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sábado, 1 de octubre de 2011

TRAFUGARIO


                                         
----------------------------Po: JOSE OSCAR FAJARDO

NI SODOMA NI GOMORRA
Hace unas pocas semanas atrás aparece un periódico regional en el que por ética profesional no doy su nombre, y en el que en una de sus páginas está escrito un artículo agresivo, de autoría de un periodista del cual tampoco doy su nombre también por ética profesional. En él, el despiadado periodista, por no decir que abusivo e irresponsable, califica a la ciudad de Barbosa, Santander, como la Sodoma bíblica, y además Gomorra, de todo el oriente colombiano.
Algo que lo excusa un poco es que el periodista aludido en realidad no es hijo legítimo ni adoptivo de Barbosa y por lo tanto es un pésimo transeúnte. Me permito aclararle al dicho periodista, que Barbosa es una ciudad región con uno de los índices de desarrollo más alto de Santander y por qué no, de Colombia. Y si por algunas circunstancias de la vida desconoce que donde hay dinero y éste compra fuerza de trabajo, ese dinero se convierte en capital (Karl Marx) y donde hay Capital, hay de todo lo bueno, lo malo y lo feo inherente al Capital. Incluidas las prostitutas que usted denomina tan despectivamente que ahora se llaman, por razones de ley y de progreso social, trabajadoras sexuales de las cuales usted por su mayoría de edad, debe saber alguna cosa. ¿Será que en el paraíso terrenal que su mente calenturienta imagina, no hay bebedores de trago, ni fumadores, ni consumidores de drogas sicotrópicas y  todo lo demás? Usted que bebe trago Every Day, ha debido pensar en eso antes de escribir el tan ofensivo artículo contra la ciudad que le dio acogida cuando usted más necesitaba. Y si es así, ¿por qué razones no se ha ido a vivir a París, Roma, Estocolmo, Lucerna, Venecia, entre tantas otras?. Son tan bellas. Barbosa es tierra donde la inteligencia es peste. Que no se puede comparar con Budapest o Nueva York, en eso sí usted tiene toda la razón porque no se puede y eso salta a la cara.
En mi vida de Barboseño legítimo y además en mi oficio de periodista profesional, he encontrado y he podido registrar personalmente que muchas de las gentes que van a la ciudad de visita, regresan a visitarla y en algunas ocasiones se devuelve a establecerse allí. Y estoy totalmente seguro que a nadie le gusta vivir en un infierno, incluido usted señor periodista. Y no me diga lo contrario porque pensaría entonces que en realidad usted sí es un caso especial de la siquiatra moderna. Quiero decirle sin reticencias ni ambages  que usted se equivocó de cabo a rabo en la metodología empleada para buscarle adeptos y lectores a su periódico.  “A mí en vez de darme rabia lo que me da es nostalgia porque quien lo está diciendo ha recibido alguna ayuda para su periódico, y por el contrario, él no le ha aportado absolutamente nada al municipio”, comentó el alcalde Jorge Humberto Ardila. Posteriormente acotó: “Y él no es exactamente un San Martín de Porres”. De mi parte le puedo contar a nuestro desmirriado crítico, que estoy organizando con la ayuda del Alcalde, para Mayo próximo, el Primer Encuentro Nacional de Escritores y Poetas allá en nuestra querida Barbosa, para lo cual cuento con la anuencia, por ahora, de Fernando Soto Aparicio, de José Luis Díaz Granados, de Javier Ocampo López, presidente de la Academia de Historia de Boyacá, de Alonso Gutiérrez, creador de la “Fundación Jetón Ferro” en Chiquinquirá, y de Raúl Ospina, también fundador y actual Presidente de la Fundación, entre muchos otros.  Y eso que todavía no le he consultado personalmente al doctor Horacio Serpa, Gobernador de Santander, de quien estoy seguro me va a dar la mano aunque ya no sea mandatario porque él es un hombre de libros, y a otros personajes del orbe intelectual, que son empresarios, políticos y connotados académicos. 
Lo que sí tengo que aclarar es que Barbosa adolece de todos los males sociales, políticos y económicos que adolece el país. Y eso no es culpa del alcalde actual, ni de los anteriores ni de los que vendrán posteriormente. Sencillamente son los cánceres, como la inflación, inherentes al Capitalismo y a la sociedad posmodernista.   

martes, 18 de mayo de 2010

Carta desde Estocolmo al candidasto Antanas Mockus

Del Maestro y poeta colombiano, Carlos Vidales
"LOS DISCURSOS EN EL CONGRESO,
SE VUELVEN MUERTOS EN LAS VEREDAS"

Estimado Antanas Mockus:

El 10 de mayo de 2010 dijo usted en Manizales que no hará alianzas con el Polo Democrático Alternativo “porque hay fuerzas en ese movimiento que todavía no han roto lazos con la subversión”. Tres días más tarde cayó asesinado en Barranquilla el ciudadano Iván de la Rosa, militante del Polo Democrático Alternativo. Una víctima más en la larga lista de asesinatos políticos que se cometen en Colombia, con plena impunidad. ¿Existe alguna relación directa entre sus palabras, estimado Antanas Mockus, y este asesinato u otros que puedan cometerse en los días que vienen, contra militantes del Polo? Por supuesto que sí.

