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miércoles, 17 de julio de 2013

Solidaridad con el país, del proceso de paz

Gilberto Echeverry y Guillermo Gaviria
Horacio Serpa
El proceso de paz exige un gran sentido de solidaridad con el país. Ha sido medio siglo de barbaridades, imputables a las guerrillas, a los paramilitares, a quienes desde el Estado han cometido abusos, arbitrariedades y delitos. También a los narcotraficantes, cuyas acciones delincuenciales y violencia han estado vinculados al conflicto, apoyando a unos o a otros, incidiendo con sus propias atrocidades, al incremento de  la inhumana conflagración.
De ahí que cuando se habla de reconciliación surjan tantas inquietudes y reparos. Hay mucho rechazo a que los acuerdos conlleven definiciones que terminen creando connivencia con el crimen, exculpando los delitos de lesa humanidad, permitiendo que a la altas esferas políticas del país puedan llegar quienes han afrentado en materia grave a la comunidad con crímenes que no merecen perdón.
Soy de los que creen en la necesidad de encontrar salidas que permitan poner fin al conflicto. No serán ya las amnistías y los indultos de otras épocas y de ninguna manera la exculpación para los autores de delitos de lesa humanidad. Existe la justicia transicional y no puede dejar de tenerse en cuenta que en materia penal las responsabilidades no son globales sino personales. Así genere controversia y el argumento no guste, debe examinarse la intencionalidad política que existe en la formación de las estructuras guerrilleras.
No obstante, en desarrollo de esta prolongada e inhumana guerra han ocurrido muchísimos casos que no corresponden al enfrentamiento armado entre Estado y subversivos. Son las víctimas inocentes, desarmadas, indefensas. Como lo fueron el exministro Gilberto Echeverry y el Gobernador Guillermo Echeverry. Increíble lo que pasó. Eran adalides de la paz, convencidos de la necesidad de la solución política del conflicto, comprometidos con la causa de la no violencia. Fueron secuestrados precisamente cuando iban al frente de una marcha por la paz en Antioquia.
Dos grandes seres humanos. Duele mucho pensar en su injusto cautiverio y en la forma cobarde como fueron asesinados. Ningún crimen se justifica pero a algunos se les busca explicación. A estos no, imposible. Guillermo y Gilberto fueron masacrados a mansalva, para sentar un precedente malvado, absurdo, en un acto horrible que sigue generando indignación.  
Recordar a Gilberto y a Guillermo es traer a la memoria a dos personas consagradas al servicio público. Íntegros, realizadores, optimistas, con un sentido progresista de la política, practicantes del criterio de la solidaridad. Por eso cayeron, porque no deseaban que se prolongara la guerra ni que la violencia abrazara hasta su destrucción a tanta gente inocente.
De vivir, hoy estarían luchando porque saliera adelante el proceso de paz en La Habana. No soy capaz de decir que su sacrificio debe servir para construir instancias de perdón y reconciliación. Muchos sabemos lo que ha significado su ausencia en los campos del servicio y de la política y Dios conoce el sufrimiento enorme de sus familiares y allegados. Pero me atrevo a pedir que acabemos esta guerra para que no muera la gente  buena como Guillermo y Gilberto.
Bogotá D.C., 16 de Julio del 2013 - Colomna, Nuevo Siglo

