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jueves, 28 de marzo de 2013

Desconceptuando el proceso de paz

Expresidente Pastrana le dio la alternativa a Carrillo
Horacio Serpa
Sin proponérselo, claro está, el ex Presidente Pastrana Arango le dio la alternativa política al Ministro del Interior Fernando Carrillo. Sintió en el alma los requerimientos del ex Constituyente sobre las declaraciones que expresó el domingo para desconceptuar el proceso de paz del presidente Santos, y le contestó duro, al pleno rostro, para dejarlo fuera de combate. Pero lo que hizo fue graduarlo en alta política y reconocerlo como auténtico vocero del presidente Santos. No importa que dijera que no se rebajaría a discutir con el Ministro. Ya lo había hecho. Feliz debe estar el funcionario.
Todos sabemos que Fernando Carrillo es un hombre sano, de irreprochable trayectoria. Joven fue protagonista en la Séptima Papeleta, en la Academia y en la Constituyente. Luego se desempeñó como Ministro de Justicia del expresidente Cesar Gaviria Trujillo, en esa época turbulenta en la que el capo de capos se voló de La Catedral. Luego de seguir su carrera de especializaciones en las más connotadas universidades extranjeras, desempeñó en el BID importantes funciones en Washington, París y Brasilia. De allí vino a apoyar la gestión del actual gobierno.
El doctor Pastrana fue notablemente injusto con el Ministro del Interior. Todos sabemos que no fungió como “camarero de Pablo Escobar”, apreciación que da para mucho en la mente de quienes no están bien informados sobre los hechos de esa época difícil, en la que fue secuestrado por la mafia quien luego fuera Alcalde Bogotá. El doctor Pastrana cometió lo que los abogados de antes llamábamos “exceso en la legítima defensa”.
El expresidente Pastrana debiera pensar un ratico en por qué sus recientes declaraciones sobre el proceso de paz causaron tantas inquietudes y preocupaciones en los que consideramos viable la estrategia de buscar la reconciliación por medio de los diálogos, en el marco de una estrategia política que en tantas partes del mundo, aquí mismo, se ha realizado con buenos resultados. Él ha sido abanderado de esa causa. El proceso de paz del Caguán fracasó, pero fue un esfuerzo importante, de buena fe, en la que sin duda hizo todo lo posible por salir adelante. Siempre he elogiado  como un golpe de audacia y de valor ir a hablar con Marulanda Velez, a San Vicente del Caguán.
Ola Política hizo un análisis serio de las declaraciones del expresidente. Nada le parece bueno. Todo es equivocado, extemporáneo, irresponsable, descomedido, de imprevisibles y  desastrosas consecuencias. No puede ser para tanto. Ni el Presidente Santos está chiflado ni es un irresponsable ni sus colaboradores son tan descriteriados como para que su gestión en La Habana pueda calificarse de inútil, absurda, inconveniente, improcedente e inapropiada. Fue lo que dijo el doctor Pastrana el domingo.
Nadie duda de la importancia del expresidente. Al contrario, se le reclama y hasta cuestiona es porque sus antecedentes, su dimensión política y sus opiniones merecen consideración. Pero se volvió de una  susceptibilidad extrema. Y “cuando Dios quiere perder a los hombres, los vuelve soberbios”.
Madrid (España), 26 de Marzo, 2013 – Columna del Nuevo Siglo

martes, 29 de enero de 2013

Columna política


             ¿Y si Santos no busca la reelección?
Horacio Serpa
Todo indica que el Presidente Santos propondrá su reelección.  Hay  buenas razones que la justifican, a pesar de la tenaz oposición del expresidente Uribe y de sus poderosos aliados. Si no es así, ¿qué pasará en el mundo de la política?
El vicepresidente no se anda con rodeos. Ya manifestó que no aspirará a la vicepresidencia  porque es un cargo simbólico y lo que quiere es servirle a la comunidad. Pero acaba de decir con claridad que si el actual mandatario no se lanza a la relección, será candidato a la Presidencia de la República.
No puede parecer extraña la opinión del vicepresidente Garzón. Si el doctor Santos decide no repetir, se abrirán las esclusas. Surgirán candidatos “hasta debajo de las piedras”.
El Uribismo de todas maneras, llámese “Centro Democrático” o tenga otro nombre, tendrá candidatura. Si la competencia no es con el Presidente Santos, tendrá más oportunidades de ganar. ¿Con quien? Oscar Iván Zuluaga ya está en campaña, pero hasta ahora marca el 2% en opinión. O un “gallo tapado”, que solo se sabría a última hora, según como marquen las encuestas con los que vayan apareciendo. ¿Obdulio Gaviria? Plop.
El  partido de la U y Cambio Radical, apoyarían a Germán Vargas, sin duda un peso pesado de la política. Interesante la contienda, especialmente con la aspiración uribista.
Al Partido Conservador le tocaría tener  candidatura, porque es difícil pasar otro cuatrenio sin expresar anhelos de poder. Muchos dicen que nos les importa sino el Congreso y una buena tajada burocrática. Martha Lucía Ramírez ya se postuló, tiene experiencia y discurso, ha sido visible largo tiempo y goza de simpatías. Juan Camino Restrepo tendría la oportunidad de demostrar que no lo quemó el Ministerio.
Los liberales, obsequiosos como han estado con la reelección, tendrían que salir a la palestra. El Presidente Cesar Gaviria, por ejemplo. Alfonso Gómez Méndez tiene títulos y ganas. Rafael Pardo no estaría porque es puro gavirista. Eduardo Verano de la Rosa ya está echando voladores. ¿Andrés González? Juan Manuel Galán seguramente se le mediría.  Está lleno el partidor rojo.
En el Polo la doctora Clara López  es candidata y está en campaña, con buena aceptación. Se encuentra buscando aliados, no solo en la izquierda.
Antonio Navarro está organizando otra interesante opción.  Generalmente el que tiene la idea y coordina, es el que representa. De manera que ya habría otro candidato,  aspirando por cuarta vez.
Si se sale adelante con la paz, surgiría un nuevo sector en la competencia. La Marcha Patriótica, con muchos otros aliados, tendría su estandarte presidencial. ¿Timochenko? No, pues iría al Senado y ese nuevo sector, sin chance de ganar en el ejecutivo, contaría con tribuna asegurada.  ¿Piedad Córdoba? Interesante posibilidad.
Faltan otros nombres y otras tendencias partidistas e ideológicas. La emulación sería interesante. Difícil, eso sí, que Santos renuncie  a una oportunidad que tiene en bandeja de plata.  Pero en política nunca se sabe.
Bogotá D.C., 31 de Enero, 2013
NuevoSiglo 

