El siguiente artículo tiene
mucha relación con lo que le viene ocurriendo a Colombia con la famosa
recomendación de unos llamados ‘expertos’ que le piden al gobierno que realice
una Reforma Tributaria para que tape el millonario hueco fiscal, que todos
sabemos es fruto de la rampante corrupción que se ha enquistado en los últimos
años, principalmente en la contratación oficial. Y damos a conocer ese
documento que aun cuando fue escrito sobre un país suramericano, cae muy bien
para Colombia, como una simple coincidencia. Leámoslo…
Tomado de la Fundación Atlas
Autor: Roberto Cachanosky
Argentina: Bajar la presión tributaria ya
A propósito del gradualismo
económico que se debate en estos días, se presenta una situación curiosa. Se
argumenta que hay que bajar gradualmente el gasto público para evitar una
crisis social. Ahora bien, siendo que el gasto público se financia con
impuestos o bien con el impuesto inflacionario, la pregunta es: ¿por qué el
contribuyente, que soporta una asfixiante carga tributaria puede seguir
perdiendo nivel de vida y soportarlo sin que se produzca una crisis social y el
que vive sin producir a costa del contribuyente no puede esperar? ¿Acaso el que
vive a costa del contribuyente tiene alguna prerrogativa ante la ley, lo cual
sería inconstitucional? No se entiende por qué el contribuyente tiene que
seguir siendo explotado por el ñoqui o por el que vive de subsidios como si
fuera su derecho a ser mantenido indefinidamente porque si el ñoqui o el
subsidiado tienen que buscar un trabajo sería una política de ajuste. Una
actitud de falta de solidaridad.
Acá hay una muy mala
interpretación de lo que significa bajar el gasto público. En primer lugar no
es solo hacer que los ñoquis vayan a trabajar, algo que, en todo caso, sería un
acto de justicia, también es decirle a quienes reciben subsidios sociales que
no los van a recibir para siempre, que tienen que re-empadronarse y que en caso
de surgir algún trabajo acorde a sus habilidades tendrá dos opciones: a) tomar
el trabajo, cobrar el sueldo y además el 50% del subsidio por 6 meses o b) si
no toma el trabajo automáticamente deja de cobrar el subsidio.
Por otro lado, bastante gasto
público se podría podar mediante una revisión de los contratos de obra pública
que, en muchos casos, han sido verdaderos bolsones de corrupción.
Resulta realmente disparatado
que a los ñoquis que están en el estado viviendo del trabajo ajeno le ajusten
los salarios por inflación y a los contribuyentes que pagamos ganancias o
bienes personales nos tengan con mínimos no imponibles de 14 años atrás sin
indexar. No se entiende por qué en un caso se denuncia costo social y en el
caso de los que producimos y somos exprimidos con impuestos no tengamos costo
social. Leer más
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