jueves, 2 de mayo de 2013

Comentarios sin fundamento sobre el proceso de paz

                           Hay que acabar con los fantasmas”
Horacio Serpa
La frase no es mía. Se la escuché al representante Iván Cepeda el lunes en Hora 20, de Caracol, referida a la cantidad de comentarios infundados que se vienen haciendo sobre el proceso de paz.
Me parece  apropiada para decir que hay demasiadas exageraciones, mentiras, verdades a medias, desinformaciones y equivocaciones girando alrededor de las conversaciones que se adelantan en La Habana, entre Gobierno y Farc. Se ha dicho que se va a acabar la propiedad privada; que se limitará la libertad de empresa; que la guerrilla quiere imponer un modelo de desarrollo comunista; que el Ejército y la Policía se van a reducir a la tercera parte; que se van a nombrar por decreto 20 Senadores y 40 Representantes a la Cámara. Otros estropicios adicionales se han escuchado, para meter susto, desprestigiar el proceso y destruir esta posibilidad de lograr que después de 49 años de subversión no haya más guerrilla.
Hay que acabar con esos fantasmas. No he escuchado decir que los guerrilleros se van a indultar o a amnistiar. Tampoco que se va a absolver a los responsables de crímenes de lesa humanidad. Mucho menos que se buscan unos acuerdos en los que, de lograrse, los subversivos entren a la legalidad conservando las armas con las que hacen la guerra. Tampoco es verdad que se van a repartir alcaldías y gobernaciones a granel.
Falta mucha confianza con el Presidente Santos y con la comisión  negociadora. Es injusto creer que se chifló el mandatario y que Humberto de la Calle con sus acompañantes estén de rodillas rogándole a la guerrilla el favor de suscribir unos acuerdos, cualesquiera que ellos sean. Es indelicado repetir especulaciones o simples rumores sin primero comprobar los comentarios o las consejas.
Lo peor de seguir llenando el proceso de paz de fantasmas, es que se puede echar a perder una posibilidad sería de conciliación. Se trata es de conseguir que la guerrilla entre al sistema legal. No es que quienes estamos en lo institucional nos metamos al de la guerrilla. Es para que se acaben las muertes que genera la guerra. Se trata es de brindarle a la juventud unos espacios apropiados en los que puedan desarrollar sus invaluables conocimientos. Es para que haya más inversión y se pueda producir y generar riqueza con tranquilidad.
Mucho hay que hacer, con proceso o sin proceso. Respetar los derechos humanos, por ejemplo. Fortalecer la democracia. Expedir el Estatuto de Oposición ordenado por la Constitución. Elaborar el Estatuto del Trabajador, también ordenado desde 1.991. Revisar el modelo económico para superar la ominosa desigualdad que sufrimos. Tener un nuevo sistema de salud. Crear más espacios de participación. Mejorar el ejercicio de la política. Reformar el sistema agrario. Generar ingreso con equidad. Luchar contra la corrupción. No son ni mucho menos consignas revolucionarias. Son necesidades para lograr el bienestar y vivir mejor.
Podemos lograrlo si cada colombiano o colombiana piensan en las ventajas de un país en paz. Pero hagámoslo.  
Bogotá D.C., 30 de Abril del 2013 – columna del NuevoSiglo