miércoles, 9 de enero de 2013

Todos pendientes de Venezuela

Horacio Serpa
Explicable que los colombianos estemos pendientes de Venezuela. Es nuestra más cercana vecindad, tenemos la misma historia y héroes comunes,  también una frontera compartida de 2.400 kilómetros, es un buen comprador de nuestros productos, muchos de nuestros nacionales viven en ese País y sus decisiones, especialmente en materia política y económica, nos pueden perjudicar o beneficiar. Siempre he dicho que somos hermanos siameses.
La situación es tan compleja, como fácil de resumir. El presidente Chávez fue reelegido por seis años a partir de mañana, pero se encuentra enfermo en La Habana y no se sabe si pueda ir a Caracas a posesionarse. No hay elección de vicepresidente y el actual, Nicolás Maduro, fue nombrado para el período que termina hoy.
Si llega Chávez, no hay problema. Se posesiona y puede pedir una licencia mientras se recupera, si es que sigue enfermo. Para reemplazarlo temporalmente se designaría al vicepresidente,  seguramente Nicolás Maduro. Todo legal, todo en regla.
La dificultad se presentará si el comandante-presidente no puede estar en Caracas para la posesión, pues hay un limbo jurídico. Dicha situación no está contemplada en la Constitución. ¿Puede seguir siendo Presidente, sin formalidad diferente a la de la elección, certificada por las autoridades electorales? Es lo que sostiene el actual vicepresidente, por lo cual no sería necesario que asumiera el Presidente de la Asamblea Legislativa. Este caso lo señala la Carta para cuando se decreta vacancia absoluta del cargo, lo que no ha ocurrido.
Los juristas ortodoxos dicen que ello es imposible porque las funciones que tiene el presidente terminan hoy y para asumir las concedidas por la nueva elección debe posesionarse mañana. La oposición política apoya esta interpretación porque en ese caso se posesiona el Presidente de la Asamblea y convoca nuevas elecciones dentro de los 30 días siguientes. Lo que podría ser un golpe de Estado seudo-constitucional, dado que Chávez fue elegido, está vivo y no ha sido declarado incapaz de  ejercer el cargo.
Me inclino por la versión del vicepresidente. Hugo Chávez Frías fue elegido con todas las de la ley. Si no existe norma exactamente aplicable a la materia hay que acudir a  las circunstancias que tienen relación con la situación presentada.  La más sobresaliente, la que no está en discusión, la  reconocida por el pueblo, las autoridades nacionales y la comunidad internacional, es la elección. Es una definición  vigente, soberana, que tiene la fuerza popular, política y jurídica suficiente para imponerse sobre todas las demás.
El presidente a partir de mañana debe ser  Hugo Chávez, así no pueda posesionarse. Tendrán que crearse las condiciones jurídicas y políticas para que prevalezca la decisión popular. Es una interpretación extra constitucional, pero es lo indicado y lo más favorable al interés  de los venezolanos.
Solo se trata de una respetuosa opinión personal. El asunto lo deben resolver los hermanos venezolanos.  Pero  el caso ya es universal y resulta imposible resistirse a opinar.
Bogotá D.C., 8 de Enero 2013  Columna semanal en el NuevoSiglo

lunes, 31 de diciembre de 2012

Columna de opinión


                   Presidente Santos a la reelección
                                                Horacio Serpa
Hoy comienza el año laboral y empieza también el año político. La razón es muy simple: el año entrante hay que elegir a los miembros del nuevo Congreso Nacional y al Presidente de la República. Es posible que el Mandatario Nacional no sea nuevo, porque nuestro sistema político permite la reelección desde cuando el exPresidente Uribe, con sus inmediatos colaboradores al frente, promovió su propia reelección con una reforma constitucional. En la Constituyente se prohibió. Hoy está vigente.
El año pasado cerró con una importante declaración del Presidente Santos: en Junio informará al país si aspira a ser reelecto en las funciones que desempeña. Es difícil creer que  no lo haya pensado. Incluso, decidido. Es entendible que se tome los seis meses que faltan para el anuncio de su determinación ---según la ley tiene plazo hasta noviembre--- a objeto de examinar con detenimiento como van las cosas en el País que gobierna, especialmente el proceso de paz que se adelanta en La Habana. Es lo que hace una persona seria y precavida cuando de asumir definiciones de Estado se trata.
Pero lo más seguro es que se exprese afirmativamente. Está autorizado constitucionalmente; muchos aspectos de su programa de gobierno están en marcha y no se van a concluir de aquí a un año y medio cuando termina su mandato; si se firma la paz faltaría implementarla, llevarla de la mano hasta su consolidación y dirigir todo lo relacionado con el posconflicto; si no es así, tendrá que cumplir el deber de seguir coordinando las acciones militares para derrotar a la guerrilla en el campo de batalla. Por todos los lados que se mire, casi le toca seguir.  Además, su labor ha sido buena y tiene seguidores, posibilidades y ganas. ¿Qué lo podría impedir? ¡Una hecatombe! 
Tendrá dificultades, pues el ejercicio de la política siempre es difícil. El mayor obstáculo, su nuevo mejor enemigo, el expresidente Uribe. Le hace una oposición tenaz. Con empeño, con militancia, con rabia. No le da tregua. En los últimos días fue especialmente activo, en la medida en que el presidente iba informando al pueblo sus logros y aciertos durante 2012. No le rebaja una.
Hay cosas por definir. Saber si el Partido conservador tendrá candidato propio, que no parece.  Si Germán Vargas se retira del ministerio, que es  probable. El Polo ya decidió por la doctora López, una importante opción. El partido liberal quiere, pero tendrá que explicar bien lo de la reelección y lo que hará con aspiraciones legítimas como la de Eduardo Verano. En la U unos quieren y a otros les toca. Y está de por medio la decisión del puro centro democrático ---así se llama, que le vamos a hacer--- y la candidatura de su jefe al Senado.
Todo se irá decantando con el correr de las semanas. Será un proceso interesante. Falta saber si hay decisiones de cambios estructurales, que son los que necesita el País.
Bogotá D.C., 31 de Diciembre, 2012 (Columna publicada en el Nuevo Siglo) 

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Felices Pascuas

                                                     Horacio Serpa
Acabamos de gozar una de las fechas más estimadas por la comunidad cristiana: la Navidad, el nacimiento del Niño y la rememoración de todos los principios que surgieron del ejemplo de Jesús. La Nochebuena que acaba de pasar, con sus fiestas y los regalos, es la confirmación de un compromiso de vida, que nos induce a ser mejores, más solidarios, mucho más íntegros, generosos en la familia y condescendientes en comunidad.
De tantas cosas que queremos, ninguna es tan necesaria, tan ecuménica, como la paz. No hay en el País casi nadie que sepa lo que es una vida tranquila  y pacífica. Es un horror decirlo, pero es la verdad. Tal vez los más ancianos, los de 80 y 90 años, en la niñez gozaron un período de paz. Pero a buen seguro que desde   su juventud solo han registrado violencia y han sido muchos los parientes y amigos, compañeros de trabajo y copartidarios, paisanos, a los que han llorado con  indignación.
De allá para acá, todas y todos han sufrido directamente la violencia o sus consecuencias. Una de ellas, por cierto, es la pobreza, que afecta a la mitad de nuestra población. Es la ingrata secuela de una guerra atroz, que primero comprometió a liberales y conservadores durante 15 años en sangriento aquelarre, y luego se hizo insensata, despiadada y destructora con el accionar de guerrillas, paramilitarismo, narcotráfico y delincuencia común. Ha sido el reciclar de la barbaridad en todas las modalidades y en todas las dosis. Un desastre total.
Los cristianos de todas las religiones, de todos los partidos, de las diferentes condiciones sociales y económicas, en las distintas regiones, aprovechamos estos días para imponernos deberes y hacer fe de mejores comportamientos y actitudes. Ninguna definición mejor ni promesa más altruista, que volvernos estandartes de la convivencia. 
Ello implica apoyar el proceso de paz que el gobierno del presidente Santos y las farc adelantan en La Habana. Nos dicen las noticias que las conversaciones van bien, avanzando con paso seguro. Dichos comentarios son motivo de alegría y han de servirnos para comprometernos fielmente a colaborar en todo lo que sea necesario para que de esa mesa de deliberaciones salga un compromiso ineludible de poner fin al conflicto armado.
Con frecuencia se pregunta, ¿cómo ayudar?.  Solo con tener una voluntad sincera proclive a los acuerdos y la firme decisión de cooperar en el cumplimiento de estos, en cuanto correspondan a la comunidad, es una magnífica participación.
Ella implica desatender a los agentes de la violenta lucha interna. Porque hay personas y organizaciones que desean la continuación de la guerra fratricida. Dígase lo que se diga, es una conflagración violenta entre colombianos, con víctimas exclusivamente colombianas y con daños profundos, incurables a la sociedad colombiana.
Entonces, con un sentimiento colombiano, con espíritu cristiano, asumamos un firme, decidido, inclaudicable respaldo a la paz. Que esa sea la promesa para el nuevo año, en el que seamos tolerantes, demócratas, equitativos y solidarios. FELICES PASCUAS Y MUCHOS ABRAZOS,
Popayán, 24 Diciembre, 2012
Publicada en el Nuevo Siglo

