Hay muchas
disposiciones sobre la materia, pero tal vez se sintetice en “el derecho a la salud” que consagra la
OMS.
La
Constitución de la Organización Mundial de la Salud encabeza su tratado diciendo: 'La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y
social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades'.
Y para
referirnos, no del exterior, sino de nuestro país, Colombia, la Constitución de
nuestra Patria en su artículo 49 reseña: “Toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral
de su salud y la de su comunidad”.
En ese
sentido las autoridades de salud están en la sagrada obligación de tomar todas las medidas que estén al alcance
para impedir al máximo que las personas se enfermen y mueran de alguna
patología y con mayor, cuando se trata de una pandemia como la que está
viviendo el mundo con el coronavirus.
Velar porque
la comunidad no se contagie del virus Covid 19 o cualquier otra epidemia, debe
estar por encima de cualquier consideración, dogma o creencia. Obligar a las
personas para que no sean un medio de transmisión de contagio, no es ninguna violación de los derechos humanos o del
libre albedrío. Quién dijo esa mentira que raya con la hipocresía y llega hasta
el fondo de la peor ignorancia, retrocediendo seguramente a la era de las cavernas.
Obligar a una
comunidad a irradiar la buena salud, y repeler el mortal contagio, es un acto de
civilización social y es un hecho de perfección humana. No hacerlo sería
retroceder.
Por eso la
mejor forma de impedir la transmisión de un virus mortal es la prevención y
dentro de la prevención está la serie de medidas que incluye la vacunación como la mejor herramienta para
ser inmunes, quizás no para sellarnos definitivamente, pero si para bajarle la
agresividad, debilitando el virus para que nos lleve a la postración, no nos deje
tantas secuelas, o finalmente lo más triste, que no nos lleva a la muerte
anticipada.
Podemos
pensar entonces, que no vacunarnos es un desafío a la muerte y recordemos que
la vida es una sola. Cuántas personas anti-vacuna han sido atacadas por la
mortal enfermedad y al encontrarse en grave riesgo, piden que las vacunen, pero
infortunadamente ya es tarde…
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