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domingo, 4 de octubre de 2015

De políticos hablando

           Trafugario
Por: José Oscar Fajardo
A las 11 de la noche del viernes anterior yo no hallaba qué hacer para no tener que escribir de política, de elecciones, ni mucho menos de candidatos, primero porque ya lo he hecho en oportunidades anteriores, y segundo, porque, quién lo va a creer, la gente común y corriente ya está mamada  con esta cantaleta que a ojos vistas no produce buenos resultados. Para efectos de escribir esta columna con argumentos sólidos y convincentes, consulté a modo de encuesta, por decir algo Gallup o Napoleón Franco, da igual, con un curioso cuestionario que me inventé, a un no menos curioso líder que conseguí, y miren lo que me respondió el doctor fulano de tal.
Doctor fulano de tal ¿usted qué opina de la política?
Respuesta: Pues que como la política goza de toda la legalidad que un Estado democrático le puede otorgar a cualquier negocio o transacción comercial dentro de la ley, pues la política es un negocio más donde se invierten grandes cantidades de dinero para obtener el poder de todas las instituciones nacionales con el fin de volver a recuperar el dinero invertido pero multiplicado de una manera fantástica.
¿Y a usted no le da culillo hacer semejante afirmación contra los políticos? ¿No teme represalias?
Respuesta: Y por qué me va a dar culillo si es que estoy diciendo la verdad por que yo fui candidato a la Cámara de Representantes varias veces y en una salí elegido y en efecto fui Representante legalmente. Lo que pasó fue que gané dos turnos y perdí otros dos y como quedó limpia la ñonga, entonces me tocó quedarme de comentarista político como hacen todos los futbolistas viejos o fracasados que se dedican a comentaristas.  O usted, periodista ¿sí cree en un político “mondao”? Porque eso es como uno creer en un Parasicólogo que le hace milagros a todo el mundo pero no se los hace a él mismo.  O como el vendedor de lotería que le vende a uno el premio mayor pero no se le ocurre comprarlo él.
Pero dígame con sinceridad ¿Usted que opina de la política?
Respuesta: Hermano, que como la gripa, la pecueca, o las paperas, es un mal necesario.
Cómo así; explíqueme
Respuesta: Pues mire hermano. Uno necesita que le dé gripa porque por medio de ella elimina toxinas.  Uno necesita que le dé pecueca para que la gente  sepa que uno patea con ambas.  Y uno necesita que le dé paperas, o parotiditis, que llaman, para que el organismo se autoinmunice y no le vuelva a repetir ¿me entiende? Lo mismo pasa con la política.  En la política, más que con títulos universitarios y posgrados de prestigiosas universidades, usted aprende a ser abeja, avión, abejorro, divino y adivino, prestidigitador, intérprete de sueños y creador de ensueños, ilusionista, malabarista, billarista con efecto triple al chorizo y especialista en carambolas a cinco bandas y de tas tas, rezandero, sobandero, enderezador de matrimonios, brujo barboseño, abogado saltimbanquis y hasta escritor y periodista.
Pero yo soy periodista profesional y usted me está ofendiendo.            
Pues eso hágase el pendejo y no se ofenda de a mucho hermanito que de abogados profesionales, médicos profesionales, ingenieros y arquitectos profesionales, etcéteras profesionales, incluso hasta de magos profesionales y de doctores en cualquier “güevonada”, es que está llena la fauna de la política.  Pero es que es tan bacana.
Pero usted por qué compara los brujos (parasicólogos, metafísicos, mentalistas, etc) con los políticos.
Respuesta: Pues es que eso es claro hermanito; no ve que se las saben todas y además el saludo, sobre todo en estos tiempos de elecciones, es idéntico y dice así: Qué tal, como te va; he pensado mucho en ti; te quiero mucho; cuéntame tu problema. Y enseguida, tenga el garrotazo por los riñones.
Pero Doctor X, usted hace afirmaciones muy ofensivas y tendenciosas contra los políticos.
Respuesta: Qué va hombre; no sea ingenuo que ellos leen esta vaina y se mueren de la risa. O es que usted, siendo periodista ¿no los conoce? Y sepa usted que la mayoría de ellos son rebacanos. Porque es que así es la política en todo el mundo y qué problema tan arrecho no estar metido en ella.
Amigos lectores. Ustedes crean o no, ésta fue en realidad una entrevista, eso sí, con un personaje demasiado sicodélico y descrestador.