martes, 16 de octubre de 2012

La felicidad en familia

         QUIERO MORIR DIGNAMENTE
Horacio Serpa
Me encuentro bien de salud. Hace menos de dos meses nos practicaron a Rosita y a mi los exámenes ejecutivos en la Clínica Reina Sofía y pasamos con buenas calificaciones. Estoy bien de la tensión arterial, bien del corazón, salió buena la prueba de esfuerzo, la ecografía de órganos vitales y la endoscopia estomacal también resultaron buenas. Si, claro, también me examinaron la próstata: antígeno prostático, ecografía y tacto rectal. Los tres exámenes bien.
Manifiesto que no me quiero morir. Vivo feliz, con Rosita, Sandrita y Andrés con Sebastian y Nicolás, Rosita hija, Horacio José y el resto de familia. También soy feliz con los amigos, con mis actividades. Amo la vida.
Para escribir este artículo hablé con Rosita. Al principio no estuvo muy de acuerdo pero finalmente accedió. ¿Por qué le comenté? Voy a escribir sobre la muerte y no quiero que ella o nuestros chicos se sientan incómodos. Los párrafos anteriores son  para que nadie crea que estoy en artículo mortis.
En el Congreso se está tramitando un proyecto de ley que busca la aprobación de la eutanasia, por virtud de la cual sería permitido en Colombia inducir la muerte para evitar sufrimientos a los pacientes terminales o a quienes habiendo perdido sus funciones intelectuales no tienen oportunidad ninguna de recuperación. También para evitar sufrimientos a los allegados y gastos injustificados que muchas veces arruinan a las familias sin ningún sentido.
Estoy de acuerdo con que eso se haga y como ciudadano solicito a los Congresistas la aprobación del proyecto de ley. Es humanitario y de elemental solidaridad social. No es justo con el paciente ni con sus seres queridos prolongarle la vida artificialmente. Lo rechaza la ciencia médica. No es aceptable que se interpongan razones religiosas sabiendo que Dios es el Ser mas justo y comprensivo. 
La muerte es parte de la vida. Nadie está exento de padecer graves enfermedades irrecuperables o de sufrir accidentes traumáticos. Grato es vivir mucho tiempo, pero con la vejez prolongada llegan procesos degenerativos y la irremediable pérdida de las funciones vitales, entre ellas la memoria. No vale la pena estar muerto en vida.
Considero reprobable que a una persona otrora inteligente, alegre, diligente, productiva, eficiente, se le condene a permanecer postrado en una cama, inútil, sumida en el dolor y la desesperación o ida, sin consciencia.
No deseo ser una de esas personas. La vida se agota cuando no se puede ser feliz ni hacer dichosos a los demás. Si no se puede pensar, no hay vida. No hay vida cuando se inspira lástima. Solo respirar y quejarse, no es vida. La llamada vida vegetal es peor que la muerte. La panacea para estas horas críticas, es la eutanasia.
Quiero morir dignamente. Y el día esté lejano, como escribió Barba Jacob. Quiero irme tranquilo, sin sufrir y sin hacer sufrir, decorosamente como he vivido, recordando a Amado Nervo: “Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida nada me debes! ¡Vida estamos en paz!
Bogotá D.C.,17 de Octubre, 2012

miércoles, 10 de octubre de 2012

Elecciones en Venezuela y Paz en Colombia


Horacio Serpa
Siendo dos Países diferentes es claro que Colombia y Venezuela tienen intereses comunes. No es solo su origen, su historia, su amistad de casi siempre. Es su presente en las actividades diplomáticas, en la relación que existe entre la gente de la zona fronteriza, en la necesidad de desarrollar conjuntamente obras de desarrollo regional, en lo importante que es el movimiento de personas y el intercambio comercial, en el mutuo y estratégico apoyo para que uno y otro se unan en el propósito de superar debilidades y aprovechar fortalezas. El futuro, desde luego, debe ser más hermanado y de mejores consecuencias.
Por eso los colombianos celebramos que haya transcurrido sin mayores sobresaltos el proceso electoral para elegir Presidente de la República. Desde luego que hubo contradicciones y enfrentamientos políticos. Ocurre en todas partes y es algo muy propio de las democracias. Se esperaban muy contundentes en la querida República vecina,  en la que por circunstancias conocidas existe un ambiente de agudos distanciamientos entre sectores sociales, empresariales, comunitarios y políticos. Pero en líneas generales, de las elecciones venezolanas se puede decir que transcurrieron normalmente.
La oposición tuvo en la persona y la actuación política de Enrique Capriles una digna representación. Escogido como candidato por las diferentes organizaciones políticas desafectas al gobierno del Presidente Chávez, obró con diligencia, inteligencia y coraje. Puso un punto alto en la discusión de la propuesta de gobierno y fue un severo contradictor de la administración que esperaba suceder. Dio la pelea democrática con insistencia y pundonor. Logró una enorme votación y aun perdiendo alcanzó los más encomiables merecimientos y se convirtió en una figura política de primer orden de cuyo arrojo y capacidad se habla en todo el Continente.
El Presidente Chávez también se lució en la contienda. En su estilo frontal le puso la cara a los contradictores, a quienes en ocasiones fustigó con energía defendiendo su proyecto revolucionario. No se sabe como, pero cuando muchos esperaban ver a un candidato disminuido por la enfermedad, se sobrepuso a las graves dolencias diagnosticadas y supo congregar a su alrededor importantes sectores políticos y comunitarios que le dieron la victoria por cuarta vez consecutiva.
Es de esperarse que en Venezuela se mantenga la tranquilidad que distinguió las horas poselectorales. El candidato opositor reconoció la integridad de la organización electoral, aceptó el triunfo del Presidente Chávez y pidió garantías para ejercer la oposición, a las que tiene derecho. Este, a su vez, abandonó el criticado triunfalismo de otras épocas y en un lenguaje moderado invitó a entendimientos que ojalá se den para el bien de toda la Nación. La contradicción continuará pero ojalá en un ambiente de sana emulación democrática.
Colombia busca la paz y no se puede desconocer que el apoyo que brindará el Presidente Chávez será determinante. En ese sentido y porque es de conveniencia vital para los dos Países, deben fortalecerse sus relaciones diplomáticas, políticas y comerciales. En Colombia todos debemos contribuir a ese empeño.
Bogotá D.C.,  10 de Octubre, 2012

