Nota: El siguiente comentario
surge de una columna de un reconocido dirigente político. Leer aquí la columna
El análisis publicado en un
sitio web, en relación con las políticas que se están aplicando en la
administración de la capital de Santander, es
muy imaginativo e investigativo, pero para cualquier lector, sería estar en contra de las medidas que
buscan derrotar la corrupción.
Realmente, que sea o no, una tesis importada de los grandes filósofos, a nuestro municipio y a Colombia le caería
muy bien una teoría de esta clase, antes que sea tarde y el país siga acumulando los desbordados problemas, la
mayoría derivados de la corrupción que
está ahogando a los conciudadanos.
De la corrupción se escribiría
toda una bibliografía en la que aparecerían, un alto número, tanto de quienes
han ejercido la política, como de algunos dirigentes del sector privado que han
servido de cómplices para cometer los más grandes robos a las arcas del estado.
(Ej: el carrusel de la contratación por citar algo) Quien
pretenda ignorar estas realidades, ó, ha
participado o, no tiene conciencia de la gravedad que eso representa,
para el presente y el futuro de un país.
Esa realidad que viven los
colombianos por los hechos de corrupción, es el factor que le ha merecido la peor imagen histórica al Congreso de la república. Y, de ésta
triste y lamentable realidad (la corrupción) habría mucho de qué hablar,
especialmente de las consecuencias. Entre ellas, que los gobiernos de turno, en
cambio de castigar hasta con las medidas más drásticas… a los corruptos, no encuentran otra cosa que esquilmar al
pueblo trabajador y honesto, con las tenebrosas Reformas Tributarias, que lo único que logran es aumentar el
espacio entre quien tienen más y quienes tienen menos; o mejor, haciendo que en
Colombia haya más concentración del poder
económico en pocas manos y
aumentando el nivel proletario y la mendicidad.
Pero volviendo al tema, en
relación con la administración municipal de Bucaramanga, lo cierto es que hay
que respaldar propuestas orientadas a hacer rendir más el dinero que pagamos
los contribuyentes.
Es que la corrupción, sea en
nuestro medio o en el país, no puede seguir haciendo carrera que, donde una obra que tiene un costo real
de una determinada suma, por ser contratada por el estado, tenga un costo hasta
tres veces o, más el valor real.
Y no es necesario discutir, si
se hicieron las obras o no; lo que se debe discutir es, a qué precio se hicieron.
Y, si en Bucaramanga se
pretende hacer algo por buscarle mejores días a sus habitantes, pues vale la
pena apoyar cualquier medida encaminada en este sentido; sean medidas
importadas o no; o que sean ideologías, o no de los grandes filósofos, lo que
esperamos sus habitantes, es que el dinero que pagamos los contribuyentes, rindan;
que tengan la mejor aplicación y que se reflejen en cosas productivas y
necesarias.
Tampoco debemos ser tan
dramáticos, al señalar que las medidas contra la corrupción, sean para eliminar
personas naturales, como muchos lo pretenden hacer creer. No es así; estas medidas están orientadas a
destruir, pero las viejas prácticas que han empobrecido las arcas del estado en
general, ya sean municipales, departamentales o nacionales. Lo importante sería
que todos trabajáramos por una cultura anticorrupción. #bersoahoy
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