Por Bernardo Socha Acosta
El
adagio dice que por unos pagan todos, o que pagan justos por pecadores. Y así
es lo que va a pasar en Colombia si no hay algo que lo remedie. Pero lo cierto
es que la ola de contagios de covid está creciendo en todo el país, y de no ser
así no se hubiera ya presentado en la semana y mes que finalizamos, más de 10
mil casos de contagio en solo 24 horas, cuando estos ya habían bajado hasta 4
mil solamente en ese lapso.
Con
estos indicios, los colombianos estamos viendo que muchas personas son inconscientes
de la realidad de la pandemia y creen que como el gobierno levantó muchas restricciones
para reactivar la economía, es que ya no hay riesgos y eso es lo que nos demuestran
algunos sectores sociales más vulnerables. Para corroborarlo, organizamos un equipo
de trabajo para recorrer disimuladamente varios sectores populares de Girón, Floridablanca
y Bucaramanga, donde preguntamos a decenas de personas, por qué no usaban
tapabocas… y la respuesta no se hizo esperar… porque esa ya cuánto hace que pasó… Y esto qué
demuestra: la ignorancia seguramente es la que nos va a llevar de nuevo al confinamiento obligatorio, de lo
contrario el país va a tener de nuevo Unidades de Atención Inmediata, atestadas
de pacientes que, unos se salvarán y la mayoría –como ocurre en una pandemia- morirán
indefectiblemente.
Se
cree que la falta de unas medidas que conlleven fuertes o drásticas sanciones
contra los irracionales que no respetan la vida y juegan con la de los demás, son
factores que el gobierno debe afrontar con rigurosidad.
En
algunas ciudades, más que otras, como en Cali, Barranquilla y Bogotá, donde las
autoridades han tenido que intervenir numerosas fiestas, entre ellas algunas de
grados y hasta conciertos clandestinos,
están demostrando que no respetan las disposiciones vigentes y que son
necesarias otras de mayor fuerza, así haya que pedir la intervención militar, porque en algunas partes los
irresponsables se atreven hasta a desarmar a la policía y a darles a los
agentes con las mismas armas de dotación y con las que los irracionales portan,
para luego ir a decirles a los ingenuos funcionarios,
que ellos fueron víctimas de agresiones por parte de la autoridad.
En
ese orden y con estos antecedentes, los colombianos no nos podemos quejar si el
gobierno debe someternos a otra etapa de confinamiento obligatorio. Porque, o
es lo uno, o es lo otro. Quiero decir, o le cerramos el paso a la pandemia con
medidas obligatorias, o de lo contrario habrá centenares de muertos por esa contaminación
del virus, para que, en fin, se cumplan los propósitos para los que nació el
mortal Coronavirus.
El
regreso a los confinamientos ya les ha tocado a países europeos, en Japón y en
San Francisco en estados Unidos, donde la pandemia nuevamente comenzó a causar graves
y verdaderos conflictos en la salud.
bersoa@hotmail.com
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