Es el nuevo ropaje de toda pretensión autocrática que desdeña cualquier construcción institucional que no responda a sus delirios ideológicos y a sus trastornadas concepciones de la democracia y sus libertades. Astuto, juega con el apetito voraz de la clase política y con la paralizante inquietud del sector productivo que harán tardía cualquier oposición eficaz. Solo el despertar popular puede descarrilar la ambición del sátrapa en ciernes.

miércoles, 20 de marzo de 2024

Qué se le quiere esconder al país con enterrar la reforma a la salud

Hay dineros de los colombianos que enriquecen a unos y ultrajan a las mayorías
Por Bernardo Socha Acosta
Una seria investigación podría descubrir el más grande hallazgo en corrupción en el sistema de salud colombiano.

Los ciudanos de bien estamos en el derecho y la obligación de saber, qué es lo que se le quiere esconder al país al intentar enterrar la reforma a la salud.

La contraloría general de la república reveló que las deudas de las EPS a la Red hospitalaria de Colombia ascienden a $25 billones. ¿Ese será un, de los motivos de unos congresistas que quieren beneficiar intereses particulares?

Y el ministro de Salud médico Guillermo Alfonso Jaramillo en reportaje a noticias Caracol tv reiteró la información de esta deuda. Y acerca de argumentos mal habidos, de varios sectores sobre deudas del gobierno a las mismas EPS, declaró con documentos en mano que, esa deuda que viene del gobierno anterior, fue pagada conforme comunicación dirigida al ente judicial que había emplazado al Minsalud para cumplir esa obligación. Si fue pagada, por qué las EPS tienen esa ESCANDALOSA deuda con la Red hospitalaria. Qué hacen las EPS con esa plata que el gobierno destina y gira para beneficiar a los colombianos que requieren atención médica.

Y no sobra reiterar la pregunta, ¿por qué las EPS no le pagan a los hospitales y clínicas a donde son remitidos los pacientes? Por qué les debe 25 BILLONES de pesos. A dónde se van esos BILLONES… Pero es que como las EPS no tienen AUDITORÍA de nadie, pues que les interesa que los pacientes colombianos no reciban la atención adecuada o, que se quiebren las clínicas y hospitales. A los directivos de las EPS seguramente les interesa el bienestar particular, lo mismo que están haciendo algunos CONGRESISTAS.

Y… eso es lo que quiere CORREGIR la reforma a la salud, y que muchos congresistas no quieren sospechosamente que se haga. Ahí vemos a un grupito de 8 senadores que quieren ENTERRAR LA REFORMA. Qué quieren esconder. A qué le temen o, a quién o quienes quieren beneficiar.

Esto es lo que nos envía un colaborador
Los buenos colombianos debemos ponernos en la tarea de investigar, qué es lo que algunos congresistas quieren esconder o a quienes quieren beneficiar con el hecho de no hacer una reforma al sistema de salud, sistema que data de más de 30 años, y ni siquiera se han corregido las oscuras intenciones de permitir que las EPS recauden la plata de los afiliados, y que nadie sepa qué se hace con esos dineros, porque no tienen auditoría del estado, ni de los afiliados.

Las revelaciones que hizo el Ministro de salud médico Guillermo Alfonso Jaramillo, durante el reportaje con, los periodistas Juan Roberto Vargas, director de noticias Caracol tv, y María Alejandra Villamizar, editora política, son realmente aterradoras. Si hay alguien que, con suficiente sagacidad y valentía, valore las respuestas del ministro a los interrogantes hechos por los periodistas, tendríamos el más grande hallazgo de corrupción de la historia.

Esos hallazgos ya han sido denunciados por la Contraloría general de la república, la superintendencia de salud y tímidamente por algunos medios de comunicación, pero misteriosamente, nada pasa en un país donde los grandes e importantes personajes, pareciera estar en una confabulación para arrebatarle los bienes al pueblo.

Y finalicemos repitiendo, que la Contraloría General de la República afirmó que, con corte a octubre de 2023, las deudas de las EPS en favor de los hospitales y clínicas, son de $25 billones. Qué dolor que la platica que pagan los afiliados a las Eps, con tanto sacrificio, se destine para enriquecer a unos y ultrajar y burlándose de las mayorías a quienes dicen defender los congresistas.

