Expresidente Pastrana le dio la alternativa
a Carrillo
Sin proponérselo, claro está,
el ex Presidente Pastrana Arango le dio la alternativa política al Ministro del
Interior Fernando Carrillo. Sintió en el alma los requerimientos del ex
Constituyente sobre las declaraciones que expresó el domingo para desconceptuar
el proceso de paz del presidente Santos, y le contestó duro, al pleno rostro,
para dejarlo fuera de combate. Pero lo que hizo fue graduarlo en alta política
y reconocerlo como auténtico vocero del presidente Santos. No importa que
dijera que no se rebajaría a discutir con el Ministro. Ya lo había hecho. Feliz
debe estar el funcionario.
Todos sabemos que Fernando
Carrillo es un hombre sano, de irreprochable trayectoria. Joven fue
protagonista en la Séptima Papeleta, en la Academia y en la Constituyente.
Luego se desempeñó como Ministro de Justicia del expresidente Cesar Gaviria
Trujillo, en esa época turbulenta en la que el capo de capos se voló de La
Catedral. Luego de seguir su carrera de especializaciones en las más connotadas
universidades extranjeras, desempeñó en el BID importantes funciones en
Washington, París y Brasilia. De allí vino a apoyar la gestión del actual
gobierno.
El doctor Pastrana fue notablemente
injusto con el Ministro del Interior. Todos sabemos que no fungió como
“camarero de Pablo Escobar”, apreciación que da para mucho en la mente de
quienes no están bien informados sobre los hechos de esa época difícil, en la
que fue secuestrado por la mafia quien luego fuera Alcalde Bogotá. El doctor
Pastrana cometió lo que los abogados de antes llamábamos “exceso en la legítima
defensa”.
El expresidente Pastrana
debiera pensar un ratico en por qué sus recientes declaraciones sobre el
proceso de paz causaron tantas inquietudes y preocupaciones en los que
consideramos viable la estrategia de buscar la reconciliación por medio de los
diálogos, en el marco de una estrategia política que en tantas partes del
mundo, aquí mismo, se ha realizado con buenos resultados. Él ha sido abanderado
de esa causa. El proceso de paz del Caguán fracasó, pero fue un esfuerzo
importante, de buena fe, en la que sin duda hizo todo lo posible por salir
adelante. Siempre he elogiado como un
golpe de audacia y de valor ir a hablar con Marulanda Velez, a San Vicente del
Caguán.
Ola Política hizo un análisis
serio de las declaraciones del expresidente. Nada le parece bueno. Todo es
equivocado, extemporáneo, irresponsable, descomedido, de imprevisibles y desastrosas consecuencias. No puede ser para
tanto. Ni el Presidente Santos está chiflado ni es un irresponsable ni sus
colaboradores son tan descriteriados como para que su gestión en La Habana
pueda calificarse de inútil, absurda, inconveniente, improcedente e
inapropiada. Fue lo que dijo el doctor Pastrana el domingo.
Nadie duda de la importancia
del expresidente. Al contrario, se le reclama y hasta cuestiona es porque sus
antecedentes, su dimensión política y sus opiniones merecen consideración. Pero
se volvió de una susceptibilidad
extrema. Y “cuando Dios quiere perder a los hombres, los vuelve soberbios”.
Madrid (España), 26 de Marzo,
2013 – Columna del Nuevo Siglo