domingo, 24 de julio de 2011

TRAFUGARIO



--------------------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO
  
DE CONTRADICCIONES HABLANDO

No es un concepto de altas profundidades filosóficas o epistemológicas que el ser más contradictorio del mundo es el hombre teniendo en cuenta que es el único animal pensante. Sí porque el resto de animales que no emplean la racionalidad, pues no emplean la lógica; y al no usar la lógica, pues es lógico que no saben de contradicciones. El hombre sí, e incluye la mujer porque si no Florence Thomas, la feminista, me arma una guerrita.  En días pasados en Colombia empezó a funcionar socialmente la ley que prohíbe la venta de cigarrillos de tabaco al menudeo. Hago la aclaración sobre eso de los cigarrillos de tabaco, porque la susodicha ley en ningún momento, que se sepa, prohíbe en forma expresa la venta de cigarrillos de marihuana o de bazuco.  Pero hasta aquí los lectores deben entender que sólo se trata de una mamadera de gallo no garciamarquiana sino indiscutiblemente fajardiana. Antes de otra cosa yo quiero confirmarles que estoy muy de acuerdo con esa ley y me gusta. Lo que pasa es que veo muy difícil su aplicación objetiva. ¿Por qué? Porque la aplicación de dicha ley exige inmediatez en su aplicación, como es lógico, y el tabaquismo, al igual que la cocainomanía, la heroinomanía y el alcoholismo, entre otras tantas, son graves enfermedades sicosomáticas, es decir del cuerpo y de la psiquis (mente) las cuales, desgraciadamente, no se curan con la imposición de una ley, y menos por la prohibición represiva. 

Como tengo personas a quienes quiero y que fuman demasiado, yo rezaría para que así fuera.  Pero, repito, así de fácil no es. Y muy sencillo es entenderlo. Porque si fuera así de fácil, ya no habría un solo adicto a nada en ninguna parte de del mundo y todos estarían curados por conducto de la ley. La ley es persuasiva, queridos amigos, pero no tiene poderes curativos.  Les aclaro, por mera comodidad, que no fumo y que libré una heroica batalla para, desde hace más de diez años, quitarme de encima semejante lastre. Entonces, yo no estoy defendiendo al fumador sino que estoy viendo los más y los menos de la ley. No es equivocado suponer que las empresas fabricantes de cigarrillos ya estarán craneando las estrategias para “vender paquetes” de una, dos o tres unidades porque en eso de corromper las leyes los colombianos sí somos campeones mundiales. Y además, a tales empresas no les interesa un carajo que la gente se enferme de asma, enfisema pulmonar o cáncer. Pero vamos a creer, a las buenas, que esa ley no se puede corromper porque nació blindada. Está bien.

Segunda instancia. Como siempre he estado convencido que la prohibición es causa del apetito, entonces lo que van a hacer es que el enfermo fumador fortalezca las empresas tabaqueras aumentando la demanda comprando por paquetes porque no puede dejar de fumar. Ustedes alguna vez se han hecho la pregunta ¿Qué sucedería en este momento si los drogadictos de todo el mundo no consiguieran la droga? Les repito, porque fumar no es un simple vicio como todos los NO fumadores lo conciben. Es una enfermedad tan verraca como el alcoholismo o la adicción a cualquier droga heroica. La nicotina es la sustancia más adictiva que existe después de la heroína. Y a eso súmele la herencia cultural. Si el papá fuma y la mamá fuma, cómo carajos quieren que los muchachos no fumen. Porque hasta ahora, que uno sepa, no se conoce ni siquiera una sola oveja alérgica a la lana.  ¿Entonces qué hay que hacer? Amigo fumador: No trate de ninguna manera, sino logre convencerse usted mismo por sus propios métodos de que, cuánto diera por ejemplo, el Presidente Chávez por no tener cáncer. O también piense en, cuánto diera usted por curar a su mamá a quien adora en el alma, que por fumar, a sus 38 años ya está sentenciada a muerte irremediablemente por el cáncer. Todo está en la racionalidad de los seres pensantes. Pero sobretodo, en la mentalidad que nosotros asumamos ante semejante mostro exterminador como es la adicción a las drogas.

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