Y conocimos
también en estas elecciones, que hay más de 4 millones 780 mil ciudadanos que
lamentablemente son víctimas de las patrañas y mentiras de las alianzas
politiqueras que pretendían monopolizar la primera vuelta, y fracasaron; pues habría sido una grave amenaza para el
futuro de Colombia. Por fortuna no fue así y el pueblo fue superior a los
intereses politiqueros, principalmente de 3 expresidentes que no pudieron impresionar
la voluntad popular. Se reafirma una vez más que el pueblo es la voz de Dios y
es superior a sus gobernantes.
Ahora son dos
cadistas de las más altas calidades morales y humanas que se disputarán el
primer cargo de esa Colombia que venía anhelando nuevas figuras alejadas del arraigo
engañoso que imponían sus criterios en contra de los menos favorecidos que ya
son muchos en el país.
Ahora
Colombia comienza a enderezar sus columnas torcidas que auguraban un destino amargo,
peor al que estuvo sometido el país en la década del 40, por causas políticas
económicas y sociales, algo parecidas a las que se vienen gestando en la actualidad por ese abandono estatal.
Desgraciadamente
hay todavía ciudadanos que no miden las consecuencias futuras de sus familias e
intentan seguirse dejando manipular por las viejas estructuras que no
han podido erradicar uno de los peores males como es la corrupción en la que se
ROBAN los dineros que pagamos los contribuyentes.
Pero lo más grave es que los últimos gobiernos para subsanar los saqueos que
cometen los LADRONES imponen reformas
tributarias arbitrarias generalizadas para conseguir anualmente más de 30
BILLONES de pesos a costa del atropello del valor alimentario de la población,
mientras la burocracia aumenta cada vez más con grandes prebendas.
Gustavo Petro Rodolfo Hernández |
Y es una esperanzadora
etapa porque cualquiera de los candidatos (Petro o Rodolfo) no se van a dejar
manipular de los que se han pretendido autoerigir como los poderosos manda
callar de Colombia.
Habiendo
cumplido los objetivos, este 29 de mayo, con el apoyo de algo más de 14
millones de electores que sufragaron por varios candidatos, diferentes al de
las alianzas de las viejas maquinarias, nos queda solo prepararnos para la segunda
vuelta el 19 de junio, demostrando nuevamente el grado de civilización al
que hemos llegado. Ojalá que lo hagamos bien para tener la satisfacción de no haber
sido cómplices de la catástrofe que se veía venir, si no hubiéramos actuado con
esa ejemplar sabiduría.
bersoa@hotmail.com