martes, 25 de septiembre de 2012

Opinión del ex ministro Horacio Serpa

Hay TIEMPO para la paz
                                    Nuevo Siglo
Horacio Serpa
La última edición de El Tiempo, dirigida por Juanes en una simbólica expresión de solidaridad con la paz y con un cambio de actitud, fue sencillamente ejemplar. Significó mucho en este momento en el que el gobierno del Presidente Santos y las Farc se reúnen para avanzar hasta el final en el propósito compartido de poner fin al conflicto armado.
Leyendo todas las páginas de El Tiempo, todos los artículos, los diferentes informes, las estadísticas, las declaraciones, ese precioso material informativo y analítico sobre la necesidad del entendimiento nacional, surge sin dificultades mayores una auténtica solidaridad con la convivencia y con todos los esfuerzos que se hagan para superar la situación de enfrentamientos y violencia que el país soporta hace medio siglo.
Es importante impulsar ese sentimiento de reconciliación a que se refiere el diario capitalino. Entendernos a pesar de las diferencias, perdonarnos no obstante la gravedad de los daños, ser capaces de vivir sin rencores ni resentimientos, darnos la oportunidad de llegar a un nivel superior de convivencia, son propósitos que debemos practicar y estimular para que de verdad encontremos “tiempos mejores para el país”
“El sistema en que vivimos está viciado. Es la hora del cambio”. Palabras sabias de Juanes que deberíamos acoger todas y todos los colombianos.  
Desde luego, nada cambia si no hacemos lo indispensable para lograrlo. Aquí no caben apoyos morales ni solidaridades retóricas. El cambio se produce si actuamos, si entendemos al otro para que este y los demás nos entiendan, si aportamos en sentimientos y en lo material, si estamos dispuestos a juntarnos con el agresor de ayer y a procurarle la posibilidad de una nueva vida, sobre la base de que él entienda que el cambio es misión de todos y que se requiere su participación para gozar las bondades de una nueva situación.
En Oslo y La Habana se va a negociar el silencio de las armas. Nunca más podrán ser utilizadas sino por una autoridad que siendo legítima y equilibrada las use  para asegurar la permanencia de la paz que se está negociando y garantice a cada persona, a cada niño, a cada anciana, el goce cabal de sus derechos constitucionales y el mejor bienestar personal y familiar.
La responsabilidad del Gobierno y de las Farc es enorme. Casi cincuenta millones de personas dependemos de su sabiduría, de sus sanos propósitos, de su disposición de entender que  el actual estado de cosas, perjudicial y violento, propicia el desmantelamiento de las instituciones republicanas, impide el crecimiento económico del país y mantiene la situación de desigualdad que nos agobia como nación.
Está demostrado que con la guerra todos perdemos. Al contrario, si llega la paz todos ganamos. Por eso es que debemos mantener el actual momento de respaldo a tantos esfuerzos que se adelantan para conseguir tranquilidad, progreso y justicia.
Porque la paz es justicia, comprensión, tolerancia, respeto, entendimiento entre quienes son diferentes. La paz es un acto de valor. ¡Asumámoslo!
Bogotá D.C., 25 de Septiembre, 2012[1]                        

martes, 11 de septiembre de 2012

¿QUE SERA LO QUE QUIERE PACHO?

Horacio Serpa
Se salió el doctor Francisco Santos de RCN. O lo sacaron, porque eso también se comenta. Pero ni lo uno ni lo otro es relevante. Lo que muchos desean saber es que se va a poner a hacer con su sabiduría y tanta simpatía.
No se supo mucho al respecto en la entrevista que dio a SEMANA. Pero dio puntadas interesantes. Ni apoya ni rechaza el proceso de paz. Le parece que el Presidente Santos ha sido inmensamente mezquino con el Presidente Uribe. No le gusta el nuevo gabinete. Acusa a su primo Enrique de haber armado a la subversión. Dijo que el General Naranjo está saliendo salpicado en muchos temas. Acusa a la paz de Santos de liberal y gavirista. Y terminó rechazando a los Bogotanos y a los Bogoteños. Para que más.
Parece que se va a lanzar a la política. Sin dudas le irá bien, porque tiene claro que su “carisma y el acercamiento con la gente son unos activos políticos inmensos”. Tal vez por eso y para eso se destapó con Maria Jimena y dio golpes aquí y allá. A mi terminó socorriéndome un leñazo señalándome con sarcasmo como la renovación del Partido Liberal. Favor que me hizo, porque no siempre está uno en boca de personajes tan populares.
La verdad es que ya no me cocino en dos sancochos. Y eso es un pereque tremendo que no hay para que andar pregonándolo por ahí. Como si uno tuviera la culpa. Lo que no le preocupa a Pacho porque, perspicaz como es, sabe bien que “vaca chiquita, siempre es ternera”.
No se por qué Pacho se mete conmigo si yo me la paso hablando bien de todas sus ejecutorias y diciéndole a la gente que hay que cuidarlo del sol porque es “una persona demasiado sensible de piel”. Por andar leyendo noticias no se dio cuenta que me desmovilicé de la política electoral, con entrega de vibrato y todo, y que estoy reinsertándome en la academia y en el periodismo virtual,  contento ahora que él se va a dedicar a otras cosas, según dijo. Y a la gente hay que creerle, especialmente si es tan confiable y tan seria como Francisco, que de ello si está bien informado todo el País.
Tal vez por eso a veces le dicen a Pacho que es “demasiado bueno y demasiado ingenuo”, lo que debe tener muy preocupado a su primo doble, el señor Presidente, a raíz de que le declaró la oposición. Con esa calidad de contradictor está definitivamente perdido el gobierno, mucho mas ahora que Pacho, siempre tan correcto, siempre tan definido en sus cosas, siempre tan coherente en sus convicciones políticas, se declaro enemigo acérrimo de la reelección.
Pero hay una buena noticia y los amigos del proceso de paz podemos estar tranquilos, por ahora. El doctor Francisco dijo en la entrevista que se quiere dedicar a descansar. Y a dejar descansar, deben estar pensando los oyentes de RCN.   
Bogotá D.C., 12 de Septiembre, 2012

martes, 10 de julio de 2012

'Auspicio del crecimiento de la extrema derecha'

HAY QUE APOYAR AL PRESIDENTE SANTOS
-------------------------------------Horacio Serpa
Las cosas ocurren a velocidad de vértigo. Después del terremoto legislativo surgió un nuevo Partido político con el objeto de hacerle oposición al gobierno nacional, desprestigiar al Presidente Santos, auspiciar el crecimiento de la extrema derecha, soliviantar a la Fuerza Pública contra la autoridad legítima del Estado, buscar el poder gubernamental en el año 2014, establecer odiosas formas de discriminación  y de nuevo crear ese clima de tensiones y enfrentamientos del que se ha podido descansar en los dos últimos años. El lunes se lanzó el primer candidato, pero todos sabemos que van es por un nuevo articulito.
Muchos creemos que no es lo que necesitamos. Ya lo tuvimos,  por partida doble. Nadie pretende desconocer nada de lo bueno, pero tampoco conviene seguir tapando lo inconveniente. Ni de fundas más de lo mismo. Ni con los mismos. Menos ahora, cuando se están portando tan mal con el Mandatario que ayudaron a elegir.
Se duelen porque el Presidente no funge de platillero sino que ejerce como tambor mayor. Ese es su deber. Y lo ha venido cumpliendo apropiadamente, así haya tenido que desmontar, con estilo propio como corresponde a un Jefe de Estado, algunos de los tinglados que se montaron la víspera de su posesión con la idea de que fueran utilizados ciegamente, atendiendo órdenes, sin derecho a reflexionar.
Alguien podría decir que el pupilo les resultó respondón. No es así. Fue que se equivocaron al pensar que el doctor Santos sería un correveidile de su antecesor. No lo conocían bien. El actual Presidente es hombre de carácter, de personalidad propia, con ideas políticas,  experimentado en lo público y en lo privado, enterado de sus responsabilidades, ducho en tareas de gobierno. Lamentable que lo hayan confundido con un pelele. Según tuvieron la osadía de decirlo algunos de los que se desempeñan más cerca del trono, sería lo ideal si no cuaja la estrategia de la relección indefinida. ¡Que tal!
Frente a tamaña intentona, hay que estar con el País, al lado de sus Instituciones, con la democracia. Todo ello es lo que representa el Presidente de la República, quien además hace esfuerzos por prodigarle bienestar a sus gobernados, seguridad y un buen vivir. No es fácil. Muchas fuerzas oscuras, gente violenta, sectores  corruptos, se oponen a su labor y a la de su gobierno. Por eso sería insensato pasar de agache y no asumir responsabilidades frente al insólito reto de los resentidos con el Presidente.
Como ciudadano brindo solidaridad y apoyo al Presidente Santos, para que siga gobernando en favor de todos los colombianos. También lo hago como militante del Partido Liberal, pidiéndole a todas las voluntades rojas del País que no dejemos solo al Mandatario. En momentos de extrema gravedad el gran jefe Benjamín Herrera escribió con tinta indeleble, “la Patria por encima de los Partidos”.
La Patria, expresión de la que se abusa sin tasa ni medida, está representada por el Presidente Santos. A su lado, sin condiciones, debemos jurar bandera. 

