No todos los políticos son
iguales
Libardo Gómez Sánchez
Diario del Huila, Neiva, enero
27 de 2014
La semana anterior estuvo el
senador del Polo Jorge Enrique Robledo de gira por el Huila y en sus
intervenciones hizo referencia a un criterio que se ha generalizado entre la
población y que se resume en la frase: “todos los políticos son iguales”,
opinión que en buena parte explica la abundante abstención, la invitación al
voto en blanco y hasta el desparpajo con que algunos ciudadanos se mueven entre
las diferentes banderías en época electoral; para discutir esta equivoca
concepción el senador utiliza varios argumentos, sin embargo el primero que
esboza hace referencia a que no todos se acogen a la comodidad de la Unidad
Nacional en la que se reparten prebendas, contratos , burocracia y la mal
llamada mermelada expresión que el gobierno de Santos puso de moda cuando
justificó el despojo de las regalías a las regiones, la pregunta que suscita
esta decisión es ¿qué razón lleva a algunos congresistas a perderse los favores
presidenciales, a transitar por el desierto y recibir el garrote gubernamental?
¿Qué tienen que los diferencia, que los
hace distintos? Robledo afirma que son dirigentes a los que no les gusta el
país que sus ojos ven: una enorme porción de la población en la miseria, sin
trabajo, sin salud, sin educación, una industria nacional camino a la quiebra y
un agro agredido por la invasión de la producción extranjera, una nación a
merced de poderes extranjeros gracias a los TLC firmados por doquier, en fin
una multitud de calamidades que tienen remedio si se gobierna con criterio
nacionalista y no para el beneficio del capital foráneo.
Explica que los Juanmanueles
no van a cambiar sus políticas, no va ser posible persuadirlos del daño que le
hacen a los colombianos porque a ellos les va muy bien así, viven entre los
puestos de privilegio de la alta burocracia, las coimas y las sillas ejecutivas
de las multinacionales a las que les cuadran los negocios con leyes y normas,
de tal suerte que la única forma en que sus terribles políticas no sigan al
mando es derrotándolos en las urnas.
Las listas al Senado y Cámaras
de Representantes que el Polo inscribió están compuestas no por políticos de
oficio sino por indignados, líderes sociales probados en los reclamos de los
diferentes sectores del agro, de la salud y la educación, de tal suerte que si
el pueblo quiere cambiar el desastroso rumbo que tomamos, el próximo 9 de marzo
tiene en esas filas a quienes elegir.