jueves, 28 de marzo de 2013

Desconceptuando el proceso de paz

Expresidente Pastrana le dio la alternativa a Carrillo
Horacio Serpa
Sin proponérselo, claro está, el ex Presidente Pastrana Arango le dio la alternativa política al Ministro del Interior Fernando Carrillo. Sintió en el alma los requerimientos del ex Constituyente sobre las declaraciones que expresó el domingo para desconceptuar el proceso de paz del presidente Santos, y le contestó duro, al pleno rostro, para dejarlo fuera de combate. Pero lo que hizo fue graduarlo en alta política y reconocerlo como auténtico vocero del presidente Santos. No importa que dijera que no se rebajaría a discutir con el Ministro. Ya lo había hecho. Feliz debe estar el funcionario.
Todos sabemos que Fernando Carrillo es un hombre sano, de irreprochable trayectoria. Joven fue protagonista en la Séptima Papeleta, en la Academia y en la Constituyente. Luego se desempeñó como Ministro de Justicia del expresidente Cesar Gaviria Trujillo, en esa época turbulenta en la que el capo de capos se voló de La Catedral. Luego de seguir su carrera de especializaciones en las más connotadas universidades extranjeras, desempeñó en el BID importantes funciones en Washington, París y Brasilia. De allí vino a apoyar la gestión del actual gobierno.
El doctor Pastrana fue notablemente injusto con el Ministro del Interior. Todos sabemos que no fungió como “camarero de Pablo Escobar”, apreciación que da para mucho en la mente de quienes no están bien informados sobre los hechos de esa época difícil, en la que fue secuestrado por la mafia quien luego fuera Alcalde Bogotá. El doctor Pastrana cometió lo que los abogados de antes llamábamos “exceso en la legítima defensa”.
El expresidente Pastrana debiera pensar un ratico en por qué sus recientes declaraciones sobre el proceso de paz causaron tantas inquietudes y preocupaciones en los que consideramos viable la estrategia de buscar la reconciliación por medio de los diálogos, en el marco de una estrategia política que en tantas partes del mundo, aquí mismo, se ha realizado con buenos resultados. Él ha sido abanderado de esa causa. El proceso de paz del Caguán fracasó, pero fue un esfuerzo importante, de buena fe, en la que sin duda hizo todo lo posible por salir adelante. Siempre he elogiado  como un golpe de audacia y de valor ir a hablar con Marulanda Velez, a San Vicente del Caguán.
Ola Política hizo un análisis serio de las declaraciones del expresidente. Nada le parece bueno. Todo es equivocado, extemporáneo, irresponsable, descomedido, de imprevisibles y  desastrosas consecuencias. No puede ser para tanto. Ni el Presidente Santos está chiflado ni es un irresponsable ni sus colaboradores son tan descriteriados como para que su gestión en La Habana pueda calificarse de inútil, absurda, inconveniente, improcedente e inapropiada. Fue lo que dijo el doctor Pastrana el domingo.
Nadie duda de la importancia del expresidente. Al contrario, se le reclama y hasta cuestiona es porque sus antecedentes, su dimensión política y sus opiniones merecen consideración. Pero se volvió de una  susceptibilidad extrema. Y “cuando Dios quiere perder a los hombres, los vuelve soberbios”.
Madrid (España), 26 de Marzo, 2013 – Columna del Nuevo Siglo

