Horacio Serpa
“No hay peor sordo que el que
no quiere oír”. Nada tan cierto. Al que no quiere oír poco valen las
explicaciones, los argumentos, las reflexiones, los comentarios o los
requerimientos. Sencillamente ya tiene una idea fija sobre el tema y no quiere
o no le interesa cambiarla. Pasa lo mismo con el que no quiere ver.
Es lo que está ocurriendo con la paz. A
quienes se empecinan en oponerse al proceso que se adelante en La Habana, no
les importa nada distinto a oponérsele,
a atacarlo, a desconocer los esfuerzos que hacen el Presidente Santos y su
gobierno por conseguir la terminación de la guerra que hace 50 años se tiene
con las Farc y el Eln.
Según el dicho popular, “son
tercos como una mula”. Nada los convence. Ningún argumento los conmueve. Solo
sus opiniones son las que valen, emitidas sobre la base de considerar un
proceso imaginario que han construido en sus mentes con el solo propósito de
argumentar contra el único existente, el único real, cual es el que se viene
tramitando con las Farc en Cuba. Pero eso sí, se cuidan de insistir en que son
partidarios de la paz. “La paz de los sepulcros”, les replican algunos.
Ya tuvieron la oportunidad de
hacer la paz. Tal como lo habían prometido, trataron de acabar a las guerrillas
mediante la acción militar. Lo intentaron con todo el ímpetu necesario, es
cierto, pero no lo lograron, aun cuando golpearon con fuerza a las estructuras
militares subversivas y libraron de su
accionar a importantes regiones del país, en medio de grandes cuestionamientos
sobre Derechos Humanos. La culebra siguió viva. También optaron por la política
que llaman del “apaciguamiento” y dos años tuvieron a comisionados de los
Elenos en La Habana conversándoles sobre la importancia de una solución
política a la guerra.
Al final de su prolongado
mandato siguieron las Farc, el Eln, “Megateo”, las Bacrim, el narcotráfico y la
delincuencia común.
Hicieron el esfuerzo, nadie lo
niega. Lograr la paz por cualquiera de
las dos vías es muy difícil. Pero, ¿por qué se oponen a los esfuerzos de
Santos? Porque solo les interesa la paz de ellos; por egoísmo político; por
rabia con el Presidente; porque mientras haya guerra tendrán argumentos para
seguir haciendo política y ya sabemos que se aproximan las elecciones de
Octubre.
La instrucción del Presidente
Santos a sus comisionados para comenzar a hablar de cese al fuego bilateral y
definitivo ---diferente al indefinido de las Farc---, es un indicio de que
vamos bien hacia la terminación de la guerra. Los vanos argumentos del uribismo
no serán suficientes para destruir lo mucho que se ha hecho. Hay que buscar la
paz “hasta debajo de las piedras”, para darle una nueva y grata vida a los
colombianos.
Adelante Presidente Santos.
Como en el grito de sus antepasados, “ni un paso atrás”.
Bogotá D.C., 19 de Enero del 2015
Bogotá D.C., 19 de Enero del 2015
No hay comentarios.:
Publicar un comentario