Por: REINALDO RAMIREZ
Paradójicamente uno de los más resonantes éxitos de la política de la Seguridad Democrática, la reciente muerte en territorio ecuatoriano de RAUL REYES, se ha convertido en un boomerang contra las pretensiones reeleccionistas del Presidente Alvaro Uribe Vélez.
La reacción de los países limítrofes involucrados en este episodio sangriento y la invasión de tropas y naves colombianas al territorio soberano de la República de Ecuador ha colocado al Presidente colombiano en el peor de los mundos posibles; al desapacible panorama del conflicto interno que mantiene copados los recursos económicos y el poderío bélico de Colombia se suma ahora la confrontación diplomática con sus vecinos y principales socios comerciales, Ecuador y Venezuela y las diferencias limítrofes con Nicaragua, países que manifiestan abiertamente sus simpatías por la subversión guerrillera que en Colombia lideran las FARC.
Al Presidente Uribe ya le resultaba verdaderamente complicado atender, a la vez, los requerimientos del conflicto interno en su frente militar y la presión internacional que exige el acuerdo humanitario que conduzca al intercambio de los rehenes de las FARC por los militantes de la organización armada presos en las cárceles colombianas y sus líderes extraditados y presos en las cárceles de Estados Unidos.
Ahora, con la incursión del ejército colombiano en predios ajenos diseñado para capitalizar un “positivo” del Ministro de Defensa, incrementar la moral combativa de las tropas y subir el índice de las encuestas de opinión favorable del Presidente de la República, surge, inesperadamente, un conflicto internacional que involucra a nuestros vecinos que, ante la amenaza de agresiones futuras, han pasado de la protesta verbal y el retiro de sus embajadores al acantonamiento de sus tropas en las fronteras y su preparación para la guerra.
Esta situación de beligerancia entre Colombia y sus vecinos Ecuador y Venezuela, rebasa los límites de la diplomacia y pone en peligro la continuidad de sus relaciones comerciales con sus principales compradores; la actual coyuntura internacional es una dura prueba para la reelección del Presidente Uribe en cuanto pone a sus patrocinadores, los grandes banqueros, comerciantes e industriales colombianos, a escoger entre sus veleidades políticas y sus estados financieros siempre ansiosos de mayores ganancias.
Difícilmente los pragmáticos patrocinadores de la segunda reelección del Presidente Uribe renunciarán a los apetitosos mercados de Ecuador y Venezuela; ante la disyuntiva de disminuir sus ganancias, nuestros magnates harán honor a su visión mercantil y preferirán que, al finalizar el actual periodo constitucional de Uribe, un nuevo Presidente de Colombia menos conflictivo les mantenga las ganancias en el mercado interno y les prometa y asegure unas relaciones comerciales fluidas y favorables con los principales compradores de sus mercancías.
Esperemos atentos la evolución de esta situación de conflicto internacional que seguramente se limitará a la exhibición de los dientes entre sus principales actores.
Bucaramanga, Marzo de 2008 - Regresar a Inicio - o Titulares
Paradójicamente uno de los más resonantes éxitos de la política de la Seguridad Democrática, la reciente muerte en territorio ecuatoriano de RAUL REYES, se ha convertido en un boomerang contra las pretensiones reeleccionistas del Presidente Alvaro Uribe Vélez.
La reacción de los países limítrofes involucrados en este episodio sangriento y la invasión de tropas y naves colombianas al territorio soberano de la República de Ecuador ha colocado al Presidente colombiano en el peor de los mundos posibles; al desapacible panorama del conflicto interno que mantiene copados los recursos económicos y el poderío bélico de Colombia se suma ahora la confrontación diplomática con sus vecinos y principales socios comerciales, Ecuador y Venezuela y las diferencias limítrofes con Nicaragua, países que manifiestan abiertamente sus simpatías por la subversión guerrillera que en Colombia lideran las FARC.
Al Presidente Uribe ya le resultaba verdaderamente complicado atender, a la vez, los requerimientos del conflicto interno en su frente militar y la presión internacional que exige el acuerdo humanitario que conduzca al intercambio de los rehenes de las FARC por los militantes de la organización armada presos en las cárceles colombianas y sus líderes extraditados y presos en las cárceles de Estados Unidos.
Ahora, con la incursión del ejército colombiano en predios ajenos diseñado para capitalizar un “positivo” del Ministro de Defensa, incrementar la moral combativa de las tropas y subir el índice de las encuestas de opinión favorable del Presidente de la República, surge, inesperadamente, un conflicto internacional que involucra a nuestros vecinos que, ante la amenaza de agresiones futuras, han pasado de la protesta verbal y el retiro de sus embajadores al acantonamiento de sus tropas en las fronteras y su preparación para la guerra.
Esta situación de beligerancia entre Colombia y sus vecinos Ecuador y Venezuela, rebasa los límites de la diplomacia y pone en peligro la continuidad de sus relaciones comerciales con sus principales compradores; la actual coyuntura internacional es una dura prueba para la reelección del Presidente Uribe en cuanto pone a sus patrocinadores, los grandes banqueros, comerciantes e industriales colombianos, a escoger entre sus veleidades políticas y sus estados financieros siempre ansiosos de mayores ganancias.
Difícilmente los pragmáticos patrocinadores de la segunda reelección del Presidente Uribe renunciarán a los apetitosos mercados de Ecuador y Venezuela; ante la disyuntiva de disminuir sus ganancias, nuestros magnates harán honor a su visión mercantil y preferirán que, al finalizar el actual periodo constitucional de Uribe, un nuevo Presidente de Colombia menos conflictivo les mantenga las ganancias en el mercado interno y les prometa y asegure unas relaciones comerciales fluidas y favorables con los principales compradores de sus mercancías.
Esperemos atentos la evolución de esta situación de conflicto internacional que seguramente se limitará a la exhibición de los dientes entre sus principales actores.
Bucaramanga, Marzo de 2008 - Regresar a Inicio - o Titulares
una reeleccion por favor con todo lo que nso hizo a los nariñenses olvidese de nosotros presidente, es mas si de nosotros dependiera le solicitaramo LA REVOCATORIA DEL MANDATO
ResponderBorrarLOS MAS DE 6 MILLONES DE AFECTADOS LE DECIMOS AL PRESIDENTE NO A LA REELECCION
ResponderBorrarUribe se cree un Dios y que en Colombia es único
ResponderBorraruribe paraco el pueblo esta berraco
ResponderBorraruribe es un duro es el unico que le ha puestoo la cara a la guerilla y estoy seguro que lo van a reelegir ....babosos
ResponderBorrarPues respeto su opinión sobre Uribe, pero ni crean que le ha puesto la cara a la insurgencia; ha obligado hasta hacer falsos positivos para entregar cuentas. Lo de Uribe copn la guerrilla es de momento. Ya comienza nuevamente a verse en Colombia la peor inseguridad, porque Uribe pensó que con echar bala se acababa la inconformidad y lo que ha es aumentado en otras formas. La delincia urbana es insoportable i peor que la guerrilla.
ResponderBorrarUribe es un duro pero para venderle al país a los gringos y para mantener una corrupción galopante disfrazada de piel de oveja.
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