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jueves, 1 de agosto de 2013

Combatir la corrupción publicitaria, sí, pero no atropellar...

                                  Por: Bernardo Socha Acosta
Combatir la corrupción sí, pero sin atropellar los derechos ajenos. Tampoco es dable que se utilice  la insidia, para poner en tela de juicio y en duda la honestidad, profesionalismo y la libertad de iniciativa de manera generalizada. Para quienes hemos querido avanzar en el sistema de las comunicaciones, utilizando las nuevas tecnologías, de las que el gobierno está haciendo énfasis y honor, por los alcances que ellas tienen para la sociedad y el progreso, cuando son bien utilizadas y de manera adecuada, cumpliendo los cánones de la legislación, nos sentimos insultados por un columnista local.
Con esta entrada quiero referirme a una columna aparecida en un medio escrito local en el que se hacía  mención a la publicidad oficial, para el caso de la gobernación de Santander.
Pero eso no es lo malo, ni faltaba más que pretendiéramos oponernos a la sana  crítica, sobre manejo de recursos para la divulgación de campañas institucionales. Lo malo es la siembra de la insidia y la duda generalizada ante la sociedad, contra los medios de información que están cumpliendo una labor social, desde el punto de vista virtual, aprovechando las nuevas tecnologías, a las que a nadie se le puede impedir.
Destinar recursos económicos para la divulgación de campañas institucionales, no es lo diabólico, porque esa es una actividad que hace parte del devenir diario de la información y el proceso recíproco para con los actores de la labor habitual del servicio, siempre y cuando se cumplan algunos parámetros y no se caiga en el abuso y los extremismos.  Lo que no sería correcto  sería su manejo desproporcionado o inadecuado y en eso todos estaríamos de acuerdo para seguir combatiendo lo que llegue a rayar con el delito del engaño.  Porque nadie podría creer que se hayan manejado paquetes publicitarios parcializados o con beneficios aparentemente para unos pocos y no de acuerdo con los niveles idóneos, de importancia y  de Ranking.  
Bueno y si el sentido de la crítica va enfocado a  denunciar la corrupción, pues bienvenida, pero que se señalen casos concretos y no se tienda un manto de duda contra todos los que hacemos parte de ese  sector virtual respetable y ajustado a las exigencias que se enmarcan en la clasificación que tuvo en cuenta el gobierno nacional para emitir el decreto de Teletrabajo 0884 del 30 de abril de 2012, fundamentado en la Ley 1221, que estableció el uso apropiado y el fomento de actividades laborales mediante las tecnologías de la información y las comunicaciones para ejercer una forma de organización laboral, que consiste en el desempeño de actividades remuneradas o prestación de servicios a terceros.
Lo anterior no quiere decir que se ampare   la piratería publicitaria, de posibles sitios que aparecen de la noche a la mañana sin el lleno de los requisitos necesarios. Y aquí es donde juegan un delicado papel importante, quienes tienen la misión de ejercer la labor de comercialización de los rubros de incentivos laborales como se pueden calificar los destinados por el gobierno para divulgación institucional.
Quiero con esta nota sacar en limpio a destacados sitios web que llenan todos los estándares de calidad informativa y de servicio a la comunidad, con tradición de cuatro, ocho y  o más años y un respaldo de una cifra superior a 100 mil y 400 mil visitantes,  pero también condeno las pretensiones de engañar con sitios montados únicamente para la ocasión, sin ninguna vocación de servicio y profesional y que no tienen  una socialización, que debe ser quizás uno de los requisitos, para todo el que aspire y proyecte ingresar a este sistema de comunicación, porque a nadie se le puede prohibir, el progreso y el avance de las tecnologías en la información.   
Y con el respeto y perdón de los lectores, mi sitio web de Bersoa comunicaciones (conjunto de páginas) tiene un recorrido y una  antigüedad de 8 años, que a nadie daría lugar a poner  en tela de juicio porque  todo el sistema supera con la sumatoria las 4 millones de visitas de los últimos seis años cuando se dispuso el sistema de registro. Cualquier  lector puede ingresar por ejemplo a Asi es Bucaramanga,   Santander hoy, o  Información nacional  y otros sitios asociados, como RevistaExpresiones  y Revista Pirámide, para citar algunos.
En lo que si estamos de acuerdo, es combatir la piratería publicitaria que se pretende con páginas web sin el reconocimiento social y un Rankin que le garantice efectividad al inversionista.  
Y para terminar no quiero desconocer la buena fe del  columnista, que combate actos de corrupción, pero que no se puede generalizar, como en cualquier profesión.

