sábado, 17 de abril de 2021

Un Reto sin Precedentes

Mario González Vargas

Nadie pensó que el rocambolesco episodio de la fuga de “Santrich” a Venezuela incidiera en los recientes combates en la frontera colombo venezolana y sirviera de hilo conductor para comprender la amenaza sin precedentes que se cierne sobre Colombia y la paz hemisférica. Sin advertirlo, nos encontramos inmersos en una situación de intervención de potencias extra continentales que afectan la seguridad y la paz en el hemisferio. La presencia de Rusia, Irán, China, Turquía y la Organización terrorista Hezbollah, en apoyo al régimen criminal de Maduro, cobra alcances similares al intento soviético de instalar misiles en Cuba en los años 60 del siglo pasado y obedece a una inocultable rivalidad por el predominio orbital. El campo de batalla es la América Latina y el objetivo inmediato es el control de las naciones consideradas estratégicas por su posición geográfica, potencial humano y recursos naturales.

La alianza del régimen de Maduro con la Segunda Marquetalia de Márquez y Santrich y con el ELN se inscribe en esa estrategia que persigue asegurar el control de territorios y poblaciones no solo por los réditos del narcotráfico, sino también para garantizar la explotación de los grandes yacimientos de minerales de alto valor industrial por las potencias extra continentales, y extender su influencia sobre los estados del área mediante la fuerza o la intervención en sus procesos políticos. Ello explica el intento de exterminar intrusos, como alias Gentil Duarte, la presencia de asesores militares rusos, de aviones de combate chinos, la intención de proveer a Maduro de misiles iraníes y la tarea silenciosa de penetración de Hezbollah para fomentar el terrorismo. Todo ello se facilita por la persistencia de sectores políticos en Latinoamérica que permanecen alineados en la lucha contra los valores de occidente, el capitalismo y la democracia liberal, y que hoy se congregan en el denominado progresismo que sirve de punta de lanza en la confrontación política electoral y se presenta como opción de nueva civilización.

Así se explica que al belicismo se le sume la interferencia en las elecciones a realizarse en estos años, mediante la captura de medios de comunicación, la intimidación del electorado, la manipulación de los datos, posibles por la vulnerabilidad y debilidades de los sistemas electorales que ofrecen resquicios propicios para el fraude o el rechazo de sus resultados.

En el Ecuador, la voluntad popular superó todo intento de falsificación. En el Perú, el progresismo internacional procurará la elección del candidato supérstite de Sendero Luminoso y en Chile aterrizan los Enriques Santiago para diseñar la nueva constitución. En Colombia, se dará la más intensa confrontación porque la amenaza bélica se acompañará del más intenso accionar de agentes cubanos, espías rusos, del Foro de Sao Paulo, del Grupo de Puebla y de promesas de inversiones chinas, para seducir al electorado o, en su defecto, manipular e imponer el resultado electoral al amparo de la inquietante dubitación estadunidense ante las consecuencias de su inexplicable incomprensión, susceptible de contagiar al desprevenido ciudadano o de suscitar conflicto armado de impredecibles consecuencias. .

1 comentario:

  1. Una clarísima realidad escrita con la más diáfana verdad dr los hechos.

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