Por Luis Eduardo Jaimes Bautista (J.B.)
Creo
en la hora de dar paso a las nuevas generaciones y más en las directrices de la
política y la gobernanza; con el paso
del tiempo, muchos adultos mayores y de apellidos se han empotrado en el poder
en las administraciones sin dejar resultados positivos para sus municipios, viviendo
el lastre de la corrupción y sin planeación, un retraso social, económico, político
y cultural.
Históricamente
la juventud es la impulsadora de los movimientos de protesta por el mismo
inconformismo en el manejo de políticas lesivas para su mismo desarrollo,
cuando de ella decimos que es la “generación del futuro”. A la ciudad bonita le
llegó el tiempo de tener un alcalde joven que se la juegue el todo por el todo,
con la misma energía y el vigor para el
trabajo y su forma de pensar en la transformación de una moderna metrópoli.
Hoy
escribo sobre Jhan Carlos Alvernia Vergel, un joven de 31 años cumplidos.
Economista de la Universidad Industrial de Santander, con especialización en
Gerencia Pública y Gestión de empresas,
con una hoja de vida dedicados al crecimiento personal y colocando sus
servicios a la labor social, demostrados en el acompañamiento de las miles de
familias que llegaron a la ciudad huyendo de la violencia y el conflicto
armado, trabajo realizado en la
“Corporación Opción Vida” de los Padres Dominicos. Un muchacho hecho a pulso,
desde abajo como mensajero, hasta llegar al escaño del Concejo de Bucaramanga
por el Partido de la (U) Unidad Nacional.
Su
trabajo y la sencillez, sin linaje, brindaron la confianza y el respaldo de 11
concejales de la ciudad para ser el candidato único en la búsqueda del solio de
la alcaldía. Respaldo que espera para dejar las maquinarias atrás.
Tiene
la confianza del joven, su capacidad e inteligencia, adaptado al mundo en que
viven los jóvenes. Porque se estudia más que nuestros antepasados. Debido al incremento
de esta población –el país tiene 20 millones de personas menores de 30 años o
sea un 48% de la población total- que acarrea problemas a falta de puestos de
trabajo, espacios sociales, escenarios deportivos y culturales, inclusive en
sus mismas aulas permiten la violencia que canalizan los jóvenes ante la misma
falta de oportunidades.
Dejemos
su viva imaginación, la capacidad creadora, su energía (como la demostró el
Gobernador de Santander Richard Aguilar Villa, en su administración que
finaliza y calificado como el mejor gobernador de Colombia en este periodo
2012-2015) esta sería su prueba a la inteligencia y el trabajo al servicio de
la comunidad y su ciudad.
El
“pollo” Jhan Carlos Alvernia, dijo “no es una tarea fácil manejar la ciudad”.
Tendrá sus retos y abrirá nuevos rumbos para el cambio social y político,
dándole credibilidad a la juventud y a
los adultos mayores que jamás han creído. Porque en general los jóvenes acusan
a los mayores de un excesivo amor por el dinero y el bienestar, de una
explotación de la gente, de deshonestidad en la contratación, corrupción en la política con un conservadurismo
hipócrita.
Creo
en la juventud, porque la veo en mis hijos a mi edad otoñal. Rechazo las componendas que se están dando para
imponer un alcalde a sus mañas políticas, de ahí que Jhan Carlos es un buen
candidato que sacará a la ciudad con sus habitantes a un nuevo panorama
político más allá de los intereses a que ha servido a otros mandatarios.
Me
duele la profunda desigualdad social, económica y política en la que se
encuentra sumida la mayoría de nuestra población comarcana, especialmente la
juventud, efecto de una tradición antidemocrática y mezquina de quienes manejan
el poder.