sábado, 10 de septiembre de 2011

TRAFUGARIO


Jose Oscar Fajardo
-------------------------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO 

HAGAN SUS APUESTAS SEÑORES

Eso suena a gallera pero así es. Claro que un arrastrado guasón definió gallera como un conjunto de reinas en bikini. Pero a lo que yo me refiero es a la competencia de los candidatos por la gobernación de Santander. Y hagan bien sus apuestas porque la cosa se quiere poner color de hormiga. Digo que se quiere poner color de hormiga porque todavía no se ha puesto. Pero se va a poner. Al doctor Richard se lo tira es que no se vino a tiempo de Chile donde ejercía un consulado, a repasar a Santander, y eso le crea muchos baches en la campaña. Eso le genera debilidades.

En cambio el doctor Cote Peña es un Goliat intelectual que goza de un discurso y de una facilidad de expresión que realmente son apabullantes. Tiene una oratoria magistral y todos sabemos que el don de la palabra es un arma mortífera como las bombas nucleares.  El doctor Richard tiene a su favor que es un “churro”, y les recuerdo que yo soy bien macho, pero eso es lo que le gusta a las mujeres y el voto de la mujer cuenta verracamente en todas las competencias electorales, máxime cuando hay un gusto por el candidato de orden erótico sentimental. Aclaro, entre otras cosas, que yo no es que esté diciendo que el doctor Cote Peña sea un indio feo. No señores, y no me vayan a meter en líos porque ese hombre llega a ganar, tal como yo lo estoy viendo, me toca ir a ejercer el periodismo  a Siberia o a Africa porque un enemigo de esa talla, siempre es que le lleva un poquito de ventaja a uno.

Una ventaja que tiene el doctor Cote Peña es que es un ducho político que fue alcalde de Bucaramanga y era Secretario del interior del Departamento cuando se decidió a ser candidato a la gobernación. Entonces el hombre conoce el Departamento como conocer sus callos y eso le otorga ventajas enormes en la competencia electoral. Claro porque le da una capacidad de discurso que en cualquier debate lo pone como Sebastian Vettel en la competencia de la Fórmula Uno. Y así sucesivamente. El doctor Richard tiene a su favor, aparte de su “churrera”, una larga cadena de títulos y de experiencias profesionales que lo convierten en un hombre más preparado que un pollo el 24 de diciembre. Pues el hombre aparte de profesional con buenas especializaciones, como que ha sido profesor universitario, que eso es mucho caché porque cualquiera no es profesor universitario con el aprecio de los estudiantes, acaba de ser Cónsul en una ciudad de Chile que eso también le da mucho caché porque cualquiera no es Cónsul a la bulla de los tarros. Entonces fíjense que la cosa está de puño a tiestazo. 
Entre otras cosas con un amigo escritor discutíamos cuál era el término correcto si tiestazo o testazo y una china culicagada de décimo del bachillerato nos dijo que dejáramos de ser pendejos que tiestazo era un golpe propinado con un tiesto y testazo era el golpe proferido con la testa que es exactamente lo que hacen los futbolistas. Ambos nos pusimos colorados de la vergüenza. Pero siguiendo con el tema anterior, lo que sí es cierto  es que al doctor Cote Peña lo veo yo muy por encima, primero porque como dije antes, es un hombre que tiene ya una larga experiencia política, sino también porque toda la clase política está apoyándolo basando sus argumentos en que la experiencia es lo que hace al maestro. Y en eso yo creo que hay bastante razón porque es que el doctor Cote Peña ya es un torero que ha toreado en siete plazas en cambio el doctor Richard no. Claro que el Doctor Richard lleva la medio ventajita de que a mucha gente le cae bien y además habla un poco de idiomas y eso cuenta verracamente. Pero como estamos en la gallera, me atrevo a decirlo sin ninguna duda, el doctor Cote Peña es más gallo de pelea, todas las veces, y eso es definitivo a la hora de cantar.       

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