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miércoles, 5 de octubre de 2022

Quiénes son los opositores de la paz en Colombia

Por Bernardo Socha Acosta
Si el derecho de vivir en sana convivencia, entre los seres humanos, se convierte también en un deber, nadie entiende por qué algunos llamados dirigentes políticos que viven del estado, se empeñan en seguir haciendo la guerra en Colombia.

Ahora que, de nuevo, hay deseos de un gobierno de buscar de diferentes maneras que algún día este país viva en paz, sin esa zozobra que amedranta a la sociedad por tantos hechos de violencia, algunos que se ufanan de trabajar por Colombia desde las corporaciones públicas como el Congreso de la república, no hallan cómo atravesársele al proyecto que pretende buscar fórmulas que acerquen a esos grupos al margen de la ley, para que trabajemos todos por el bien común. Y es que quienes se han extraviado o escariado y cometen hechos ilícitos en contra de la sociedad, algunos lo han hecho precisamente por la irresponsabilidad diabólica de esos pseudo dirigentes que siempre han propiciado la violencia de diferentes formas, como si eso les generara reítos.

Está bien que esas personas desde los escenarios donde se hacen las leyes, se opongan a cosas que verdaderamente lesionen los intereses de los más débiles, pero, oponerse a la paz de los colombianos, eso no lo hacen sino los cortos de espíritu que no ven más allá de la punta de su nariz. Oponerse a que haya paz en una sociedad es tener espíritu MEZQUINO y no pensar ni mirar con futuro en favor de las próximas generaciones.

O, es que esos dirigentes, erróneamente, creen atraer adeptos con salir a los medios de comunicación y utilizar las Redes sociales para enfrentar a la sociedad con el estado, ¿eso es algo patriótico? Ahí sí, qué ignorancia tan baja. Demuestran que necesitan un tratamiento de exorcismo para que les saquen esos espíritus diabólicos para que no causen más daño social.

Esos referidos dirigentes, es que no se dan cuenta que, propiciar estas maniobras, desde cualquier medio, es generar violencia y traficar con los mismos bienes nacionales. Porque si son congresistas los que hacen esto, ellos están haciendo mal uso de los emolumentos que reciben del estado mensualmente (más de 34 millones de pesos) que son del erario de los colombianos, para que con ellos se le ponga zancadilla al sistema y se fracase en los intentos por el bien de la sociedad.

Y hablando de quienes le ponen palos a la rueda desde los escenarios del estado, también hay que decir que algunos importantes intelectuales que habitualmente expresan públicamente sus brillantes pensamientos en columnas editoriales o similares, hacen lo mismo (ya desde el sector privado) al pretender que con sus comentarios se le haga mal ambiente al proceso de paz. Será que se oponen a las cosas buenas para que los admiren, o será que son miopes a la grave realidad que atraviesa Colombia. O mejor, como muchos de estos intelectuales opositores son pensionados, les parece que todo mundo disfruta de esos emolumentos para sobrevivir y no se acuerdan que muchas familias solo pueden disfrutar de una comida diaria. Hay hambre…

Es hora de que esas personas que expresas su contrasentido, mejor no hagan nada. No perjudiquen al país ya que no tienen un minuto para pensar en el bien general. Que hermoso gesto sería que estas personas se sumaran a una causa común: la convivencia nacional.

Si grandes personajes de la vida internacional se han sumado a esa propuesta de paz para Colombia, por qué demostrar más el hambre por la guerra y no demostrar mejor amor por la convivencia. O, ¿será acaso repito, que esas personas necesitan de un tratamiento de exorcismo?

Si los procesos de paz se han llevado a cabo en muchos países del mundo y algunos con excelentes resultados, ¿por qué en Colombia hay tanta resistencia por parte de algunos llamados dirigentes? Y esto es lo que deben pensar muchos ciudadanos con capacidad de decisión para futuras confrontaciones políticas de elección popular…y, aprobar o desaprobar a esos opositores que no le aportan nada bueno a Colombia, diferente al mal que le causan cuando de hacer leyes sociales se trata.

jueves, 11 de junio de 2009

COLOMBIA: PIOJOS, HAMBRE Y MUERTE


Por: Martha Clemencia González M. Correo: alejanico@yahoo.com

Hace algunos años, nuestro Premio Nobel de Literatura, GABRIEL GARCIA MARQUEZ, dijo que el defecto (si así se le podía llamar) de los colombianos, era la "bendita garladera".

Hoy pensando en esta afirmación de nuestro escritor más reconocido, podemos asegurar que, efectivamente, somos víctimas de nuestra incesante e incansable "garladera". Hablamos tanto y sin pensar... sin medir las consecuencias, que olvidamos por completo el poder de las palabras. Un poder que obviamente nos ha llevado a figurar, por lo menos en España, como un destino poco probable dentro de las opciones de viaje de los ciudadanos de este país. Y los que finalmente, luego de pensarlo mucho, deciden viajar a Colombia, son considerados como verdaderos valientes y en otros casos, como gente que quiere perder su dinero, porque "allí no hay nada qué ver".

Al principio, quizás fueron las noticias que venían de Colombia. Los periodistas de allí y de aquí encontraban mucho más interés, (para abrir los noticieros o para figurar como "verdaderos profesionales"), en hechos lamentables como la droga, el narcotráfico, la guerrilla, los secuestros y la barbarie en general; que en otras cosas que también suceden en Colombia y que son altamente positivas, como los logros científicos, por ejemplo, los festivales impresionantes de Teatro..las innumerables muestras de arte y folclor, las majestuosas Ferias de Literatura, o la existencia de niños genio en algunas universidades; las riquezas ecológicas y ambientales.. ó por qué no, la otra cara de la moneda de las noticias malas: los golpes contra el narcotráfico, la liberación de secuestrados, etc.

