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jueves, 16 de octubre de 2014

DECLARADO PERSONA “NONGRATA”

                           Por Gerardo Delgado Silva.
El Señor Uribe Vélez, fue elegido y reelegido Presidente de Colombia, a sangre y fuego.  Teniendo a su lado a los para políticos y para militares que - como Jorge 40 - coautor terrorista de la infame masacre de Mapiripan- conformó los “ distritos electorales”, en una macabra marcha hacia el absolutismo fascista.
Por ende, la magnitud dramática del control que adquirieron durante el gobierno de Uribe, esos grupos terroristas para militares, sobre extensas regiones del país, los condujo a una influencia no solo militar, sino política, social y económica, En otras palabras, una paramilitarización de Colombia.
Son desalmados, y la muerte horrenda que ha andado a tanta gente, produce escalofrío.   Están en casi la mitad de los municipios, en territorios, de donde desplazaron a las FARC y el ELN, con la siniestra política de masacrar campesinos y sindicalistas, acusándolos de ser “auxiliadores” de la guerrilla.  Ni hablar del barrido que han hecho de la intelectualidad independiente.  Cuentan con jefes conocidos y un discurso en el cual mezclan el reconocimiento de crímenes de lesa humanidad con justificaciones de extrema derecha.  Como las FARC, se financian con el narcotráfico.
Sin entrar en el debate de su cuestionado origen, es un hecho que aparecieron y crecieron con las CONVIVIR del entonces Gobernador de Antioquia, Señor Uribe Vélez.
Cuando fue Presidente, se desbordó, sobre sí mismo, cerrando los ojos ante crímenes de lesa humanidad, y se multiplicaron las evidencias que indicaban que el Paramilitarismo, amplió notablemente su influencia política, económica y social.  Sin embargo, ese gobierno tozudamente sostuvo que los grupos para militares ya no existían, que eran cosa del pasado.  Como enemigos de los Derechos Humanos, de las prácticas democráticas y de la realización del Estado Social de derecho, consagrado en la Constitución Política de 1991.
Mientras Uribe continuó empeñado en negar la realidad , los paramilitares, sus incalificables electores, no solo dejaron de cumplir sus compromisos para desmovilizarse, sino que estaban mas fortalecidos que nunca con el vínculo narcoparamilitar.
Gracias al actual Gobierno de Santos, se han generado y articulado políticas estatales que contribuyen al mejoramiento de esa crítica situación humanitaria y de derechos humanos que afecta a tantos miles de colombianos, por el sufrimiento que han padecido con la violación de sus derechos en el gobierno anterior, permitiendo así, al Estado Colombiano avanzar en la consolidación de la Democracia y de la Paz.
El mundo entero percibió que el Gobierno anterior, hizo concesiones indebidas a los paramilitares, calificados como terroristas, con sus jefes pedidos en extradición por narcotráfico en Estados Unidos, y repetimos, con un negro pasado de atrocidades , admitidas en ese tiempo pasado con infinita largueza.
Por algo la ONU, que aceptó negociar con las FARC, fue renuente a hacerlo con los paramilitares. 
Muy bien por el Presidente Santos, que no ha reemplazado al Estado de Derecho por el Estado paralelo al terror y violaciones a los Derechos Humanos yal Derecho humanitario, que impusieron los paramilitares en tantos cascos urbanos.
Pero, como lo demanda el Señor Presidente Satos, es indispensable, que el país contribuya al empeño del Ejecutivo de procurar una autentica cruzada para rescatar y defender a Colombia, no ya de las amenazas, sino de la insistente presencia del crimen.   Quizás la resolución con que el gobierno está entregándose a esta labor de sanidad espiritual, alcance la finalidad redentora de devolverles a los colombianos la seguridad de poder vivir y avanzar, protegidos en sus fueros y dispuestos a librar valerosamente la batalla contra toda clase de hampones altos y bajos .  El mundo espera con ansiedad el acuerdo de paz que se está gestando en Cuba.
En esa comedia de equivocaciones morales, el ex – Presidente Uribe, quiso consagrar con las aguas bautismales los actos proditorios de los paramilitares, con el esperpento de la Ley  de Justicia y Paz, impulsada contra la sensatez, que exige el Estado de Derecho y la moral.
La Corte Constitucional le cercenó buena parte de los irritantes beneficios concedidos a los paramilitares, como amnistiarlos o indultarlos.  Fue un alivio para la Patria.
Es por eso, precisamente, por lo que el actual gobierno no se cansa de clamar por un acto de entereza pública que antes del post conflicto congregue a la Nación en defensa de sus valores políticos y morales abolidos, por el prestigio de Colombia y la guarda de su futuro.
No había habido en la historia de Colombia fenómeno igual o siquiera parecido al que hemos presenciado.
En efecto, las palabras de la Fiscal Delegada  María Victoria Parra, a la prensa mundial, y merecedoras de todo apoyo y respeto corresponden a la expresión de una parte de la función jurisdiccional, que compete a la fiscalía en tan alta y noble misión.  En acto de entereza pública,  citada por la valerosa también, Cecilia Orozco Tascón, la eminente Fiscal dijo sin lugar a duda, con base en la certeza producida por el acerbo probatorio lo siguiente: “Moreno y Hurtado… adhirieron a una Organización Criminal constituida desde la Presidencia de la República, para cometer delitos contra los servidores públicos y particulares…”( la negrilla es mía).La justicia se está abriendo paso en su sagrada misión, por ello agrega Cecilia Orozco Tascón: “ No será lo ideal , pero nos bastaría con que los capítulos malolientes de la Presidencia 2002-2010 quedaran grabados en la memoria histórica de Colombia, para que sea más difícil sino imposible que un nuevo embaucador abuse tanto del poder que se le delegó”.
En puridad de verdad, el anterior gobierno es el más triste y degradante de los episodios de inmoralidad y desprecio por el país en todos los aspectos de nuestra vida republicana.
Quiso comprometer el presente y el futuro de Colombia, corromper la conciencia colectiva de la nación y torcer el rumbo histórico de un pueblo que siempre ha dado ejemplos enaltecedores de dignidad y grandeza.
Ahora bien.  Las oscuras y vituperables pasiones que observamos en la conducta del Señor Uribe, son piedra de escándalo en la hermana República de Venezuela.  “ Como respuesta a su participación en actos violatorios de la Soberanía Nacional y de la dignidad de todo el pueblo venezolano”, fue declarado por la Asamblea Nacional , Persona “nongrata”. (Para bersoahoy.co)

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