Por: Sergio Isnardo Muñoz
Cuando, a finales del año pasado, tomé la
decisión de liderar un proyecto de ciudad y llegar a la Alcaldía de Bucaramanga
para devolver la confianza de los bumangueses en lo Público y renovar los
liderazgos políticos de nuestra comarca, tenía claro que iba a encontrar muchas
dificultades. Sabía que determinados sectores políticos, que piensan más en sus
propios intereses que en resolver los graves problemas de nuestra capital, iban
a cerrarle el paso a mi proyecto. Pero sabía, también, que en mayor proporción,
todavía, iba a crecer el respaldo a mi propuesta. Y no me equivoqué.
Tengo que decir, con mucha
satisfacción, que mi relación con la ciudadanía ha sido más que fructífera:
comencé como un relativo desconocido en términos de figuración política, que
había tenido éxito en cargos como Vicerrector Administrativo de la Universidad
Industrial de Santander y Secretario de Planeación del Departamento y, en el
lapso de apenas unos meses, he logrado una creciente confianza de la gente que
nos ubica dentro de los candidatos con más opción a la Alcaldía de Bucaramanga,
según las últimas encuestas de intención de voto. Una validación excepcional y
muy alentadora.
¿Qué ha hecho posible este
crecimiento? Naturalmente, la calidad de una propuesta que apunta a sacudir las
estructuras de nuestra sociedad, para poner en marcha un proceso de cambio que
permita solucionar los graves problemas que han hecho de Bucaramanga una urbe
traumática para muchos de sus habitantes. Las gentes de los barrios que he
visitado aprecian la calidad de esta propuesta porque, dicen, apunta a atender
sus necesidades reales, en vez de propiciar componendas como las fotomultas,
que enriquecen a unos pocos en detrimento de los intereses de las mayorías.
En este contexto, debo
agradecer expresiones de apoyo y respaldo de varios partidos o reconocimientos
a la calidad de nuestra propuesta como la columna publicada por el doctor
Miguel Ángel Pedraza en la edición del diario Vanguardia Liberal del pasado
viernes, porque interpreta el creciente sentimiento de una sociedad que ha
visto la oportunidad de dejar atrás el pasado de abusos para reemplazarlo por
un futuro de múltiples y positivas realizaciones, concebidas con transparencia
y equidad. Al doctor Pedraza le digo que no pienso dar el brazo a torcer. La
tenacidad es una de las características de mi personalidad y he tenido que
aplicarla desde el principio de mis días, ante la adversidad y las injusticias
que nunca faltan, voy a persistir en mi propuesta. Digámoslo con absoluta
claridad: voy a ir hasta el final en esta contienda política, que concluirá el
25 de octubre con un triunfo contundente cuando la ciudad diga: “SÍ
Bucaramanga”.
Adenda: Teníamos razón en las
múltiples objeciones que hicimos a la Convocatoria Pública 001 de 2015 de la
DTB, más conocida como Fotomultas, que tiene como único fin esquilmar las
finanzas del municipio y atentan gravemente a la moralidad publica; en buena
hora Procuraduría y Contraloría enviaron sendas comunicaciones que recogen el
sentir de los ciudadanos indignados y reflejan lo que hemos denunciado
públicamente exigiendo la revocatoria de ese vergonzoso proceso.