Cinco senadores que financiaron campañas con las EPS

Se les cayó la mascara, a los senadores que se oponen en el congreso a la reforma a la salud. La razón es porque cinco de sus campañas fueron financiadas con dineros de las EPS, según investigación de los periodistas de NOTICIAS UNO.

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lunes, 18 de marzo de 2024

Ellos se ganaron el anuncio de la Constituyente


Por Bernardo Socha Acosta
No es nada raro que el anuncio de convocar una Asamblea nacional Constituyente para hacer los ajustes que reclama el estado colombiano frente a tanta ineptitud y desgreño del presupuesto nacional, haya producido entre unos cuantos que se burlan de los grupos sociales, tanta zozobra y preocupación porque saben que es el pueblo el que tomará decisiones si no lo hacen quienes supuestamente fueron elegidos para tal fin.

¿Y dónde es que está la ineptitud y el rasante desgreño del presupuesto nacional? Pues en una de las famosas ramas del poder público que se llama CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ese ente ya le quedó grande el nombre y la misión que debe cumplir.

Por eso la opinión generalizada, de la pésima imagen de esa institución que en otras épocas era el orgullo y la admiración de sus electores. Hoy para una gran mayoría de colombianos ese ente es una vergüenza porque según la opinión en esa rama se han gestado todos los males de este país. Y sino hagamos un repaso de la historia reciente y quedaremos asombrados.

Es tanta la atención que reclaman los colombianos de parte del Congreso de la república, que hasta algunos representantes de la iglesia han entrado a respaldar la idea de una Constituyente. Acceda a este video… 

Ya no hay colombiano sensato que no vea la urgencia de buscar soluciones y no problemas como los promueven algunos congresistas que equivocadamente creen que los eligieron para sabotear a los colombianos y seguir destruyendo los principios y valores de una sociedad cada vez más empobrecida por el abuso de muchos políticos.

Y los más aferrados a seguir causándole males al país, son los que, NI TRABAJAN NI DEJAN HACER. Dónde está la retribución de los más de 35 millones de pesos que reciben mensualmente que recibe, sin hacer nada en favor de Colombia. A cualquier ciudadano le repugna y se asquea escuchar a esos mismos llamados congresistas, a los que les queda grande el nombre, diciendo torpes sandeces, por el anuncio de una Constituyente que estaría orientada a hacerle aseo a las instituciones.

Y nadie puede desconocer que el pueblo es SUPERIOR a las amañadas ambiciones politiqueras.

Nada les había producido tanto miedo y cobardía, como el anuncio de una ASAMBLEA CONSTITUYENTE que tiene a los que no trabajan, amenazando con rayos y centellas para asustar al pueblo colombiano. Si para asustar, porque eso es lo único que hacen esos disque voceros del pueblo.

Pues estos políticos deberían entender que Colombia con la cantidad de problemas que padece sin que haya una verdadera rama legislativa que le apueste a buscar soluciones conjuntas, el pueblo está dispuesto a buscar los mejores caminos,… pero no seguir el anarquismo de unos políticos que no hacen más que indisponer la voluntad y la tranquilidad de los colombianos.

El colmo de los politiqueros es que, con el anuncio de la constituyente, parece que han perdido hasta la razón, (porque el pecado acobarda) y cada vez que abren la boca se echan más enemigos con sus estupideces, porque no se dan ni cuenta que lo que hacen es ofender al pueblo que ya está enardecido de tantos ABUSOS DE PODER. El pueblo los ve cada vez peor por su incapacidad de trabajo como legisladores. 
Ellos se ganaron el anuncio de la Asamblea Constituyente con su incapacidad de trabajo y su ineptitud para proponer soluciones. Lo único que proponen son problemas. No queda duda que el país está reclamando a gritos una solución a la barbarie, el hambre y la inmensa desigualdad, donde unos muy pocos se apoderan de los bienes nacionales, mientras muchos padecen hambre.

sábado, 16 de marzo de 2024

El agotamiento del dialogo

Mario González Vargas
Petro ha dado inicio a la campaña presidencial del 2026. Entiende que ante los pobres resultados de su gestión de gobierno debe trasladar el foco de interés hacia la prematura campaña en la que se desenvuelve mejor y se presta para confrontaciones ideológicas que oculten el desastre de su gobernanza. Quiere sembrar el espejismo de que las reformas no pasarán por la coyunda de la oposición. Opta por un campo de batalla en el que se siente más a gusto y que le permite trasladar responsabilidades a propios y adversarios y asomar nuevas y siempre difusas esperanzas.

