La verdadera historia del video de Petro en Manizales
El día sábado
3 de septiembre de 2022 será una fecha para recordar en la historia de la
región el cinismo con el que actúan quienes dicen representar los intereses de
la ciudad, comenzando por el alcalde Carlos Mario Marín Correa, quien al
interior de una cabina del cable aéreo de Manizales demostró la clase de
oportunista que es cuando le manifestó al presidente Petro que el Aeropuerto
del Café es una obra de las élites. Esa actitud tenía una puesta en escena que
los manizaleños no conocen y que en razón de las elecciones que se avecinan el
próximo año, se hace necesario develar para que se conozcan quiénes son los
actores que buscan un beneficio escondido sin importarles la destrucción del
desarrollo de toda una región.
Hasta el día
de hoy todos los medios de comunicación de este país han registrado el hecho
como uno más del acontecer diario nacional, pero ninguno de ellos se ha
preguntado ¿Quién grabó el video y qué intenciones se tenían haciéndolo
público? La respuesta comienza con los intereses propios del ex senador Óscar
Mauricio Lizcano, hoy director del departamento Administrativo de la
Presidencia de la República, y el alcalde Marín Correa, quienes ya comenzaron a
conspirar la estrategia para seguir manejando la alcaldía y apoderarse de la
Gobernación de Caldas promoviendo las candidaturas de José Luis Correa López y
Carlos Alberto Piedrahita respectivamente. De ahí que no resulte tan extraño
que estén culpabilizando al esposo de la periodista de Caracol Radio Magda
Jimena Ríos Bedoya, quien ya suena para ser jefe de prensa de la alcaldía, de
haber grabado y revelado el video, el mismo que terminó siendo utilizado para
favorecer los intereses políticos de Lizcano y su grupo de amigos en contra del
actual gobernador Luis Carlos Velásquez Cardona.
Quisiera
creer que el presidente Gustavo Petro desconocía el juego en el que lo
involucraron cuando entró a esa cabina, porque llegado el caso de no ser así,
su actuación en esto se convertiría en una patente de corso para que uno de sus
más altos funcionarios comenzara a destruir no solo uno de los más importantes
dinamizadores de la economía de los caldenses, sino también, para que la
politiquería que tanto juró combatir en campaña por ser uno de los principales
focos de la corrupción en Colombia, termine obteniendo su bendición para que lleguen
a embolsillarse un departamento entero.
Las
consecuencias políticas y económicas de ese video apenas comienzan a darse,
pero si algo de lo que puedan estar seguros los colombianos, es que la sociedad
caldense no va a permitir que los bandidos destruyan su futuro.
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