Lo lamentable es que ya ni siquiera son los periodistas los que informan sobre hechos lamentables que ocurren en Colombia...ahora son los propios Colombianos los que se encargan de recordar una y otra vez este tipo de circunstancias. Se hace tanto énfasis en lo malo, que se llega a la exageración, sin dar cabida a los puntos de equilibrio en los que se podría encontrar esa posibilidad de considerar a Colombia como un país donde a pesar de los pesares, también se puede vivir y sonreir.

Es triste reconocerlo, pero miles de colombianos residentes en España, son voceros incansables de afirmaciones tales como "si yo en Medellín vivía esquivando las balas, aquí no le temo a nada"...."uuuyy, si, en Colombia todo el mundo tiene un machete o una pistola en su casa y cuando se arma una pelea..pues mijo a defenderse"...."en todas las discotecas de colombia se arman una broncas terribles"..."eso, toooodos los colombianos somos medio borrachos"...."nooo, el gobierno en Colombia no vale para nada...pura corrupción..puro robo....pura mentira" (cabe anotar que esto último, lo he escuchado igual...exactamente igual, no sólo desde hace 9 años que vivo en España, sino durante toda mi vida...osea que se dice lo mismo sin importar si está en la presidencia de Colombia, "juan, Luis, Pepe o Lucas").

De estas y muchas más "frases célebres", es obvio esperar que tanto los españoles como los extranjeros residentes en este país, tengan una idea enormemente oscura y lamentable de Colombia. Me voy a referir al comentario hecho por una amiga hispano-cubana que con clarísimo desconocimiento, me dijo algún día: "no te ofendas, no lo digo por molestarte, pero de verdad vale la pena que vayas con tu hija a Colombia?..si allí, solo hay piojos y hambre y además matan y secuestran a todo el mundo, no te da miedo?"...........

Algunos podrán decir "y esa persona es amiga tuya"? Otros quizás digan: "pero qué va a hablar una cubana, si en esa isla lo que hay son carencias" !! Yo, antes de pensar en esto me preguntaría si podemos en realidad, achacar algún tipo de culpa a un extranjero por pensar así de nuestro país?.....Sinceramente creo que no....nosotros mismos tenemos la culpa, con nuestra "garladera" y quejadera de todo cuanto pasa en Colombia, especialmente de lo malo.

Sin ir más lejos, esta misma semana en un programa de televisión en un canal español, se presentó una pequeña noticia sobre un "héroe sin papeles" que salvó de las llamas a una anciana en un barrio de Valencia - España. Este "héroe sin papeles" es un colombiano que ayudó a una señora mayor a salir del edificio en el que se había iniciado un incendio. En todo caso, el colofón de la noticia, remarcada por un periodista en el estudio, fué: "ya no saben qué hacer estos colombianos para hacerse con los papeles de residencia legal....pero claro, si en Medellín capotean las balas (como ellos mismo dicen), qué miedo les va a dar un pequeño incendio?"...!!!!!!!!!!

Por esto, amigos lectores, creo firmemente que mientras de nosotros mismos no parta la decisión de medir lo que hablamos tanto allí en Colombia como aquí en nuestra calidad de inmigrantes, no podemos esperar que ni el Gobierno Colombiano con toda su campaña de "Colombia es Pasión"...este gobierno o el que venga con todas sus buenas intenciones, ni mucho menos nadie en otro país, logre que se nos mire con respeto o como mínimo con amabilidad..porque desafortunadamente para muchos ni siquiera somos merecedores de esto.

Nosotros, por nuestra propia boca, hemos permitido que Colombia no suene en el exterior a tambores, a fiesta y a voces de gente que sabe enfrentar y resolver sus problemas, como algunos piensan; sino a balas, tristeza, muerte, temor y odio.

No se trata de desconocer lo que sucede en nuestro país......y a esto precisamente es a lo que me refiero...no se puede desconocer que además de lo malo, también hay cosas buenas que no deben pasar desapercibidas para nosotros mismos en principio y por sobre todo. Cuando no sepamos de qué hablar, no echemos más leña al fuego y mucho menos con quienes nos ven como un punto negro dentro del continente americano. La idea, es medir las consecuencias de lo que se dice. No se trata de no hablar, y mucho menos de no opinar o manifestarse...eso jamás será una propuesta mia!..pero sí, de considerar el ámbito en el que esto se hace y saber hasta dónde pueden llegar nuestras palabras y el daño que éstas pueden ocasionar.

Me hace gracia y tengo que reconocer que hasta me llegan a fastidiar los e.mails en los que algunos de mis compatriotas que hablan, constantemente, mal de Colombia aquí, dos días después me envian mensajes sobre "el orgullo de ser colombiano"...."somos los segundos más felices del mundo"...."Viva Colombia".....me pregunto, por qué no se lo cuentan así mismo a otros de sus amigos que no son colombianos?...será porque quizás saben que ya no les escucharán ni les creerán. Eso sí, estos mismos amigos de los e.mails, son los que con un par de aguardientes en la cabeza, vibran con todo lo que suene, sepa y huela a Colombia....pero es que, señores; "después del ojo afuera, no hay Santa Lucía que valga".

Hemos hecho daño nosotros mismos como colombianos a la imagen del país y es una realidad que no le podemos achacar al gobierno ni a la clase política ni a ningún extranjero...sólo a nosotros mismos..somos como lo dijera no sé quién hace algún tiempo "muy mala materia prima para el propio país". Ir a página bersoa España >

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