Hace ya más de sesenta años, el entonces presidente Alberto Lleras pedía ponderación y mesura a los líderes políticos del país, y advertía que “los discursos en el Congreso se vuelven muertos en las veredas”. Usted no había nacido todavía, pero yo sí. Recuerdo eso perfectamente y por eso se lo cuento ahora. Mi infancia y adolescencia están marcadas por la ferocidad de La Violencia, cuyos horrores indescriptibles solamente pueden compararse al infierno de las masacres, mutilaciones, despojos y desplazamientos cometidos por los paramilitares, agentes armados de la nueva clase que desde hace dos décadas se ha empeñado en controlar el monopolio del poder, a sangre y fuego, en nuestra martirizada Colombia.

En la década de 1940, los discursos en el congreso se convertían en muertos en las veredas. Hoy, las declaraciones electorales sufren la misma metamorfosis. Y es por esta sencilla razón que quiero sugerirle, estimado Antanas, que haga buen uso de la mesura y la ponderación en sus declaraciones. Lo sugiero y no lo pido, porque en una buena democracia los ciudadanos no le piden nada a los candidatos y, en cambio, los candidatos oyen y respetan los buenos consejos de los ciudadanos. Son los candidatos los que tienen obligaciones y deberes. Y su primer deber consiste en no hacer ni decir nada que pueda poner en peligro la vida de los ciudadanos.

He visto que otras personas ya han comentado extensamente sus declaraciones y sus explicaciones posteriores. Parecería que cualquier cosa que yo dijera no agregaría nada nuevo al asunto. Sin embargo tengo algo que decir, algo que no he visto expresado por otros compatriotas. Me explico. Usted usa una formulación muy desafortunada: “fuerzas –dice­– que todavía no han roto lazos con la subversión”. Si yo dijera, aquí en Europa (hasta aquí me han traído mis exilios sucesivos, que ya suman casi sesenta años) que un filósofo colombiano es el autor de esa frase, nadie me lo creería. Porque, como usted sabe muy bien, en los diccionarios de la filosofía y la cultura la palabra “subversión” tiene otro contenido diferente del que consta en los diccionarios policiales. Todos los grandes filósofos han sido subversivos, porque subvirtieron viejas y anquilosadas formas del pensar y establecieron nuevos caminos en la búsqueda del saber. Los grandes profetas fueron todos subversivos. Jesús subvirtió un viejo orden religioso, de un pueblo, y fundó una iglesia universal, para toda la humanidad. Sócrates fue subversivo, como lo fueron Heráclito y Pitágoras, Copérnico y Galileo, Freud y Darwin, Einstein y Niels Bohr, Sartre y Russell. Subversivos fueron los grandes literatos y poetas, subversivos fueron los hombres y mujeres que lucharon por convertir nuestra patria, que era una colonia, en una república independiente, subversivos fueron sus antepasados y parientes, estimado Antanas, que se opusieron a la ocupación de su patria por parte de una gran potencia y trabajaron por su independencia nacional. Y subversivos son, a veces, también, quienes se atreven a desafiar al entorno agresivo e intolerante, se bajan los pantalones y muestran el trasero. Pero esto no consta en los diccionarios policiales. En ellos consta que “subversivo” es criminal, terrorista, bandido, secuestrador y asesino. Usted tiene todo el derecho de emplear el diccionario que mejor le parezca, ni más faltaba. Pero tenga en cuenta que nadie puede simplemente usar un lenguaje policial y al mismo tiempo decir que es filósofo. Platón sostenía que la república perfecta era la que estaba gobernada por sabios y filósofos. Yo sospecho que Platón no tuvo en cuenta los procesos de metamorfosis: el mejor filósofo se transforma en otra cosa cuando a sus narices llega el irresistible perfume del poder.

Le digo todo esto, estimado Antanas, porque sus palabras son síntoma de profundos procesos sicológicos que solamente usted puede analizar y reconocer. Usted ha dicho que apoya la presencia de tropas extranjeras en territorio colombiano, usted, que conoce mejor que nadie lo que sufrieron los pueblos del Báltico, el pueblo de sus padres, bajo la bota militar extranjera en su territorio. Esa es la razón fundamental que hace imposible que yo apoye su candidatura a la presidencia de mi patria. Y si le escribo esta carta, amistosa pero franca, es solamente para decirle que yo lamentaría muchísimo que usted, que puede prestarle enormes servicios a Colombia en los campos de la educación, la investigación y la filosofía, sufriera ahora la terrible metamorfosis del candidato y se convirtiera, simplemente, en un animal político, en el mal sentido de la palabra.

Reciba usted mi saludo cordial.

Carlos Vidales
Estocolmo, 2010-05-15

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