Jose Oscar Fajardo |
-------------------------------------------Por: JOSE OSCAR
FAJARDO
HAGAN SUS APUESTAS SEÑORES
Eso suena a gallera pero así es. Claro que un arrastrado
guasón definió gallera como un conjunto de reinas en bikini. Pero a lo que yo
me refiero es a la competencia de los candidatos por la gobernación de
Santander. Y hagan bien sus apuestas porque la cosa se quiere poner color de
hormiga. Digo que se quiere poner color de hormiga porque todavía no se ha
puesto. Pero se va a poner. Al doctor Richard se lo tira es que no se vino a
tiempo de Chile donde ejercía un consulado, a repasar a Santander, y eso le
crea muchos baches en la campaña. Eso le genera debilidades.
En cambio el
doctor Cote Peña es un Goliat intelectual que goza de un discurso y de una
facilidad de expresión que realmente son apabullantes. Tiene una oratoria
magistral y todos sabemos que el don de la palabra es un arma mortífera como
las bombas nucleares. El doctor Richard
tiene a su favor que es un “churro”, y les recuerdo que yo soy bien macho, pero
eso es lo que le gusta a las mujeres y el voto de la mujer cuenta verracamente
en todas las competencias electorales, máxime cuando hay un gusto por el
candidato de orden erótico sentimental. Aclaro, entre otras cosas, que yo no es
que esté diciendo que el doctor Cote Peña sea un indio feo. No señores, y no me
vayan a meter en líos porque ese hombre llega a ganar, tal como yo lo estoy
viendo, me toca ir a ejercer el periodismo
a Siberia o a Africa porque un enemigo de esa talla, siempre es que le
lleva un poquito de ventaja a uno.
Una ventaja que tiene el doctor Cote Peña es
que es un ducho político que fue alcalde de Bucaramanga y era Secretario del interior
del Departamento cuando se decidió a ser candidato a la gobernación. Entonces
el hombre conoce el Departamento como conocer sus callos y eso le otorga
ventajas enormes en la competencia electoral. Claro porque le da una capacidad
de discurso que en cualquier debate lo pone como Sebastian Vettel en la
competencia de la Fórmula Uno. Y así sucesivamente. El doctor Richard tiene a
su favor, aparte de su “churrera”, una larga cadena de títulos y de experiencias
profesionales que lo convierten en un hombre más preparado que un pollo el 24
de diciembre. Pues el hombre aparte de profesional con buenas
especializaciones, como que ha sido profesor universitario, que eso es mucho
caché porque cualquiera no es profesor universitario con el aprecio de los
estudiantes, acaba de ser Cónsul en una ciudad de Chile que eso también le da
mucho caché porque cualquiera no es Cónsul a la bulla de los tarros. Entonces
fíjense que la cosa está de puño a tiestazo.
Entre otras cosas con un amigo
escritor discutíamos cuál era el término correcto si tiestazo o testazo y una
china culicagada de décimo del bachillerato nos dijo que dejáramos de ser
pendejos que tiestazo era un golpe propinado con un tiesto y testazo era el
golpe proferido con la testa que es exactamente lo que hacen los futbolistas. Ambos
nos pusimos colorados de la vergüenza. Pero siguiendo con el tema anterior, lo
que sí es cierto es que al doctor Cote
Peña lo veo yo muy por encima, primero porque como dije antes, es un hombre que
tiene ya una larga experiencia política, sino también porque toda la clase
política está apoyándolo basando sus argumentos en que la experiencia es lo que
hace al maestro. Y en eso yo creo que hay bastante razón porque es que el
doctor Cote Peña ya es un torero que ha toreado en siete plazas en cambio el
doctor Richard no. Claro que el Doctor Richard lleva la medio ventajita de que
a mucha gente le cae bien y además habla un poco de idiomas y eso cuenta
verracamente. Pero como estamos en la gallera, me atrevo a decirlo sin ninguna
duda, el doctor Cote Peña es más gallo de pelea, todas las veces, y eso es
definitivo a la hora de cantar.