En distintos escenarios se ha
venido insistiendo en la necesidad de aprovechar el potencial natural de las
energías renovables y limpias, como fórmula para enfrentar en parte los anuncios de un colapso climático del
PLANETA por la grave contaminación ambiental y el calentamiento global provenientes
de varios factores entre ellas las fuentes energéticas tradicionales que han
venido atesorando poder.
Los anuncios de una grave
emanación tóxica que no solo afectará los estándares climáticos sino la vida de
la población y de todo ser viviente, no parece despertar una reacción que
busque reducir la utilización de los combustibles fósiles para mover la
industria automotor.
Los gobiernos municipales en
un intento por medio encontrar un alivio temporal programan jornadas de un día
sin carro, medidas que son apenas comparables con echar una gota de agua en el
mar, porque las medidas a tomar deben
ser de fondo para salvar el medio ambiente ya bastante contaminado.
Será que los gobiernos, nacional
y el congreso de la república, para el caso de Colombia, son incapaces de
adoptar una legislación que dé vía libre a la utilización de las energías,
solar y eólica? O será que están
dominados por los grandes monopolios que comercializan los combustibles
generadores de los altos volúmenes de dióxido de carbono.
Según los investigadores, todavía
estamos a tiempo de tomar decisiones, teniendo en cuenta que la situación es de
vida o muerte. Para los años 2030 (dentro de 11 años) comienza a pasar el límite,
la aguja de medición de los grados de calentamiento global, si no se hace algo
ya.
La Universidad Industrial de
Santander realizó en la última semana un foro Internacional sobre este tema y
los conferencistas hicieron precisiones sobre la materia, dejando entre los
asistentes un claro concepto sobre las medidas que se deben adoptar ante los riesgos y amenazas del calentamiento global.
Por estos días leímos también un
informe en el que una comisión
internacional de científicos sostiene
que si el calentamiento global que estamos cruzando, se limitara a 1,5 °C, se
lograrían unos niveles aceptables y sería positivo para el futuro del planeta,
pero si esa medición estuviera por encima, sería bastante azaroso nuestro
futuro. En tal sentido –afirma el estudio- es urgente de los países, hagan
cambios inmediatos sin precedentes.
Y en nuestro concepto esos
cambios tienen que comenzar con la sustitución de combustibles de fuentes fósiles,
por energías renovables y limpias, como la solar y eólica, dos fuentes
que abundan en nuestro medio, (por fortuna) gracias a la posición geográfica que
ocupamos en el Planeta tierra.
El freno a esa carrera contaminante
que llevamos, la está pidiendo con urgencia la misma naturaleza cuando a menudo
se anuncian los fenómenos meteorológicos
inesperados, como los huracanes que ya han dejado arrasadas muchas ciudades. Y esos fenómenos que dejan lluvias residuales inesperadas,
también han causado en Colombia graves catástrofes y todo como fruto de los
gigantescos desprendimientos de hielo de la Antártida que caen al mar.
Y volvemos a insistir, qué ha hecho Colombia desde el gobierno nacional, el Congreso de la
república y el sector privado, para el aprovechamiento a tiempo de las energías
limpias que seguramente será un aporte a
las urgentes medidas que se deben tomar si queremos frenar el paso de la aguja
que indica que estamos en sobrecalentamiento ambiental por la contaminación.
Ojalá que cuando lo decida no sea tarde.
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