------------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO
MIENTRAS UNOS RIEN OTROS LLORAN
Me refiero con toda la sinceridad que me fluye como ciudadano santandereano y además colombiano, y además muy factible de enfermarme por ser de carnes y de huesos, aunque más de huesos que de carnes por lo que soy flaco, a la crisis que vive el sistema de salud en el Departamento de Santander y en especial el estado agónico del Hospital Universitario de Santander. Mambrú se fue a la guerra qué horror, qué horror, qué pena. Mambrú se fue a la guerra y no sé cuándo vendrá. Y digo que mientras unos se mueren de la risa, otros se retuercen en medio de las lágrimas es porque, en este preciso instante, en un partido malo Inglaterra trata de vencer a Argelia para no correr el riesgo de quedar por fuera del mundial por sustracción de materia. Pero avanza el mundial de fútbol con toda la alegría porque se trata de la fiesta más importante de la humanidad. Ojalá que no sólo el fútbol sino todos los deportes y todas las manifestaciones culturales y del Arte en todas sus concepciones, reemplazaran las guerras que es donde se gasta la plata de las naciones a sabiendas de que las guerras son la prolongación de la política por otros métodos.
Pero estas son elucubraciones estúpidas de un tipo cualquiera porque es que la guerra es más rentable que la salud de la gente, sobre todo para las naciones que producen armas y también para los que las consumen. Eso es un negocio redondo. Hace unos días atrás el doctor Horacio Serpa, gobernador del Departamento, en una conferencia de prensa hizo un lacónico llamado, que más bien parecía un Réquiem por la salud, dadas las infelices condiciones en que se encuentra esta página del libro santandereano. Para la muestra un solo botón, el Hospital Universitario de Santander se encuentra en coma profundo porque su situación es más que deprimente. ¿Las razones? Para qué nos ponemos a discutir o a elucubrar, sobre todo a filosofar, si de todas maneras no hay plata. Para qué utilizar lo más profundo del pensamiento humano en razonamientos lógico-matemáticos y socio-económicos si hay una sola razón de fondo: está limpia la ñonga. Qué dónde está el piloto, o mejor dicho que quién tiene la culpa, vaya usted a saber. Lo cierto es que está limpia la ñonga. Y eso que no se me ha ocurrido decir que la crisis es en todo el país como para que en verdad se vayan asustando. Si acaso habrá remedios anodinos, como siempre. Pero el problema sigue como un Sida.
No obstante avanza el mundial de fútbol que entre otras cosas nos sirve de paliativo, como la morfina para las dolencias de los enfermos terminales. Pero no crean que estoy criticando dicha fiesta futbolera. Ni por las enaguas anchas de la señora Coca. Si la diáspora de las negritudes es considerada la más grande tragedia de la humanidad, el mundial de fútbol es su equivalente contrario y más ahora que se realiza allí en la cuna de la diáspora. Lo que pasa es que yo percibí que el doctor Horacio Serpa está bastante preocupado porque él prometió que le iba a meter duro la mano a este renglón, pero hay que reconocer que este es un problema de Estado y por eso no ha podido cumplir. No se puede teñir un litro de agua si no lo sacamos de la alberca, y de la misma manera, no se puede purificar el agua del consumo si no la sacamos del río. El que está enfermo es el Estado pero este, como el enfermo drogadicto, no ha querido aceptar la enfermedad letal que le diluye el tuétano de los huesos. Simplemente se contenta con que algún día le llegue la parca porque a la hora de la verdad, eso es lo más normal. Además, ya nos acostumbramos a vivir con la cotidianidad de la muerte producida por cualquier simpleza. Por el paseo de la muerte, por hablar de uno.
Lea EL MENTIROSO MAS ELEGANTE DE ESTE PAIS. 311 209 81 46
No hay comentarios.:
Publicar un comentario