jueves, 5 de julio de 2012

Momento de gloria y de esperanzas

¿NUEVA CONSTITUCION CON REELECCION INDEFINIDA?
Horacio Serpa (Columna semanal NuevoSiglo)
Hoy hace 21 años promulgamos una nueva Constitución Política, al término de las deliberaciones de la Asamblea Nacional Constituyente. Fue un momento de gloria y de muchas esperanzas para el País. Nunca antes funcionó una Corporación de esa naturaleza elegida popularmente, ni nunca fue posible consolidar un constitucionalismo tan democrático, tan de la gente, apoyado en la soberanía popular y sentidamente comprometido con la noción de Estado Social de Derecho.
Más de cuatro lustros no han alcanzado para poner en vigencia todas sus cláusulas. Al contrario. En el Congreso de la República, muchas veces bajo la inspiración de los gobiernos de turno, se la ha reformado sin necesidad y sin misericordia. No obstante, se mantiene su filosofía, gracias a la cual el País ha podido soportar estos 21 años de sobresaltos. Muchos critican a la Constitución de 1991; pocos se han puesto a pensar lo que hubiera sido de la democracia y de la vida y suerte de muchos, si se hubiera seguido gobernando al son de las normas contenidas en la Constitución de 1886.
Imagínense: Estado de Sitio permanente; Consejos Verbales de Guerra para los civiles; detenciones administrativas; Gobernadores y Alcaldes nombrados por el gobierno nacional; Cooptación en Corte y Consejo de Estado; Inmunidad Parlamentaria; Banco de la República dependiente de la Presidencia; sin Planeación; sin Tutela; sin Justicia independiente; sin Acciones Populares; sin Corte Constitucional; sin Fiscalía; sin Defensor del Pueblo; sin regulaciones para los servicios públicos; con una Procuraduría subalterna del gobierno; sin libertad religiosa; sin definiciones sobre igualdad étnica y de género; con censura de prensa; con solo dos Partidos políticos, en fin, algo realmente distinto a lo de ahora.
Pues esta democracia, los derechos ciudadanos, la justicia independiente, no les gustan a algunos que han comenzado a promover otra Constituyente para que expida una nueva Constitución. Añoran el conservadurismo de Caro y la volteada de Nuñez. Quieren un régimen autoritario con facultades extraordinarias al Ejecutivo para poder mandar sin talanqueras, instituir un sistema rígidamente policivo, tal vez instaurar la pena de muerte, controlar las noticias, declarar la guerra a los vecinos que no comulguen con sus ideas; privilegiar una sola opción partidista y colocar a los Jueces a sus omnipotentes órdenes. Ah…., también instituir la reelección presidencial indefinida.
Este clamor coincide con la creación de una organización contra el terrorismo, como si en el País no hubiere autoridad y fuera cierto que se le ha dado vía libre a la delincuencia en sus distintas modalidades. ¿Acabar el terrorismo con terrorismo? Esta y la anterior son acciones de alto contenido político partidista, con dimensión electoral, absolutamente sincronizadas.
Lo que debemos hacer los colombianos es apoyar la Constitución y conformar un gran Frente de Defensa de la Democracia, para que se respete la vida, se reconozcan los derechos ciudadanos, no vuelvan ni las chuzadas ni los falsos positivos, funcione la libertad de prensa y seamos respetados a nivel internacional. Como están las cosas, no es mucho pedir.
Bogotà D.C., 3 de Julio del 2012


jueves, 28 de junio de 2012

El desgreño institucional


FRAUS OMNIA CORRUMPIT
El fraude todo lo corrompe
(Enviado por Oficina de prensa)
LA SOCIEDAD ECONOMICA DE AMIGOS DEL PAIS lamenta la situación de desgreño institucional que sufre el País e invita a todos los colombianos a que luchemos para encontrar la solución, que no puede ser superficial  ni de coyuntura, sino integral, con definiciones  que estén por encima de rencillas políticas e intereses sectoriales. No es hora para los ventajismos ni las retaliaciones. Conmovido como está el País, es un momento para grandes determinaciones.
En lo de la reforma a la justicia le fue mal a todos los que participaron. ¿Por qué ocurrió lo que el País entero está glosando?
Nos olvidamos de los debates, de los análisis, de buscar para las definiciones públicas espacios de discusión adicionales  a los institucionales, en los que participen la academia, los expertos, las organizaciones sociales y otras opiniones que concurran en pié de igualdad y sin exclusiones.
Los poderes públicos dejaron de comentar y de escuchar  más allá de sus propias ideas y de su círculo de intereses. Poco o nada consultan con los demás las importantes decisiones que el Estado ha colocado en sus manos.
Se renunció a la separación de los poderes. Hay que volver al principio constitucional de la independencia, con colaboración armónica, en busca del bien común.
Los Partidos se preocupan prioritariamente de los asuntos electorales y quienes los representan en las Corporaciones colocan sus conveniencias personales por encima del interés nacional. Existe el criterio absurdo de que en política todo se puede hacer.
La sociedad es desatenta a los asuntos de interés colectivo y en ella prima  lo que conviene a sus cercanos afectos. Esporádicamente hace sentir su rechazo a la avilantez y reacciona ante la perversidad.
Hay que decir alto a las iniquidades, a la desvergüenza y al jolgorio institucional.

