Un decaído e indolente aporte a una campaña política, le dan aquellos que con gravísimas amenazas, bravuconadas y pendencieras actitudes, se presentan a la opinión en medios de comunicación, seguramente creyendo que van a ganar seguidores, pero lo único que hacen es ganarse el rechazo y la repugnancia generalizada de un pueblo que ha sido por años maltratado y menospreciado por muchos de los que se dicen sus defensores.
Nadie puede creer; pero nadie… que un aspirante al primer cargo de un país, salga erráticamente con actitudes desafiantes que, ni siquiera, las hacen grupos al margen de la ley; seguramente las harán los integrantes de pandillas que se sienten totalmente marginados de la sociedad, fruto de esos políticos que por muchos años han traficado con el poder y han saqueado la nación.
Qué lástima, que aspirantes a un cargo como la presidencia de Colombia, tengan esas inclinaciones, seguramente queriendo hacer honor al movimiento que representan y que ha dejado sinsabores en el pasado.
Esos precandidatos están en el sitio equivocado, porque la sociedad colombiana ha venido cambiando y está muy civilizada. Ya no es la época en que los políticos llevaban con licor, comida, bozal y nariguera a sus simpatizantes; y si aún hoy hay, ya son muy pocos.
Y en la actualidad, cuando por fortuna, algo más de 11 millones de colombianos buscaron una alternativa para el primer cargo de la nación, el país tiene una gran oportunidad de liberarse del yugo esclavista disfrazado de democracia, porque este gobierno, quieran o no, ha logrado, a pesar de todas las múltiples JUGADITAS y talanqueras, abrirse paso y destapar la bien guardada maniobra con la que los gobiernos del pasado han engañado a sus electores diciéndoles que trabajan por el país, la democracia y su pueblo, cuando trabajan para una privilegiada franja de la sociedad y al pueblo le tiran migajas de las que a ellos les sobra, para engañarlo.
Estos relatos no son inventos del PROGRESISMO; o sino observemos, cuando a través de la ley 100 de 1993, se creó el Sistema de Seguridad Social Integral en Colombia. Su espíritu era excelente para la salud, pero tenía su parte TOXICA que finalmente ha venido desangrando al estado y a los afiliados al sistema en las EPS. Y por qué de la parte TOXICA o la JUGADITA. Pues porque en la Ley no se previó un sistema de AUDUTAJE o vigilancia de los dineros que tanto el estado como de los afiliados entregan a las EPS. Y entonces esos recursos no han tenido un manejo claro y confiable y en algunas de las EPS, el CAUDAL económico se utilizó para enriquecer descaradamente a particulares. Uno de estos ejemplos está en esta noticia, para que no digan que es otro invento del progresismo: Lean la noticia (Clic aquí)
Y así como este caso ha sido una constante en los últimos gobiernos, o sino la Contraloría general no hubiese denunciado el desvío de 32 BILLONES DE PESOS de los últimos años, destinados a la salud, pero, que se fueron al bolsillo de los ladrones de cuello blanco.
Como esa ley que dejó una compuerta abierta para la corrupción, hay muchas normas más que facilitan el enriquecimiento de unos pocos y la esclavitud de muchos. Citemos también cuando el estado (hace unos 11 años) destinó muchos MILLONES para pequeños agricultores colombianos, para que pudieran incentivar la producción de alimentos. El programa se llamó con bombos y platillos “AGROINFRESO SEGURO”. Pues esos dineros fueron a parar nadas menos, que a grandes terratenientes de la élite colombiana. Por eso un ingenuo ministro de agricultura que tenía grandes perspectivas de líder, fue a parar por muchos años a la cárcel, desgraciadamente porque estaba en el sitio equivocado de la política.
Si se hiciera un repaso de las jugaditas que han afectado al pueblo colombiano en los últimos 40 o 50 años, habría mucho que contar, pero lamentablemente en afectación del pueblo, que como no hay quien lo defienda de la voracidad política de poder y enriquecimiento, muchos han optado por conformar organizaciones al margen de las ley. Y TODO por la política corrupta.
Todos los males del país han surgido por muchos, pero muchos políticos que han hecho mal uso del poder; y aquí hay que recordar el periodo del Congreso de la república que finalizó el pasado 20 de julio, cuando en el SENADO, se le negó a los colombianos muchas nuevas y mejores oportunidades, porque, por ejemplo, en la comisión séptima se endiosaron y trataron con látigo a sus electores.
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