TRAFUGARIO
----------------------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO
Este último jueves que acaba de pasar,
el gobernador Richard Aguilar convocó a una rueda de prensa con periodistas,
empleados y además con los que a bien quisieran asistir. ¿Para qué? Para decir
con aire festival y convincente pieza oratoria, “Aquí está el Plan de
Desarrollo para gobernar a Santander”. Y efectivamente ahí estaba todo el
gabinete administrativo del Departamento que le ha colaborado hasta el momento,
y a quienes condecoró con la Orden Ciudadano Meritorio de Santander. Diez en
total. Hubo una condecoración especial al doctor Luis Emilio Rojas, jefe de
Planeación Departamental, quien recibió la Orden Luis Carlos Galán Sarmiento,
por sus oficios en la confección contra-reloj del citado Plan de Desarrollo en
un tiempo record de sólo tres meses, lo que automáticamente pone a funcionar la
Administración Departamental.
Pero hay varios hechos por destacar y
es que el doctor Richard Aguilar con un discurso pausado y elocuente, emitió varios conceptos que yo como
“opinador”, me parece bien protuberar.
Uno. “Descansaremos después del 2015
cuando estemos entregando el último informe de rendición de cuentas”, dijo. Acá puede uno oliscar que el mandatario viene
lanza en ristre con el trabajo y con la eficiencia de todo funcionario. Eso es
de suma importancia porque se debe tener en cuenta que una Administración podría
verse empañada, hipotéticamente, por la irresponsabilidad o el desgreño de los
mandos medios.
Dos. “Saludar a todos los periodistas
quienes han hecho una buena difusión cuando estamos próximos a cumplir los primeros
cien días”. Excelente anotación dado que somos los periodistas los que a través
de los medios donde laboramos, desempeñamos el importante papel de enterar a la
gente de todo lo bueno lo malo y lo feo que sucede al interior de un gobierno y
de sus objetivos conseguidos o fallidos.
Tres. “Soy el único gobernador en la
historia de este país en presentar un Plan de Desarrollo en sólo tres meses (aplausos).
Lo digo porque no puede ser una excusa ni yo puedo decirle a la gente, espérese
tantico que tenga el Plan de Desarrollo”, dijo. Acá, con un lenguaje sencillo y
coloquial nos hizo entender que le va a dar “garrote” a la ineficiencia e ineficacia y sobre todo a
la irresponsabilidad que suele aparecer en ciertos funcionarios y, quién lo
creyera, en muchos subalternos que siempre están sacando algún pretexto para
evadir sus compromisos laborales escudados en sus padrinos políticos. “Vuelva
mañana que es que el jefe está enfermito del buche”. “La jefa no ha firmado su
papel porque fue que dio a luz un hermoso bebé y regresa después del bautizo”,
son algunas de las “razones”, un tanto exageradas del autor de esta columna,
que lo hace con el fin de graficar la irresponsabilidad de algunos funcionarios.
Cuatro. “Me reuní con el doctor Horacio
Serpa, con el presidente del Partido Liberal doctor Simón Gaviria, y con el
presidente del Partido Conservador en Bogotá para conformar un frente común”. A
eso se le llama apertura y participación democrática de los diferentes sectores
de la comunidad. Con esta actitud el doctor Richard Aguilar está citando a
todos los estamentos sociales y políticos porque “Santander es de todos los
santandereanos”, según acotó él mismo en su pieza oratoria. El doctor Richard
Aguilar es un hombre muy preparado profesional e intelectualmente, pero me
gustó mucho, opinión mía muy respetuosa, que haya recurrido al diálogo con el
doctor Serpa, con el doctor Gaviria y con otros sectores, porque…más sabe el
diablo por viejo que por diablo. Un ser humano es inteligente cuando entiende fácilmente
que puede haber otro más preparado que él. Un gobernante es exitoso cuando
entiende perfectamente, qué es una sociedad monolítica y qué es una sociedad
política. Y el de nosotros es un Departamento de una sociedad multicultural y
abiertamente política. Con esa concepción del deber político y con un Plan de Desarrollo
perfectamente elaborado, como dijo el Gobernador mismo, no hay pretexto para
que los funcionarios no cumplan con sus obligaciones, y para que no se avecinen
tiempos mejores. Con el fin, Dios lo
quiera, de que le vaya bien a la comunidad y a los gobernantes en todos los
sentidos.