El Congreso se reúne hoy para decidir  sobre la reforma, a propósito de la cual formulamos oportunas observaciones. No hay salida perfecta ni de absoluto consenso. Frente a la gravedad, la SEAP apoya la fórmula propuesta por el Presidente de la República y demanda al Congreso el archivo de la reforma. 
Pero hay que ir más allá. La comunidad, indignada, está haciendo un enérgico llamado de atención que es obligante escuchar.  El gobierno tiene la oportunidad de proponer a los colombianos un ajuste institucional que armonice los poderes públicos, corrija las equivocaciones, repare las brechas abiertas al constitucionalismo, relegitime la democracia y conduzca al país a instancias de  mejoramiento  social  y convivencia.
Hay que recuperar la lógica nacional, limpiar la política, mejorar la justicia, encontrar la equidad, darle valor a la participación, romper los conciliábulos, comprometer a la juventud, convocar al empresariado y propugnar por el mejoramiento de los Partidos y las Corporaciones Públicas.
Se impone rechazar a los avivatos,  los indiferentes, los bribones, los politiqueros, los corruptos, los violentos. La virtud, la transparencia, la lealtad, la solidaridad, deben prevalecer.
La SEAP trabajará junto a los que busquen, con criterio democrático y compromiso social, un cambio a fondo de ideales, metas, costumbres, comportamientos y resultados. ¡Todavía se puede!
Junta Directiva SEAP
HORACIO SERPA URIBE 
Presidente

martes, 22 de mayo de 2012

Sigue repudio al atentado en Bogotá

                             ¡SE ESCALO EL CONFLICTO!
Horacio Serpa   Columna semanal
Repudiable en extremo el criminal ataque al doctor Luis Fernando Londoño Hoyos, quien afortunadamente se recupera de sus  lesiones. Atentado infame que causó muertos, numerosos heridos, cuantiosas pérdidas materiales y temores. El País se pronunció para rechazar el hecho, rodeó de solidaridad al exMinistro junto a las víctimas y sus allegados y espera un pronunciamiento definitivo de las autoridades para saber a ciencia cierta la identidad de los responsables.
Duele también el sacrificio de los 12 soldados en la Guajira. Un nuevo acontecer sangriento que a todos nos enlutece y por el cual los colombianos se expresan perplejos en manifestaciones de condolencia y acompañamiento a los deudos, al Ejército Nacional y al gobierno del Presidente Santos.
¿Qué está pasando? ¿Por qué otra vez terrorismo, asaltos, muertos? Es la diaria inquietud de los colombianos, aupada por las declaraciones de los que ven en lo ocurrido la oportunidad de alcanzar ventajas políticas criticando al gobierno, pidiendo más acción y mejores resultados en la lucha contra los violentos, soliviantando a la población con el argumento de que estamos quedando en manos de la delincuencia y enviando mensajes subliminales a la fuerza pública para que se resienta.
La respuesta es: se escaló el conflicto.
Cómo se lee y se oye. Es que hay conflicto, tenemos guerra interna, hace medio siglo existe un levantamiento armado y no es cierto que esté por acabarse porque los guerrilleros fueron eliminados o dominados. Eso es mentira. También fue mentiroso que  hubiéramos llegado “al fin del fin”. Ni nos acercamos siquiera. Aceptado que  se avanzó en la lucha contra la subversión, que la guerrilla tuvo que reducirse a sus zonas de retaguardia y que fueron destruidas muchas de sus estructuras de mando y frentes de combate. Pero la subversión sigue ahí, combatiendo, con capacidad de daño, atacando, matando, destruyendo. Nunca ha dejado de hacerlo.
Ahora aumentó la actividad insurreccional. ¿Para qué? Para demostrar que no ha sido destruida después de que cayó su comandante general; reaccionando a las acciones militares de las Fuerzas Armadas; mostrando fuerza frente a posibilidades de negociación política. Por estas u otras razones las Farc están más activas, elevando el fragor del conflicto.
Así pasa en las guerras. No hay que extrañarse ni lamentarse. Confrontar, combatir, aprovechar que dan la cara para alcanzar más éxitos convirtiendo la situación en una oportunidad para consolidar los propósitos de reducción y desmantelamiento. No hay que pedir cuartel, ni darlo. Avanzar.
Resulta injusto decir que se ha bajado la guardia, que existe desmotivación en la tropa, que se vacila desde la presidencia, que se ceden espacios al enemigo.
El Presidente Santos fue el Ministro de Defensa del gobierno anterior. La Fuerza Militar y la Policía son las mismas, casi con los mismos comandantes.
No estamos perdiendo la guerra. Lo único que se ha perdido es coherencia en la crítica, temperancia en la argumentación y solidaridad con las Instituciones, por parte de algunos de los que más están obligados a tenerlas.
Bogotà D.C., 22 de Mayo, 2012

martes, 8 de mayo de 2012

Análisis de las elecciones de francia

DE NUEVO EL SOCIALISMO EN FRANCIA
Columna de elnuevosiglo
               Horacio Serpa
Después de cinco años de ejercer un gobierno controvertido y arrogante, cayó Nicolás Sarkozy “el niño malcriado de la política francesa”. Ganó Francois Hollande, quien desde la Secretaría General orientó la mecánica del Partido Socialista durante una década y con paciencia y audacia ganó la candidatura de su Colectividad. El domingo se impuso en las elecciones presidenciales, demostrando que en política todo es posible si se trabaja con seriedad, dedicación y persistencia.
El Partido Socialista venía pasando por una mala racha. El Presidente Miterrand gobernó durante 14 años, hasta 1995, cuando el señor Chirac derrotó a Leonel Jospin, el carismático líder izquierdista que pregonó la compatibilidad entre el intervencionismo y el mercado. Fueron 17 años durante los cuales la cuna de la democracia fue gobernada con criterio conservador. Un duro peregrinar de los socialistas que vuelven al poder con el mandato de resolverle al país sus dificultades sociales y la esperanza de que ayuden a encontrar soluciones a los graves problemas económicos de Europa.
El nuevo Presidente, tranquilo, sencillo, cerebral, con un estilo muy diferente al de su histriónico antecesor, como le corresponde según sus convicciones políticas,   luchará por la igualdad y la justicia social. Ha prometido mejorar la educación, lo que indica que irá por el camino acertado. Y en su condición de Socialdemócrata defenderá los logros del Estado de Bienestar. No será fácil, pero tiene capacidad y compromiso.
Europa, en su peor momento, espera mucho de Hollande. La austeridad, dijo refiriéndose a los convenios que venían liderando Alemania y Francia, “no puede ser una condena”. Para el nuevo Presidente el crecimiento económico debe generar satisfacciones sociales y empleo. Una actitud de esta naturaleza, asumida desde la segunda economía de Europa, cae “como pedrada en ojo de tuerto” en millones de europeos que sufren ya las dificultades de la crisis y se sienten explicablemente asustados frente a las medidas que se vienen aplicando para tratar de superarlas. Ahora tienen la esperanza de que el elegido mandatario francés no deje que la señora Merkel imponga sus criterios fiscalistas ni permita que la ajustada de cinturón termine estrangulándolos.
El mensaje progresista de los Franceses se escuchó en la eurozona. El triunfo de Hollande acabó con el cuento de que solo las derechas podían gobernar en esta época de neoliberalismo a ultranza y constituye un toque de corneta para que los Partidos Socialdemócratas, Socialista y Laboristas de la región se rearmen ideológicamente, recuperen la confianza perdida y con orientación humanista impongan la consigna de que el Estado y la economía deben estar al servicio de la comunidad.
Entre nosotros también se escuchó la Marsellesa cantada con emocionado compromiso desde la Plaza de La Bastilla. Los Colombianos sabemos y sentimos que somos el quinto país más desigual del mundo. Para superar tamaña vergüenza requerimos aplicar políticas económicas y sociales progresivas, incluyentes, equitativas, que busquen lo que con júbilo esperan de Hollande los franceses: crecimiento sí, prosperidad sí, pero con educación, vivienda,  justicia rural y empleo.   
Madrid (E ), 9 de Mayo, 2012

