Juan Lozano se hizo el loco
con Hipólito Moreno y el carrusel
Por Édgar Artunduaga | Por
KienyKe l Yahoo noticias
Carlos Fernando Galán Foto: Wikipendia |
“La corrupción no tiene color
político. Es como una alianza suprapartidista que está presente en todos los
partidos. Era claro que el Partido de La U, o sus concejales, empujaban una alianza
con Samuel Moreno para poder participar en lo que estaba ocurriendo en Bogotá.
La U hizo caso omiso”.
El juicio lo hace Carlos
Fernando Galán. Le parece absurdo que el senador Juan Lozano salga a los medios
a decir que el Partido de La U debe pedir perdón por lo que ha pasado en
Bogotá, cuando él –primero que todos- debe pedir que lo perdonen.
“Él sabía muy bien quién era
Hipólito Moreno. Él lo sabía muy bien. Lo tenía claro hace dos años e hizo
alianza con él. Gracias a Hipólito Moreno, en gran parte, Juan Lozano hoy es
Senador de la República”.
“Aquí todos los que se
beneficiaron de este carrusel o que lograron el poder que hoy ostentan, por la
corrupción, tienen que pedirle perdón a la ciudad. Todos los partidos, casi sin
excluir a ninguno, incluyendo los directivos de los partidos que miraron para
otro lado y que por acción u omisión son responsables de lo que le pasó a
Bogotá”.
Todos siguen tan campantes,
como si con su ayuda no se hubiera producido el robo a Bogotá…
La ley contempla sanciones
cuando usted, como director de un partido, le entrega un aval a un candidato
que termina incurriendo en delitos que están tipificados, como vínculos con
grupos ilegales, narcotráfico, delitos de lesa humanidad, delitos contra la
participación ciudadana. Pero contra el cohecho, interés indebido en la
celebración de contratos, corrupción, esas cosas no. Ni siquiera está
contemplada la silla vacía.
Estos concejales van a la
cárcel y continúa el siguiente de la lista y el partido no asume el ser
castigado perdiendo una curul. Es un tema que hay que modificar, porque los
partidos deberían asumir una responsabilidad, pero la Ley no lo contempla.
Juan Lozano es reincidente.
Avaló a Cielo González como candidata para la gobernación del Huila sabiendo
que era campeona de la corrupción, que se había robado a Neiva…
Tiene toda la razón. No
podemos seguir con partidos sin responsabilidad, impidiendo que personas como
éstas sigan representando a colombianos en los cuerpos colegiados o en las
administraciones regionales.
¿Excluye a los concejales de
Cambio Radical de la corrupción en Bogotá?
Nosotros en el gobierno de
Samuel Moreno fuimos oposición. Fue difícil lograr eso, porque había sectores
que no estaban de acuerdo. He dicho y he sido crítico con mi partido por
decisiones que se han tomado. Y lo seguiré siendo. No sólo fue el gran carrusel
de Tapias -Gómez – Samuel, sino que ha habido carruseles en entidades en el
pasado. Y todos deben ser castigados.
¿Tiene “cola” el concejal
Julio César Acosta?
Yo conocí una investigación que
él tenía en el momento de la campaña por enriquecimiento ilícito. También fue
de los concejales a quienes llamaron a declarar antes de las elecciones del
2011. Pero más allá de eso no conozco un caso específico donde pueda estar
implicado él.
¿No importa que su padre haya
estado vinculado con fuerzas paramilitares y con otros delitos?
Ese fue uno de los elementos
que yo tomé en el proceso electoral de 2011, pero el Consejo Electoral no me
dio la razón y me impidió que los efectos de la misma ocurrieran.
Recientemente se afirmó que la
candidata de Cartagena era cercana con ‘la gata’ y no se hizo caso al respecto.
Se entregó el aval y después se echó para atrás. Afortunadamente había tiempo.
En el 2011 me impidieron retirarle el aval al concejal Acosta.
