La
historia moderna, del mundo se halla centrada en torno al esfuerzo que tiende a
romper las cadenas económicas, políticas y espirituales, que aprisionan a los
hombres.
Grecia,
el 30 de Junio pasado, debía pagar al Fondo Monetario Internacional, una suma
altísima de dólares. Empero, no se
produjo el desembolso por la falta de liquidez en tan portentosa nación.
Es
muy duro decirlo. Pero en realidad los
gobiernos son los comisarios políticos del poder económico, el concubinato
entre el poder político y el poder económico es de siempre, en todas las
naciones del mundo.
¿Y
cuáles son los elementos de un humanismo integral, del cual tanto se pregona, y
que asesina la política neoliberal ahora?
Las
exigencias de los acreedores a la República Griega, como la reducción de las
pensiones y la multiplicación de los impuestos, han constituido verdaderas
tropelías, una conducta vergonzosa que afrenta a todos los griegos, de toda la
historia. Esa historia preponderante de
milenios de la cultura, y la civilización occidental, filósofos, juristas,
pensadores de la ciencia política, traducidos de patriotismo, de fe y esperanza
por nuestros mejores destinos humanos, como en la expresión Ciceroniana, estaban
“llenos de alma, llenos de espíritu, llenos de verdad”.
En
este orden de ideas, la doctrina del Estado es una de las disciplinas más
antiguas, en esa venerable nación. Entre
las ciencias que cultivaron los griegos, llegó esa a alcanzar una gran preeminencia. Tal pre eminencia se debe a la visión que
tenían del mundo; para ellos el Estado no era tan solo una comunidad política,
sino que lo era también religiosa; por esto, para el griego, las últimas
cuestiones morales estaban estrechamente enlazadas con las políticas. No se comprendía en Grecia, una comunidad de
vida fuera del Estado o autónoma dentro de él.
Como los problemas morales superan en interés a los demás, hicieron
retroceder a todos ellos, y la doctrina del Estado alcanzó por su unión con lo
moral, un primer lugar en la investigación y conforme con la tendencia práctica
de la especulación ética, buscó con preferencia fijar los principios de las
acciones políticas. Los científicos de
esta disciplina se afanaban por hallar una medida, un criterio, con que juzgar
los hechos, medida que creen encontrar los unos en la naturaleza y los otros en
proposición o leyes humanas.
El
Estado Griego es el Estado – Ciudad, es decir, Polis: Originariamente es la
aldea fortificada; más tarde, la Ciudad Edificada en torno a esa aldea llega a
formar el Estado, o al menos, el núcleo de una comunidad estatista, cuya
magnitud territorial era análoga a la de un cantón suizo.
Más
es una nota enteramente propia del Estado Griego, la de haber presentado en
todas sus formas, como característica esencial y primera la unidad
interior. La Polis, no tenía más de
cinco mil habitantes. Odiaban la
tiranía. La soberanía del pueblo con
varios matices era la forma de gobierno que exigía el espíritu nacional.
Los
cimientos de la Civilización Europea fueron puestos por los griegos. Las palabras “Nada con excesos”, inscritas en
el Templo de Delfos, nos demuestra que fue un pueblo dispuesto a la guerra,
pero que aspiraba también a un ideal de moderación en todas las cosas.
Equilibrio y Armonía, ideales clásicos expuestos por filósofos como Sócrates y su discípulo Platón, fueron los principios que guiaron la Arquitectura y la Pintura de los griegos, así como su escultura, como su forma contenida pero vital, la Venus de Milo, sigue considerada como la esencia de la feminidad.
La fuerza de Hércules, La Belleza sin rival de Helena de Troya, La cólera de Zeus, La astucia de Ulises, El valor de Aquiles, La rapidez de Hermes, Los amores de Afrodita, todo ello ha llegado a formar parte de la Herencia Occidental.
Así las cosas, las exigencias de los acreedores de Grecia, muestran su altanería y arrogancia, ignorando todo lo que el mundo le debe a esa nación, como también el Don de la Justicia, y los límites insobornables de la ética, acrecentando su ambición perversa de poder económico. Evidentemente, no controlan su desmesura los Señores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y suprimen las tablas de valores. Que desgracia, pero ignoran que Grecia es un valor cultural de la Humanidad.
Equilibrio y Armonía, ideales clásicos expuestos por filósofos como Sócrates y su discípulo Platón, fueron los principios que guiaron la Arquitectura y la Pintura de los griegos, así como su escultura, como su forma contenida pero vital, la Venus de Milo, sigue considerada como la esencia de la feminidad.
La fuerza de Hércules, La Belleza sin rival de Helena de Troya, La cólera de Zeus, La astucia de Ulises, El valor de Aquiles, La rapidez de Hermes, Los amores de Afrodita, todo ello ha llegado a formar parte de la Herencia Occidental.
Así las cosas, las exigencias de los acreedores de Grecia, muestran su altanería y arrogancia, ignorando todo lo que el mundo le debe a esa nación, como también el Don de la Justicia, y los límites insobornables de la ética, acrecentando su ambición perversa de poder económico. Evidentemente, no controlan su desmesura los Señores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y suprimen las tablas de valores. Que desgracia, pero ignoran que Grecia es un valor cultural de la Humanidad.