 

viernes, 30 de marzo de 2012

LA PAZ DEL PRESIDENTE SANTOS

Columna semanal publicada en el Nuevosiglo
                      
Horacio Serpa
Todo el mundo conoce el interés del doctor Juan Manuel Santos por contribuir al logro de la paz. No solo como tema de opinión o en el simple interés de mostrarse de acuerdo con la posibilidad de encontrarla para los colombianos. El doctor Santos ha ido mucho más allá con propuestas que en oportunidades superaron el mundo de lo académico y llegaron a la acción, tratando de incidir ante los actores armados de la guerra en busca de avenimientos políticos y de compromisos de reconciliación.
Es de suponer, entonces, que no va a dejar pasar en blanco su presidencia sin hacer un esfuerzo consagratorio en tan vital materia. Ojalá se le presente la oportunidad.
Lo que está ocurriendo parece llevar a ese llanito. La declaración de la Farc en el sentido de que no realizará más secuestros, tiene un significado enorme. Recuerdo que en Tlaxcala fue un reclamo insistido del gobierno para continuar dialogando, frente a la muerte en cautiverio del doctor Argelino Durán. De ahí en adelante siempre se demandó tal decisión de la guerrilla, que ella negó sistemáticamente. Tenemos, pues, un buen gesto, dígase lo que se diga. Lo es al mismo tiempo la libertad de los 10 secuestrados de la Fuerza Pública, que se tramita.
Por los lados del Presidente también se ha movido la cosa. Cada vez que recuerda las llaves, en la mano, en el bolsillo o por ahí cerca, manda un mensaje cierto. Como también tiene que ser verdad que el doctor Santos estuvo hablando del tema en su reciente visita a La Habana. El proyecto sobre restitución de tierras y reformas esenciales en el campo, construye caminos de paz.
¿Qué va a pasar? No lo saben ni el Presidente ni la guerrilla. Pero si continúan las señales positivas y el país acompaña tan importante propósito, más temprano que tarde se van a encontrar.
Pero la guerrilla sigue matando policías y soldados, se dice con razón y nos duele. Es una desgracia. También la policía y el Ejército siguen matando guerrilleros. Nadie va a parar hasta cuando no haya definiciones concretas de entendimiento, porque esa es la dinámica, la tragedia y la perversidad de la guerra.
No se tomen a mal las anteriores frases. Solo quiero ser objetivo y realista, para que entendamos a carta cabal lo que estamos padeciendo. Sufrimos una confrontación violenta atroz, destructora, cruel, que causa tristezas, caos, miseria. Precisamente es por esto  que debemos hacer esfuerzos por la paz.
Hoy por hoy, después de numerosas frustraciones y desgracias, hay que apoyar con decisión las actividades que vengan en ese sentido. No será fácil para el gobierno, con tanta ultraderecha alborotada creando mal ambiente y echando cizaña.
Solo el Presidente Santos sabe en qué vamos y para donde. Por eso es muy importante estar pendientes y ser positivos, so pena de que pase la oportunidad y no nos demos cuenta. Algo serio por fin está pasando. Y es para bien. 
Bogotà D.C., 27 de Marzo, 2012
      

lunes, 7 de noviembre de 2011

EL CANO QUE YO CONOCI


Horacio Serpa

Guillermo León Saenz se dió a conocer como dirigente de la Juventud Comunista. Era la época de “las diferentes formas de lucha”, entre ellas la subversiva, a la que se vinculó en los años setenta.

Con el nombre de Alfonso Cano lo encontré un día en el que acompañando al Consejero de Paz Jhon Agudelo Rios y al Senador Alberto Rojas Puyo, fuimos más allá del Sumapaz a encontrarnos con Jacobo Arenas (Luis Morantes, Piedecuestano) buscando que las FARC pusieran en libertad al hermano secuestrado del expresidente Mosquera Chaux. Allí estaba también Raúl Reyes.

Después lo vi varias veces en Casa Verde, durante el proceso de Paz del Presidente Betancur, que acompañé conscientemente a pesar de la reticencia de importantes jefes de mi Partido. Era un guerrillero diferente a los que ya habíamos conocido en las conversaciones de paz, generalmente “cargados de tigre”, con fusil en la mano, hablando de combates y estrategias guerreristas. Cano era buen conversador, culto, bien informado del país, polémico, dialéctico, político. De eso se hablaba con Cano, de política, siempre en el marco de lograr la paz, sobre la base de la justicia.

Volví a encontrarlo en Caracas, pasada la Constituyente. Había comenzado un proceso de paz con la coordinadora guerrillera en el que Cano abrió los diálogos con una frase que me impactó: “Hemos debido encontrarnos hace 5.000 muertos”. Yo integraba la Comisión de Orden Público conformada por el Presidente Gaviria y dialogando con la guerrilla pretendí sacarle partido al hecho de que Rafael Pardo hubiera sido nombrado Ministro de Defensa, el primer civil en varias décadas. Cano, quien siempre reclamó esa decisión, me contestó sin inmutarse: “Si lo hubieran hecho hace 30 años, no habría guerrilla”. Así era, recursivo, tajante, siempre de su propio lado, sin ceder casi nunca.

Después nos vimos frente a frente, en Tlaxcala. Fue un contradictor de gran escala, por encima de sus compañeros, entre los que estaban Màrquez, Catatumbo, Lince y otros importantes jefes. Me parecía que  las FARC si querían la paz y que Cano era en la guerrilla el impulsador de ese compromiso. No se logró. Algún día habrá que escribir dicho capítulo, que le negó una posibilidad real de concordia a los colombianos. Cuando se rompieron las conversaciones exclamé, dirigiéndome a Cano: “Quien sabe dentro de cuántos muertos nos volvamos a encontrar”.

Cayeron colombianos por millares, antes de encontrarnos nuevamente. Fue en el Caguán, en el proceso del Presidente Pastrana. Me pareció radical. Al término de nuestra última conversación, me dijo: “Ustedes los políticos no son nuestros enemigos, ni los militares; son la oligarquía y los gringos”. Ya no lo vi con ánimo reconciliador y me regresé con la idea de que ese proceso fracasaría.

Con Cano se cumplió la sentencia de Napoleón: “Las guerras comienzan con soldados y terminan con cadáveres”. Ojalá su muerte contribuya a  abrir caminos de reconciliación, pues caído el comandante en jefe puede ser que comience, de verdad, el principio del fin.     

miércoles, 21 de septiembre de 2011

LA PUERTA DE LA PAZ SIGUE ABIERTA

Por Horacio Serpa Uribe

El Presidente Juan Manuel Santos ha sido coherente con su anuncio en el acto de posesión: ha abierto la puerta de la paz y actuado con seriedad para que los grupos armados ilegales pasen por ella y el país entre en una nueva  era de reconciliación.
Su anuncio de darle luz verde al proyecto de acto legislativo de justicia transicional, que tiene como fin superar las falencias de la Ley de Justicia y Paz, es un nuevo paso hacia la construcción de una institucionalidad para la convivencia.
Según el ponente de la ley, el senador Roy Barreras, “se inicia la construcción del marco constitucional de la justicia transicional en Colombia, que permitirá corregir errores de desmovilizaciones pasadas y abrirá la puerta para que sean posibles nuevas desmovilizaciones masivas futuras que permitan terminar el conflicto en Colombia”.
Según los promotores se trata de enmendar las fallas de las desmovilizaciones pasadas, presentes y futuras a favor de la verdad, pensando en las víctimas. Desmovilizaciones como las de miles de paramilitares en la administración Uribe y las que se esperan en el actual mandato.
Hace bien el Presidente Santos en poner al país a pensar nuevamente en el tema de la reconciliación, que pasa por la justicia transicional, que ha permitido avanzar en la verdad de graves hechos de violaciones de derechos humanos, como masacres, asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, pero no ha conseguido aún avanzar en la aplicación de la justicia, pues solo ha habido cuatro sentencias en seis años, como lo denunció la Fiscal General de la Nación.
Y no ha habido justicia por las trabas que se han encontrado en el camino. Lo importante es que el primer mandatario tendrá nuevos instrumentos jurídicos y legales para seguir apostándole a la paz.
Luego de los contundentes golpes militares que han recibido las Farc en los últimos años, en los que perdieron la mayoría de su cúpula militar y política, y tras el repudio generalizado a sus métodos de guerra, es hora de que esa organización escuche el clamor nacional por la reconciliación.
Ha pasado más de un año desde que el Presidente le abrió la puerta y ellos siguen reacios a cruzarla amparados en un discurso que ya nadie entiende porque suena anacrónico. Su respuesta a la acción oficial ha sido el retorno a la guerra de guerrillas, utilizando armas no convencionales, afectando a la población civil, destruyendo la riqueza nacional y la tranquilidad de un país que quiere más acciones de paz y el fin de la barbarie.
Las Farc y el ELN tienen una nueva oportunidad para la paz. El país sigue esperándolos en una mesa de negociaciones, para que se comprometan con el derecho internacional humanitario, digan que quieren para su desmovilización y asuman un compromiso con la democracia y un nuevo futuro para Colombia. Nada está escrito para ese momento. Todo está por construirse. Las guerrillas deben entender que a la paz se le apareció un Santos y que es hora de negociar