domingo, 21 de octubre de 2012

Administración y términos del debido proceso

Magdalena: Valorización vulnera derechos fundamentales
Por: Alejandro Arias
E-mail: alejandroarias@dialnet.net.co
Las notificaciones de los actos administrativos dentro del procedimiento tributario resultan ser de suma importancia. Primero porque dicho proceso legitima las acciones de la administración en términos del debido proceso, razón por la cual  ésta debe esforzarse para que los contribuyentes conozcan oportunamente las acciones que les interesan para ajustar su comportamiento procesal. Segundo porque desde una perspectiva de eficiencia se garantiza el debido proceso al contribuyente y se evita que estando adelantados en el proceso tributario todo lo construido se venga abajo, producto de la vulneración a los derechos de defensa, de contradicción y de la doble instancia.
Esta etapa de la notificación reviste gran importancia toda vez que de su debida ocurrencia se deriva la eficacia de los actos de la administración; es decir, que de no comunicarse al administrado la actuación en debida forma carece de efectos jurídicos.
La regla general de notificación de las actuaciones de la administración tributaria está consagrada en el artículo 565 del Estatuto Tributario Nacional (ETN), modificado por el artículo 45 de la Ley 1111 de 2006, en virtud del cual la notificación de las actuaciones de la administración debe hacerse por cualquiera de tres alternativas: i) de manera electrónica, ii) a través de su entrega personalmente, o iii) mediante el envío por correo al destinatario de una copia del acto administrativo.
La notificación electrónica se entenderá surtida en el momento en que se produzca el acuse de recibo en la dirección o sitio electrónico asignado por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales. Cuando esta notificación no pueda hacerse por razones técnicas podrá realizase a través de las demás formas de notificación previstas en el Estatuto, según el tipo de acto de que se trate.
El artículo 569 del ETN establece que la notificación personal consiste en la entrega del acto administrativo por parte de un funcionario de la administración al destinatario de manera personal, ya sea en su domicilio o establecimiento, o cuando éste se acerque a recibirlo en las oficinas públicas voluntariamente o atendiendo una citación oficial.
Señala igualmente, que el funcionario encargado de hacer la notificación deberá dejar constancia de la correspondiente fecha de entrega y de los datos generales de quien se notifica debiendo señalarle al notificado los recursos que proceden contra dicho acto administrativo.
No debe olvidarse que si no se observan a cabalidad los procedimientos y los requisitos de la notificación el acto de la administración se entiende por no notificado y en consecuencia no le generará obligaciones ni vinculará al contribuyente como tampoco podrá predicarse que el acto hubiere quedado en firme.
De conformidad con el nuevo artículo 565 del ETN la notificación por correo consiste en el envío de una copia de la actuación administrativa a la última dirección informada por el contribuyente. Para el efecto, la norma señala que podrá hacerse uso de los diferentes servicios de correo, es decir, a través de la red oficial o de cualquier servicio de mensajería especializada debidamente autorizada por la autoridad competente.
La notificación por correo, de acuerdo con el ETN, se aplica en aquellas actuaciones de la administración en materia tributaria aduanera o cambiaria. En cuyos casos si agotada la búsqueda sin que sea posible establecer una dirección, la norma prevé que la actuación se publique en un diario de amplia circulación como medio de notificación.
Por último la Corte Constitucional en sentencia C 096 del 31 de enero de 2006 señaló que “el conocimiento de los actos administrativos, por parte del directamente afectado, no es una formalidad que puede ser suplida de cualquier manera”.
Estos procedimientos que debieron observarse a efectos de garantizar el debido proceso y el derecho a la defensa de los potenciales contribuyentes de la valorización en el Magdalena no fueron obedecidos. No hay un solo antecedente que permita inferir que tales garantías, de alcance constitucional, se hubieren cumplido.
La Ordenanza 12 de 1997, artículos 87 y subsiguientes, reglamenta unas formas de notificación y defensa de los contribuyentes que resultan ser contrarias a la Constitución y no obedecen el ETN. (Ver ART 87 Y SS ORDENANZA 12 DE 1997: http://sdrv.ms/S91QLb)
Es preciso recordar que de conformidad con el artículo 59 de la Ley 788 de 2002, las entidades territoriales deben aplicar el procedimiento del ETN para la administración, determinación, discusión, cobro, devoluciones y régimen sancionatorio relativo a sus tributos.
Y los artículos 87 y siguientes de la Ordenanza 12 de 1997 evidentemente no se ajustan al Estatuto Tributario como igualmente los antecedentes de los procesos agotados tendientes a notificar y tratar de dejar en firme los actos que asignaron la valorización a los inmuebles igualmente vulneran los derechos fundamentales de los Samarios y los Cienagueros al debido proceso y la doble instancia, careciendo de fundamentos constitucionales, en consecuencia, dichos cobros.
DE ÑAPA 1: A efectos de contribuir en la defensa de los derechos de los Samarios y los Cienagueros en este link podrá descargar el modelo del primer derecho de petición a efectos de lograr la prueba de que sus garantías constitucionales fueron vulneradas por el Departamento del Magdalena: http://sdrv.ms/QxmLGs
DE ÑAPA 2: Superar las causas de la violencia ciudadana exigen importantes retos, especialmente en materia de educación para superar los terribles índices de inequidad que azotan a Santa Marta. EDUPAZ es un esfuerzo privado que merece ser apoyado: http://edupazsantamarta.jimdo.com/

