Por: Bernardo Socha Acosta
Combatir la corrupción sí, pero sin atropellar los derechos ajenos. Tampoco es dable que se utilice la insidia, para poner en tela de juicio y en duda la honestidad, profesionalismo y la libertad de iniciativa de manera generalizada. Para quienes hemos querido avanzar en el sistema de las comunicaciones, utilizando las nuevas tecnologías, de las que el gobierno está haciendo énfasis y honor, por los alcances que ellas tienen para la sociedad y el progreso, cuando son bien utilizadas y de manera adecuada, cumpliendo los cánones de la legislación, nos sentimos insultados por un columnista local.
Con esta entrada quiero referirme a una
columna aparecida en un medio escrito local en el que se hacía mención a la publicidad oficial, para el caso
de la gobernación de Santander.
Pero eso no es lo malo, ni faltaba más que pretendiéramos
oponernos a la sana crítica, sobre
manejo de recursos para la divulgación de campañas institucionales. Lo malo es
la siembra de la insidia y la duda generalizada ante la sociedad, contra los
medios de información que están cumpliendo una labor social, desde el punto de
vista virtual, aprovechando las nuevas tecnologías, a las que a nadie se le puede
impedir.
Destinar recursos económicos para la
divulgación de campañas institucionales, no es lo diabólico, porque esa es una
actividad que hace parte del devenir diario de la información y el proceso recíproco
para con los actores de la labor habitual del servicio, siempre y cuando se
cumplan algunos parámetros y no se caiga en el abuso y los extremismos. Lo que no sería correcto sería su manejo desproporcionado o inadecuado y
en eso todos estaríamos de acuerdo para seguir combatiendo lo que llegue a
rayar con el delito del engaño. Porque
nadie podría creer que se hayan manejado paquetes publicitarios parcializados o
con beneficios aparentemente para unos pocos y no de acuerdo con los niveles
idóneos, de importancia y de Ranking.
Bueno y si el sentido de la crítica va
enfocado a denunciar la corrupción, pues
bienvenida, pero que se señalen casos concretos y no se tienda un manto de duda
contra todos los que hacemos parte de ese
sector virtual respetable y ajustado a las exigencias que se enmarcan en
la clasificación que tuvo en cuenta el gobierno
nacional para emitir el decreto de Teletrabajo 0884 del 30 de abril de 2012, fundamentado en la Ley 1221, que estableció
el uso apropiado y el fomento de actividades laborales mediante las tecnologías
de la información y las comunicaciones para ejercer una forma de organización
laboral, que consiste en el desempeño de actividades remuneradas o prestación
de servicios a terceros.
Lo anterior no quiere decir que se ampare la
piratería publicitaria, de posibles sitios que aparecen de la noche a la mañana
sin el lleno de los requisitos necesarios. Y aquí es donde juegan un delicado
papel importante, quienes tienen la misión de ejercer la labor de
comercialización de los rubros de incentivos laborales como se pueden calificar
los destinados por el gobierno para divulgación institucional.
Quiero con esta nota sacar en limpio a destacados sitios web que llenan todos
los estándares de calidad informativa y de servicio a la comunidad, con tradición
de cuatro, ocho y o más años y un
respaldo de una cifra superior a 100 mil y 400 mil visitantes, pero también condeno las pretensiones de
engañar con sitios montados únicamente para la ocasión, sin ninguna vocación de
servicio y profesional y que no
tienen una socialización, que debe
ser quizás uno de los requisitos, para todo el que aspire y proyecte ingresar a
este sistema de comunicación, porque a nadie se le puede prohibir, el progreso
y el avance de las tecnologías en la información.
Y con el respeto y perdón de los lectores, mi
sitio web de Bersoa comunicaciones
(conjunto de páginas) tiene un recorrido y una antigüedad de 8 años, que a nadie daría lugar
a poner en tela de juicio porque todo el sistema supera con la sumatoria las 4 millones de visitas de
los últimos seis años cuando se dispuso el sistema de registro. Cualquier lector puede ingresar por ejemplo a Asi es Bucaramanga, Santander hoy, o Información nacional y otros sitios asociados, como RevistaExpresiones y Revista Pirámide, para
citar algunos.
En lo que si estamos de acuerdo, es combatir
la piratería publicitaria que se pretende con páginas web sin el reconocimiento
social y un Rankin que le garantice efectividad al inversionista.
Y para terminar no quiero desconocer la buena
fe del columnista, que combate actos de
corrupción, pero que no se puede generalizar, como en cualquier profesión.
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