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sábado, 8 de enero de 2011

TRAFUGARIO

------------------------------Por: JOSE OSCAR FAJARDO

PSICOANALISIS DE UN CHISMOSO (A)

Por estas épocas preelectorales, no está de más hacerles las siguientes advertencias. El chismoso, de ambos sexos, es un resentido social que por culpa de sus frustraciones la emprende contra todos los seres de su misma especie. Como es profundamente hipócrita y adulador, pues se le facilita metérsele a todo el mundo por cualquier hueco con el fin de conocerlo en sus intimidades para luego proceder a destrozarlo porque se muere de la envidia que el otro es mejor en todos los sentidos. Los chismosos de por sí son mediocres y su nivel intelectual por lo general se acerca al cero absoluto de las matemáticas. En psicoanálisis, un complejo se padece pero no se siente, es de la esfera del inconsciente y por eso se llama complejo. Pues el chismoso sufre de graves complejos de inferioridad y eso es lo que hace que su comportamiento sea tan ruin, mostrando en todas sus actuaciones las más rastreras perversiones de su corazón.

Los chismosos tienen muy baja autoestima y como en el fondo son un fracaso social, en la mayoría de las ocasiones se hacen ver como dechados de virtudes éticas y morales, manejan alta prestancia y mimetizan muy bien la falsedad de sus actos. Son verdaderos magos de la mentira y siempre la disfrazan con benévolas apariencias. Si se tiene en cuenta que el chisme es chisme, independientemente de que sea falso o verdadero su contenido, el enfermo chismoso sólo busca dañar a los que él ve como sus enemigos reales o potenciales sin un ápice de piedad, sin ningún asomo de remordimiento, sin un solo gramo de compasión. Pues la envidia lo calcina por dentro. Como siempre tiene en la mira telescópica de su mediocridad a los más inteligentes, a los más capaces, a los más preparados profesional e intelectualmente, entonces como compañero de trabajo es una peste blenorrágica y como trabajador retrasa, malogra, daña, o contamina cualquier proceso laboral o cualquier metodología útil para el desarrollo. Para completar la dicha de los ángeles y la euforia de los arcángeles, de una manera misteriosa y soterrada establece conexiones con todo género de informantes que van desde las vendedoras callejeras de chicles a plazos, hasta los más científicos parasicólogos y mentalistas, pasando de antemano por Lenguadeperra, Bocadediablo, Donfalsario, el FBI, la CIA y la DEA. En síntesis, maneja unas fuentes de información que no las maneja ni siquiera la CNN en el mundo ni Satanás en los infiernos.

Para mayor precaución se debe tener en cuenta que dicha peste social frecuenta fiestas de bautizos y matrimonios, despedidas de solteros, cumpleaños, y otros sitios de aglomeración social porque los citados especímenes son eminentemente comadreros. Esto es válido para ambos sexos. ¿Qué hacer para combatir semejante costra social? Como para los chismosos no existen los amigos del alma sino sus cómplices y sus alcahuetas, entonces la primera norma de prevención está en aislarlos. No los trate y por el contrario, ignórelos con sevicia. No les haga ni el más ínfimo comentario así sea de los últimos vuelos espaciales, porque de eso se agarran para desmigajarlo. Mínimo le inventan que usted se robó un cohete de la Nasa. Si de pronto se le ocurre tener una deferencia con alguno de ellos, invítelo a un mute bien sabroso pero échele una cucharadita de cianuro de hidrógeno, o en su defecto, bríndele unas empanadas pero repletas de dinamita.

Otra precaución: por más daño que le hayan hecho, nunca hable mal de un chismoso y mucho menos vaya a hacerle reclamo dado que automáticamente se pone a la misma altura mental y sicológica de él, y eso es exactamente lo que busca el animalejo desde el fondo de su inconsciente. Dado que usted en un momento de ira puede perder el control, no le vaya a causar daños físicos a un bicho de esos porque ipso facto se mete en problemas, no con la ley sino con la junta defensora de animales. Trate por todos los medios de enseñarle esta frase lapidaria: "Señor, qué haré para no meterme en lo que no me importa". Y por último, hágale un bien a la patria: recorte este escrito y póngalo en un lugar donde, aunque sea un solo infeliz avechucho de esos lo vea. Con eso Colombia sale adelante.

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