martes, 9 de octubre de 2012

Cartas del lector

Construyamos la paz
Amigo Bernardo:
Las negociaciones entre el Estado colombiano y las organizaciones populares armadas y el consiguiente proceso de paz se abren paso en Colombia por un camino lleno de escollos y dificultades; todas las circunstancias prevén que este proceso de reciente iniciación será difícil y accidentado, tiene enemigos internos y externos muy poderosos que se resisten a la paz y tratarán de sabotearlo.
El triunfo de Chávez en Venezuela es una voz de aliento y un apoyo muy importante para sembrar y cosechar la paz en mi martirizado país; después de más de cincuenta años de lucha revolucionaria y de múltiples y horrorosos sufrimientos del pueblo colombiano parece llegada la hora de poner fin a la lucha armada y avanzar en la búsqueda de la igualdad, el entendimiento y la convivencia por las vías pacíficas; en este campo el proceso de cambio social que avanza vertiginoso en Venezuela constituye un horizonte lleno de esperanza y optimismo; sin embargo, parodiando la canción: la búsqueda de la paz es azarosa, nunca, en ningún país y en ninguna sociedad ha existido un camino fácil y trillado, el camino hacia la paz debe construirse sobre la marcha con inteligencia, perseverancia e imaginación y con la firme convicción y claridad ideológica para que las partes estén dispuestas a retroceder y a corregir el rumbo cuantas veces sean necesarias.
Los procesos sociales son dinámicos y, en ellos, el nivel de previsibilidad es escaso; solo la generosidad, la buena fe y la claridad de las partes podrán poner fin al conflicto, apaciguar los espíritus y lograr la paz y la justicia por las vías del entendimiento y la negociación; la guerra siempre será el peor escenario para una sociedad; personalmente, como la mayoría de mis compatriotas, soy optimista y apoyaré como simple ciudadano todos los esfuerzos en favor de la paz; yo también estoy hastiado de esta larga y cruel guerra que ha marcado la vida de mi generación; los colombianos queremos y merecemos vivir en paz.
Esta es la hora de la paz. Viva Venezuela, la cuna y la patria de la libertad en América Latina. Viva Colombia, viva la paz.
Atento saludo,
Reinaldo Ramírez

lunes, 7 de noviembre de 2011

EL CANO QUE YO CONOCI


Horacio Serpa

Guillermo León Saenz se dió a conocer como dirigente de la Juventud Comunista. Era la época de “las diferentes formas de lucha”, entre ellas la subversiva, a la que se vinculó en los años setenta.

Con el nombre de Alfonso Cano lo encontré un día en el que acompañando al Consejero de Paz Jhon Agudelo Rios y al Senador Alberto Rojas Puyo, fuimos más allá del Sumapaz a encontrarnos con Jacobo Arenas (Luis Morantes, Piedecuestano) buscando que las FARC pusieran en libertad al hermano secuestrado del expresidente Mosquera Chaux. Allí estaba también Raúl Reyes.

Después lo vi varias veces en Casa Verde, durante el proceso de Paz del Presidente Betancur, que acompañé conscientemente a pesar de la reticencia de importantes jefes de mi Partido. Era un guerrillero diferente a los que ya habíamos conocido en las conversaciones de paz, generalmente “cargados de tigre”, con fusil en la mano, hablando de combates y estrategias guerreristas. Cano era buen conversador, culto, bien informado del país, polémico, dialéctico, político. De eso se hablaba con Cano, de política, siempre en el marco de lograr la paz, sobre la base de la justicia.

Volví a encontrarlo en Caracas, pasada la Constituyente. Había comenzado un proceso de paz con la coordinadora guerrillera en el que Cano abrió los diálogos con una frase que me impactó: “Hemos debido encontrarnos hace 5.000 muertos”. Yo integraba la Comisión de Orden Público conformada por el Presidente Gaviria y dialogando con la guerrilla pretendí sacarle partido al hecho de que Rafael Pardo hubiera sido nombrado Ministro de Defensa, el primer civil en varias décadas. Cano, quien siempre reclamó esa decisión, me contestó sin inmutarse: “Si lo hubieran hecho hace 30 años, no habría guerrilla”. Así era, recursivo, tajante, siempre de su propio lado, sin ceder casi nunca.

