Oficina de Prensa
Senador Jorge Enrique Robledo, Bogotá
Rorge Robledo |
Un proyecto
centralizador que convierte a municipios y departamentos en convidados de
piedra. Todo está reglamentado para que el gobierno pueda hacer lo que le dé la
gana. Se disfrazan como regionales los proyectos que hoy son de responsabilidad
de la nación.
Ponencia negativa al
proyecto de ley que reglamenta la distribución de las regalías presentó hoy el
senador Jorge Enrique Robledo en la sesión de Comisiones Quintas conjuntas (ver
video: http://t.co/51pwLNtv), pues el texto
redactado por el gobierno “confirmó mis peores advertencias” y puso en
evidencia que se va a despojar de sus derechos a los municipios de hoy y de
mañana.
El grado de dictadura
del gobierno nacional sobre municipios y departamentos es inaudito, añadió.
Aunque se crean cuerpos colegiados para dar impresión de democracia, todo el
poder lo concentra en Planeación Nacional y en ministros y el texto está
calculado para que solo pueda hacerse lo que el gobierno quiera y para que
todo, desde la fiscalización hasta la ejecución, pueda privatizarse. Municipios
y departamentos quedaron convertidos en convidados de piedra.
Señaló que el
gobierno nacional incurre en una práctica engañosa al presentar porcentajes y
no simulaciones en dinero. “No es cierto, como dijo el ministro Echeverri, que
la mermelada se reparta equitativamente por toda la tostada de la geografía
nacional.”
Precisó que el 30% de
los recursos irán a una especie de fondo de inversión, regido por el derecho
privado, que utilizará las regalías para especular en los mercados financieros
internacionales, plata que se podría terminar perdiendo.
“La ley tiene dos
enormes micos –dijo–. Permite que se les rebaje a los crudos pesados el 40% del
valor de las regalías y modifica el precio base para la liquidación”.
Exigió una auditoría
pública y seria tanto para los que pagan regalías como también para los que se
las gastan. A las trasnacionales no puede seguir creyéndoseles por buena fe,
como lo ha denunciado la Contraloría.
Concluyó denunciando
que es un proyecto “fuertemente centralizador a favor de macroproyectos para
macrocontratistas” y en contra de los proyectos locales, de interés municipal o
departamental, desechados por el gobierno como “chichigüeros”. Todo en Colombia
se les va a entregar a los monopolios y a las trasnacionales en la lógica del
libre comercio.