Trafugario
Curioso cuestionario que yo
apliqué, para aprender de política, a un no menos curioso transeúnte que
conseguí, y miren lo que me respondió el doctor fulano de tal.
Doctor fulano de tal ¿usted
qué opina de la política?
Respuesta: Pues que como la
política goza de toda la legalidad que un Estado democrático le puede otorgar a
cualquier negocio o transacción comercial dentro de la ley, pues la política es
un negocio más, donde se invierten grandes cantidades de dinero para obtener el
poder de todas las instituciones nacionales con el fin de volver a recuperar el
dinero pero multiplicado de una manera fantástica.
¿Y a usted no le da culillo
hacer semejante afirmación contra los políticos? ¿No teme represalias?
Respuesta: Y por qué me va a
dar culillo si es que estoy diciendo la verdad por que yo fui candidato a la
Cámara de Representantes y fui Representante a la Cámara. Lo que pasó fue que
gané dos turnos y perdí otros dos y como quedó limpia la ñonga, entonces me
tocó quedarme de comentarista político como hacen todos los futbolistas viejos
o fracasados que se dedican a comentaristas.
O usted, periodista ¿sí cree en un político pelao? Porque eso es como
uno creer en un mesías que le hace milagros a todo el mundo pero no se los hace
a él mismo. O como el vendedor de
lotería que le vende a uno el premio mayor pero no se le ocurre comprarlo él.
Pero dígame con sinceridad
¿Usted que opina de la política?
Respuesta: Hermano, que como
la gripa, las paperas, o la mujer, es un mal necesario.
Cómo así; explíqueme
Respuesta: Pues mire hermano.
Uno necesita que le dé gripa porque por medio de ella elimina toxinas. Uno
necesita que le dé paperas, o parotiditis, que llaman, para que el organismo se
autoinmunice y no le vuelva a repetir ¿me entiende? Uno necesita mujer porque…
no hay mujer que dure cien años ni pichurria que se la aguante. Lo mismo pasa
con la política. En la política, más que
con títulos universitarios y posgrados de prestigiosas universidades, usted
aprende a ser abeja, avión, abejorro, divino y adivino, prestidigitador,
intérprete de sueños y creador de ensueños, ilusionista, malabarista,
billarista con efecto triple al chorizo y especialista en carambolas a cinco
bandas y de tas tas, rezandero, sobandero, enderezador de matrimonios, brujo
barboseño, abogado y hasta periodista.
Pero yo soy periodista y usted
me está ofendiendo.
Pues eso no se ofenda de a
mucho hermanito que de abogados profesionales, médicos profesionales,
ingenieros y arquitectos profesionales, etcéteras profesionales, incluso hasta
de magos profesionales, es que está llena la fauna de la política. Es que es tan bacana.
Pero usted por qué compara los
brujos (parasicólogos, metafísicos, mentalistas, etc) con los políticos.
Respuesta: Pues es que eso es
claro hermanito; no ve que se las saben todas y además el saludo, sobre todo en
estos tiempos preelectorales, es idéntico y dice así: Qué tal, como te va; he
pensado mucho en ti; cuéntame tu problema. Y enseguida, tenga el garrotazo por
los riñones.
Pero Doctor X, usted hace
afirmaciones muy ofensivas y tendenciosas contra los políticos.
Respuesta: Qué va hombre; no
sea ingenuo que ellos leen esta vaina y se mueren de la risa. O es que usted,
siendo periodista ¿no los conoce? Y sepa usted que la mayoría de ellos son
rebacanos. Porque los políticos son los que mandan en el mundo, no los
científicos ni los intelectuales.
Amigos lectores. Ustedes crean
o no, ésta fue en realidad una entrevista, eso sí, con un personaje demasiado
circunstanfláutico.
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