Después nos vimos frente a frente, en Tlaxcala. Fue un contradictor de gran escala, por encima de sus compañeros, entre los que estaban Màrquez, Catatumbo, Lince y otros importantes jefes. Me parecía que  las FARC si querían la paz y que Cano era en la guerrilla el impulsador de ese compromiso. No se logró. Algún día habrá que escribir dicho capítulo, que le negó una posibilidad real de concordia a los colombianos. Cuando se rompieron las conversaciones exclamé, dirigiéndome a Cano: “Quien sabe dentro de cuántos muertos nos volvamos a encontrar”.

Cayeron colombianos por millares, antes de encontrarnos nuevamente. Fue en el Caguán, en el proceso del Presidente Pastrana. Me pareció radical. Al término de nuestra última conversación, me dijo: “Ustedes los políticos no son nuestros enemigos, ni los militares; son la oligarquía y los gringos”. Ya no lo vi con ánimo reconciliador y me regresé con la idea de que ese proceso fracasaría.

Con Cano se cumplió la sentencia de Napoleón: “Las guerras comienzan con soldados y terminan con cadáveres”. Ojalá su muerte contribuya a  abrir caminos de reconciliación, pues caído el comandante en jefe puede ser que comience, de verdad, el principio del fin.     

lunes, 1 de marzo de 2010

Esto si sería una hecatombe

Por: John Freddy Meléndez Cárdenas

En Colombia se está viviendo un concurrido y tensionante proceso electoral; las propuestas de la mayoría de candidatos se mueve alrededor de conveniencias para sumar votos, en lugar de tener propuestas claras de su propia convicción y pensamiento, pero si a esto le agregamos que dentro de los pocos candidatos auténticos que hay en la contienda, existen aún menos que defiendan el medio ambiente, pues tendríamos que suponer que la batalla por nuestro planeta estaría perdida.

En pleno 2010 cuando ya hemos sufrido embates de la naturaleza a causa de nuestro desinterés, estamos por vivir una verdadera hecatombe en el Congreso de la República, porque estaríamos adportas de experimentar tragedias y desastres naturales cada ves más severos, por la ausencia de políticas y ejecutorias claras en pro de nuestro deteriorado ecosistema.

En los últimos años es muy poco lo que se ha logrado en este campo, tal es así que por ejemplo las estadísticas que señalaban que Colombia estaba en los 4 primeros lugares del mundo en fuentes hídricas, ahora nos ponen como un país promedio, todo gracias a la inmensa irresponsabilidad de todos los que solo se han preocupado solo por 2 o 3 temas durante 4 años como Senadores o Representantes de millones de colombianos.

Como toda regla tiene su excepción, también cabe señalar la participación activa de muy pocos de estos dirigentes en temas de medio ambiente, aunque no lo han hecho con la vehemencia que transmiten cuando defienden otro tipo de iniciativas, muchas veces traducidas en burocracia.

Lo que sucederá a mediados de marzo cuando se elija un nuevo Congreso de la República, tendrá alcances históricos considerando las necesidades marcadas que tiene el país; en las conciencias de cada ciudadano está la posibilidad de marcar un camino acertado, cuando depositemos el voto en las urnas de cada rincón de Colombia.

A pesar que se ha vuelto costumbre de muchos el hacer política más con dinero que con propuestas, debe volverse en los ciudadanos un hábito de honor el elegir propuestas auténticas, en lugar de dejarse “comprar” sus conciencias dejando a un lado las necesidades y posibilidades reales, de lograr una mejor patria para las generaciones presentes y futuras.

A los candidatos una reflexión, sean consientes de presentar propuestas reales y acertadas con el planeta, seamos sinceros todos y volvamos este ejercicio de la democracia, una costumbre que beneficie a todos, el medio ambiente debe estar prioritariamente en la agenda legislativa durante los siguientes 4 años.
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