"Bogotá Cómo Vamos" ha sido un ejercicio ciudadano, de seguimiento periódico y sistemático en el cumplimiento al Plan de Desarrollo y a los cambios en la calidad de vida en el Distrito Capital. Esta iniciativa es una clara expresión de lo que puede ser la acción ciudadana en el control social de la gestión pública y su contribución en la gobernabilidad democrática local. Los logros de esta experiencia han promovido su réplica en ciudades como Cartagena, Cali, Medellín y Barranquilla.
Este es el tipo de cosas que vale la pena "copiar" y quizá es el momento para que en una ciudad, de la talla de Bucaramanga –la cuarta más importante desde el punto de vista económico- se piense seriamente en ponerla en marcha. Es el momento porque estamos en la elaboración del Plan de Desarrollo Municipal, que es la carta de navegación durante los próximos cuatro años. Es el momento en que los ciudadanos podemos realizar aportes al diseño del Plan, de tal forma que su contenido y metodología nos permita un seguimiento serio de su desempeño.
Hasta ahora, la versión preliminar del Plan de Desarrollo de la Ciudad es un documento modesto en su presentación, con diagnósticos insuficientes, una presentación poco ordenada de los temas y unos listados de actividades que se han titulado como metas. Muy lejos está de ser un Plan de Desarrollo Integral fundado en los principios del Desarrollo Humano y coherente con los objetivos del milenio.
Sin embargo, el Plan está en construcción y habrá que tener paciencia para que los profesionales encargados de su redacción, le den coherencia a su contenido con la visón y el objetivo planteados; y que atendiendo los aportes de los ciudadanos, el Plan tenga unas Metas Claras, con Indicadores para que los ciudadanos puedan medir, evaluar y conocer los verdaderos aportes de la gestión del Alcalde y su equipo de trabajo.
La experiencia del Cómo Vamos promueve un gobierno efectivo y transparente; una ciudadanía mejor informada, participativa y responsable; y consolida espacios de discusión permanente sobre la ciudad, posibilitando a los ciudadanos tener la certeza de la gestión (buena o no) de su Gobernante.
La experiencia nos muestra que con Planes de Desarrollo con planteamientos generales y ambiguos, donde todo cabe y por nada se responde, y con una ciudadanía poco informada, es fácil vender la idea de que la gestión del alcalde ha sido eficiente y se divulgue con grandes vallas por toda la ciudad, anunciando "la misión" cumplida.
Mientras tanto reina la incertidumbre sobre cuál sería esa misión que ha dejado una ciudad más fea, más insegura, con más pobreza, sin andenes, con un espacio público invadido por vendedores ambulantes, sin parques, con más habitantes de la calle, más basuras y con una población en situación de desplazamiento en aumento y sin soluciones.
Este es el tipo de cosas que vale la pena "copiar" y quizá es el momento para que en una ciudad, de la talla de Bucaramanga –la cuarta más importante desde el punto de vista económico- se piense seriamente en ponerla en marcha. Es el momento porque estamos en la elaboración del Plan de Desarrollo Municipal, que es la carta de navegación durante los próximos cuatro años. Es el momento en que los ciudadanos podemos realizar aportes al diseño del Plan, de tal forma que su contenido y metodología nos permita un seguimiento serio de su desempeño.
Hasta ahora, la versión preliminar del Plan de Desarrollo de la Ciudad es un documento modesto en su presentación, con diagnósticos insuficientes, una presentación poco ordenada de los temas y unos listados de actividades que se han titulado como metas. Muy lejos está de ser un Plan de Desarrollo Integral fundado en los principios del Desarrollo Humano y coherente con los objetivos del milenio.
Sin embargo, el Plan está en construcción y habrá que tener paciencia para que los profesionales encargados de su redacción, le den coherencia a su contenido con la visón y el objetivo planteados; y que atendiendo los aportes de los ciudadanos, el Plan tenga unas Metas Claras, con Indicadores para que los ciudadanos puedan medir, evaluar y conocer los verdaderos aportes de la gestión del Alcalde y su equipo de trabajo.
La experiencia del Cómo Vamos promueve un gobierno efectivo y transparente; una ciudadanía mejor informada, participativa y responsable; y consolida espacios de discusión permanente sobre la ciudad, posibilitando a los ciudadanos tener la certeza de la gestión (buena o no) de su Gobernante.
La experiencia nos muestra que con Planes de Desarrollo con planteamientos generales y ambiguos, donde todo cabe y por nada se responde, y con una ciudadanía poco informada, es fácil vender la idea de que la gestión del alcalde ha sido eficiente y se divulgue con grandes vallas por toda la ciudad, anunciando "la misión" cumplida.
Mientras tanto reina la incertidumbre sobre cuál sería esa misión que ha dejado una ciudad más fea, más insegura, con más pobreza, sin andenes, con un espacio público invadido por vendedores ambulantes, sin parques, con más habitantes de la calle, más basuras y con una población en situación de desplazamiento en aumento y sin soluciones.
ALVARO VECINO PICO
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