jueves, 27 de junio de 2019

Las autoridades deben replantear el día sin carro

Por Bernardo Socha Acosta
Quedó demostrado que un día sin carro particular y sin moto, no es la salvación para descontaminar el aire en una ciudad, con la fracasada jornada del día 26 de junio en Bucaramanga. Fue el día que los bumangueses, deportistas que utilizaron la bicicleta y visitantes más injirieron tóxicos por el aire contaminado que dejó el transporte público.
Es que las autoridades, hasta cuándo se van a convencer, que  los mayores contaminantes son los vehículos de servicio público. Los automóviles particulares son los que mayor cuidado reciben de sus dueños y no contaminan. Estamos seguros que 50 automóviles particulares contaminan lo que hace un solo destartalado bus de transporte de pasajeros.
Entonces, hasta cuándo las autoridades van dejar la triste  TERQUEDAD  de parar los vehículos particulares con el falso argumento de que van a propender por un medio ambiente sano y hacen todo lo contrario, al poner a la comunidad a aspirar el peor de los tóxicos. A más de este aspecto negativo, el día sin carro se paraliza el comercio con un incontable daño económico. El día sin carro ocasiona hambre para muchas personas, comenzando con los limpian vidrios en los semáforos y así sucesivamente.
El día sin carro parece que trae más resultados nefastos que beneficios y sino miremos que las estaciones de gasolina quedan parcialmente fuera de servicio.  En los almacenes los vendedores no hacen ventas y como resultado, no reciben sus comisiones  pactadas. Los repartidores de alimentos que lo hacen en carros particulares quedan cesantes, los mensajeros no tienen nada que hacer,  y así con otras actividades en las que se mueve la economía de una ciudad, donde la subsistencia se logra del rebusque.
Y no es que estemos en contra de ver una ciudad limpia y organizada. Ojalá que pudiéramos lograr muchas cosas buenas, pero en las condiciones que estamos, con un transporte público  viejo, no se pueden dar esos lujos.
Con estos detalles y argumentos del día sin carro, las autoridades deben tener una mejor e inteligente forma de buscarle progreso a la ciudad, no retroceso.  Porque si incomodan a la ciudad y a sus habitantes y a, parte le generan un ambiente peor contaminado, entonces qué están haciendo. Cuál es la ganancia.
Desde que se ha venido aplicando este embeleco del día sin carro, los expertos han asegurado  que  un solo bus de servicio público contamina incalculables veces más que x determinado número de autos particulares. Entonces, cuál es la ganancia que estamos consiguiendo; y entonces porque ese capricho. Si tuviéramos en un país desarrollado, pues se sabía que el transporte público gozaría de excelente calidad de carburación y no habría exceso de contaminación, pero en nuestro medio… donde los gobiernos de turno no han sido capaces de proyectar el futuro buscando energías alternativas y limpias, sino que siguen empecinados en depender de las energías fósiles.
Ojalá que el día sin carro que fue el día de la mayor contaminación en Bucaramanga, sirva de escarmiento para buscar otras alternativas para que tengamos un mejor aire para respirar.   

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