La amenaza de hábiles y tradicionales ladrones agazapados en falsa pulcritud
Hoy cuando por fortuna se destapa uno de los más peligrosos monstruos que nos venía envolviendo en los últimos años en las garras de la ambición, poder y codicia, como es la corrupción, los padres o tutores de ese agazapado monstruo tratan de lavarse las manos para aparentar ante sus simpatizantes o mejor los colombianos, una falsa pulcritud, utilizando hábilmente medios de comunicación.
Una falsa pulcritud que solo se oculta tras las máscaras de la envidia, la trapisonda política y la sombra maquiavélica que esconde el afán por volver a recuperar el manejo del estado porque no se resisten haber perdido la gallina de los huevos de oro que representan los colombianos con el pago de BILLONES Y BILLONES por impuestos que no se reflejan en cuantía equitativa por culpa de esos millonarios desfalcos.
Gracias a los investigadores que lograron descubrir en este gobierno, que en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres – UNGRD - se escondía desde hace varios años, uno de los más peligrosos y viejos engendros convertido en bestia humana que devoraba el presupuesto nacional y que enriquecía a los más encopetados funcionarios, no solo de esa entidad, sino de otras ramas del poder, (y muchas) de una manera cómplice, razón por la cual nadie se denunciaba y así seguía el circulo vicioso campante, como un agresivo cáncer que venía socavando las bases económicas y morales del país. Ese cáncer solo se ve reflejado en el desempleo, el hambre, la inseguridad y la violencia que hoy agobia a Colombia, todo por esos malditos corruptos, que no solo estaban en la UNGRD, sino que se encuentran camuflados en muchas otras importantes entidades de todas las ramas del poder, como la peor amenaza para los colombianos.
Y como esas “ganancias” del asalto a los recursos del estado, beneficiaban a muchos cómplices, pues nadie tenía la valentía de hacer las denuncias, (en la UNGRD) hasta que llegó este gobierno y los descubrió porque ellos tenían sus fichas ahí para seguir cometiendo sus asaltos disfrazados y al amparo de los fenómenos naturales. Así transcurrieron largos años y nadie se percataba del inmenso robo.
Pero, para infortunio de los colombianos esos tutores de la arraigada corrupción, siguen actuando con la misma mala intención y mala fe para enlodar a funcionarios actuales y se rasgan las vestiduras en un ABERRANTE comportamiento que solo cabe en los ladrones de cuello blanco, para tratar de convencer a la opinión, de que ellos son los buenos y otro son los malos. Y por desgracia esos ladrones de cuello blanco que hoy hacen contradenuncias para sacudirse de la pestilencia corrupta, son más escuchados por algunos grandes MEDIOS DE COMUNICACIÓN, a quienes les abren sus canales para que sigan fortaleciendo su malintencionado juego ilícito. Hay algunos periodistas que se dejan engañar de esos falsos pulquérrimos y así lamentablemente siembran dudas y cizaña para posar como blancas palomas.
Los corruptos son los lobos más sanguinarios que tienen arruinado al país, y se disfrazan con piel de oveja, y así actúan para apoderarse anualmente de algo más de $50 BILLONES según cifras reveladas la Revista Portafolio. Es un dinero que pagamos los ciudadanos por impuestos y se lo roban esos delincuentes amparados por una cáfila de fracciones políticas hábilmente preparadas.
Si no se hubiera hecho ese hallazgo (el robo en la UNGRD) habría terminado el actual gobierno y seguramente los peligrosos politiqueros (diciendo que ellos son los buenos y otros los malos) se harían apoyar por el pueblo con argucias, patrañas y sofismas para recuperar el poder y seguir apoderándose del fruto del trabajo de los colombianos. Ahora, de los electores dependerá que el país después de 2026, siga transitando por piso firme, o por el contrario, navegando en la falsa ilusión que trae la politiquería y que finalmente conducirá al país al abismo de la destrucción, por hambre y violencia, como ya parece desembocar nuestra Colombia.
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