Radicaliza su discurso de odio y apresura acuerdos con los grupos armados ilegales, que agradecerán el debilitamiento de la fuerza pública, no solamente por la inacción forzada de su accionar, sino también por su desarme en razón de la ruptura de los contratos de provisión de armamentos y capacidades de inteligencia. Las consecuencias no se hicieron esperar, como lo demuestran el crecimiento continuo de los grupos armados y el aumento de sus acciones bélicas violatorias de ceses al fuego pactados, sin consecuencia alguna sobre las negociaciones en curso con cada uno de ellos.

Por el contrario, se firma con el Estado Mayor Central un “Acuerdo Especial sobre Transformaciones Territoriales en Caquetá, Meta y Guaviare”, que contiene más de 50 acciones y actividades de carácter inmediato para impulsar la paz, que no puede entenderse sino como un convenio de cogobierno en los territorios bajo el control de los grupos armados ilegales. Se suma a lo acordado con el Eln para modificar el régimen político, económico y social y a las cuantiosas prebendas dispensadas a las guardias indígenas y campesinas para que colaboren en el control territorial y aseguren su movilización a las ciudades en respaldo al gobierno. Todo ello, en el marco de la permisión del reclutamiento forzado de menores de 15 a 17años convenido en el marco de las negociaciones. Se capitula para empoderarse.

El proyecto de ley del transfuguismo de los parlamentarios fortalecerá al petrismo con miras al 2026 y provocará el derrumbe de los partidos que a ello se presten. Todo se ejecutará en medio de los pérfidos ataques a la libertad de prensa, de la estigmatización del sector privado, y se acompañará de amenazas de extorsión a las autoridades locales y regionales en las asignaciones de recursos para sus obras primordiales. Radicalizar el discurso contra las instituciones que no ha logrado coaptar, como ya empezó a hacerlo con el poder electoral, desplazará cualquier examen de los resultados negativos del cambio ofrecido. La respuesta no debe ser la del dialogo improductivo en el que insisten empresarios y gremios a pesar de las evidencias que demuestran su inutilidad, y con el que se dificulta aún más la construcción de una narrativa que seduzca y convoque las mayorías en Colombia. Los errores y calamidades éticas y programáticas del gobierno deben propiciar una alternativa que nos reinserte en el caudal de esfuerzos en el que las libertades y los derechos que de ellas se deprenden determinen instituciones, políticas y programas que tornen en realidad la nueva era a la que el mundo aspira. Constituye una urgencia vital a la que debemos responder.

sábado, 9 de marzo de 2024

Empieza la batalla por el cambio

Mario González Vargas
Las movilizaciones ciudadanas del 6 de marzo marcaron el inicio de la campaña electoral que culminará en la elección del nuevo presidente de Colombia en el 2026. El desencanto con las ejecutorias de Petro y sus alfiles es hoy mayoritario entre los colombianos. En año y medio de gestión ninguno de sus propósitos de cambio se ha materializado. Por el contrario, desde la pasada campaña presidencial afloraron el uso de conductas y procedimientos iguales o peores a los que se le endilgaban a gobiernos anteriores, y la promesa de acuerdos nacionales se vio marchita al ritmo de la imposición de una gobernanza errática, inspirada en el espíritu adánico de la desconstrucción creativa que infunde a los adalides de la izquierda contemporánea.

Sus resultados no se hicieron esperar en todos los ámbitos de la vida de los colombianos. Los índices económicos declinan sin cesar, la confianza inversionista desvanece raudamente, la inseguridad campea en todo el territorio y en todas las urbes por la ilusión de una paz total que ha empoderado, multiplicado y beneficiado a las organizaciones criminales de todo pelambre y desatado la incertidumbre creciente que alienta la fuga de capitales y de amplios sectores ciudadanos hacia tierras más propicias a sus sueños y expectativas.

Todo ese entramado, sin embargo, parece hacer parte de los designios del gobernante. El decaimiento institucional siempre se traduce en el fortalecimiento del poder ejecutivo y en la violación de las garantías y equilibrios que las constituciones de los estados democráticos procuran para garantizar su protección y vigencia. Ello explica el intento de cooptar el poder judicial y de comprar conciencias en el poder legislativo, al costo que fuere necesario y con la prontitud que su pérdida de confiabilidad exige.