¿Y qué es lo que pasa en
Cambio Radical, también está corrompido?
No he tenido nada que ver con
las decisiones que han tomado en el último año y medio. A mí ni siquiera me
dejaron ir a la Convención donde iba a entregar la dirección del partido porque
me querían armar una especie de ataque con show.
La crisis viene de hace mucho
tiempo. Desde el momento en que le entregaron aval a más de 200 personas
inhabilitadas, incluso pedidas en extradición. Tocó revocarles el aval y la
inscripción. Si el partido no se sacude, y se queda en revocar el aval a la señora
de Cartagena, sin expulsar a ‘Kiko’ Gómez, el gobernador de la Guajira de sus
filas, el partido va a terminar acabándose.
¿Cambio Radical se volvió
tibio en materia moral?
Espero que se replanteen las
cosas. El partido tuvo más de mil concejales en la elección pasada y más de 100
alcaldías. No podemos decir que toda esa gente sea parte de la corrupción. Pero
sí ha habido graves errores que han permitido que a cargos importantes lleguen
personas completamente cuestionadas. Lo grave es que se siguen avalando cafres.
¿Usted qué opina del senador
Juan Carlos Restrepo, miembro de su partido?
No es una persona con la que
yo comparta la manera de hacer política. No es alguien con quien vea
coincidencias como para militar en el mismo partido que yo.
¿Cómo mantenerse en una misma
colectividad con gente que le disgusta?
En todos los partidos hay
cafres, no nos digamos mentiras. Y si uno busca estar en un partido donde no
haya ninguna oveja negra, se va a perder, porque eso no existe. Pero tiene que
dar peleas internas y dar luchas.
El Concejo, brazo político del
Carrusel
Carlos Fernando Galán
considera que en el concejo funcionaba el ala política del cartel de la
contratación, “garantizando que no hubiera control a las decisiones
relacionadas con el robo a gran escala que se adelantaba en la ciudad”.
“También protegía una alianza
con órganos de control a nivel Distrital para impedir el control fiscal y
disciplinario. Incluso, en algunos casos, se tramitaban extorsiones para evitar
contratos y cuotas…”.
¿Fue laxa la Fiscal Vivian
Morales?
El Fiscal Montealegre decidió
replantear la estrategia que traía la fiscal Vivianne Morales y replanteó los
procesos de beneficios a los contratistas, lo que ha permitido recoger
elementos para poder llevar ante la justicia a los concejales. Si uno le cree a
Julio Gómez, casi la mitad del Concejo participó en este saqueo.
¿Todo empezó en el gobierno de
Samuel Moreno?
La corrupción en Bogotá no
nació con Samuel Moreno. Esto venía de atrás. Si se revisa por ejemplo el caso
de Julio Gómez, él tenía el 40% del presupuesto de inversión de las Alcaldías
locales en 2003, Estamos hablando de la Alcaldía de Antanas Mockus, a través de
una cooperativa llamada Coopmunicipal. Muchos concejales –desde años – accedían
a contratos. Eran como ‘minicarruseles’, con estaciones desde hace mucho
tiempo.
El nivel de clímax se produjo
en el gobierno de Samuel Moreno cuando se alinearon los actos para que se
robaran por completo a la ciudad. Ya no era una entidad con un contratico, sino
que se repartieron las empresas grandes, importantes, con gran presupuesto del
Distrito, las pusieron a nombre de un contratista o uno de estos delincuentes y
se dedicaron a robar. Y eso obviamente, con la complicidad plena y
participación desde la cabeza del Distrito.
¿Cree que vamos en camino de
encontrar toda la verdad?
Está muy bien que se
arrepientan y que pidan perdón, pero ese perdón tiene que cumplir unos
requisitos, que haya verdad completa. Que haya reparación. No se puede
simplemente pagar unos pocos años de cárcel y salir tranquilos a disfrutar.
Sería un pésimo mensaje para Colombia y para la lucha contra la corrupción.
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