miércoles, 17 de agosto de 2011

Alfonso Cano, hágale a la paz


Por Horacio Serpa Uribe

El país debe estudiar la propuesta de Alfonso Cano, el comandante de las Farc, cuando manifiesta la disposición de ese grupo de iniciar acercamientos en búsqueda de la esquiva paz en Colombia.
A través de un video enviado al Encuentro por la paz de Barrancabermeja, realizado el pasado fin de semana, el dirigente guerrillero planteó que el “diálogo es la ruta” y que sigue creyendo que la solución política es la alternativa más expedita para cesar el enfrentamiento armado con el Estado colombiano.
Cano dijo que espera encontrar las condiciones necesarias para sentarse a negociar con la institucionalidad colombiana y abandonar, de manera definitiva, el camino de la violencia.
Pareciera que las Farc están entendiendo que su lucha armada no tiene futuro, no solo porque el Estado está en capacidad de cerrarles todos los espacios y golpearlos con fuerza hasta obligarlos a dialogar, sino también porque las condiciones del país y del mundo han cambiado dramáticamente. Nadie hoy cree, sinceramente, en el triunfo de la lucha armada, en la vigencia de sus ideas, ni en la justicia de sus luchas. La guerra de guerrillas es un esquema valetudinario al que nadie le rinde tributo.
Los últimos años dejaron la huella de la guerra en Colombia. Ahora se ha vuelto a hablar de paz. La puerta de la reconciliación no está cerrada, como anunció en su posesión el mandatario, sino que además se está abriendo y un nuevo aire de entendimiento ha ido entrando a la nación, trayendo la esperanza de la pronta liberación de los secuestrados, la eliminación del reclutamiento de menores, el compromiso de la guerrilla de no seguir sembrando minas antipersonales ni usar el plagio de personas como arma de guerra.
Alfonso Cano tiene que pasar de los anuncios a la concreción de sus promesas. Si deja pasar el impulso que está tomando la nación para apoyar la decisión del Presidente Santos, podríamos perder este momento histórico. Cano debe pensar en escuchar al Presidente cuando pide la libertad de los secuestrados. Los halcones acechan.
En 1992, en Tlaxcala, se perdió una oportunidad. Pasaron seis años para volverse a sentar a hablar de paz, en el gobierno Pastrana, y las Farc cometieron el peor error de su historia: burlarse del país, aprovechar el Caguán para envalentonarse y fortalecerse militarmente. De esa frustración colectiva nació la victoria electoral de Uribe, quien durante ocho años, con evidentes éxitos, hizo lo posible para derrotarlos militarmente.
Han pasado 19 años desde Tlaxcala. Cada día se pierden más vidas, se apagan más esperanzas. Los paramilitares se multiplican. No sé cuántas muertes han ocurrido. Ojala el jefe guerrillero avance en su decisión de negociar la paz. De parar cincuenta años de inútil sacrificio de vidas. Los demócratas haremos cuánto esté a nuestro alcance para que en una mesa escribamos la más bella página de nuestra historia. Y al final nos abracemos como compatriotas.
--
Cortesía: Mónika María Leal Abril
Directora de Comunicaciones
GOBERNACIÓN DE SANTANDER

miércoles, 10 de agosto de 2011

Columna de Opinión

El Encuentro Social en Barrancabermeja
Miércoles, 10 de Agosto 2011
----------------------Por Horacio Serpa Uribe


La Asociación de Campesinos del Rio Cimitarra, en el Magdalena Medio, propugna por la tranquilidad y la convivencia en una región que a lo largo de muchos años ha sufrido la violencia. Su resistencia civil a las expresiones armadas ha sido notable, sacrificada y bien valorada, habiendo ganado el Premio Nacional de Paz. En estos días organiza en Barrancabermeja un Encuentro nacional de campesinos, afrocolombianos, indígenas, víctimas del conflicto armado y líderes de la convivencia pacífica, para expresar un compromiso con la armonía social, rechazar la violencia como instrumento de lucha política y propugnar por un país en el que prime la justicia, la inclusión y el bienestar.
Los fines no pueden ser mas altruistas, por lo que se estima que en el Encuentro reinará el civismo y un entusiasta entendimiento entre los participantes, que buscarán con sus pronunciamientos y actitudes que todos los Colombianos asuman el respeto a los Derechos Humanos, la necesidad de la paz, la condena a todas las formas de violencia, la lucha contra la desigualdad y el imperio de la Constitución de 1991.

Barrancabermeja es tierra fértil para hablar de democracia y bienestar, en un marco de tranquilidad y convivencia. Combativa cuando de lo social se trata, contestataria, siempre atenta a rechazar la injusticia y la arbitrariedad, la gente del Puerto petrolero ha sufrido la violencia extrema  como no ha ocurrido en ninguna otra parte.  Primero fue la guerrilla, cruelmente violenta, y luego los paramilitares, iguales o peores. Por eso la ciudad ya pronunció su “nunca más” a todo tipo de intolerancia y barbaridad.

El Encuentro tiene un importante ingrediente político. No política de partidos, ni relacionada con el cercano debate electoral. Política de Estado, de sociedad, de lo que ha de ser nuestro sistema político en esta época de globalización, de tan crecientes innovaciones tecnológicas, de tantas crisis económicas sacudiendo el mundo, de los levantamientos populares contra la opresión, de pobreza extrema en la tercera parte del mundo, época en la que nuestras esperanzas apuntan a un mejoramiento social para tantos excluidos sobre la base de superar la confrontación, eliminar el narcotráfico, erradicar la corrupción y alcanzar la prosperidad general con base en el crecimiento económico equitativo y sostenible.

El gobierno nacional, sin duda, estará pendiente de la realización del Evento, y de sus conclusiones. El presidente Santos y su gobierno han demostrado un talante democrático, acatamiento a  la Constitución y respeto por todas las ideas compatibles con lo legal. Reconociendo el Mandatario que aún sufrimos un conflicto armado, comprometido con la paz como ha estado siempre, dijo que mantiene a la mano las llaves de la paz por si encuentra sectores dispuestos a buscar la alternativa democrática, con  demostraciones serias de querer hacerlo.

Saludo cordial a la Asociación organizadora del Encuentro de Barrancabermeja, éxitos en sus deliberaciones y deseos de que el transcurrir del Evento y sus conclusiones sean para los colombianos preludio de convivencia y bienestar. 

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