Los proyectos de reforma a la salud, laboral y pensional obedecen al propósito de estatizar todas las prestaciones a los ciudadanos que los hagan tributarios de sus mandatos y víctimas de las incapacidades y fundamentaciones ideológicas de los gobiernos que pretenden eternizarse. Así lo entiende Petro, como lo demuestra el acceso a todas las agencias del gobierno de activistas sin otro horizonte que el de satisfacer su decálogo doctrinario. Opta por atrincherarse buscando suplir la soledad que presiente.

Las marchas del 6 de marzo demostraron que el gobierno perdió el poder de la calle que ejercía con violencia e intimidación. La presencia ciudadana y el listado de sus inconformidades fueron tan amplios y variados como son sus angustias, temores y esperanzas. Constituye la expresión del anhelo de cambio que circula por todo el orbe en la antesala accidentada de las transformaciones que exigen las nuevas realidades sociales y tecnológicas susceptibles de modificar sustancialmente, para bien o para mal, la arquitectura de las instituciones y las relaciones entre naciones y civilizaciones. Las reacciones del presidente y sus activistas confirman su militancia en credos y dogmas fracasados en tiempos desgraciadamente por muchos olvidados.

Ha empezado la batalla por el cambio que exige elaboraciones conceptuales que permitan construir nuevos horizontes y que deben alcanzarse con creatividad que solo se expresa en ámbitos de libertad. Es una tarea descomunal para adelantar durante el tiempo que le resta a este decaído gobierno. Exigirá inteligencia, generosidad, paciencia y unidad para lograrla.

viernes, 8 de marzo de 2024

Perversión y supuesto derecho a disentir afectan a Col

Por Bernardo Socha Acosta
Es natural y muy razonable que el derecho a disentir sea una herramienta valiosa que alimenta las libertades en una sociedad, pero, muchas veces también debe tener límites, para que, no se convierta en el azote del mismo que lo ejerce o, de una sociedad entera.

Ese derecho termina por lógica, cuando sus efectos comienzan a lacerar los derechos de los demás, porque el derecho a disentir no puede convertirse en el bienestar del que lo ejerce y a destruir la dignidad de los demás.

Si a pesar de los graves males que puede causar el derecho del disentimiento y lo seguimos ejerciendo, ya no somos unos ciudadanos de bien para la sociedad que habitamos porque, al final llegaremos a ponernos en el escenario de los estúpidos sin conciencia y atrofiados por el desconocimiento.

Hoy en nuestro país hemos llegado lamentablemente a esos extremos y algunas personas o muchas, se ponen en el camino que transita la ignorancia.

Cuando analizamos documentos como el emitido por los representantes de 33 estados reunidos en la VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) recientemente. declaración en la que se ratificó el respaldo a Colombia para que siga trabajando en la búsqueda de la paz y el diálogo con los actores armados (Leer aquí

conocemos al mismo tiempo pronunciamientos de aparentes personajes que se oponen a que se realicen procesos en busca de paz para el país.

Para cualquier ciudadano con medianas capacidades es claro que lograr un entendimiento civilizado con los actores armados es algo que tiene que hacerse, de lo contrario seguiremos llegando a los extremos de los países que están enfrentados dejando miles de muertos de lado y lado, porque la violencia no tiene límites. Pero si ya agotados todos los recursos, nadie quiere la paz y solo se busca la violencia, pues… así terminaremos y sería el final de muchas vidas.

Y volviendo al tema, si los representantes de 33 países creen que ese es el camino para mejorar la situación violenta de un país, porqué hay tantos criollos resentidos… que no quieren que haya paz en Colombia.

También se conoció que la Unión Europea destinó más de 10 mil millones de pesos para esos propósitos.

Entonces queda demostrado que las grandes personalidades de otros países quieren que Colombia tenga oportunidades y unos mejores días, pero también queda claro que en Colombia hay muchas personas que solo quieren la intriga y la destrucción porque viven alimentados del odio, el resentimiento, el deseo de venganza y no quieren que persona diferente a sus castas amañadas y corruptas gobiernen. Esa es sencillamente la causa y eso le costará mucho al país y a cada ciudadano.

