Bernardo Socha Acosta |
Agrega don
Rudecindo en su escrito: Parece mentira, pero es cierto, que unos llamados
dirigentes piensen así, para iniciar una campaña de atracción a simpatizantes,
sin darse cuenta que con ese estilo de actitud y actuaciones, que tanto dolor y hambre les ha causado a los colombianos
de bien, lo que están es, ganándose el rechazo absoluto de los electores y de
quienes jamás han sufragado, porque lo que han hecho con esas marchas en las
cuales se gestó el vandalismo bárbaro,
no hay espacio para quienes han sido damnificados de ese paro nacional. (Estoy contando lo que dice don Rudecindo)
Más adelante
hace hincapié don Rudecindo y afirma: Yo estoy de acuerdo con las marchas de protesta
porque son legítimas del pueblo amenazado por un estado que creyó dominar a sus
gobernados como en las peores épocas de
dictadura fiscal, imponiéndole a los colombianos una REFORMA TRIBUTARIA que
a todas luces era el peor YUGO para sacarle por las malas los pocos ingresos
que tiene el pueblo trabajador, y la protesta era necesaria, pero no con el látigo de los bloqueos de vías
porque esta forma de protestar resultó PEOR
que la reforma tributaria, teniendo en cuenta que, esa forma de
protesta -los bloqueos de vías- nos puso
a aguantar física hambre, enfermedades y hasta la muerte. Igualmente, esa forma
de protestar –los bloqueos- atentó contra
la producción nacional. Cuántos litros de leche, cuantos huevos se perdieron,
cuántas gallinas y pollos murieron por los bloqueos y cuánta legumbre que hace
el manjar de los colombianos se perdió en la fuente, todo por los bloqueos.
Esos gravísimos daños, jamás se los perdonaremos a los organizadores de los
bloqueos, que son los mismos del paro, dice con sentido airado don Rudecindo en
su carta.
Finalmente
expresa el remitente de la carta: Señores del llamado comité de paro; sean más
creativos si verdaderamente quieren ganarse la simpatía de los colombianos para
futuras contiendas políticas, porque con lo que han hecho no se merecen sino el
rechazo y el desprecio de un país que quiere ávido, tener líderes que defiendan
al pueblo con las ideas y hechos cumplidos, pero no con violaciones de todo
tipo y paradójicamente al mismo tiempo estar reclamando respeto por los
derechos humanos, si son los primeros en violentarlo.
(Nota: No
transcribimos el manuscrito por sus fuertes términos)
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