Cualquier colombiano humanista y emprendedor, siente tristeza de, cómo el país se destruye y se desangra ante la mirada impávida de unos y ante la mirada alevosa y artera de otros que bien pareciera que quieren el fin de un país con tanta riqueza y que a pesar del palo en las ruedas que le ponen los perversos politiqueros, puede ofrecer sombra misericordiosa para sobrevivir. La crisis de violencia que hoy vive Colombia es el fruto de estos diabólicos politiqueros que aún mucho pueblo apoya nublado por las mentiras.

Nadie con un espíritu de nobleza e inteligencia puede entender a esos supuestos colombianos que bien pareciera que lo único que le desean es el peor mal al país con sus actos impropios, que se enfrenta a quienes de una u otra forma quieren el bien para esta nación martirizada por los que instigan el odio y la guerra. Muchas personalidades del exterior quieran el bien para nuestro país, pero muchos mal llamados compatriotas solo demuestran querer el mal para esta sociedad maltratada por los voraces politiqueros.

sábado, 2 de marzo de 2024

El probable escenario del 2026

Mario González Vargas
El país vive en materia de seguridad un intenso desasosiego que recuerda los difíciles tiempos del auge militar de las Farc-Ep a finales del siglo pasado. Contrariando la tarea del gobierno de entonces, materializada en el Plan Colombia, con el que se logró en 10 años la desarticulación de los subversivos y habilitó a Santos para adelantar un proceso de paz, aún sin cierre, Petro y sus partisanos navegan sin brújula, en medio de las tormentas que suscitan la paz total y los desaciertos de una gestión mediocre que acrecientan en vez de resolver los inmensos desafíos que enfrentamos, y que no mutará en aciertos por haber excluido del gobierno a los pocos entendidos considerados ahora enemigos internos.

Su egocentrismo se traduce en desordenada y desafortunada impaciencia. Insiste en negociar con organizaciones criminales sin contar con una ley de sometimiento, intimida a la CSJ para forzar la elección de una fiscal de bolsillo, legisla por decreto en asuntos que la constitución y las leyes desautorizan, llama a su entorno a los más fieles pero ignaros e incompetentes en las tareas de planeación y conducción de la economía, e intenta dar vida prematura a reformas que aún cursan en el Congreso con la siniestra, pero no improbable creencia, de que someterá a las otras Ramas del Poder Público y burlará a los órganos de control.

El país padece los estragos de una cruenta violencia ejercida por organizaciones criminales que, al tiempo que se sientan con el gobierno, multiplican sus ataques, ensanchan su control territorial, aumentan sus rentas ilegales extraídas de la minería ilegal, el narcotráfico, el secuestro y la extorsión, y se empoderan en más de la mitad de los municipios del país valiéndose de la animadversión del gobernante hacia la Fuerza Pública. “No nos dejen solos” no es solamente la plegaria de ganaderos y empresarios agrícolas, sino también el sentimiento de una ciudadanía victimizada e indefensa.

No serán escuchados porque el presidente tiene sus ojos puestos en el 2026. Cree que la tarea que se propone exige su continuidad en el poder y requiere una nueva repartición de competencias. Al presidente le corresponderá debatir, entusiasmar y convencer a tirios y troyanos sobre el cambio del modelo político, económico y social, y a su imprescindible Laura Sarabia el manejo del gobierno y de todo lo que deba suceder en los entretelones que escondan los secretos de una acción eficaz, porque generosa en dadivas para los operadores de la institucionalidad, sin importar nada distinto a sus exigidos resultados.

El aterrizaje de Mancuso es un instrumento más para fabricar “verdades”, burlar la reparación de las víctimas y facilitar el perdón y olvido que se ofrece a todas las organizaciones criminales llamadas a la supuesta paz total.

Nadie promueve golpes de estado, como afirma engañosamente Petro, porque el pasado nos ha enseñado que, en 1886, 1910, 1957 y 1991, con acuerdos superamos la violencia y las discordias y fortalecimos nuestras instituciones democráticas. Hoy, cuando se encuentran amenazadas, no se entendería que no se intentara el ejercicio. La pretensión autocrática debe enfrentarse con más democracia y lograrlo marcaría nuestro destino en un hemisferio que enfrenta el peligro de perder sus libertades.

La primera expresión debemos realizarla el 6 de marzo en todas las ciudades de Colombia.

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